Domingo, 31 Diciembre 2023 00:13

Automóviles chinos, del estigma y el enigma al paradigma: Ambacar

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Al observar el mercado de coches en Colombia es fácil detectar el auge de los vehículos producidos en China. El gigante asiático sigue sorprendiendo y busca nuevas alianzas en Latinoamérica.

Los carros chinos llegaron a Colombia en 1994 y en sus inicios fueron mirados como el patito feo del mercado, algunos críticos lanzaron todo tipo de puyas y cuestionamientos que matriculó nuevos enemigos por un producto del que no se podía dar referencia por su incursión reciente en el país, sin embargo con el correr de los años estos vehículos fueron gustando, rindiendo y sorprendiendo a muchos, hoy cada vez más gente busca automóviles, camionetas, camiones, utilitarios y tractomulas fabricados en la milenaria China en vista que han mostrado calidad, capacidad, ahorro y un impresionante acoplamiento a la topografía colombiana. En América Latina, igual el mercado de automotores de origen chino sigue repuntando y actualmente las marcas del país del dragón gozan de muy buena demanda por sus modelos, diseños, colores, motores, confort, equipamiento y características únicas.

Es increíble, pero los carros producidos en las enormes ensambladoras chinas no causaron tanta curiosidad, quizás llamaron más la atención que el De-Dion Bouton 1900 el primer automóvil que rodó en Colombia. Aun se habla entre los expertos del arribo de este carro francés a Medellín en 1899, una adquisición del empresario Carlos Caroliano Amador Fernández, un antioqueño muy fuerte en minería y agricultura, sin embargo la importación de carros le quedó gustando y por ello distribuyó automotores en Bogotá, Cali y Barranquilla.

En esos tiempos de caminos reales y pasos de herradura, muchos aún vigentes, el carro era toda una novedad, la noticia que maravilló a los nacionales se tomó como algo lejano e imposible, eran épocas de burros, mulas, bueyes y caballos, igual de fondas, tiendas, cargueros, arrieros y carretas, nada que permitiera siquiera pensar en ver un coche entre montañas renuentes e indómitas. Como si fuera poco, llegó la Guerra de los Mil Días y acabó con lo poco que había, un punto más para no pensar en carro.

 

 

Como dicen los viejos, el tiempo lo cura todo y en Colombia pasaron años y finalmente fueron comercializados más carros, en 1917 fueron importados los primeros camiones y tuvieron un tiempo de reposo puesto que en 1918 apareció en Colombia la Gripe Española, una virosis letal que paralizó el país.

Llegan los años 40 y 50 y el automóvil toma mayor impulso, sigue un camino interesante y paulatinamente fueron apareciendo marcas, comercializadoras, ensambladoras y el entorno dio para crecer y fomentar riqueza, empleo y desarrollo.

Al volver con los carros chinos hay un referente en América Latina, el Grupo Empresarial Ambacar de Ecuador, fundado por la familia Vásconez, una empresa con más de 50 años de experiencia en la región, no en vano su respaldo, historia, trayectoria y reconocimiento. La compañía nació en Ambato en los años setenta, más exactamente el 16 de octubre de 1972 con la distribución de la marca Chevrolet y Toyota.

No sobra precisar que uno de los principales diferenciadores de Ambacar es el ensamblaje que se hace en un 50 por ciento en Ecuador. El grupo llegó a Colombia en julio de 2018 y abrió los dos primeros concesionarios en Bogotá en donde comercializó con mucho éxito marcas chinas como Great Wall, Haval, Shineray así como Soueast.

A criterio de las directivas de la compañía, la meta es afianzar en Colombia una red nacional de concesionarios y talleres que llene de confianza a los compradores de las distintas marcas comercializadas por la casa ecuatoriana.
Ambacar arriba a Colombia como el primer y único concesionario multilatino con un portafolio poderoso y totalmente acondicionado a las necesidades del país cafetero.

