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Domingo, 03 Noviembre 2019 00:38

Enfermedades infecciosas serán primeras en mortalidad: ACIN

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Los seres humanos están abusando de los antibióticos exacerbando la resistencia bacteriana, pero además hay retos en salud pública, zoonosis y medicina tropical entre otros. Los tiempos futuros no se ven bien.

En temas de medicina hay varios puntos para tener en cuenta y dentro de ese universo galeno tan espectacular, hay una serie de retos que parten de la misma realidad de la humanidad, es decir su entorno, sus costumbres y su relación con el medio ambiente. En ese punto ingresa el impacto de las políticas de salud pública y los logros o derrotas que se hayan reportado con la prevención y la cultura de higiene.

Durante siglos el hombre ha enfrentado agentes patógenos que lo han enfermado y lo han matado. No en vano la pesadilla de la peste negra o peste bubónica que pasó de Asia a Europa en los barcos mercantiles plagados de ratas, el gran vector o medio de transporte de la letal pulga responsable real del contagio. Esta enfermedad fue tan letal que desde su llegada al Viejo Mundo entre 1346 y 1347 acabó con la mitad de la población europea, afianzándose como una de las pandemias más letales sin ser, aclaramos, la más letal.

La peste negra es un referente por todo lo que generó en materia sanitaria y de tratamiento médico, pero lo cierto es que el ser humano debió enfrentar males de la talla de la Viruela, el Sarampión, la Gripe Española, que cobraron más vidas que la peste bubónica, igual se cuentan el VIH, la Plaga de Justiniano que postró a la Roma de los césares, la tercera pandemia y el tifus. Dentro de las más comunes igual se cuentan el ébola, el cólera y otras de tipo pulmonar.

Hoy las alertas están encendidas porque hay enfermedades que están apareciendo por el nuevo contexto de cambio climático y otras que se creían erradicadas están volviendo de manera potenciada. Además hay unas que fueron pandemias y que pasaron a la lóbrega historia de la medicina, pero que siguen escondidas entre la población y que podrían retomar su cruzada mortal.


Según estudios la peste negra no desapareció y caso contrario la enfermedad se ha visto en África, Asia y Suramérica, los más recientes casos se reportaron en India, pero igual las naciones más endémicas por este terrible mal según la Organización Mundial de la Salud, OMS, son Madagascar en áfrica insular, la República Democrática del Congo y Perú.

Foto PixabayLa OMS indicó que la peste es causada por Yersinia pestis, una bacteria zoonótica que suele encontrarse en pequeños mamíferos y en las pulgas que los parasitan. Según el organismo, las personas infectadas por Y. pestis suelen presentar síntomas tras un periodo de incubación de 1 a 7 días. Aclaró que hay dos formas clínicas principales de peste, la bubónica y neumónica. La peste bubónica, explicó, es caracterizada por la tumefacción dolorosa de los ganglios linfáticos, denominados “bubones” y es la más frecuente.

La peste se transmite entre los animales y los humanos por la picadura de pulgas infectadas, contacto directo con tejidos infectados o inhalación de gotículas respiratorias infectadas. La peste puede ser una enfermedad muy grave para el ser humano. En ausencia de tratamiento, la peste bubónica tiene una tasa de letalidad del 30% al 60%, y la neumónica resulta invariablemente mortal.

El tratamiento con antibióticos es eficaz contra la peste, de modo que el diagnóstico y el tratamiento precoces pueden salvar vidas humanas. Entre 2010 y 2015 se notificaron 3.248 casos en el mundo, 584 de ellos mortales.

Antes de entrar en materia con el invitado de hoy es bueno precisar que una enfermedad de tipo infecciosa o proclive al contagio es la manifestación clínica de una infección provocada por un microorganismo expresado en baterías, hongos o virus. En ocasiones este tipo de enfermedades tienen como origen los protozoos o agentes macroscópicos como los gusanos que al aparecer hacen cambiar el término infección por infestación lo que ubica este tipo de manifestaciones endémicas en la parasitología.

