El hombre caminó durante siglos descalzo, pero con el correr de los años, con la evolución y ante la necesidad de resguardar sus pies empezó a utilizar pieles para hacerle el quite al frío, pero igual en otros entornos empezaron a surgir las sandalias que fueron elaboradas con cueros y con palma y luego con madera. Los expertos ubican el comienzo del calzado entre los años 15.000 y 12.000 antes de Cristo. Según los investigadores en la misma edad de piedra fueron las mujeres las encargadas de fabricar protección para los pies, un oficio que benefició a toda la familia.
Pasó el tiempo y las tribus decidieron que lo mejor era delegar ese trabajo de diseño y creación de calzado a una sola persona, fue así como apareció el indispensable zapatero del que se cree empezó con el trabajo hace 4000 años en el antiguo Egipto. En tiempos lejanos existieron los talleres o factorías de sandalias, un arte admirado que puso al zapatero en un inmejorable estatus dentro de todos los que ofrecían bienes.
La industria del calzado en Colombia es relativamente joven pues alcanzó un desarrollo interesante en los albores del siglo XX en momentos en los que los campesinos utilizaban zapatos o cualquier otro tipo de calzado los domingos, el resto de la semana como dice el viejo tema musical se andaba a “Pata Pelá”.
Tras el Bogotazo y la ola de violencia que azotó a los labriegos, en la década de los años 50 a Bogotá llegó en masa población desplazada que arribó a la capital, puntualmente a la Plaza España, totalmente descalza lo que hizo que creciera de manera exponencial la industria del calzado, un fenómeno que disparó los indicadores en el comercio de cuero.
Los empresarios del calzado tuvieron sus buenos momentos en donde la calidad y el diseño pusieron a sonar la caja, pero tristemente con la apertura económica vinieron las quiebras y el cierre de empresas de manera recurrente por las importaciones de muy bajo costo provenientes de China, hubo momentos en los que se importaba calzado del gigante asiático por debajo del dólar el par de zapatos, algo increíble y complejo de soportar.
Es bueno recordar que la primera fábrica de calzado que tuvo el país inició en Bogotá, se fundó en 1913 Calzado La Corona. Colombia hacía una transición de dificultades con la Guerra de los Mil Días llevada a cabo entre 1899 y 1902, vino luego un apogeo, mejoró el ingreso de los trabajadores y no solo prosperó La Corona, nacieron otras fábricas en distintas ciudades, verbigracia Faitalia que abrió en Barranquilla por allá en 1917, en Cartagena se inauguró Beetar en 1923 y más tarde en Medellín entran en operación Cicodec y Grulla, ello en 1933. En ese momento las empresas nacionales hacían uso de la tecnología italiana arcaica y mandada a recoger pues llevaba mucho más de cinco décadas en las industrias.
El país desde siempre ha tenido verdaderos artesanos del cuero, grandes diseñadores y fabricantes de gran prestigio que hicieron que la tecnología esperara por un tiempo con la elaboración de zapatos muy finos, con cueros bien tratados y lo mejor del talento puesto literalmente en los pies.
En charla con Diariolaeconomia.com, La presidente Ejecutiva de la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas, ACICAM, Marcela Caicedo Ríos afirmó que el sector calzado en Colombia sigue adelante muy a pesar de que tiene que luchar con flagelos como el dumping, el contrabando y la informalidad, inconvenientes de viaja data que renuncian a salir de la manufactura amén del deterioro que generan.
Actualmente, reveló la directiva, la industria del calzado y de manufacturas en cuero está trabajando con el 50 por ciento de su capacidad instalada ya que la producción formal fabrica en promedio 50 millones de pares, una cifra castigada por contrabando, dumping e informalidad grande, que impiden que la capacidad instalada pueda ser muy cercana al doble.
Sobre el asunto de informalidad, la presidente de ACICAM lamentó que esta es propiciada por productores nacionales que deben enfrentarse a temas salariales y de prestaciones sociales que no se pagan pues la gente trabaja, pero en el desacato no se le paga lo que ordena la ley.
