Lunes, 27 Enero 2020 14:00

En 2020 Inversión petrolera en Colombia crecería 23%: ACP

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Un análisis dice que la inversión en exploración y producción de petróleo y gas en Colombia disminuyó 7% frente al 2018. Aquí todo el estudio.

Luego de un exhaustivo estudio, la Asociación Colombiana del Petróleo, ACP, consideró que la inversión en exploración y producción petrolera proyectada para 2020 sería de USD 4.970 millones, es decir, un 23% superior a la registrada durante 2019. Cabe anotar que estas proyecciones están soportadas en el más reciente Informe de Tendencias de Inversión en Exploración y Producción (E&P) en Colombia 2019 y Perspectivas 2020, el cual consolida la información de 26 empresas que representan el 94% de la producción en Colombia y el 81% de la exploración.

La inversión, según el estudio, dice que la exploración esperada en este año será un 18% superior a la de 2019, mientras que en producción representará un aumento del 25% frente al año anterior. El trabajo de investigación destaca el aumento en la proyección de inversión exploratoria en proyectos con potencial en gas.

El clima de inversión fue calificado entre aceptable y bueno. Estabilidad política, prospectividad geológica y aspectos contractuales, las variables mejor calificadas.

El Presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, Francisco José Lloreda Mera, expuso que específicamente, la inversión en exploración estará entre USD 920 y 1.000 millones, 18% superior a la registrada en 2019. Agregó que las proyecciones indican que un poco más del 70% de estos recursos estarán destinados a inversiones en tierra firme y el restante a offshore.

Por otro lado, comentó, se estima que la inversión en producción en el 2020 estará alrededor de USD 4.050 millones, es decir 25% superior a la del 2019. El dirigente gremial informó que el 53% de los recursos irán a perforación de pozos de desarrollo, el 15% a recobro mejorado, el cual hoy aporta el 19% de la producción del país; y el restante se destinará a facilidades de producción y otros.

Para este año, se destaca también el aumento en las proyecciones de la inversión exploratoria en proyectos con potencial en gas, que será de USD 300 millones, un poco más de un tercio del presupuesto total; así como los recursos destinados para desarrollar la producción de gas natural (USD 340 millones), equivalente al 8% de la inversión total en producción.

 

“Con el fin de materializar estas proyecciones de inversión es importante que Colombia mantenga la estabilidad política, siga avanzando en aspectos contractuales y fiscales, trabaje en mejorar las condiciones de entorno y en la reducción de tiempos de trámites y costos de transporte. Esto nos permitirá ponernos al día frente a otros países que hoy nos están cogiendo la delantera, pues mientras en Colombia la inversión en E&P cayó en 2019, proyecciones internacionales estiman que en el resto del mundo creció aproximadamente el 4%”, declaró el señor Lloreda Mera.

 

Si bien la inversión en exploración y producción de petróleo y gas en Colombia disminuyó 7% frente al 2018 y se revirtió la tendencia de dos años consecutivos de crecimiento (2017-2018), las mayores eficiencias en las operaciones permitieron aumentar y sostener la producción en 2019.

Para 2020, la ACP estima que la producción promedio de crudo estará alrededor de 890 mil barriles por día (+1% vs. 2019) y la producción comercializada de gas en cerca de 1.090 millones de pies cúbicos diarios (190 mil barriles equivalentes de petróleo). Por regiones, el 90% de la inversión en producción se ejecutará en las cuencas de los Llanos Orientales, el Valle Medio del Magdalena y Caguán – Putumayo.

 

“Las empresas están enfocando sus esfuerzos de inversión en sostener la producción en los niveles que tuvimos en 2019, evitando la declinación natural de los campos. Si no se realizaran estas inversiones, el informe nos indica que la producción de crudo caería a valores cercanos a los 730 mil barriles este año, de ahí la importancia de continuar impulsando el dinamismo del sector, superar los obstáculos internos y ser más competitivos frente al comportamiento y condiciones de la industria en el resto del mundo”, enfatizó el Presidente de la ACP.