Foto PixabayPuede decirse sin temor a errar que las infecciones tuvieron un antes y un después con el descubrimiento afortunado de la penicilina por parte del científico británico, Alexander Fleming, quien accidentalmente logró dar con el hongo antibiótico en 1928. Cabe anotar que el trabajo de Fleming demandó más estudio hasta que fue perfeccionado por los científicos, Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey. Hoy la vida es más fácil con la penicilina, pero el hombre que suele abusar de las bondades de la vida, está haciendo que ésta sea menos efectiva en tratamientos porque el uso frecuente e innecesario de antibióticos generó la llamada resistencia bacteriana, una puerta temerosa con la llegada de nuevas y muy tenaces enfermedades que obliga a la ciencia a seguir creando soluciones antibióticas de mayor contundencia.

En charla con Diariolaeconomia.com, el Presidente de la Asociación Colombiana de Infectología, ACIN, José Oñate, indicó que la medicina sin duda ha tenido unos importantes avances en todos los campos como se puede ver en genética, oncología, en el manejo de pacientes con cuidados críticos así como en los desarrollos para tratar enfermedades vasculares y muchas otras.

Dijo que ese adecuado manejo de patologías ha facilitado que la calidad de vida de las personas mejore incrementando de hecho la esperanza de vida lo cual va asociado de una manera muy paralela a un riesgo mayor de presentar complicaciones infecciosas. Expuso que en el caso puntual de la oncología y la hematología está la posibilidad de mejorar el tratamiento del cáncer y la leucemia con lo cual algunos medicamentos se van a asociar a la posibilidad de un desarrollo de infección y de mejorar la terapias en cuidados intensivos, los catéteres, sondas, monitorias y procedimientos que pueden incrementar el riesgo de que se presenten infecciones.

Un reto de hoy, anotó el médico, es mejorar el control de las enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide y el lupus que evidentemente conllevan a un incremento de las enfermedades infecciosas a tal punto que la OMS ha estimado que posiblemente para el año 2050 las enfermedades infecciosas podrían ser la primera causa de muerte a nivel mundial.

Dijo que un factor a tener en cuenta en materia de enfermedades infecciosas es el cambio climático porque fácilmente se pasa de veranos intensos a imparables inviernos que les abren espacio a una serie de microrganismos que atacan el sistema respiratorio así como el gastrointestinal con mayor frecuencia ocasionando grandes brotes en la población, lo anterior asociado igualmente a fenómenos como la invasión de espacios ignotos y rurales como la colonización de las selvas y los bosques en donde se busca una explotación económica a través del turismo, de la minería y a la ampliación de la frontera agrícola y ganadera, haciendo que las poblaciones estén expuestas por esa invasión al hábitat natural en donde pueden haber vectores como roedores o mosquitos que facilitan la transmisión de muchas enfermedades.

 

“Los fenómenos de migración tanto internos como externos que tenemos en Colombia básicamente con la llegada masiva de nacionales venezolanos también son factores de riesgo, porque esos desplazamientos hacen que esos migrantes con condiciones socioeconómicas adversas por el hecho de convivir en espacios muy cerrados y hacinados llevan a la pérdida de las condiciones elementales higiénicas y sanitarias que evidentemente también asociados a fenómenos de desnutrición o malnutrición, disminuyen el sistema de defensas, facilitando una proliferación de múltiples microorganismos como se ha visto en el país con casos recientes de sarampión, botes de varicela, difteria y otras asociadas a la migración”, declaró el profesional y especialista en salud.

 

Los males de ayer son la pesadilla de hoy y el miedo del mañana

 

Foto Pixabay
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El galeno recalcó que el mundo debe tener mucho cuidado y trabajar en prevención, partiendo desde lo higiénico, para evitar traumas en salud agudizados por pandemias que podrían estar a la vuelta de la esquina si no hay atención y consciencia en la población.

