La junta Directiva del Banco de la República decidió en su última reunión de 2019 mantener la tasa de interés de intervención en 4,25 por ciento. La decisión que fue unánime cierra la persiana de un año en el que el indicador se mantuvo estable y sin alteraciones.

En esta decisión, el cuerpo colegiado tomó en consideración principalmente aspectos tales como que en noviembre la inflación anual (3,84%) se redujo levemente.

Según la Junta Directiva del Emisor, se espera que los choques de oferta que han afectado la inflación comiencen a diluirse y a inicios de 2020 la inflación retome su convergencia a la meta, tal como lo recogen las expectativas del mercado. Las medidas de inflación básica, dice, se encuentran cerca del 3%.

Con la nueva información de actividad económica, el equipo técnico del Banco mantuvo la proyección de crecimiento económico para 2019 en 3,2%. Para la Junta, las perspectivas de crecimiento global se siguen moderando y en los Estados Unidos la Reserva Federal mantuvo constante su tasa de interés de referencia.

Al término de la reunión, el Banco de la República indicó que la proyección del déficit de cuenta corriente para 2019 sigue siendo superior al 4% del PIB y continúa siendo financiado mayoritariamente por la inversión extranjera directa.

Con base en esta información, la Junta ponderó los siguientes factores en su decisión:

Las desviaciones transitorias de la inflación respecto a la meta, la incertidumbre sobre la persistencia de la depreciación del peso y su grado de traspaso a los precios internos.

El tamaño de los excesos de capacidad productiva y la velocidad con que se reduzcan.

Los efectos sobre la economía colombiana derivados de las cambiantes condiciones externas.

En este entorno, al evaluar el estado de la economía y el balance de riesgos, la Junta decidió por unanimidad mantener la tasa de interés de referencia en 4,25%.

La Junta reiteró que seguirá haciendo un cuidadoso monitoreo del comportamiento de la inflación y las proyecciones de la actividad económica, así como la evolución de la balanza de pagos y la situación internacional. Finalmente, subrayó que la política monetaria dependerá de la nueva información disponible.