Sábado, 02 Marzo 2024 00:22

Boreal Light: Soluciones integrales para acceder a agua potable

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La eficiente tecnología que brinda la empresa alemana facilita la purificación del agua, su potabilización y desalinización, una opción para los sitios más lejanos y con inconvenientes sanitarios.

Hablar de tratar el agua potabilizarla y dejarla en condiciones para su ingesta, evitando enfermedades a través de bacterias, virus y otro tipo de contaminación no es nada nuevo, hay que recordar que todo empezó según los historiadores hace 7.000 años en la ciudad palestina de Jericó cuando sus habitantes tuvieron la posibilidad de tomar agua potable gracias a un tratamiento especial, básicamente cuando se hizo uso del recurso hídrico acumulado en pozos. En esos años casi arcaicos, la inquietud de los ingenieros logró desarrollar soluciones para el manejo de acuíferos, ello con la construcción de canales y tuberías.

Jericó es un referente bíblico, según las Sagradas escrituras por allá en el año1400 antes de Cristo, la ciudad fue la primera urbe en aguantar un ataque de los llamados hijos de Israel que pasaron el río Jordán para luego ingresar a Canaán. Cabe recordar que el venerable libro dice que, tras un recorrido de siete días con el Arca de la Alianza, aquel cofre de madera cubierto de oro en el que reposaban las dos tablas de piedra con la inscripción de los diez mandamientos al igual que la vara de Aarón y un recipiente lleno de maná, el inexpugnable muro de Jericó se desplomó.

Los expertos aseguran que entre los años 4000 y 2000 a.C, fueron usadas técnicas de potabilización que iban desde hervir el agua, exponerla al sol, pero igual sometiéndola a métodos de filtración con carbón vegetal o arena, también fue usual guardar el preciado líquido en ollas de cobre.

En los años 1500 y 1400, los egipcios optaron por hervir el agua para purificarla, también como se anotó expusieron el líquido al sol, sin embargo, se le agregaba una pieza de hierro al rojo vivo dentro de la vasija de almacenamiento, también filtraron agua pasada por la rigidez del fuego, utilizando arena o grava. Echaron mano de otros procesos con el agregar sustancias minerales, así como vegetales para alcanzar la precipitación de partículas y depurar el líquido.

En ese tiempo fue común utilizar piedra de alumbre, preparada con sulfato de potasio o aluminio, sustancias que siguen vigentes en las plantas potabilizadoras de hoy porque resulta muy eficiente en los procesos de coagulación.

La antigua Grecia igualmente se preocupó por un consumo de agua tratada y prueba de ello son las epístolas de Hipócrates sobre salud pública firmadas entre 460 y 354 a.C. En esos manuscritos la recomendación perentoria antes de tomar este vital elemento fue hervir el agua y pasarla por un proceso de colado.

En sus comienzos el tratamiento de agua buscaba en esencia optimizar las características del líquido, es decir alejar su turbiedad o presencia de impurezas, suciedad y opacidad, en los procesos se mejoraba el color, se corregía el áspero olor y el sabor poco seductor. Con el tiempo y luego de mucho análisis, el hombre detectó que existía un enlace evidente entre el agua sin procesos de potabilización con algunas enfermedades, razón por la cual se hizo hasta lo imposible por alejar este recurso de los microorganismos, haciéndola confiable y apta para el consumo humano.

 

 

Los siglos pasaron y el hombre fue adoptando nuevas técnicas, sin embargo, hay un episodio del que ya se ha hecho referencia en este medio y es el inolvidable “Gran Hedor” de Londres que sacó a los habitantes de la emblemática capital de Reino Unidos como alma que lleva el diablo, la también llamada Gran Peste de 1858 que fue exacerbada por un verano intenso que putrefacto los desechos humanos y otros agentes contaminantes lanzados al sufrido RÍO Támesis.

En ese tiempo toda la inmundicia era arrojada al Támesis, y no solo era el vertimiento de orinales o inodoros, allí era común ver perros muertos, desechos de la industria, alimentos podridos y como si fuera poco los mataderos consignaban partes de animales mientras otros empresarios contribuyeron con químicos que venían de las pestilentes curtiembres ubicadas en inmediaciones del maltratado afluente.

Todo en esa época fue el colmo, el Támesis fue utilizado por los tristemente abrazados por la depresión para quitarse la vida, aunque ahí surge una pregunta, ¿estaban los suicidas afectados por el trastorno del estado de ánimo, o los ahogó en peste la locura?, como dijo Isabel la Católica, averígüelo Vargas. Aparte de todo, muchas personas morían accidentalmente y los cuerpos generalmente no eran rescatados, en fin todo se sumó para aquel verano en el que Londres colapsó y huyó en medio de vómitos y narices tapadas.

