La guerra comercial entre Estados Unidos y China deja a su paso grandes pérdidas que solo benefician a unos pocos. Los estadounidenses pagan el precio de esta batalla en su consumo diario, aunque lo más grave es que la economía mundial está comprometida.
De acuerdo a un informe de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés), lo más probable es que la guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos contra China en 2018 deteriore aún más la situación de ambas potencias.
Los datos recogidos en los primeros seis meses de 2019 reflejan que el costo de esta tirantez va a parar directo al bolsillo de los estadounidenses, quienes ya están pagando los aranceles en su consumo diario, así como las empresas importadoras.
Por su parte, el gigante asiático también ha reportado grandes pérdidas: 35.000 millones de dólares, destacan desde la ONU. Entre los sectores chinos más afectados están los manufactureros que producen computadoras, maquinaria de oficina y equipamientos de comunicación. El sector sufrió un impacto de 15.000 millones de dólares en el primer semestre de este año.
Otra de las revelaciones de la investigación, y una de las consecuencias más sentidas de esta contienda económica, es que el 63% de las pérdidas chinas se desviaron a terceros países. Taiwán, México, la Unión Europea, y Vietnam figuran entre los beneficiados.
Sin embargo, Pamela Coke Hamilton, directora de Comercio Internacional de Unctad, indicó en el informe que una guerra comercial en una situación de pérdidas compromete la estabilidad de la economía global y el crecimiento futuro y espera que un posible acuerdo pueda reducir las tensiones.
China insiste en cancelación simultánea de subidas arancelarias con Estados Unidos
La primera fase del acuerdo comercial entre Pekín y Washington requiere de la cancelación simultánea de algunas subidas arancelarias, declaró el Ministerio de Comercio de China.
"Para implementar la fase uno del acuerdo [comercial], las partes deben realizar una cancelación simultánea y proporcional de las tarifas, es una condición importante", manifestó el portavoz del ente, Gao Feng.
Washington y Pekín mantienen una guerra arancelaria desde junio de 2018, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de tarifas a productos chinos por 50.000 millones de dólares para equilibrar una balanza comercial desfavorable para su país.
Desde entonces, Estaos Unidos y China intercambiaron varias subidas de aranceles, al tiempo que negocian un acuerdo que ponga fin a su guerra comercial.
En la primera quincena de octubre, las partes constataron un avance significativo en las negociaciones, tras lo cual Estados Unidos suspendió el alza de turno, del 25 al 30% para productos chinos por 250.000 millones de dólares, programada en un principio para el 15 de octubre.