 

Clima de inversión

 

El Informe de Tendencias de Inversión en Exploración y Producción (E&P) en Colombia 2019 y Perspectivas 2020 consolida también la opinión de las compañías frente al clima de inversión del país, que para esta edición fue calificado entre aceptable y bueno.

La estabilidad política del país continúa siendo la mayor fortaleza para invertir en Colombia, más aún comparada con las situaciones de inestabilidad observadas en otros países de Latinoamérica. Sin embargo, los paros y protestas de finales del 2019 causan cierto nivel de incertidumbre.

La prospectividad geológica permanece como la segunda mayor fortaleza y se destaca también una mejora en la percepción de los temas contractuales. Por otro lado, los aspectos ambientales, sociales y de seguridad, se mantienen como los mayores retos en superficie para atraer inversión.

De acuerdo con los resultados del informe, se destaca como prioridad continuar el trabajo conjunto entre el Gobierno, la industria y las comunidades para viabilizar las operaciones en las regiones, avanzar en modificaciones contractuales y asignación de áreas para incentivar nuevas inversiones, impulsar el crecimiento del mercado de gas, entre otros.

 

El sector petrolero, sus cifras y sus expectativas

 

En aras de mayor ilustración para el público colombiano y los expertos en hidrocarburos, Diariolaeconomia.com, publica el más reciente Informe de Tendencias de Inversión en Exploración y Producción (E&P) en Colombia 2019 y Perspectivas 2020, hecho por la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP).

El sector de hidrocarburos es un protagonista importante en la economía nacional; además de contribuir de manera significativa a las finanzas públicas (16 billones de pesos estimados para 2019), garantiza también la posibilidad de que el país logre producir el petróleo y el gas que consume, y así mantener la autosuficiencia energética. En este sentido, la inversión en exploración y producción (E&P) que ejecuten las empresas del sector del petróleo y gas es decisiva para el país.

Es por esto que la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) realiza anualmente los informes de tendencias de inversión E&P con el objetivo de revisar cómo se comportó la industria en un año en particular y hacer las proyecciones para el año siguiente. El informe se construye a partir de encuestas realizadas a presidentes y altos directivos de las compañías de exploración y producción de petróleo y gas en Colombia, con el propósito de consolidar las cifras de estas empresas y sus opiniones sobre la industria, y se complementa con datos y análisis de la Asociación e informes externos.

El presente documento contiene los resultados del análisis de las encuestas de Tendencias de Inversión de Exploración y Producción (E&P) en el sector de hidrocarburos en Colombia para los años 2019 y 2020, consolidando las opiniones y planes de inversión de 26 empresas que representan el 94% de la producción en Colombia y el 81% de la exploración. Las encuestas fueron aplicadas entre los meses de octubre de 2019 y enero de 2020.

El documento comprende cinco secciones: 1) Balance de inversiones en exploración y producción de petróleo y gas en el año 2019; 2) Perspectivas de inversión y actividad E&P para el 2020; 3) Calificación del clima de inversión para la industria del petróleo y gas en Colombia; 4) Reflexiones frente al contexto internacional y necesidades de inversión; 5) Recomendaciones: acciones prioritarias para aumentar las inversiones E&P en Colombia.

 

Balance de inversiones en exploración y producción de petróleo y gas en el año 2019

 

En 2019 la inversión en exploración y producción de petróleo y gas en Colombia disminuyó 7% frente al 2018. Luego de 2 años consecutivos de incremento (2017 – 2018), esta tendencia se revirtió en el 2019 con una reducción estimada de USD 320 millones, principalmente por inversión no ejecutada en producción.

Frente al presupuesto de inversión estimado a inicios de 2019 (USD 4.950 millones), se ejecutó el 82% explicado principalmente por el aplazamiento de inversiones tanto en producción como en exploración.

La inversión en exploración en el 2019 totalizó USD 780 millones, cifra similar a la registrada en 2018 (USD 800 millones), ejecutada en su mayoría en tierra firme. Se ejecutó el 75% del presupuesto inicialmente estimado para el 2019. Se pospusieron cerca de USD 250 millones en proyectos offshore (costa afuera), yacimientos no convencionales (YNC) y tierra firme.

