Lunes, 01 Mayo 2017 11:31

Trabajo en Colombia: “Era malo y se dañó”

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Las centrales obreras aseguran que ahora en el día del trabajo no hay nada que celebrar y dicen que indiscutiblemente el trabajo decente pasó a mejor vida. La conmemoración se hace en medio de tristeza y desesperanza.

En el día del trabajo la clase obrera lamentó las condiciones en las que se encuentra el país en materia laboral toda vez que hay menores ingresos frente a mayores obligaciones, escenario terrible que para este año vino con el moño de la reforma tributaria y su IVA del 19 por ciento, es decir un país 19 por ciento más pobre y con menos calidad de vida.

El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, Alejandro Pedraza, le dijo a Diariolaeconomia.com que la realidad del trabajo en Colombia es tan precaria que la informalidad se mantiene en un 62 por ciento. Agregó que un mal ejemplo lo da el sector público en donde el 57 por ciento de los trabajadores son contratados bajo el esquema de servicios o simplemente por contratos temporales.

“Esto es todo un detrimento y una cadena de perjuicio en el sistema de contratación, pero a eso hay que agregarle igualmente la precariedad en los valores de los salarios que están sujetos a la inflación causada y por lo mismo en una posición cada vez más decreciente, eso es lo grave que está pasando lo cual genera la inequidad social que hay en Colombia que está en el primer lugar en América Latina, es decir es lo más vergonzoso que puede estar ocurriendo”, declaró el señor Pedraza.

En la pasada reunión de la Comisión Nacional de Concertación el DANE presentó una información a través del ministerio del trabajo la cual dice que de 22 millones de trabajadores que existen en Colombia tan solo 230.000 tienen acceso a una negociación colectiva.

A criterio de Pedraza, lo anterior demuestra que el trabajo decente se convirtió en una especie rara pues se institucionalizó la precariedad especialmente en sectores como la construcción, servicios públicos, comercio y hotelería.

La CUT dice que en Colombia hay una fuerza laboral de 22.3 millones de trabajadores de los cuales el 62 por ciento del sector privado están laborando con contratos tercerizados o contratos basura, lo que la Organización Internacional del Trabajo, OIT, considera como hacer del trabajo una mercancía. En el sector público, recalcó, el 57 por ciento de los contratos son temporales o de servicios lo que resulta supremamente grave.

“De estos 22.3 millones de trabajadores, el 63 por ciento hacen parte de la informalidad, es decir por fuera de los derechos y del amparo constitucional, aclarando que estos seres humanos no ejercen la informalidad por deporte sino por total necesidad porque no tienen acceso a un trabajo digno, realidad que los llevó a vender frutas o dulces en los semáforos y andenes ya que las fábricas no tienen espacio para el que quiere laborar y esa tragedia social ve opciones en el espacio público, esa es su única manera de subsistencia. Es por eso que en esta jornada de primero de mayo estamos diciendo que lamentablemente no hay nada que celebrar, simplemente se conmemora una fecha histórica para el mundo pues se conquistó la jornada de las ocho horas de trabajo las cuales en Colombia no operan porque el ex Presidente, Álvaro Uribe, las pasó de las seis de la mañana a las diez de la noche para no pagar tiempo extra, lo cual es un despojo del que fue víctima el trabajador colombiano que tendrá que reivindicar el Congreso de la República en un acto de honestidad y grandeza”, sostuvo el dirigente sindical.

La situación laboral en Colombia es tan lamentable y las políticas tan visiblemente adversas, precisa Pedraza, que simplemente hay que dejar la conmemoración del día del trabajo y reemplazarla por una eucaristía en homenaje al eterno descanso al que pasó el contrato laboral a término indefinido y la igual eliminación sistemática de un importante número de sindicatos y negociaciones colectivas, escenario complicado con el fomento de los pactos colectivos, cooperativas de trabajo y los contratos sindicales porque atentan directamente contra la negociación colectiva y contra la libre organización de los trabajadores en sindicatos.

Anotó que cuando la CUT nació hace treinta años el potencial de trabajadores indemnizados en Colombia era del 14 al 16 por ciento, pero aclaró que en este momento ese indicador bajó al 3.7 por ciento, es decir que no hay un exterminio total porque el estado necesita una fachada democrática para mostrar que en Colombia hay sindicatos pues de lo contrario ya lo hubiesen hecho con los sistemas ilegales de contratación, muy del corte neoliberal.

El campo de mal en peor

El presidente de la CUT, Alejandro Pedraza, aseveró que la situación del campo en materia laboral y social es muy delicada así como grave lo cual es peor aún con el mutismo de los gobiernos pues las cifras de migración interna hechas por entidades expertas en el tema señalan que en Colombia hay más de ocho millones de desplazados, es decir ocho millones de trabajadores rurales no asalariados que optaron por partir a los centros urbanos empujados por la violencia y por el abandono del estado a la ruralidad.

“Con la apertura económica y con la firma de los TLC con Estados Unidos y con Europa, los gobiernos decidieron convertir a Colombia en un país de consumidores y no de productores en donde el sector agrícola y pecuario fue el más afectado porque se le vulneró esa primera opción de un trabajo en su ámbito rural, problema que no tuvo doliente porque el gobierno se dedicó a lo más fácil, a la minería extractiva, al petróleo, a la importación de alimentos y a la promoción de megaproyectos de agroindustria para producir biocombustibles como pasa con la palma de aceite, pero no hubo una política sostenible y clara para la producción de alimentos”, expuso el presidente de la CUT.

Otra preocupación de los sindicatos y de las mismas autoridades económicas es que el circulante ya no se usa y no por la tendencia de las transacciones electrónicas sino porque la gente ya está pagando su mercado con tarjeta de crédito, todo por la necesidad, factor peligroso porque no hay mejoramiento en los salarios de las personas con el agravante que todo se adquiere al debe con unos tipos de interés altos amen de las últimas caídas en la tasa y por las políticas de una banca agiotista que cobra unos intereses totalmente desproporcionados.

Finalmente la CUT dijo que resulta totalmente inhumano y ofensivo subir salarios de acuerdo a la inflación causada, es decir del seis por ciento para el último ajuste, acompañados de una reforma tributaria violenta y agresiva que traía un IVA del 19 por ciento lo cual resultó contrario al discurso que manejó el gobierno en materia de equidad social demostrando también que el ejecutivo priorizó el pago de la deuda externa y no el desarrollo vial y de infraestructura en el país.

Para colmo de males esa plata de deuda y del trabajo de los colombianos se quedó en los bolsillos de la corrupción pues para citar un ejemplo en Reficar hubo un desfalco por 630.000 millones de pesos. La Central argumenta que todo lo que pasa en materia de corruptelas demuestra que los peores ladrones que tiene el país son los de cuello blanco.

“En Colombia hay gente que tiene dinero por su trabajo y por tradición, pero aquí hubo ricos, muy ricos que resultaron asquerosamente opulentos por ser más ladrones que la misma delincuencia común, por eso le digo que hoy los trabajadores tenemos más por qué llorar que motivos para celebrar”, concluyó Pedraza.

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