Un aspecto que invita a pensar en formalidad y optimismo es que con las uñas y luchando con prácticas irregulares, los fabricantes legalmente constituidos están exportando y moviendo portafolio. Los despachos dejan ver una dinámica muy destacada pues a noviembre de 2024 Colombia exportó en calzado 34 millones de dólares, dejando a Bogotá como el principal destino de las ventas internacionales, pero reconociendo lo que en ese frente logran Antioquia, Santander, Valle del Cauca y Norte de Santander, lo que demuestra que el país tiene un producto muy bueno, bastante innovador y comercializado por empresas innovadoras, creativas, audaces y capaces.
Un mercado que nuevamente empieza a retomarse es el de Venezuela, en donde las cosas han sido lentas, pero bien llevadas, ello porque la confianza se vio muy afectada, algo que poco a poco vuelve a reanudarse. Los empresarios, dijo Caicedo, saben que persisten retos en términos de pago de las mercancías, pero hay hermandad, vecindario y es un mercado natural. Hay algo de desconfianza, pero se levantó la persiana, de todas maneras la afable contertulia afirmó que entre más diversificadas se tengan las exportaciones todo será mucho mejor y un ejemplo es todo lo que está pasando con Estados Unidos.
Un dato nada menor es que Ecuador como cliente del calzado y las manufacturas colombianas en cuero cerró el año como el primero, desplazando a los estadounidenses. La industria colombiana, precisó Caicedo, tiene en Ecuador consumidores potenciales y una buena acogida, los costos de traslado son menores y las garantías todas. Finalmente, explicó, Estados Unidos es un mercado global en que se compite con gente de todas partes.
Con los buenos resultados de Ecuador, comentó, hay que seguir explorando esos caminos y consideró que también Centroamérica empezando por Panamá y Costa Rica tiene destinos comerciales bastante promisorios.
“El calzado colombiano es muy apetecido en los mercados internacionales y existen empresas grandes posicionadas muy fuertes con marcas, pero asimismo hay otras más pequeñas que han logrado entrar exitosamente por el camino de la internacionalización pues están exportando y les ha ido muy bien”, declaró la señora Caicedo Ríos.
En su plática la vocera expuso que hoy la calidad del calzado colombiano y las maravillas que crean los artesanos y maestros del cuero tienen en el mercado internacional un producto diferenciado, dejando ver que antes que volumen viajan prendas y zapatos de estupendos atributos, innovadores y confortables que marcan distancias con otros fabricantes. La presidente Ejecutiva de ACICAM apuntó que el país no puede producir masivamente o a escala como lo hacen otros países, pero destacó que lo poco que se hace es de muy buena característica por diseño, materiales especiales y soberbias propuestas en moda.
Una realidad es que Colombia es un país de buena reputación en su calzado y manufacturas en cuero, a tal punto que su diseño es admirado, respetado y aclamado toda vez que hay talento en la creación, una cualidad que el país ha atesorado durante varios años. Esa, aseveró Marcela Caicedo Ríos, es una ruta de trabajo y una línea que desde el gremio se tiene como estrategia para seguir trabajando en eso porque también los fabricantes son propensos a que haya copias por parte de los productores nacionales lo cual no es un secreto, sin embargo, enfatizó la dirigente, ACICAM incentiva a sus empresarios para que se creen diseños nuevos y a que haya plena innovación.
Cabe precisar que justo en el marco de la Feria Internacional Footwear & Leather Show (IFLS) + Exhibición Internacional del Cuero e insumos, Maquinaria y Tecnología (EICI), que se podrá disfrutar y aprovechar entre el cuatro y el siete de febrero, hay mucha, pero mucha innovación, los espacios de Corferias en donde se cumple la muestra agradan por diseños, colores y apuestas en moda. A juicio de la presidente Ejecutiva de ACICAM, es muy satisfactorio que hubo gente que se atrevió a salir de lo tradicional para lograr grandes cosas como se aprecia en ropa deportiva hoy llevada a entornos más formales, una tendencia que permitió desarrollos sumamente interesantes.