Para el médico, el precario manejo del medio ambiente, las invasiones a las selvas y las precarias condiciones de higiene en algunos lugares le están poniendo alfombra roja al retorno de epidemias y pandemias que cegaron millones de vidas en el medioevo y que de retornar con mayor fuerza, serían casi que invulnerables porque llegan blindadas por la irresponsabilidad humana que aprendió de todo menos de respeto por los entornos, por la fauna y la flora y que arrinconó sus desechos en mares, ríos y lugares en donde hoy prosperan furtivas antiguas o nuevas enfermedades.

Estos factores contribuyentes, especificó Oñate, facilitan la transmisión de múltiples microorganismos, pero dijo que a esto se le deben asociar las condiciones higiénicas y sanitarias. Igual, expresó, hay de por medio campañas de vacunación y prevención, pero al lado de estas todo un trabajo de las poblaciones por mejorar su alimentación y sus costumbres de aseo para disminuir las posibilidades de enfermedad y contagio.

 

“Es evidente que en el momento actual a nivel mundial hay vicisitudes porque cada vez la tierra es un espacio más estrecho ya que día a día hay menos fronteras en lo que contribuye la política de cielos abiertos con más vuelos internacionales y toda una facilidad de transporte y movilidad que igual inciden la expansión de bacterias o virus a nivel transcontinental porque si algo pasa en China o en India, ese lío puede tener repercusión a nivel mundial porque las enfermedades con las personas pasan fronteras, dándole toda la apertura a la llegada de nuevos brotes. Lo mismo puede estar pasando con el libre comercio ya que hay productos o alimentos que llegan sin trazabilidad o simplemente contaminados como ya ha pasado”, apuntó el médico José Oñate.

Aseveró que la actualidad mundial gira en torno al control de la epidemia de ébola en donde se hace un gran esfuerzo multilateral para poder encerrar ese mal evitando que salga porque la mayoría de los casos están asociados a una tasa considerable de letalidad.

Al ritmo en que va la economía y su esquema de globalización, con el pésimo trato a los ecosistemas y con la invasión del entorno selvático, la humanidad está haciendo el curso perfecto para escenarios trágicos de salud porque no hay cuidado, menos responsabilidad y baja prevención. Sobre el particular, Oñate precisó que cada vez se están dando mayores condiciones para que todo lo que se postula a través de diferentes análisis económicos y de salud pública inviten a pensar o a proyectar que en algunas décadas la primera causa de mortalidad, en el mundo, desplazando el origen cardiovascular, serán las enfermedades infecciosas, muchas de ellas asociadas bacterias o microorganismos resistentes a terapias antibióticas tema crucial porque disminuirá las posibilidades efectivas de tratamiento.

Foto PixabayActualmente, Colombia por su condición geográfica y tropical tiene unas enfermedades infecciosas muy propias como la malaria, pero en definitiva las más importantes desde el análisis del facultativo, tienen que ver con los arbovirus es decir un virus particular en los vertebrados transmitido por un artrópodo. El médico puntualizó que el más común de estos vectores es el mosquito Culex Aedes, pero aclaró que en algunos casos los arbovirus pueden ser esparcidos por garrapatas como es el caso del Ixodex.

Los primeros, dijo, son responsables del dengue, Zika, Chikungunya y la fiebre amarilla, enfermedades transmitidas a través de vectores como los mosquitos y que son las de mayor importancia desde el punto de vista epidemiológico porque casi el 90 por ciento de casos se dan en pisos térmicos cálidos, pero ya hoy con radio ampliado a la altitud porque el mosquito sobrevive a alturas menores a 2.600 metros sobre el nivel del mar lo cual le da una gran posibilidad de afectar a la población con su picadura ocasionando las enfermedades citadas.

 

“Hay otros fenómenos como por ejemplo la tuberculosis que sigue siendo una amenaza latente y por ello la Asociación de Tuberculosis a raíz de los problemas que en esta matera ocasiona el VIH, le confiere una mayor tasa de ataque e inclusive una mayor probabilidad de muerte a las personas que tienen el virus del VIH”, dijo el Presidente de la Asociación Colombiana de Infectología.