Londres fue un desbarajuste sanitario, sus calles acumulaban cantidades incalculables de estiércol de los caballos que tiraban las carretas para transportar a la comunidad. Ese fue un tiempo terrorífico en el que las moscas abundaban, semejaban nubes negras sobre la descomposición y por eso fue común ver gentes enfermas de diarrea y fiebre tifoidea.

 

“A través del corazón de la ciudad, una alcantarilla mortal se movía y fluía, en el lugar de un hermoso río fresco”, anotó en ese tiempo el periodista y escritor Charles Dickens.

 

Un día afortunado de 1859 la Junta metropolitana de Obras que al parecer se cansó de decirle no a los proyectos de alcantarillado, le dio su bendición a la iniciativa del jefe de ingenieros Joseph Bazalgette, el plan que fue oneroso y demandó elevados recursos se hizo con toda decisión para frenar las epidemias de cólera que habían cobrado demasiadas vidas. Con este procedimiento nació el sistema de alcantarillado de Londres, haciendo que el “Gran Hedor” quedara como una pésima experiencia en donde el agua que fue contaminada, regresaba a las casas para calmar la sed, preparar alimentos y asear el cuerpo.

Cómo vemos los siglos pasaron y llegaron los sistemas de acueducto, los estudios siguieron y Louis Pasteur y Robert Koch insistieron en que las enfermedades tenían su origen el agua contaminada y plagada de gérmenes.

En Europa los países no ahorraron esfuerzos ni recursos en la desinfección del agua en el ocaso del siglo XIX e inicios del siglo XX. Apareció el milagroso cloro, un elemento químico descubierto en 1807 por el inglés Elmer Humphry Davy que le dio un respiro a la humanidad con un insumo vital en la potabilización del agua.

La ciudad de Middelkerke en Bélgica, es el ejemplo más vetusto en técnicas de desinfección de agua, allí desde 1902 entró a operar la primera planta de cloración constante del recurso hídrico. A ese sistema se añadió cloruro de calcio y percloruro de hierro, la medida fue adoptada en Reino Unido en el amanecer del siglo XX con lo cual logró reducir de manera importante los decesos por el letal tifus.

La técnica llegó a Jersey ciudad de Estados Unidos, un proyecto liderado por el médico John L. Leal, experto en el tratamiento de aguas y quien finalmente pasó a la historia por crear y acoplar la primera planta de desinfección del suministro de agua potable, todo con las bondades del cloro, un favor gigante para los estadounidenses. Este galeno supo del poder de este químico para erradicar y eliminar bacterias.

Como se puede observar el agua en las distintas etapas de la humanidad ha demandado cuidado especial para que un elemento entregado por la naturaleza para la vida no termine en muerte. Hoy siguen apareciendo nuevas técnicas de potabilización y desalinización del básico líquido, a la fecha las soluciones siguen apareciendo porque muy a pesar de la experiencia inglesa, las personas siguen contaminando y dándoles armas suficientes a los agentes patológicos que volvieron a brotar para cobrar más vidas, una reinvención del hombre que en medio del desarrollo optó por contaminación y exposición a diversos tipos de enfermedad, algo muy común actualmente en capitales colombianas en donde a estas alturas del siglo XXI el agua hervida no sirve ni para lavar ropa.

 

En charla con Diariolaeconomia.com, la Gerente de negocios para la región LATAM de la firma Boreal Light, Alina Muñoz Knudsen, aseguró que esta empresa alemana fundada en 2014, buscando la manera de solucionar los problemas de agua que experimentan muchas comunidades remotas, trabaja igualmente por llevar soluciones en energía solar. En principio, expuso, fueron identificados núcleos con problemas agudos tanto en carencia de agua como de acceso a la electricidad por los altos costos, todo un motivo para darle vida a una compañía con un gran componente de tejidos social que tuvo sus inicios en África y Asia, sectores en donde Boreal Light fue desarrollándose y afianzándose para expandirse a Latinoamérica.

Actualmente la compañía tiene en Colombia tres máquinas, una de ellas prestando un servicio vital en la Guajira, pero asimismo en las ecuatorianas Islas Galápagos en donde es común la tremenda problemática de agua, pero de manera paralela, la falta de energía, un factor que obliga a los empresarios a generar con diésel que no ayuda al medio ambiente y sí por el contario causa alarmantes perjuicios, motivo por el cual las directivas de la empresa alemana están convencidas que muchos proyectos pueden desarrollarse en ese lugar del mundo.