 

Inversión en producción de petróleo y gas 2019

 

Según el estudio hecho por la ACP, la inversión en producción decreció 8% comparada con el 2018. No obstante, las inversiones realizadas permitieron compensar la declinación natural de los campos (18% promedio país) y un ligero incremento en la producción promedio diaria de petróleo (+3%, 886 kbd) y de la producción promedio comercializada de gas (+ 9%, 1.066 MPCD), frente a 2018. Este mejor desempeño en la producción es el resultado de los esfuerzos de inversión, de optimización de procesos y reducción de costos, realizados en los últimos años.

Frente al presupuesto 2019 estimado a comienzos de dicho año (USD 3.900 millones) se ejecutó el 83%. No se alcanzaron a realizar la totalidad de los proyectos por demoras en decisiones de las empresas y retrasos en el desarrollo de nueva producción por atrasos en los programas de exploración asociados.

 

Perspectivas de inversión y actividad E&P para el 2020

 

La ACP estima que la inversión en exploración para el 2020 será entre USD 920 millones y USD 1.000 millones, 18% superior a las del 2019. Un poco más del 70% de las inversiones se llevarán a cabo en tierra firme y el restante en offshore (USD 250 millones a USD260 millones).

Poco más de dos terceras partes del presupuesto (73%) se destinará a pozos, menos de la tercera parte (27%) a sísmica y estudios. El 48% del presupuesto tiene como finalidad el cumplimiento de obligaciones contractuales con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (USD 440 millones).

La inversión exploratoria en proyectos con potencial en gas será de USD 300 millones, un poco más de un tercio del presupuesto total. Es importante destacar que el 12% de la inversión exploratoria presupuestada se considera contingente, principalmente, porque corresponde a proyectos en yacimientos no convencionales cuya ejecución dependerá de las decisiones que tomen las autoridades frente a los Proyectos Piloto Integrales de Investigación propuestos para probar la viabilidad de la tecnología del “fracking” en Colombia, y a otros proyectos donde se prevén dificultades de ejecución por restricciones ambientales en las regiones donde se llevarán a cabo.

El presupuesto prevé la perforación de 60 pozos exploratorios, incluyendo 2 en offshore. Si bien esto significaría un aumento frente al 2019, cabe resaltar que son la mitad de los pozos perforados en los años previos a la caída de los precios internacionales del petróleo.

En cuanto a sísmica, se proyecta adquirir 1,100 kilómetros equivalentes, todos en tierra firme. Lo anterior implicaría una caída frente a la sísmica estimada para el 2019, que junto con el 2017 y 2018, serán los años de menor actividad en casi dos décadas.

Dos terceras partes del presupuesto exploratorio se ejecutará en las cuencas offshore del Caribe, seguida por Llanos y Valle Medio del Magdalena. Si bien la participación de los Llanos es importante, esta ha disminuido con los años, en el 2012 representó el 80% de la inversión exploratoria, en 2020 será del 22%. Como se menciona en el capítulo de clima de inversión, esta tendencia puede estar relacionada en gran medida con las dificultades de entorno que, de acuerdo con las empresas encuestadas, son particularmente complejas en esta región.

De la inversión que recibirán las regiones /departamentos se destaca: Región Caribe Costa Afuera (USD 244 M), Región Caribe Tierra Firme (USD 164 M), Santanderes (USD 135 M), Casanare (USD 121 M) y Meta (USD 84 millones).

Llama la atención que la inversión se ejecutará solo en 9 de las 23 cuencas sedimentarias, es decir, hay oportunidades para incrementar la exploración en cuencas inexploradas. Estudios geológicos de la ANH estiman que en estas cuencas sin producción comercial hay un potencial de recursos por descubrir cercanos a 13 mil millones de barriles equivalentes de petróleo (6 veces las reservas remanentes probadas del país).