Una particularidad de los empresarios hoy agremiados en ACICAM es que en medio de las dificultades y la complejidad que plantea el contexto comercial, producen con entusiasmo, talento, adeudo y responsabilidad, jamás, dijo la conocedora, dejan de sonreír pues en medio de años grises y de adversidad los fabricantes no paran y dan lo mejor de sí para salir adelante, poner producto óptimo en el mercado, contratar gente y lo mejor, no rendirse, sin duda, una industria muy resiliente.
ACICAM dijo la dirigente gremial, agrupa toda la cadena de manufactura en cuero toda vez que bajo el techo del gremio están los proveedores de cuero e insumos, pero también pasando por los productores de pieles, calzado, marroquinería, productos para el sector industrial que van desde herramientas y bienes de capital hasta componentes y herrajes.
En este momento un indicador que ayuda a los exportadores es la tasa de cambio pues el dólar vale hoy 4.198,66 pesos ya que la industria exporta más de lo que importa, algo que favorece tremendamente.
Contrabando, ¡qué reto!
La presidente Ejecutiva de ACICAM, Marcela Caicedo Ríos manifestó que en el tema del contrabando hace lo imposible por evitar detrimentos mayores y dijo que aparte de ser un gran dolor de cabeza el problema se afianza como un desafío grande porque más allá de que se hagan aprehensiones e incautaciones, hay un camino largo y espinoso por recorrer teniendo en cuenta que está el contrabando directo, una oscura realidad, pero también todo lo atinente a subfacturación que sigue estando a niveles elevados independiente de que se hayan puesto precios de referencia y unos umbrales que han servido, el ingreso irregular de mercancías sigue siendo un reto enorme para la industria y para el total de la economía.
Diferente a lo que ocurrió hasta hace muy poco, ya no está entrando calzado a un dólar o por debajo del dólar, en eso, puntualizó Caicedo, se ha mejorado en calzado puesto que en marroquinería sí está haciendo falta implementar medidas, algo complejo porque en esa manufactura existen muchísimas sub-partidas lo que hace todo más difícil. Hoy, subrayó, no están entrando zapatos casi que regalados o a precios irrisorios, pero hay un contrabando directo que no es subfacturación sino que entra directamente por los puertos.
Este tipo de práctica, dijo la presidente de ACICAM le pasa a la industria una factura muy alta que puede costar muchos billones de pesos, algo terrible porque en los momentos actuales lo que necesita la economía es generar recursos aunque por la coyuntura política y las falencias fiscales, habría una solución trascendental para evitar la fuga de todos esos dineros.
Colombia vendió calzado sin perder dinámica y facturó gracias al consumo interno más de 3.7 billones de pesos, en marroquinería la cifra alcanzó apenas los 390.000 millones de pesos. El asunto, recalcó, es que todo eso que entra, llega a menor precio y en una situación económica de incertidumbre como la que se experimenta, todo el mundo busca un mejor precio y la manera de cuidar su plata y por eso afecta una competencia desleal porque por costos el producto nacional n o puede rivalizar con calzado que ingresa de contrabando.
Urgente crear cultura de calidad y apego por el producto nacional
Colombia más temprano que tarde tiene que aprender que generalmente lo barato sale caro, es perentorio generar una cultura de la calidad y del apego por la manufactura nacional, por lo que hacen nuestros empresarios con tanto esfuerzo. No se justifica que una persona compre zapatos a muy bajo valor para tener que volver a adquirir calzado o ropa en dos meses, la idea es invertir un poquito más y sacar provecho del diseño, los colores y la durabilidad del diseño colombiano, de eso que con tanto orgullo llega a puertos internacionales en donde el comprador foráneo admira y disfruta del talento colombiano, del cuero hecho arte expresado en zapatos, carteras, accesorios y mucho más.