Expuso que si bien en América Latina y particularmente en Colombia sobra el agua, infortunadamente por procesos de deforestación, envenenamiento de ríos con mercurio y otros metales pesados, consecuencia de la minería ilegal, pero por usos precarios del recurso hídrico, se han perdido exponencialmente cañadas, nacimientos, ríos y espejos de agua. Anotó que, si bien el clima pone su cuota, el ser humano casi que de manera inherente arrasa sin medida alguna con el medio ambiente.

A criterio de la directiva, al entenderse desde la empresa que el agua es vida, optó por concentrase en brindar soluciones que redundaran en sanidad y apuntó que en Latinoamérica en donde abundan las fuentes acuíferas, hay una fuerte amenaza por prácticas indebidas y malos manejos de los afluentes como también de los nacederos y surtidores de agua para las veredas que en muchas ocasiones son fuente de riego para la agricultura e hidratación del ganado.

 

 

Agregó que en mala hora la minería devastó lugares de montaña que a la fecha deberían tener mucha agua, pero la actividad minera de manera descomunal secó las fuentes existentes y como si no fuera suficiente contaminó y sigue contaminando ríos, quebradas y sitios en donde debe brotar vida con la presencia de distintos manantiales.

Otro proyecto que trata de desarrollar, ojalá con éxito Boreal Light, es la recuperación de afluentes en un trabajo mancomunado con la federación de mineros que ya notaron que se perdió de manera alarmante el abastecimiento de agua.
La empresa con toda su experiencia, acudió al llamado de los extractores y ofreció una solución integral porque no solamente instala las máquinas potabilizadoras, sino que hace entrenamiento a la comunidad para que esta pueda entender sobre los cuidados del agua, cómo medir su calidad y orientar a las personas sobre el funcionamiento de las energías renovables.

 

“Aquí también hacemos un llamado a la comunidad porque este tipo de soluciones existen y funcionan, pero no podemos instalarlas desde Alemania ya que es necesario ir a los territorios en Colombia adiestrar personas y concientizarlas sobre la importancia de producir agua de calidad, de cuidar ese recurso porque impacta directamente en la salud y si hay respuesta son esas comunidades las que directamente se van a beneficiar”, comentó Alina Muñoz Knudsen.

 

 

Hace 30, 40 o 50 años Colombia tuvo enormes reservas de agua, sumaba ríos, nacimientos en lo alto de las montañas en sus tres cordilleras, lagos, lagunas, quebradas, arroyos y considerables puntos de suministro, pero con el boom de la minería hoy tan solo se ven caudales y torrentes de mercurio y otros metales, todos nocivos para la naturaleza y desde luego para los seres humanos. El asunto es tan grave que no hay confianza a la hora de consumir pescado, la opción de habitantes ribereños vulnerables porque el alimento viene cargado de los tóxicos, de igual forma la naturaleza está sufriendo ya que se han reportado muerte de jaguares y otras especies literalmente envenenadas por la ingesta de aguas atiborradas de materiales y químicos de altísimo riesgo.

La empresa Boreal Light de Berlín, por fortuna trata esas aguas saturadas de metales pesados lo que incluye el mercurio, pero aclaró que no puede garantizar la pureza o potabilización de líquidos en donde hay presencia de uranio, todo gracias a la tecnología de ósmosis inversa que permite eliminar los llamados metales tóxicos.

El tema es que la tecnología de Boreal con sus procesos hace posible limpiar el agua y llevarla a los sitios de residencia y agricultura de manera potable, una gran noticia porque el lío de contaminación crece preocupantemente y por fortuna se puede revertir gracias a unas soluciones que son muy efectivas, pero que demandan responsabilidad con las fuentes hídricas.

Cabe subrayar que boreal Light diseña y fabrica la tecnología Winture Planet Cube, el revolucionario sistema solar de tratamiento que produce agua potable a partir de fuentes salinas, totalmente dirigido a las comunidades que reportan mayor aprieto para contar con el necesario recurso.

La Gerente de Negocios para la región LATAM de Boreal manifestó que hacerse con los servicios de la compañía es sinónimos de salud y crecimiento económico puesto que los inversionistas de todo tipo que apuesten por esta tecnología tienen sin duda alguna la mejor perspectiva de negocio.

Muñoz Knudsen explicó que con ósmosis inversa es posible tratar agua con metales pesados o con alta salinidad, de igual forma, dijo, la firma trabaja con ultrafiltración para atacar bacterias y potabilizar el recurso hídrico, dos tratamientos distintos, pero eficaces, hechos con energía solar.