 

Al pasar la página y al entrar al ambiente netamente hospitalario, definitivamente la presencia de bacterias resistentes a los antibióticos y el ingreso al país del hongo conocido como Cándida genera un gran reto en Colombia para el control de las infecciones y el uso adecuado de los medicamentos antibióticos y por ello hay que asumir orientación médica continuada y hacer uso de unas políticas eficaces para mejorar la perspectiva de la salud pública combatiendo las enfermedades intrahospitalarias.

Un aspecto que juega en el buen desempeño de la salud es el factor recursos pues para nadie es un secreto que cuando no hay plata todo se dificulta, empero la Asociación manifestó que en medio de las dificultades surgen oportunidades para poder mejorar la atención y la calidad de la salud por lo que consideró que las inyecciones multimillonarias de dinero son importantes, pero lo es aún más, dijo, la voluntad de todas las partes por mejorar lo cual incluye una educación continuada y un aporte que permita plantear soluciones audaces para poder racionalizar el gasto en salud y optimizar la atención de las enfermedades infectocontagiosas.

Una preocupación al interior de la ACIN, se resume en la presencia de microorganismos resistentes a los antibióticos comunes en donde se estrechan las posibilidades de tratamiento. Igual genera inquietud todo lo que tiene que ver con detección temprana de los mecanismos de resistencia involucrados en la emergencia de las fundaciones que se van a asociar a la resistencia de los microbianos. Para la ACIN es necesario mejorar el cuidado tanto hospitalario como en la comunidad para disminuir la diseminación de todos los agentes patógenos de perfile infeccioso.

Foto PixabayA criterio del dirigente médico, reconociendo que en ese frente Colombia está bien, es necesario ampliar la cobertura de vacunación y el control de muchas enfermedades asociadas a infecciones como por ejemplo la patología cardiovascular, la Diabetes Mellitus y la enfermedad respiratoria crónica entre otras y el buen control de ese tipo de enfermedades y el adecuado manejo de pacientes afectados ayudarán a disminuir el riesgo de que a futuro aparezcan infecciones.

Al estar ubicada Colombia en una zona tropical, tiene retos adicionales y de carácter zoonótico que desprenden de animales silvestres contaminados con diversas enfermedades como la rabia, la brucelosis y otras que pueden estar en hatos y corrales si no hay unas buenas prácticas ganaderas y sanitarias lo cual incluye una juiciosa vacunación. La rabia, lamentablemente, dijo, es mortal porque para esa enfermedad existe muy poco tratamiento. Allí es clave la educación y la comunicación permanente con la población con el fin de prevenir brotes y a la comunidad médica de qué hacer en casos potenciales de exposición rábica.

Las enfermedades transmitidas por garrapatas tienen un gran inconveniente y es que son muy poco entendidas en el país porque no se cuenta con los suficientes centros diagnósticos para ella y por esa razón no se conoce muy en detalle su epidemiología, su transmisión o inclusive su presencia en el país.

Cabe anotar que a nivel mundial, la tuberculosis es una de las diez principales causas de muerte y la causa principal de un único agente infeccioso, inclusive superando al VIH-SIDA. Un informe de la OMS publicado en 2017 muestra que la tuberculosis ocasionó 1.3 millones de muertes en el mundo. El estudio revela que por lo menos diez millones de personas desarrollaron la enfermedad. El informe de las Américas dice que Colombia está dentro de los países con mayor número de casos ocupando el quinto lugar con 16.000 casos, aclaramos, un estudio de 2017 que utilizamos como referencia. De todas maneras el Instituto Nacional de Salud reveló que durante 2018 Colombia registró 14.338 casos de tuberculosis sensible y 308 casos de tuberculosis resistente.

Si bien no hay cifras actualizadas sobre las enfermedades infectocontagiosas y su impacto en el gasto médico del estado, lo único cierto es que se trata de un rubro importante que cuesta muchísimo dinero promedio año. Teniendo en cuenta que las infecciones respiratorias, bastante comunes, acompañadas de otras patologías como la rinofaringitis que desprende de influenza, adenovirus y otro tipo de virus son bastante comunes, suelen ser de enorme costo para el sistema de salud.