A criterio de la presidente Ejecutiva de ACICAM es urgente insistir con la campaña “colombiano compra colombiano” porque en ocasiones desde el sector privado se le pide mucho al gobierno para que haga, pero cierto es que la responsabilidad es de todos porque finalmente el consumidor final es quien tiene la decisión, elige qué compra y qué no compra y allí es en donde se debe solicitar o pedir después de un arduo trabajo que los colombianos le hagan el gasto a la industria nacional que produce al amparo de la ley, apostando por el país y fomentando tejido social.
Impuestos, son excesivos y golpean competitividad
De manera preocupante en Colombia sus empresarios se acostumbraron a las reiteradas reformas tributarias y a ver de manera angustiante el cómo se genera deuda con las entidades multilaterales. Tanto los industriales como los colombianos del común siguen esperando una propuesta coherente, que flexibilice las tarifas y le brinde oxígeno a todo un país, a ese que fabrica y al que demanda. Mucho se ha dicho que nada cuesta bajar el impuesto de renta y el IVA a un dígito eliminando gran parte de las exenciones, pero extrañamente hay caso omiso al sentido común y la economía colombiana sigue dando tumbos, con una deuda altísima desde hace varios años y con un desarrollo que no se refleja en ingresos corrientes o empréstitos.
Algo debe hacerse porque los empresarios están reventados y piden una fórmula que ofrezca alivio e impulso para seguir adelante porque ganas sobran, pero la plata escasea y la competitividad de la que tanto se habló desde 1991 no se ve, no se ofrece ni se facilita para poder vender mejor en el exterior y desde luego para llevar buenos productos “made in Colombia” a los propios nacionales, a los que les gusta lo bueno.
En opinión de la presidente de ACICAM, el asunto impositivo no es difícil, puede enderezarse y con ello coadyuvar para que la economía se mueva, para que regresa la utilidad, el empleo y las ventas, el lío, anotó, es que precisamente el régimen tributario colombiano está lleno de esas exenciones, razón por la cual hay que hacer reformas impositivas cada seis meses o cada año, un palo en la rueda para el desarrollo y el crecimiento empresarial, un problema estructural que muestra unas falencias que deben meterse en cintura porque cada sector y cada trozo de la sociedad tiene tratos preferenciales y por fuera de un régimen trazado por igual para todos, una manera de facilitar que se fuguen muchos recursos.
“Todo lo tributario finalmente se traslada al precio y eso hace que el producto local sea más costoso en determinado momento pues está atiborrado de tarifas y costos fiscales, eso sin hablar de los costos laborales que deben revisarse más teniendo en cuenta que la reforma que se tramita en el Congreso no es para nada halagüeña pues encarece la producción, el producto final y así hay que enfrentar la informalidad, un enemigo directo para unas empresas de base productora micro y pequeña que siendo legales ante la imposibilidad de cumplir con tantos valores, entre ellos los de mano de obra remunerada, decide pasarse al otro andén, al de los informales. Seguramente sigue produciendo, pero no paga lo que debe pagar por el trabajo realizado”, expresó la presidente Ejecutiva de ACICAM.
La situación de la industria del calzado y de las manufacturas de cuero es compleja desde comienzos de los años 90, en el nuevo siglo fueron llegando problemas muy graves, calzados baratos y todo tipo de manufactura con sello chino, desde antes de la pandemia eran comunes los cierres de empresas, para no ir tan lejos el barrio El Restrepo, un ícono de fabricación, empezó a verse cada vez más solo, con menos empresas y con los trabajadores en la calle, eso sí, con locales llenos de producto traído de China.
Al abordar este asunto, Marcela Caicedo Ríos dijo que al ver el tema desde ACICAM que es lo que concita el interés de los formales, el hecho es muy cierto ya que del total de empresarios afiliados, el doble de los que hay ahora, a raíz de la pandemia muchos cerraron, algunos entraron en una situación económica complicadísima, luego sí son tiempos difíciles los actuales, ello porque hay desafíos internos y los externos de contrabando, subfacturación, informalidad y muchas otras cosas que afectan.