 

 

La Gerente Comercial del Grupo Ambacar de Ecuador Angélica Trujillo Oyola, le dijo a Diariolaeconomia.com, que las marcas que representa el conglomerado han dado muy buenos resultados en Colombia, país en donde la gente empieza a familiarizarse con unos carros de visible atributo, con la potencia que pide la montaña, la eficiencia en llanuras, costas y sabanas. Indicó que en enero el cual arranca mañana habrá una sugestiva oferta de coches híbridos y eléctricos.

La planta de ensamblaje está ubicada en Ambato, Ecuador, y juicio de Trujillo Oyola, es una de las mejores fábricas, destacó que el Grupo Ambacar es el tercer conglomerado más importante muy reconocido por la generación de empleo, industrialización de calidad, tejido social, equidad y responsabilidad con las comunidades.

Las marcas chinas que vende Ambacar dieron los más sorprendentes resultados y a juzgar por las demanda de los carros en la región puede decirse que estos coches fueron creados para las desafiantes topografías andinas. Informó que si bien hay venta de carros fabricados en China, también hay productos comercializados en Colombia ensamblados en Ecuador.

Expuso que los carros chinos de a poco fueron perdiendo ese estigma del que fueron sujetos, precisamente por su calidad, rendimiento y adaptación a las duras e impredecibles carreteras de Latinoamérica, verbigracia las de Colombia en donde los autos han dejado ver su potencia y cualidad. Unas décadas atrás la mácula fue puesta a los carros japoneses y actualmente son los vehículos con mayores ventas.

 

“Ahora la oferta carros chinos es bastante amplia porque China es líder mundial y está explorando en países de Suramérica y de Centroamérica para ser el aliado comercial número uno. En Colombia el automóvil de fabricación china es el segundo socio más importante en el país y la meta es que China sea la principal oferta comercial de Colombia tal y como se habló con el embajador del gigante asiático y así viene también el producto en vehículos en donde la calidad es totalmente distinta porque los chinos tienen calidad A, doble A y triple A, sin embargo hoy la firma ecuatoriana hace presencia en tierras colombianas con automotores de calidad triple A”, declaró la muy amable Gerente Comercial de Ambacar Angélica Trujillo Oyola.

 

 

La firma maneja tres segmentos, comercializa la línea Van con Shineray bajo las referencias X30 Pasajeros y X30 Cargo, igualmente pick up con Great Wall y Wingle así como Soueast que llega para siete pasajeros, se podrá matricular pública y no tendrá pico y placa.

En el mercado ecuatoriano el Grupo Ambacar pondrá algo más de 1.500 unidades y en Colombia la idea es cerrar con 350 unidades por tratarse de una empresa nueva, eso sí, con un portafolio amplio y un respaldo a toda prueba.

Detrás de las marcas comercializadas por Ambacar está toda la tecnología y la avanzada china y por eso el tema de la calidad, a juicio de Angélica Trujillo Oyola, es todo un paradigma pues el atributo se está viendo en los vehículos de la casa ecuatoriana y básicamente el costo beneficio porque los autos cuentan con tecnologías superiores, pero con costos muy asequibles al consumidor.

 

Desacreditar, parte de la estrategia

 

 

El mundo es complejo y quienes los habitan con el sello de la inteligencia, no solo la usan para construir sino para destruir, la acotación se hace precisamente porque al carro chino le resultaron en principio muchos enemigos y luego con la guerra comercial parte de la estrategia consistía en desacreditar las marcas y las capacidades de los automotores asiáticos.

El asunto es real, apuntó la vocera, y especificó que por eso quienes son importadores de vehículos con Completely Knock Down o CKD chino, el sistema logístico a través del cual se acopian en almacén todas las piezas requeridas para armar un aparato práctico o para adelantar ensamblaje, o que importan vehículo chino completo saben que hubo comentarios por fuera de la verdad más cuando al amparo de una marca prestigiosa se ofrecen automotores garantizados al consumidor que termina siendo el más autorizado juez.