Estas facturas reportan gastos por atención a patologías tales como faringoamidalitis purulenta y bacterias, Otitis Media y Neumonía.

La neumonía llegó a ser hasta no hace mucho tiempo la cuarta causa de hospitalización lo cual se asocia a un incremento en los costos de atención en salud, sin embargo no hay un cifra actualizada y real sobre el peso de este tipo de enfermedades en el sistema de salud, lo cierto, afirmó Oñate, es que la cifra es significativa.

 

“El mensaje más importante a la comunidad en general es a no auto-formularse petición que se hace desde todas las asociaciones científicas, especialmente en los antibióticos porque contrario a lo que muchos piensan problemas respiratorios, diarreicos o de la piel, no demandan este tipo de medicación. Recomendamos el lavado de manos frecuente con agua y jabón y tener prácticas de salubridad óptimas es decir que si una persona tiene afección respiratoria lo más recomendable es el uso de tapabocas y tener una adecuada higiene de la tos lo que indica que no debe estornudar en ambientes o en las manos porque al saludar a otras personas, con toda seguridad las va a contaminar. La ACIN también recomienda lavar y cocer muy bien los alimentos, observar que sean productos confiables que no impliquen riesgo y acudir al médico para revisiones y autorización de vacunas, si se hace necesario por viajes a destinos con climas muy cálidos o por epidemias”, escribió Oñate.

 

Una recomendación por la vida y la higiene es la práctica de sexo bajo condiciones de seguridad o protección lo cual implica hacer pruebas rutinarias del VIH y al uso del preservativo en relaciones sexuales casuales. En caso de duda la ACIN recomienda acudir cuantos antes al médico.

Foto Pixabay
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La coyuntura climática, las migraciones y otros factores como el comercio y la internacionalización de los mercados hará que a la humanidad la ataquen nuevas enfermedades de tipo infeccioso y otras que ya estando o siendo conocidas se potencializarán por temas como la resistencia bacteriana, expansión de vectores y las mutaciones microbianas. Hoy la ciencia está viendo virus y enfermedades milenarias con una gran connotación actual por su forma de transmisión y por una población que aumenta y se hace más susceptible a adquirir esas infecciones.

La tuberculosis, según la ciencia, es tan de vieja data que fue encontrada en las momias del antiguo Egipto, lo cual dice que la enfermedad prácticamente ha acompáñalo a los seres humanos por largos y extensos periodos.

Para el capítulo Colombia, existe una tuberculosis sensible a los medicamentos, pero igual una que es extremadamente resistente a los antibióticos justo por esa peculiaridad de antaña y lejana que le dio resistencia y blindajes. Oñate apuntó que por eso combatir esta enfermedad se afianza como un gran reto para la medicina y la farmacia por esos mecanismos de resistencia que desarrolló esta y otras enfermedades infectocontagiosas.

El entorno, resaltó, está contribuyendo de manera apremiante a que surjan nuevas enfermedades y nuevos retos científicos porque el hombre dejó sus dominios para explorar es lugares en donde quizás abundan patologías que aún no están en el listado de la ciencia médica. A esa situación, consideró, se suman las migraciones, los aspectos sanitarios y de higiene como también el cambio climático. Las apariciones de males como Zika y Chikungunya, que no estaban en el listado médico para el caso urbano, aparecieron súbitamente como consecuencia de la intromisión del hombre en nuevos ambientes, de tal gravedad que la enfermedad llegó al sur de los Estados Unidos, un aspecto que de igual manera explica la expansión del ébola.

El mal de Chagas que tiene afectadas unas seis o siete millones de personas en el mundo es una enfermedad con altos índices de mortalidad ocasionada por un parásito llamado Tripanosoma Cruzi, tiene la región en alerta, pero no porque sea una enfermedad exclusivamente tropical y endémica en Venezuela sino por el poder expansivo de sus vectores.