 

Distribución de la inversión en exploración 2020 por cuencas

 

Al mirar las inversiones en producción de petróleo y gas en 2020 y con base en la información suministrada, la ACP estima que la inversión en producción en el 2020 estará alrededor de USD 4.050 millones, es decir, 25% superior a la del 2019 (USD 3.250 millones).

El 53% del capex se destinará a la perforación de pozos de desarrollo (780 pozos), el 15% a recobro mejorado (se desataca que estos proyectos hoy aportan 19% de la producción), y el restante se destinará a facilidades de producción y otros.  Para desarrollar producción de gas natural se destinarán USD 340 millones, equivalente al 8% de la inversión total en producción.

Observando regiones, el 90% de la inversión se ejecutará en las cuencas de los Llanos Orientales, el Valle Medio del Magdalena y Caguán – Putumayo. Por departamentos se destacan: Meta USD 1.924 millones, Santanderes 3 USD 560 millones, Casanare USD 496 millones, Putumayo USD 239 millones y Arauca USD 101 millones.

 

Distribución de la inversión en producción 2020 por cuencas

 

Con base en la información suministrada por las compañías, la ACP estima que la producción de crudo para el 2020 estará alrededor de 890 mil barriles por día (+1% vs. 2019) y la producción promedio comercializada de gas cerca de 1.090 millones de pies cúbicos diarios (190 mil barriles equivalentes de petróleo).

Esto refleja que la inversión en producción estará enfocada en sostener los niveles del 2019 evitando la declinación natural de los campos (en promedio 18% anual). Si no se realizaran estas inversiones, la producción de crudo en el 2020 caería a valores cercanos a los 730 mil bpd.

En resumen, con base en la planeación y presupuestos preliminares de las empresas encuestadas, la ACP proyecta que en el 2020 se registrará una inversión en exploración y producción de petróleo y gas de USD 4.970 millones, 23% superior a la del 2019.

Parte importante de este crecimiento se debe a la ejecución de inversiones pospuestas en 2019, tanto en exploración como en producción. 3. Calificación del clima de inversión para la industria del petróleo y gas en Colombia.

En general, no se encuentran cambios en el clima de inversión del sector en Colombia con respecto al estudio del año anterior (2018). Según las empresas encuestadas, en el 2019 los principales países con los que compitió Colombia para atraer inversión, por orden de mención, fueron: Brasil, Estados Unidos, Argentina, México y Perú.

La calificación general dada por las empresas a las condiciones de inversión E&P en Colombia, comparadas con los demás países de sus portafolios de inversión, se encuentra entre aceptable y buena.

 

Calificación de las condiciones de inversión en E&P en Colombia

 

Las calificaciones registradas, con base en la escala como lo deja ver el estudio, estuvieron en un rango entre 3 y 8, sin presentarse ningún valor extremo, es decir, ni muy mala, ni excelente. Para las empresas, en términos generales, la geología colombiana ofrece oportunidades de negocio para seguir creyendo en el país, sin embargo, persisten numerosos retos en superficie para atraer nueva inversión (aspectos ambientales, sociales, seguridad, infraestructura, fiscales y contractuales), que están dificultando la entrada de nuevas compañías al mercado.

El trabajo investigativo señala los resultados para los once aspectos evaluados en la encuesta, con su respectiva calificación frente a los países competidores. A continuación, un resumen de los aspectos más mencionados por las empresas, presentados en orden de mayor fortaleza a mayor debilidad.

 

Estabilidad política

 

La estabilidad política del país continúa siendo la mayor fortaleza para invertir en Colombia, más aún cuando se compara con las situaciones de inestabilidad observadas en otros países de Latinoamérica. Sin embargo, los paros y protestas de finales del 2019 causan cierto nivel de incertidumbre.

 

Prospectividad geológica

 

Continúa considerándose la segunda mayor fortaleza para invertir en Colombia. Las empresas ven oportunidades de proyectos que mantienen el interés de permanecer en el país.