 

Geopolítica, un ítem que no se puede obviar

Actualmente los importadores de computadores, tractores, carros, camiones, maquinaria, materias primas, alimentos y otros bienes, no están muy tranquilos por el tema mundo ya que el Covid-19 dejó una marca en demanda, la crisis global logística puso a temblar las industrias por falta de componentes, incumplimientos en entrega y unos sobrecostos absurdos. A lo anterior se sumó la guerra entre Rusia y Ucrania, otro detonante de inflación y dificultad en suministro, pero como si fuera poco llegaron los ataques y las tensiones en Oriente Medio pues una vez más se pelaron dientes Israelíes y palestinos.

 

 

El nerviosismo existe porque un conflicto a mayor escala golpearía automáticamente la logística internacional poniendo palos en la rueda al comercio exterior del globo, de todas maneras, explicó Trujillo Oyola, así lo carros se fabriquen al otro extremo del mundo, la planta de ensamblaje en Ecuador es bastante grande y se sabe en detalle como ensamblar los vehículos y existe plena consciencia que se necesitara CKD y con las guerras que se están viviendo si se reportan demoras por temas logísticos hay la forma de conseguir piezas y partes porque para eso los directivos y técnicos viajaron a las plantas de China y aprendieron a salir de problemas frente a una eventualidad.

 

“Tener de vecino a Ecuador, es algo que aporta mucho a Colombia en el tema de repuestos puesto que una de las promesas de Ambacar y lo que se está cambiando en el mercado es el concepto de las partes como también accesorios y piezas porque a una hora de Bogotá hay una empresa experta que cuenta con inventario y la relación directa con los fabricantes, en ese orden de ideas podemos llegar mucho más rápido y no tardar un mes o tres meses que tarda la internación de un repuesto comprado en China y en ese caso contamos con conocimiento, experiencia, compromiso y un prestigio que defenderemos a como dé lugar, sin embargo hay una factoría con varias hectáreas para el ensamblaje que armoniza el entorno y disipa dudas frente al devenir”, precisó la Gerente Comercial de Ambacar, Angélica Trujillo Oyola.

 

Más allá del suministro de la planeada logística, comentó Trujillo, no se puede negar que el mundo está pensativo entre otras cosas por el costo de los insumos y del mismo producto terminado porque para nadie es un secreto que el Covid-19, aún presente, en su pico más alto dejó huellas, precios altos y dificultades en varios agentes económicos que sobrevivieron a la calamidad sanitaria.

 

 

En la empresa, desde luego hay inquietudes sobre qué va a pasar con el mundo, para dónde va el asunto de las guerras, pero por encima de eso, qué podrá suceder con los hijos y las nuevas generaciones. Si llega una Tercera Guerra Mundial de qué manera actuarán las naciones, qué puede pasar con el consumo que con lo poco que se ha visto con las confrontaciones de hoy, ya tiene resentida la industria automotriz, sin embargo todavía hay un mercado que atender y se ha visto en los segmentos de las Van y pick up, equipos vitales para el empresario, emprendedor y trabajador colombiano que no para y necesita esa oferta de vehículos muy a la medida de las exigencias de cada una de las actividades económicas.

Trujillo Oyola subrayó que aún hay un número importante de clientes demandando todo tipo de automotores, camionetas, van para pasajeros, utilitarios y otros coches, razón por la cual piden soluciones, alternativas y salidas para sumar los carros chinos a la empresa o al confort de la finca o el hogar.

 

“Con todo lo que pasa y posiblemente pase, la demanda no va a parar, seguramente se va a disminuir y lógicamente como empresarios tenemos que ver la forma de apalancarnos, la manera de resguardarnos y cómo tomamos acciones rápidas para no generar más gasto o asumir costos estimables que perjudiquen a la compañía, unas medidas que seguramente considerarán en otros sectores a nivel mundial. También hacia fuera observamos qué ventaja ofrecemos desde Ambacar para que el consumidor no deje de encontrar el producto o el bien que nosotros estamos dando”, apuntó Trujillo.

