Lunes, 23 Febrero 2015 10:34

Tratados comerciales se hicieron a la ligera y sin responsabilidad

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A los TLC les ha faltado estudio en materia de competitividad, productividad así como en impacto económico y social.

El ex presidente de la Corte Constitucional, José Gregorio Hernández Galindo, aseguró que el comportamiento de la balanza comercial demuestra que los TLC, negociados a la carrera, y sin medir el impacto social, ratifican que en ese sentido el estado se equivocó.

A la fecha, precisa el constitucionalista, muchas empresas han puesto el candado, se han adelgazado o cambiaron de actividad económica, lo anterior sin medir con exactitud el terrible saldo en desempleo pues ahora cualquier arlequín de semáforo clasifica en el cuestionable método estadístico del DANE en donde ingresan personas ocupadas, pero que no canalizan ingreso o calidad salarial.

“Siempre hemos dicho que los tratados comerciales, especialmente estos tratados de libre comercio que se han venido celebrado por parte de Colombia, no han sido suficientemente estudiados por parte del gobierno colombiano en lo que corresponde a las posibilidades muy grandes que se tienen de que esos tratados comerciales impliquen un daño a la producción nacional”, aseveró el señor Hernández en entrevista con Diariolaeconomia.com.

Sostuvo que con los saldos en rojo existentes en materia económica y social se manifiesta, infortunadamente, que Colombia y sus negociadores no tomaron nota de las complejas experiencias de NAFTA Y CAFTA, motivo por el cual el país está pagando las consecuencias de no haber aprendido.

Agregó que dicho detrimento se explica sencillamente porque la competitividad de otros países no es exactamente la de las empresas nacionales. Estimó perentorio complementar los tratados comerciales con una serie de medidas de parte del gobierno para proteger a la industria nacional con unas exigencias, también para quienes participen en el mercado de parte del respectivo país extranjero. “No todo puede ser ventaja para el país socio y para los productores de ese país sino que deberían, en el marco de los tratados, pactarse algunas cláusulas en cuya virtud estuvieran mejor protegidos los colombianos, sin embargo eso no se ha hecho y por eso precisamente tenemos algunos problemas que se han venido denunciado por ejemplo respecto al tratado de libre comercio con los Estados Unidos o también en relación con la Unión Europea”.

Según el docto en temas constitucionales, lo urgente, ya firmados esos convenios, es que el gobierno colombiano adopte unas medidas de fomento a la industria y de posibilidades también al agro. En su opinión, los productores colombianos deben contar con un esquema de protección y alguna forma de incentivar la productividad.

En cualquier esquema de globalización o internacionalización de los mercados, señaló, debe haber igualdad de condiciones para los nuevos comercializadores o empresarios exógenos y nacionales.

“Creo que deberían existir unas reglas de juego equivalentes, porque de lo contrario lo que se genera es un desequilibrio, me parece que tiene que darse un tratado internacional en igualdad de condiciones o mejor, diría en condiciones proporcionadas a la situación de los colombianos respecto de aquel país con el cual se celebra el tratado. En síntesis es importante que como lo ha dicho la Corte Constitucional, esa igualdad no implique un igualitarismo que a veces significa que se miran las cosas como si fueran exactamente iguales”, precisó el jurisconsulto.

Hernández insistió en que debe haber un concepto de igualdad real y material, es decir, mirar las condiciones específicas de los colombianos y quizá en virtud de que en el otro país puede haber unas condiciones de competitividad mucho mayores, tratar de equilibrar la situación, adoptando medidas a favor de los colombianos. En ese sentido, afirmó, se deben exigir unas reglas de juego que considerarán las circunstancias y condiciones especiales de Colombia.

Colombia tiene grandes retos fiscales

Para el jurista, Infortunadamente el momento de la economía colombiana no es el mejor. Hay un problema generado por él incremento del precio del dólar, que ha castigado las importaciones en los últimos meses, pero en términos generales el país sufre por el incremento de la tasa de cambio y por un abismal déficit fiscal que no se tapa ni con la pasada y ni con la venidera reforma tributaria, medida totalmente inadecuada.

Como si lo anterior no fuera suficiente, expresó, se vienen tiempos difíciles con la caída en el precio del petróleo, factor que ya está incidiendo negativamente en contra de Colombia y que hace prever otro agudo hueco fiscal.

“También en ese aspecto, no veo a la economía colombiana en su mejor momento y creo que el gobierno debería pensar en qué hacer a éste respecto pero con una proyección hacia el futuro que sea menos inmediatista de la que se ha manejado en los últimos años. En síntesis creo que el tema no es solamente de carácter tributario sino que tiene que mirarse todo un entorno general de la economía”, concluyó Hernández Galindo.

 

 

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