Las cooperativas en el escenario local, es decir en los municipios pequeños e intermedios juegan un papel preponderante en el tema de la paz porque son actores, no solo de la economía, sino también del ámbito social y cultural.

En diálogo con Diariolaeconomia.com, la Directora de la Fundación Solidaria del Oriente Antioqueño, Verónica Alexandra Vahos Puerta, FUSOAN, dijo que al ser los productores protagonistas de la vida municipal, también se transforman en promotores del desarrollo local así como en constructores de paz porque fortalecen al interior de las comunidades la capacidad de integración, de asociatividad y de tejido social.

“Una comunidad cohesionada y fortalecida es una comunidad que puede resistir mucho más los embates de la guerra, pero además esa comunidad que retorna luego de salir desplazada de su municipio, al encontrar una entidad sólida que les apalanca sus procesos de retorno, es una comunidad que solventará esos efectos que dejó la guerra”, declaró la señora Vahos Puerta.

Aseguró que las cooperativas son agentes constructores de paz, pero declaró que muchas veces las mismas cooperativas no son conscientes del papel que tienen en una sociedad compleja, sin embargo desde la Fundación se muestra que efectivamente estas personas, ya cooperadas, han contribuido de manera decidida a mejorar las condiciones de vida y a disminuir las causas de la guerra y los efectos de la misma con dos temas claves, el uno asociatividad para el desarrollo que busca organizar la producción, transformar y comercializar los productos del campo.

Según la experta en ese paso es en donde el modelo cooperativo puede ser mucho más exitoso y porque efectivamente en el campo es en donde se puede generar mayor inclusión. Allí, explicó, se puede ver más fácilmente el tema del tejido social y todo el componente de economía solidaria a partir de los círculos virtuosos para la comercialización de sus mismos productos y el consumo local.

Indicó que este proceso dinamiza toda la economía sin dejar de tener en cuenta que resulta exitoso todo ese engranaje porque toca el frente de participación.

“Cuando nosotros desde las cooperativas hacemos formación, la gente asume consciencia de lo público y de lo colectivo porque entiende que la cooperativa es todos, que es dueña y que por tal razón asume responsabilidades. Si aplicáramos esa formación en todos los espectros de la vida, podríamos hablar de ciudadanos solidarios, de personas que ejercen su ciudadanía y por eso votan conscientemente y por eso pretenden ser elegidos en Concejos municipales. En ese sentido las cooperativas deben asumir de una forma más responsable, decidida y estratégica la participación que tienen en los consejos territoriales de Planeación y en los consejos municipales de desarrollo rural, es decir es importante que ahora que parece que habrá apertura democrática, las cooperativas deben aprovechar esa coyuntura para fortalecerse con la base de sus asociados”, aseveró.

El otro aspecto esencial es la inclusión porque al integrar personas a la vida productiva, de manera inmediata cambia la percepción sobre el rol de las personas en una sociedad que busca incrementar los mercados para el mercado interno y la oferta exportable.

Del fusil al azadón

La Directora de la Fundación Solidaria del Oriente Antioqueño, Verónica Alexandra Vahos Puerta, FUSOAN, sostuvo que no es nada fácil pasar del fusil al azadón o al tractor, motivo por el cual es importante ponerle toda la atención al desarme, la desmovilización y la reintegración, proceso más conocido como el DDR. Allí, dijo, la cooperativa puede jugar un papel fundamental de acompañamiento porque en este momento debe haber mucha incertidumbre en la base guerrillera y que a futuro puede ser la inquietud de otros grupos armados al margen de la ley que se preguntan con toda razón ¿yo que hago si no conozco sino la guerra?En ese instante la cooperativa es trascendental toda vez que incursiona con formación para el trabajo, procesos que apalanca con el SENA. De igual manera promueve la organización de colectividades productivas, de cooperativas agrícolas que son finalmente un referente de institucionalidad para las personas desmovilizadas con lo cual no se sienten solos porque de alguna manera con el estado hay cierta desconfianza porque fue con quien combatió.

“En este caso la cooperativa puede jugar un papel de mediación. Hasta el momento en el país hay una política relativamente exitosa en términos de reincorporación, pero nos tenemos que abrir más porque todo se lo estamos dejando a las grande empresas para ver como contratan gente y el asunto es que en las filas de la guerrilla la gran mayoría proviene del campo y le gustaría quedarse en la ruralidad situación que nos obliga a pensar en qué podemos brindar para que ese reincorporado tenga un proyecto de vida”, apuntó.

En opinión de Vahos Puerta, el ingreso es tan importante que genera espacios de reconciliación porque la ciudadanía ve al ex combatiente que cambió la violencia por el trabajo digno y remunerado de acuerdo a su esfuerzo. Las cooperativas son tan importantes que promueven no solo producción sino autoconsumo y mercados y precios justos en donde no exista intermediación.

La Cooperativa ve con muy buenos ojos una producción propia que defienda el ecosistema y que garantice seguridad alimentaria para la población que regrese a la vida en comunidad.

En materia de cooperativismo, aseguró Vahos, hay que hacer un trabajo de doble vía porque se trata de convencer no solo al estado de la importancia de las cooperativas sino a los mismos colombianos porque muchas veces el estado brinda herramientas que la gente no usa por falta de información.

“Al estado lo convencemos mostrándole las buenas prácticas que surgen desde la economía solidaria porque estas no se hacen visibles y es por eso que tenemos que hacernos conocer más y mostrar que al interior de las cooperativas pasan cosas maravillosas que aportan y proyectan un mejor país”, adujo la experta.

Una idea que ya se escucha desde la academia es revivir entidades como el Instituto de Mercadeo Agropecuario, IDEMA, para la absorción de cosechas, como también se habla de tiendas comunitarias, centros de acopio y puntos de comercialización para el desarrollo del campo.

Esta profesional en planeación y desarrollo social ha trabajado en el oriente antioqueño con el programa “Desarrollo para la Paz”, en donde adelantó acompañamiento y participación ciudadana. Hoy con las cooperativas ha tratado de rescatar y sistematizar las experiencias que de ese modelo surgen para fortalecer mucho el rol que tienen en lo local mirando hacia el desarrollo.

En su trabajo ha tenido que ayudar y orientar a víctimas y a victimarios que han venido con el proceso de desmovilización uno a uno. Aseguró que la asociatividad hace más fácil la reincorporación porque desde esas sociedades no se hacen diferencias sobre orígenes de violencia pues todos trabajan por un bien común.

Finalmente Vahos Puerta dijo que a la paz hay que creerle porque es una oportunidad única para Colombia y en ese orden de ideas las cooperativas no pueden ser indiferentes porque hay actualmente una opción enorme y es pensar el nuevo país.

La señora Vahos Puerta participó en la Convención Financiera Cooperativa que tuvo lugar en el hotel Radison de Cartagena.