Se resalta el potencial en offshore y en YNC. Solo en YNC, se estima un potencial entre 10 y 20 terapiés cúbicos de gas, y entre 5 y 10 mil millones de barriles de crudo que podrían más que triplicar las reservas actuales. En 25 años, estudios económicos de ACP, estiman que se producirían 2.800 millones de barriles de nuevas reservas de petróleo, permitiendo mantener en el largo plazo una producción de alrededor de 700 mil bpd; y 7 terapiés cúbicos de gas. En ambos casos se extiende el autoabastecimiento del país.

 

Aspectos contractuales

 

Mejoró la percepción frente al año pasado (de debilidad a neutro), principalmente debido a la firma de las minutas offshore, a la reactivación de los procesos de asignación de áreas y a las expectativas de mejoras regulatorias anunciadas por la ANH.

Se destaca que luego de 5 años, en 2019 se reactivó la asignación de áreas para exploración, finalizando el año con la firma de 31 contratos (25 en tierra firme y 6 costa afuera), lo cual representa una inversión exploratoria mínima de USD 2.711 millones (USD 946 millones por el PPAA y USD 1.765 millones por conversiones de contratos de evaluación técnica (TEA) a contratos E&P en áreas costa afuera).

Un número importante de empresas manifestó que el marco regulatorio vigente y el cambio reciente en temas como la naturaleza jurídica de los contratos, hacen compleja su administración, seguimiento y control, para lo cual se destaca la gestión que se está realizando desde la Agencia Nacional de Hidrocarburos para hacer más eficiente esta labor. De ahí la importancia de las mejoras anunciadas por la entidad.

 

Oferta local de bienes y servicios

 

La calificación de este aspecto ha empeorado con los años luego de la recuperación de los precios internacionales del petróleo. Para 2019 la calificación fue neutral en la medida en que la mayoría de las empresas manifestaron que en el país se consiguen todos los bienes y servicios necesarios para operar. Sin embargo, consideran críticas las exigencias de contratación local que les restan eficiencia, calidad y encarecen la prestación de los servicios. La ACP indicó que persiste el gran reto de desarrollar proveedores locales.

 

Seguridad regulatoria e institucional

 

Continúa siendo una debilidad. La preocupación más mencionada por las compañías es el frecuente cambio en la interpretación de las normas y el desconocimiento en temas técnicos de quienes regulan o vigilan, visto en aspectos como: fallos de las Cortes, normas ambientales restrictivas, incertidumbre frente a las decisiones relacionadas con los yacimientos no convencionales, naturaleza de los contratos, entre otros.

La demora en la toma de decisiones, la falta de articulación entre las entidades y la rotación de los funcionarios también se vieron como factores que contribuyen a esta inestabilidad.

Los ejecutivos entrevistados mencionaron su preocupación por las decisiones judiciales de diferentes niveles, que ordenan suspender los proyectos y/o actos administrativos que autorizan el desarrollo de los mismos. Asimismo, señalan como una preocupación la tendencia creciente a que decisiones de naturaleza técnica, las cuales son competencia del Gobierno Nacional, se terminen resolviendo en la rama judicial.

 

Aspectos fiscales

 

Pese a que la reforma tributaria aprobada tendió a bajar la tasa de tributación para impulsar la inversión de los diferentes sectores productivos, para la mayoría de las compañías encuestadas esta sigue siendo más alta frente a países con los que Colombia compite y por tanto continúa siendo una debilidad como en años anteriores.

Las reformas constantes generan percepción de inestabilidad tributaria. El análisis resaltó el incremento en la tributación para empresas con inversiones en offshore y la necesidad de revisar la carga para esta actividad.

Es reiterada la preocupación por los altos valores del factor X ofrecidos en rondas pasadas, que con escenarios de precios más bajos como los actuales, inviabilizan los proyectos.

 

Seguridad en las operaciones

 

En términos generales, comparado con los otros países, sigue siendo una debilidad a la hora de evaluar oportunidades de inversión en petróleo y gas.

La mayoría de las empresas manifestaron no haber tenido incidentes. Los eventos puntuales se registraron en zonas específicas del país donde se mencionó aumento de la criminalidad y fortalecimiento del ELN. Sin embargo, en el exterior continúa la percepción negativa de este aspecto, castigando la evaluación de proyectos colombianos frente a otros países basados en consideraciones de seguridad.