 

 

En el desarrollo que permanentemente hace la empresa se avanza se busca que las máquinas o equipos trabajen de manera híbrida porque en ocasiones se quiere purificar todo el día y para eso es necesario que haya acceso a electricidad.

Por la filosofía de la empresa que es llevar agua de calidad y salud a las personas en distintas regiones, los negocios se hacen a nivel público con alcaldías, gobernaciones y el mismo Estado, pero también a nivel privado se han hecho excelentes ventas como pasó en Nicaragua en donde un hotel resort adquirió el equipo para tratar su propia agua, es decir que Boreal Light tiene soluciones comunitarias que se abordan usualmente a nivel gubernamental, pero otras industriales en donde el contacto y la venta es directamente con las empresas.

En Ecuador, anotó, se entabló un contacto con una empresa petrolera que quiere contar con agua de calidad para sus trabajadores que generalmente se desempeñan en lugares alejados y remotos, eso, apuntó Muñoz Knudsen, muestra que se trata de una solución demasiado flexible y hecha para que sea muy fácil de operar, ello porque son equipos que van a zonas muy apartadas en donde es complejo encontrar un ingeniero o técnicos para sortear inconvenientes.

El asunto es simple y eso permite que las comunidades, previo adiestramiento, puedan encargarse de la operación de sus máquinas, la firma igualmente ofrece monitoreo remoto es decir que aparte del entrenamiento cabe la posibilidad de que los encargados de manejar las máquinas puedan, cuando lo estimen, llamar a Berlín, ciudad desde donde se puede ver, gracias a la tecnología, ver qué pasa con el equipo, como repararlo y también observar a la distancia cómo va la calidad del agua y la producción, unos valores agregados que brinda la internacional alemana.

Otra facilidad es que los dueños de las máquinas pueden observar en tiempo real a través de su App, qué pasa con sus máquinas a cualquier distancia.

 

“El año pasado yo estuve en Colombia en un viaje exploratorio convocado por la Cámara de Comercio de Bogotá y allí me di cuenta que muchas comunidades tienen distintos problemas de agua y electricidad pues están desconectados de las redes de acueducto y de las encargadas de llevar energía, Ahí nuestras soluciones son aptas y funcionan de la mejor manera, como en la Guajira en donde sobra el insumo sol con el que se puede producir toda la energía necesaria, entonces nuestra opción como energía fotovoltaica funciona perfectamente”, declaró la muy amable Alina Muñoz Knudsen.

 

 

La empresa mueve sus máquinas con energía solar, pero no utiliza baterías, tan solo hace uso de la energía solar que se logra acopiar en un tiempo de ocho horas, para la empresa el uso de baterías es un problema de marca mayor para que el proyecto tenga una vida útil larga, por lo general el cambio de baterías es sumamente costoso y eso hace que las comunidades que habitan en entornos de pobreza no puedan adquirirlas, Boreal Light, recalcó, los equipos funcionan sin acumulador o pila y trabaja solo cuando hay sol.

Este tipo de soluciones y maquinaria se diseña de lleno en Berlín, lugar en donde está situada la fábrica, lugar en donde todo se hace con componentes de la Unión Europea, un engranaje para el agua potable marcado por la excelencia que garantiza en términos de normalidad y mantenimiento adecuado, una vida útil de veinte años.

Con el agua hay todo tipo de problemas y es un apuro mundial, no hay recurso en cantidades necesarias en África, Asia tiene recurso, pero debe potabilizar y Estados Unidos encendió las alertas por la caída en la disposición hídrica para garantizar el futuro, la fábrica acuífera de América Latina está amenazada por la minería y otras actividades porque inclusive los venenos para la agricultura van a los ríos o cañadas, no en vano la muerte masiva de abejas, colibríes y otros polinizadores o dadores de vida.

El asunto es entrar por sendas de responsabilidad y salvar, apalancados en educación y concientización de la importancia del agua, en una cultura del agua, las fuentes que hoy sobreviven y que serán fundamentales para la supervivencia de las futuras generaciones.

 

“Yo nací y me crie en Costa Rica pensando que teníamos agua de manera ilimitada, un concepto que la mayoría de los latinoamericanos tenemos, pero ahora con la construcción y la tremenda demanda para campos de golf y servicios suntuosos, ya no es cierto que tenemos agua para siempre, no la cuidamos bien, se contaminó por las actividades industriales y productivas, también por los abonos, algo extremadamente urgente que nos obliga a tener un cambio de mentalidad para salvar lo poco que nos queda y dadas las circunstancias, ser más responsables con el uso”, comentó Alina Muñoz Knudsen.

