Los datos son contundentes: solo tres de cada diez graduados en Colombia en carreras STEM son mujeres. Esto pone de manifiesto una brecha significativa en cuanto a conocimientos y habilidades en campos cruciales para el avance tecnológico y científico. De acuerdo con el Laboratorio de Economía de la Universidad Javeriana, solo el 37,9% de las mujeres elige estudiar estas disciplinas, mientras que el indicador oficial del Ministerio de Educación Nacional (MEN) es aún más bajo, con un 31,5%.
Colombia se encuentra entre los países con una reducción considerable de las brechas de género en América Latina y el Caribe, ya que subió 4,1 puntos porcentuales, según el informe de 2023 sobre igualdad de género del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en ingles).
Los alcances educativos de las mujeres han avanzado gracias a múltiples factores como la inclusión en el mercado laboral, es por eso por lo que actualmente las mujeres entre los 25 y los 34 años de edad superan a los hombres jóvenes en términos educativos, correspondiendo el 35% a mujeres tituladas en educación superior y el 27% al género masculino, de acuerdo con la OCDE.
La Asociación Colombiana de Ingenieros de Sistemas, luego de analizar varios estudios en Colombia, menos del 30% de las personas que trabajan en el sector tecnológico son mujeres, y solo dos de cada 10 eligen estudiar una carrera relacionada con esta área, debido a la poca orientación al respecto.
Según el Dane, la participación de las mujeres en el campo de la investigación es solo del 37 %. En áreas como ciencias naturales y exactas, representan el 31 %, y en ingeniería y tecnología, el 24 %.
Para ONU Mujeres, las disciplinas STEM resultan claves para afrontar algunos de los principales desafíos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, desde la mejora de la salud, y la lucha contra el cambio climático, hasta la igualdad de género a todos los niveles. Su estudio puede proporcionar los conocimientos y habilidades necesarias para crear sociedades inclusivas y sostenibles.
El progreso en materia de género a través de las generaciones en Colombia ha sido notorio, sin embargo, las mujeres continúan siendo las menos favorecidas en los mercados laborales, ya que “las diferencias acumulativas en las tasas de empleo, la participación en el trabajo a tiempo parcial y la compensación y la calidad del trabajo dan como resultado brechas sustanciales de género en los ingresos y el avance profesional”, como lo señaló la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE.
La brecha de género en la participación laboral resultante de 26 puntos porcentuales supera la media de la OCDE en 12 puntos porcentuales. Según este informe, las cifras ocultan variaciones que se presentan en el área rural, ya que, en algunas zonas alejadas, la brecha de género en la participación laboral es el doble que, en los centros urbanos, como es el caso de Caquetá, Caldas y Huila, ya que allí la brecha corresponde al 29% frente al 13% en Bogotá, por ejemplo.
Para Dorian rallón Ceo de Biofile startup de tecnología que nació en Norte de Santander, Bucaramanga, para fortalecer el sector salud con desarrollo de Software. La equidad de género en las empresas es un compromiso con la sociedad, las mujeres y los hombres. Los CEO debemos trabajar arduamente hasta lograrlo e impulsar nuevas estrategias para incentivar la formación sobre todo en carreras STEAM y que todos y todas dentro de una organización tengamos los mismos derechos, oportunidades de llegar a cargos directivos y deberes. En Biofile hoy tenemos indicadores de 50% de mujeres y 50% de hombres, la igualdad no debe ser 35%, 28% en porcentajes debe ser 50-50.
Por otro lado, es necesario eliminar brechas salariales, reconocer los logros de las mujeres y de los hombres. Todos estos componentes generan un verdadero balance. Lo más importante contamos con mujeres ingenieras y otro tipo de profesionales.
Y es que, conforme a las cifras conocidas, es un hecho que las mujeres tienen menos probabilidades de trabajar de forma remunerada y de hacerlo a tiempo completo, ya que tienden a dedicar más tiempo a actividades del trabajo de cuidado del hogar. Entendido como todas esas labores que el imaginario colectivo no asocia como trabajo.
“En promedio, las mujeres colombianas dedican 22 horas semanales más que los hombres, a tareas no remuneradas. Al mismo tiempo, los hombres colombianos dedican 23 horas semanales más que las mujeres, a actividades laborales remuneradas”, según la OCDE.
La consultora Mckinsey precisa que los CEO que quieren impulsar avances sustanciales en torno a la equidad de género dentro de la empresa, deben hacerse honestamente las siguientes preguntas, por muy incómodas que puedan resultar las respuestas:
¿Cómo comunicar el imperativo económico y estratégico de crear un equipo directivo diverso y convertirlo en una meta común para toda la organización?
¿Qué medidas específicas para mejorar la diversidad de género son adecuadas para la organización, y cómo asegurar que tengan efecto en todos los niveles?
¿Cómo hacer para que las mujeres ocupen roles con responsabilidad por los resultados, y roles de supervisión de las funciones de soporte, para prepararlas para funciones ejecutivas de mayor alcance?
¿Cuál es la manera de acelerar el reclutamiento del talento femenino y al mismo tiempo garantizar que las mujeres promovidas cuenten con el apoyo necesario para triunfar? En conclusión: Impulsar la equidad de género dentro de la empresa es una necesidad y una urgencia de la actualidad.