 

 

El mundo sigue cambiando y bajo esas perspectivas varían las formas de hacer negocios, igual la oferta y la demanda, las alteraciones están presentes y seguirán dándose, de todas maneras cuando hay optimismo y se trabaja con arrojo en medio de la incertidumbre, las cosas se dan en un mundo en donde generalmente los gobiernos hacen poco y las empresas construyen todo, pero también en un entorno empresarial en el que se sigue avanzando con una sonrisa y la mejor disposición para atender, vender y crecer de manera sostenible aunque parezca imposible.

Este sector, al automotor, aseveró Angélica Trujillo Oyola, sigue caracterizándose por la resiliencia, pese a que ha perdido casi el 40 por ciento de ventas y participación en 2023, los empresarios siguen apostando y en un país afectado por el dólar, los indicadores de inflación, las tasas de interés, combustible por las nubes y la zozobra, las inversiones siguen dándose en un fragmento y en una industria que quiere seguir sosteniendo un mercado, no solo por la parte económica, también por la social porque la fabricación y venta de vehículos genera muchos empleos.

La idea es que los colombianos terminen el año con positivismo y en 2024 se monten en un espectacular coche chino con todas las garantías y el placer de conducir con todo confort y mirar hacia el futuro desde el parabrisas con toda la convicción y sin perder la fe, un propósito en el que Ambacar pondrá su parte.

El asunto pasa por ir a los concesionarios, ver la apuesta china en Suramérica y por esa vía hacerse a un carro vanguardista, con mucha calidad y totalmente confiable. Los carros tienen una ecuación muy atractiva y es el costo beneficio, las camionetas aparte de ser muy bellas y bien equipadas son ahorrativas, cómodas y llenas de tecnología, de hecho hay carros que parquean solos, con unos beneficios y atributos que no tienen los competidores de la misma gama.

 

 

El vehículo opera para algunas cosas de manera autónoma como se aprecia en la SUV Haval H6 que además tiene calefacción, enfriamiento en las sillas, techo panorámico, cámara 3-60 que guía y muestra las partes traseras, delanteras y laterales, muy versátil y con un espacio amplio más ocho airbag, sin duda la mejor del segmento en seguridad.

Es claro que la empresa no para en inversión ni en esa puesta a punto por avanzar y llevar a los países andinos y de Centroamérica como ya pasa en Costa Rica, el mejor carro con toda la innovación y ayudas tecnológicas, pero igual con garantías mecánicas y técnicas. Con esa consigna y oferta Ambacar llegó a Colombia, la empresa es líder en Ecuador con las marcas chinas, igual en Perú y como se dijo en Centroamérica en donde se sigue explorando, las perspectivas, acentuó Trujillo, son inmejorables.

La empresa sigue adelante en Colombia hay presencia en Bogotá, Cali, Medellín y Pasto, vitrina muy especial por tratarse de una zona de frontera en donde hacen convergencia dos países hermanos, Ecuador y Colombia. En el plan de expansión hay otras ciudades estratégicas para el grupo como Bucaramanga, Cúcuta, Ibagué, Neiva, Barranquilla, Cartagena y otras ubicadas en las regiones más importantes de Colombia.

Pese a las dificultades y a un entorno difícil, los directivos de Ambacar, los inversionistas y los colaboradores siguen avanzando, quizás aplicando el viejo adagio, “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”.

Hoy el mundo tiene los mismos problemas, la globalización llevó a que el dolor de uno es el de todos, pero el reto está en evolucionar, crecer y aplicar inventiva, innovación y optimismo, de nada sirve estancarse porque como lo anota Angélica Trujillo, el mercado y la vida seguirán, lo reprochable sería bajar la guardia o sentirse derrotado en un lugar en donde hay forma de batallar y seguir conquistando compradores ya que hay producto, respaldo y toda la confianza.

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