 

 

Para el caso de la agricultura, precisó la vocera, la salida es inclinarse por cultivos orgánicos, totalmente alejados de la síntesis química y llenos de salud y vida. En su visita a Colombia le sorprendió el interés del gobierno por las energías renovables, algo trascendental porque muchas veces los campesinos no tienen los recursos para cambiare completamente su forma de producir, luego vio con buenos ojos el estímulo que hay al interior del ejecutivo colombiano en aras de promover las energías renovables que están siendo subsidiadas para que el costo sea menor y le abra puertas de progreso al productor primario.

Un tema interesante es que Boreal Light fabrica las máquinas a la medida, todo de acuerdo a las necesidades y a los retos de cada proyecto, un factor que conlleva a variar permanentemente los diseños. Si bien los precios varían, el costo de un equipo simpe, sin demasiada salinidad en el agua de 1.000 litros por hora podría costar 60.000 euros, una cifra nada elevada frente al costo beneficio ya que hay de por medio salud y una manera simple de operar una máquina que se mueve con energía solar.

Estos equipos no demandan mucho gasto, es por eso que en muchas regiones colombianas pueden tener agua de calidad sin muchos inconvenientes, quizás la maquina más exigente es la de desalinización a la que debe cambiársele permanentemente las membranas, pero la de potabilización es muy sencilla.

Un común denominador de Alina Muñoz Knudsen es poder visitar regiones en América Latina y constatar que por fin tienen agua potable, que las personas alcanzaron su salud y mejoraron su calidad de vida.

En su charla anotó que el caso de Galápagos en Ecuador es preocupante porque inclusive en el hotel el agua se siente un poco salada, el problema de muchas regiones en donde el agua no es confiable ni para cepillarse los dientes, lo que explica porque tantos niños y familias enteras experimentan infecciones gastrointestinales agudas, algo impresentable en pleno siglo XXI.

 

 

Hay un proyecto que a la empresa le gustaría desarrollar en el sector de Sixaola, distrito del cantón de Talamanca en la provincia de Limón en Costa Rica, lugar en el que niños y niñas no pueden ir a la escuela en vista que no cuentan con agua y es amplia la presencia de enfermedades, como en muchos lugares de Latinoamérica hay agua de sobra, pero son recursos de los cuales el gobierno no se hace cargo.

En este momento la empresa alemana está cerca de arrancar con un proyecto piloto con una Junta Parroquial en Galápagos en el área de Santa Cruz en donde abunda el agua, pero con el inconveniente que no está potabilizada, la facilidad es que es agua que viene de las montañas porque más adelante hay reservas acuíferas cercanas al mar totalmente salinas. Al no poder usar el agua que los rodea, las comunidades deben comprar el producto que resulta costoso porque 20 litros de agua cuestan hasta dos y 2,50 dólares.

 

“Ante esa increíble situación estamos cerca de enviarles una máquina de ultrafiltración que sirva de proyecto piloto para que otras comunidades se interesen al ver que las soluciones si existen. Un punto clave es que en el proceso hay varios pasos de filtración con el sistema de ósmosis inversa en donde la primera filtración se adelanta con arena y carbón para luego ir a la etapa de micro-filtración, un procedimiento que deja el agua lista para que pasen por las membranas de ósmosis inversa que es la que termina de quitar todo para finalizar con rayos ultra violeta, UV, lo que garantiza que no habrá ningún contaminante y que puede salir directo a los hogares en donde se tomará sin riesgo alguno”, concluyó la Gerente de negocios para la región LATAM de la firma Boreal Light, Alina Muñoz Knudsen.

 

Queda claro que quien no se haga con este tipo de soluciones está muy mal informado ya que hay técnicas y una red que cubre con este tipo de tecnología a toda Latinoamérica, personal calificado que habla español, igual inglés, alemán, árabe o el idioma que demande el cliente.

Como en los comienzos, Colombia sigue marcada por Alemania, no se puede olvidar que en 1799 el naturalista Alexander von Humboldt estuvo en el nuevo mundo, en la América descubierta por Cristóbal Colón, una región diversa y llena de vida que fue vista como el más grande tesoro. El año que estuvo el investigador alemán en Colombia le fue suficiente para impresionarse y cautivarse con el esplendor de las cordilleras andinas, atiborradas de agua, fauna y flora, sin duda un paraíso al mismo que llegó Boreal Light.

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