Diferente a tiempos anteriores cuando operaba el Instituto de Fomento Industrial y el mismo Fondo Nacional de Garantías, FNG, hoy los empresarios están solos, quizás aferrados a una política de reindustrialización que debería darse pronto porque el crecimiento económico de Colombia en 2024 tuvo como gran protagonista a la agricultura y algunos temas artísticos, pero la industria, en especial la manufactura, acentuó, no está aportando un porcentaje importante que se traduzca en crecimiento.
“Son temas que tenemos que revisar a profundidad y de manera estructural con este gobierno y con el que venga, las empresas necesitan resurgir y contar con apalancamiento financiero, crédito, acompañamientos, apoyos y promoción, un trabajo articulado de muchas instituciones pues uno solo no lo logra, deben impulsarse sinergias en donde participen igualmente gobierno nacional, gobierno departamental y municipal, también la banca que puede trazar iniciativas de financiamiento, una tarea ardua y de largo aliento, todo un proceso, pero hay que hacerlo”, anotó la muy amable presidente Ejecutiva de ACICAM.
Marcela Caicedo Ríos es una mujer muy comprometida y llena de conocimiento, se nota que hace, propone y no improvisa, es como se dice, de armas tomar. Sabe que asumió unas riendas muy duras, pero está dispuesta a dar lo mejor de su experiencia porque tiene bajo su responsabilidad empresas grandes medianas y pequeñas, todas importantes. Esta caleña es abogada, pero desde hace casi diez años ha dedicado su trabajo a los temas gremiales y corporativos.
“Mi labor es fortalecer al gremio, seguir potenciando la feria, pero impulsar y generar una serie de servicios gremiales que nos ayuden a catapultar el sector pues existían, estaban un poco apagadas, pero las vamos a reanimar. Uno entra a este mundo y de verdad se enamora de la industria que se representa en su momento y explora con mucha entrega las oportunidades que surgen para crecer, igual articular, gestionar revisar y analizar planes estratégicos de nuestros actores y grupos de interés, pero sumándonos a eso para sacar adelante el sector que es al que nos debemos y por el que trabajamos”, dijo Caicedo.
ACICAM sigue fortaleciendo y propendiendo por sinergias, es consciente que inclusive la posicionada feria es posible gracias a los convenios que se tienen con las cámaras de comercio de las ciudades a las que pertenecen los empresarios. Igualmente hay asociaciones de menor tamaño, pero de gran jerarquía como la Corporación de Industriales de Calzado y Similares de Norte de Santander, Corpoincal, que siempre participa y patrocina un grupo grande microempresarios, está ProColombia y en sí todo un trabajo articulado.
Por Trump en la región y el mundo hay nerviosismo
El capítulo Estados Unidos y su retahíla de anuncios que incluyen alza en los aranceles tiene al mundo con una carga estimable de incertidumbre, hoy la gente le tiene pavor a las redes sociales porque día a día van surgiendo medidas y anuncios que hoy tienen atomizados los tratados de libre comercio.
A ese paso, analizó Caicedo Ríos, es prudente revisar las posibilidades que hay al interior de América Latina, un mercado nada desestimable que debe tener una hoja de ruta lista si políticamente el panorama se enturbia con Estados Unidos, aunque apuntó que lo que está pasando con Estados Unidos, seguramente llevará a la región a repensarse y sacar lo mejor de este bloque algo que factiblemente encuentre inconvenientes por los egos políticos de algunos dirigentes que no han permitido inexplicablemente afianzar un mercado común cuando se tiene el mismo territorio, el mismo idioma, costumbres afines y mucho en común.
“Es necesario, tenemos que repensarnos como región y tenemos que ver como diversificamos las exportaciones y allí hay un trabajo pendiente que debemos hacer. Es hora de reforzar esos lazos regionales y la manera de hacerlo es con los planes y con las agremiaciones de los otros países que ya funcionan”, concluyó la presidente Ejecutiva de ACICAM, Marcela Caicedo Ríos.