El número de atentados 7 a la infraestructura por año presenta grandes variaciones que oscilan en un rango entre 30 y 250 atentados, con picos en el 2001 y 2013, y un promedio de 104 atentados/año durante las últimas 2 décadas. A partir del 2013 el número de atentados se ha reducido y a septiembre de 2019 se habían presentado 58, es decir, que para este el año se espera un valor inferior al promedio.

 

Disponibilidad en la infraestructura

 

Es consistente la preocupación en la gran mayoría de las compañías por los costos en infraestructura de transporte. Para crudo, las principales preocupaciones son las altas tarifas de transporte por oleoducto, el estado de las vías terrestres, en especial de la vía al Llano, y el monopolio en los oleoductos. En gas se encuentran dificultades debido a la falta de capacidad de los gasoductos que dificultan el desarrollo de nueva producción, así como los altos costos del transporte, que impiden conectar la nueva oferta con los mercados donde crece la demanda.

Esta preocupación se incrementa para el offshore ya que los costos de transporte hacia la costa pueden ser muy altos. Varias compañías manifestaron que, tanto en petróleo como en gas, esta fue la variable que impidió presentar ofertas para nuevos bloques en el reciente proceso competitivo de la ANH.

Históricamente el país ha presentado uno de los más altos costos de producción en el mundo y aún continúa sintiéndose este comportamiento.

 

Proceso de consulta previa

 

Continúa evaluándose como una debilidad por parte de la mayoría de las empresas. Se considera un proceso demorado, costoso y complejo que, adicionalmente, adolece de reglamentación en aspectos como tiempos y comunidades a involucrar. También se identifican oportunidades de mejora en las acciones por parte de las compañías frente al tema. 10. Aspectos sociales.

Continúa como uno de los peores calificados por la compleja relación con las comunidades y con los dueños de las tierras. Se destaca el trabajo de la ANH y del Ministerio del Interior en región, a través de la Estrategia Territorial de Hidrocarburos (ETH), así como el apoyo de las autoridades locales.

La aparición de terceros interesados, diferentes a las comunidades vecinas, complejizan la relación. Estadísticas de la ACP indican que la conflictividad está concentrada en algunas regiones, principalmente en Meta, Casanare y Santander, los departamentos donde más se registran bloqueos a las operaciones de la industria petrolera.

Con excepción del 2016, el promedio de bloqueos de los últimos 6 años ha sido de 430 por año. A septiembre de 2019, ya se habían registrado 410 bloqueos.

 

Aspectos ambientales

 

En general, las empresas encuestadas consideran que mejoró el relacionamiento con las autoridades ambientales, ANLA en particular, y se vio un avance con la expedición del nuevo decreto de vedas, el cual fue la principal inquietud de la encuesta del año anterior.

Junto con los aspectos sociales, los aspectos ambientales continúan siendo uno de los peor calificados por los largos tiempos de aprobación que persisten, subjetividad en los criterios, exceso de requisitos y altos costos que castigan la competitividad y ralentizan la producción y exploración. Las decisiones en torno a las licencias de YNC y falta de criterios técnicos crean incertidumbre e inestabilidad. El estudio anota que es importante mejorar la coordinación entre autoridades ambientales y la relación con las Corporaciones Autónomas Regionales (objetividad, demoras, unificación de criterios).

De los 6 - 7 años que, en promedio, toma extraer en Colombia el primer barril de petróleo equivalente, 83% del tiempo (58 meses) se utiliza en trámites10. ¿Cómo impacta este panorama las decisiones de inversión E&P en Colombia?

En exploración: o El 92% de las empresas encuestadas aplazaron, disminuyeron o ajustaron su portafolio de inversión; porcentaje superior al del 2018 (66%). o Más de 630 M USD aplazados en los últimos años por rezago en expedición minuta offshore, trámites de licencias ambientales / vedas / arqueología, conflictividad social y reestructuraciones internas de las empresas.

