Martes, 07 Junio 2022 10:55

Transformación digital en transporte, el nuevo motor de la economía: BID

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El 40% de las empresas públicas del sector transporte en América Latina y el Caribe no tienen estrategia de transformación digital.

América Latina y el Caribe está rezagada en los esfuerzos para incluir más tecnologías digitales en el transporte, lo que representa una gran oportunidad para impulsar la economía en un sector clave de la región, según concluye un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo.

A pesar de los impulsos de algunos gobiernos de la región para una mejor política pública de transformación digital en transporte, un 40% de las agencias públicas del sector de transporte tienen pendiente elaborar una estrategia de transformación digital, mientras que para el sector privado la cifra es de 27%.

Esta es una de las grandes conclusiones de la investigación Impulsando la transformación digital del transporte en América Latina y el Caribe, realizada por el BID entre 2021 y 2022, para la cual se revisaron alrededor de 300 documentos públicos, privados y académicos, y se realizaron encuestas a 223 empresarios del sector transporte en la región y 96 entrevistas a líderes de todo el mundo.

El estudio realizado en conjunto con el Instituto de Columbia para la Tele-información, encontró que dos de cada tres organizaciones ya tienen una estrategia de transformación digital, mientras que en 2019 apenas tenían conocimiento del tema. Sin embargo, 43% de los encuestados reconocen estar rezagados o muy rezagados frente al promedio de América Latina y el Caribe. Esta cifra asciende al 67% cuando se comparan con países líderes a nivel mundial.

Como estipulado en la Visión 2025 del Grupo BID, la transformación digital presenta una oportunidad única para trabajar en conjunto desde los sectores públicos y privados de transporte, y lograr la recuperación económica inclusiva y sostenible.

 

¿Cómo hacerlo?

Lo primero es superar la resistencia al cambio e identificar las oportunidades que trae la transformación digital del sector transporte en el mediano y largo plazo para brindar mejor calidad en los servicios.

En segundo lugar, es fundamental capacitar al recurso humano. El estudio encontró que, en la mayoría de las entidades, tanto públicas como privadas, hay ausencia de profesionales con la experiencia requerida para el manejo de tecnologías digitales avanzadas.

Hay que superar también la resistencia a dejar los procesos manuales. La experiencia de países líderes ha demostrado que los beneficios que trae la adopción de la tecnología se traducen en incremento de la eficiencia, reducción de costos y mejor gestión de riesgos.

Precisamente con base en las buenas experiencias de países líderes, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) recomienda seguir un modelo big push en las políticas públicas, que incentive la transformación digital del transporte, considerado el tercer sector que más aporta emisiones de gases contaminantes a nivel mundial.

Lo anterior demanda un mayor esfuerzo y compromiso, tanto de los gobiernos, como de los empresarios y de la misma academia, para tomar acciones que contribuyan a la sostenibilidad del planeta.

 

 

Para ello será necesario impulsar un cambio cultural y de capacidades en las instituciones públicas, y fomentar alianzas con las instituciones nacionales, regionales y locales que tienen jurisdicción por fuera de las competencias sectoriales o nacionales, crear incentivos a la inversión tecnológica, o fortalecerlos en los países que ya se tienen, y abrir espacios para buscar alternativas conjuntas que permitan avanzar.

Se estima que para el 2025 la inteligencia artificial y las tecnologías para la reducción de emisiones cobrarán mayor importancia, lo que sugiere que, si bien la región se encuentra en una primera fase de la transformación digital, es fundamental considerar mayores inversiones para lograr la competitividad y sostenibilidad en todos los frentes.

 

Una hoja de ruta hacia la transformación digital del sector

El BID recomienda aunar esfuerzos desde las políticas públicas para incentivar la transformación digital del transporte, a su vez que se catalizan estas transformaciones para reducir las emisiones del sector de manera a abordar el cambio climático.

En efecto, se estima que para 2025 la inteligencia artificial y las tecnologías para la reducción de emisiones seguirán cobrando importancia. Si bien la región se encuentra en una primera fase de la transformación digital, es fundamental considerar mayores inversiones para apalancar los beneficios de las nuevas tecnologías en materia de competitividad y sostenibilidad.

Como mencionado, la modernización digital del sector demanda un mayor esfuerzo, compromiso y cooperación de los gobiernos, empresas y de la academia, para tomar acciones que contribuyan a la construcción de futuros prósperos y sostenibles.

Para ello, será necesario impulsar un cambio cultural y de capacidades en las instituciones públicas, y fomentar alianzas con las instituciones nacionales, regionales y locales, crear incentivos a la inversión tecnológica, o fortalecerlos en los países que ya se tienen, y abrir espacios para buscar alternativas conjuntas que permitan avanzar.

 

Sobre el estudio

Impulsando la transformación digital del transporte en América Latina y el Caribe ha sido posible gracias a la colaboración del BID, junto con Foro Económico Mundial (FEM), de la Asociación Americana de Autoridades Portuaria (AAPA), la Asociación Latinoamericana de Transporte Aéreo (ALTA), la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil (CLAC), la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU, por sus siglas en inglés), Intel, y Microsoft.

El estudio fue presentado el 12 de mayo durante la primera edición del Diálogo Regional de Políticas de Transporte enfocado en la transformación digital: Oportunidad para la recuperación económica inclusiva y sostenible.

Cabe precisar que América Latina y el Caribe es un territorio geopolítico que alcanza más de 40 países y territorios desde México hasta el Cabo de Hornos. Esta región a su vez se subdivide en cuatro zonas de acuerdo con su ubicación geográfica, América del Sur, América Central, el Caribe y México.

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