Según explicó el ministro de Transportes alemán, Alexander Dobrindt, Volkswagen cumplió los plazos que se le habían fijado y remitió a la Oficina Federal de Vehículos a Motor un "escrito extenso" con el calendario y las medidas previstas para solucionar el escándalo de las manipulaciones.
El plan implica llamar a los coches a los talleres para su reparación y distintas modalidades de actuación según los motores, como ya había avanzado el grupo al explicar que en algunos modelos sería suficiente una modificación del software, pero que en otros se necesitaría reparar el hardware.
La Oficina Federal de Vehículos a Motor, apuntó el ministro, necesita unos días para examinar el plan del consorcio automovilístico y tomar una decisión "independiente" sobre las medidas presentadas.
Según avanzó en una entrevista con el diario "Frankfurter Allgemeine Zeitung" el consejero delegado del grupo, Matthias Müller, el objetivo de la compañía es empezar en enero con las revisiones de los coches y ejecutar las reparaciones a lo largo de 2016. EFE