En producción: o Para el 20% de las encuestadas sus planes de inversión en desarrollo de nueva producción se aplazaron, en su mayoría por retrasos en los programas de exploración asociados.

Reflexiones frente al contexto internacional y las necesidades de inversión Analizando la situación de otros países frente a Colombia, la ACP recomienda fortalecer el trabajo conjunto entre la industria, el Gobierno y las regiones para solucionar los obstáculos internos que hoy ralentizan los proyectos, impiden la reactivación de la inversión en proyectos de petróleo y gas, especialmente de la exploración y ubican a Colombia en contravía de las tendencias internacionales de la industria.

 

Mientras en Colombia la inversión en E&P cayó en 2019, en el mundo creció aproximadamente el 4%.11

 

Estadísticas de la Agencia Internacional de Energía indican que los proyectos en tierra firme inician su comercialización en un período inferior a 3 años y se viene reduciendo en forma importante en la última década. No obstante, en Colombia estos proyectos tardan entre 6 y 7 años, es decir más del doble.

Esta situación pone a Colombia en desventaja, dado que analistas internacionales resaltan que los inversionistas en el sector están enfocados en proyectos que inician en el corto plazo. En un escenario de transición energética a mediano plazo y por el actual exceso de oferta de petróleo en el mundo se espera una tendencia a la baja en los precios internacionales, lo cual impactaría a Colombia principalmente en aspectos tales como pérdida de competitividad por los altos costos de operación de los proyectos de E&P en el país, dado que en escenarios de precios decrecientes solo aquellos con bajos costos serán económicamente viables y competitivos.

Igual en la pérdida de espacios de mercado y de ingresos para el país por demoras en el inicio de los proyectos (costo de oportunidad por la entrada tardía de producción a menores precios).

En el mundo, en el 2019 se realizaron descubrimientos cuantiosos y superiores a los de los años 2016-201812, además hay países con proyectos importantes para continuar esta tendencia. Por su parte, Colombia viene reponiendo las reservas que produce, no obstante, en su mayoría proveniente de campos existentes que con el tiempo se agotarán y poco ha sido el aporte de nuevos descubrimientos; el ritmo actual de exploración es insuficiente para garantizar a largo plazo el aumento de reservas, la autosuficiencia energética nacional y para ir en línea con las tendencias internacionales, en una ventana de tiempo que se acorta en un escenario de transición energética.

 

Recomendaciones

 

Acciones prioritarias para aumentar las inversiones E&P en Colombia. Fortalecer el trabajo conjunto entre el Gobierno, la industria y las comunidades para viabilizar las operaciones en las regiones.

Reglamentar Ley Regalías, de Obras por Impuestos y de Obras por Regalías, mantener la Estrategia Territorial de Hidrocarburos (ETH) y fortalecer aún más la presencia regional.

Reducir los tiempos de licenciamiento ambiental y permisos: mejorar la predictibilidad y pertinencia en los requisitos de los estudios ambientales.

Avanzar en modificaciones contractuales y asignación de áreas para incentivar nuevas inversiones. En ese sentido se hace necesario ajustar derechos económicos para incentivar nuevas áreas y nueva inversión en contratos existentes, régimen contractual, criterios de habilitación para nuevos jugadores, traslados inversiones.

Reducir las tarifas de oleoductos y de gasoductos lo cual debe llevar a revisar la regulación de la metodología tarifaria de estos sistemas para viabilizar la producción de petróleo y la competividad del gas.

 

Desarrollo de los Yacimientos No Convencionales

 

Avanzar en los Proyectos Pilotos Integrales de Investigación. También ajustar regulación offshore para viabilizar proyectos tema que hace perentorio revisar carga fiscal y regulación medio ambiental de tierra firme que no aplica para el desarrollo de proyectos en offshore.

Mantener estabilidad fiscal: implementar trabajo conjunto con el Gobierno para facilitar la interpretación normativa.  Impulsar el crecimiento del mercado de gas: expedir señales regulatorias que incentiven el crecimiento del consumo de gas en Colombia y su competitividad a lo largo de la cadena.

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