Colombia, expuso Oñate, tiene una zona geográfica bien descrita hacia el oriente del país y en donde la presencia del Mal de Chagas ha estado allí durante años, básicamente en la Guajira, Cesar, los santanderes, Tolima, Llanos Orientales, Orinoquía y Amazonía. En esas regiones, anotó el profesional de la salud, hay unas condiciones ideales para el desarrollo del vector, en este caso chinches o pitos, todo de acuerdo a la región.

Este mal también está presente en otros países de la región como Argentina, Brasil, Uruguay Perú y Chile entre otros, esta enfermedad también se transmite por la transfusión sanguínea y la donación de órganos. En Colombia también hay enfermedades contagiosas de tipo tropical como la Malaria, Dengue, Leishmaniasis, Esquistosomiasis, tuberculosis, Enfermedad de Chagas y otras.

La infectología hace parte de una especialidad médica encargada de estudiar, prevenir, diagnosticar y dar tratamiento a las enfermedades que surgen como consecuencia de agentes infecciosos tales como bacterias, hongos, virus o parásitos.

Cabe anotar que la Asociación Colombiana de Infectología nación en 1987, es decir que lleva más de treinta años que la afianzaron como una asociación científica que reúne a profesionales interesados en  la prevención, manejo, control, educación e investigación de las enfermedades infecciosas.

Si bien el señor Alexander Fleming es catalogado como el gran descubridor de la penicilina, hay que reconocer que en tiempos muy anteriores hubo un trabajo juicioso y dedicado que demandó observar y producir algunas propiedades bactericidas. En la antigua Grecia y en la India milenaria ya se hacían trabajos médicos y de investigación para atacar las infecciones. Las curas a las infecciones igual se intentaron en culturas añejas como Serbia Rusia y China, pero igual la historia narra que en el siglo VIII los médicos árabes curaban heridas con una solución o pasta blanca que salía de los arneses de cuero con lo que eran ensillados los burros. Igual lo hicieron los aborígenes norteamericanos y otras culturas antiguas.

Ya en el siglo XVII los farmacólogos en el mundo siguieron apostándoles a nuevas soluciones para combatir enfermedades e infecciones. El científico inglés, John Parkington de hecho incluyó los hongos como tratamiento en los registros de la farmacia. De todas maneras hubo muchas víctimas de la infecciones y por ello vinieron demasiados estudios y ensayos para ponerle palos en la rueda a las enfermedades contagiosas. El señor Rudolf von Emmerich, no consiguió acabar con el Cólera y la difteria pese a que su preparación destruía las bacterias que le daban fuerza a las patologías. El más cercano al gran éxito fue el alemán Paul Erlich, quien después de mucho trabajo en 1909 puso en circulación el llamado “Arsénico que salva”, Salvarsán, un tratamiento eficaz contra la sífilis que tuvo vigencia hasta el perfeccionamiento farmacéutico de la penicilina en la década de los cuarenta.

En síntesis, en materia de infectología la ciencia tiene un gran reto, pero igual las comunidades y la humanidad que con su indisciplina y voracidad decidieron retar la naturaleza y desconocer el aseo y la verticalidad como promotores de salud. La experiencia en la Londres de 1800 que ya pedía a gritos soluciones inmediatas es un ejemplo de lo que está mal, porque las aguas contaminadas y las toneladas de estiércol de caballo que tiraban de las carretas en las calles junto con los desechos humanos hicieron de la capital de Inglaterra la ciudad más indeseable del planeta. Justo allá marcó un hito el “gran Hedor”, situación asquerosa que impulsó reformas urbanas que mejoraron la calidad de vida. El verano de 1858 fue la gota que rebozó la copa y la ciudad literalmente sacó a sus habitantes corriendo. En ese tiempo hubo enfermedades infecciosas muy agudas entre otras cosas por la contaminación de las fuentes de agua como el río Támesis. En ese tiempo fueron comunes enfermedades como la disentería, fiebre tifoidea y el cólera. Hoy el mundo no aprendió y hay sitios en donde la gente vive entre la basura y la putrefacción, dándole, paradójicamente, vida a la muerte.

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