De acuerdo con las cifras más recientes del Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer, durante el 2018 se registraron 5.1142 mil casos de cáncer de tiroides en el país, convirtiéndolo en uno de los 7 tipos de cáncer con mayor incidencia a nivel nacional.
Asimismo, según el centro de investigación, las mujeres fueron la población más afectada por esta patología ya que por cada 100 mil habitantes se diagnosticaron 3 casos en hombres y 14 en mujeres. Esta es una tendencia de prevalencia que el país viene presentando durante la última década.
La tiroides es una de las glándulas del sistema endocrino más propensas a presentar problemas por la aparición de tejidos anormales o nódulos que, aunque en la mayoría de las veces son benignos y no son una amenaza para la salud, a veces pueden resultar ser de naturaleza maligna, lo que significa que la persona sufre de cáncer de tiroides.
Aunque el cáncer de tiroides es uno de los más silenciosos debido a que no produce síntomas notorios hasta etapas avanzadas, gracias al avance de la medicina, y la importancia que las personas le han dado al autocuidado, hoy es más fácil identificar la patología e iniciar un tratamiento de forma oportuna. De igual forma, los tratamientos para esta enfermedad han cambiado de manera significativa y como resultado, los pacientes tienen a su disposición una gran variedad de opciones de atención, donde la cirugía es la más común.
Este tipo de procedimiento se conoce como tiroidectomía, el cual consiste en la extirpación quirúrgica de la glándula por medio en un corte en el cuello del paciente, dejando como resultado una cicatriz visible. Debido a su ubicación y extensa vascularización, el control del sangrado o hemostasia, son cruciales.
Anteriormente las tiroidectomías requerían cicatrices amplias y el control del sangrado se realizaba mediante la ligación con sutura de los vasos, y generaban dolor y otras complicaciones postoperatorias, además de afectar la calidad de vida. Luego se desarrollaron técnicas de electrocirugía, aunque las altas temperaturas generadas por estos dispositivos presentaban un riesgo para los nervios que permiten el habla.
Los esfuerzos en investigación y desarrollo han permitido crear dispositivos médicos electro quirúrgicos y de energía de ultrasonido que permiten a los especialistas de la salud perfeccionar las técnicas de intervención a los pacientes con cáncer de tiroides, para brindarles una atención de calidad, eficiente, costo-efectiva y garantizar resultados satisfactorios a nivel de recuperación y estética, reduciendo así los tiempos de la cirugía, el sangrado y el riesgo de lesión de los nervios que controlan el habla.
Gracias a los desarrollos tecnológicos, también han podido verse avances en las técnicas quirúrgicas como tal. Hoy en día, el estándar es que las tiroidectomías sean mínimamente invasivas, creando heridas cada vez más pequeñas. Incluso en Colombia también se realizan técnicas mínimamente invasivas con utilización de cámaras de video, con resultados excelentes.
Uno de los nuevos avances en técnica en Colombia es la tiroidectomía transoral. El especialista emplea un dispositivo de última generación mediante el cual quita la tiroides haciendo tres pequeñas incisiones desde el interior del labio inferior de la boca. Posteriormente, inserta un endoscopio (herramienta médica con una luz y una cámara) para ver la glándula y retirarla. Este tipo de intervención tiene una efectividad similar a la cirugía estándar, pero a nivel estético y de calidad de vida es superior, ya que permite realizar un procedimiento mínimamente invasivo, más rápido de practicar, con mejor tiempo de recuperación y sin dejar marcas o cicatrices en el cuello del paciente.
“La tiroidectomía transoral es una técnica que nos permite a los cirujanos brindar a los pacientes con cáncer de tiroides la mejor atención y garantizar su calidad de vida. El procedimiento convencional es altamente efectivo, pero además de generar un proceso de recuperación más largo, deja una marca visible de por vida en las personas que padecen esta enfermedad. Sin embargo, hoy los nuevos dispositivos electro quirúrgicos nos permiten cambiar esta realidad, siendo más eficientes, precisos y generando el menor impacto en el paciente” señaló el médico cirujano con subespecialización en Cirugía de Cabeza y Cuello, Andrés Álvarez.
Las personas que sufren de cáncer de tiroides deben ser valorados por un especialista, quien deberá definir cuál es el mejor tipo de tratamiento para su condición y etapa de la enfermedad. Con base en este diagnóstico se podrán establecer los pasos a seguir de cara a brindar la mejor atención y proteger la vida del paciente.