Domingo, 07 Diciembre 2025 09:29

Geopolítica sigue inyectando incertidumbre a la economía: BBVA Research

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Geopolítica sigue inyectando incertidumbre a la economía: BBVA Research Imagen-de-NoName_13-en-Pixabay

En Colombia hay desafíos en materia económica, ha mejorado el indicador de cartera. A nivel mundial muchas son las tendencias, entre ellas la importancia que cobran algunos sectores.

Los indicadores en Colombia mejoran, pero hay retos y mucho trabajo pendiente en el frente fiscal, los expertos del BBVA Research dicen que hay aspectos para tener en cuenta como la tendencia de los mercados por geopolítica y el relieve que van tomando algunos sectores como el de la tecnología.

Cuando se habla de comportamiento económico y más de indicadores económicos hay que tener en cuenta que no se tiene precisión sobre quien inventó esta solución, pero cierto es que todo hace parte del transcurrir del tiempo y de las necesidades de acopiar información y tendencias para tomar decisiones, una inquietud que viene de la antigüedad. Se sabe que Wesley Clair Mitchell y el reconocido estadounidense National Bureau of Economic Research, NBER, establecieron y masificaron por allá en los años 30 y 40, después de la Gran Depresión, clasificar comportamientos, una manera de medición de los mercados que se afianzó como instrumento cuantitativo y cualitativo para evaluar y seguir el desempeño de los sectores productivos, una herramienta que terminaría siendo esencial en bolsa ya que esos números eran una juiciosa señal del camino que tomaría el valor de las acciones, pero igual de los proyectos y procesos.

Entre los años 30 y 40 se crean los indicadores adelantados, algunos que hacían parte de la coincidencia y los atrasados, una manera de ir con parangones y estudio un paso adelante en negocios e inversión, pero hay un origen de este instrumento es la tabla económica de François Quesnay, un economista francés que presentó su gran descubrimiento en 1758. En ese modelo consideraba tres tipos de clases sociales, propietarios, los productores y la que bautizó como clase estéril conformada por artesanos o industriales y comerciantes los cuales, en la teoría de Quesnay, no eran vistos como fuente de riqueza.

En la actualidad los indicadores son elaborados e incluso analizados por agencias o instituciones de grueso calibre que pueden ser estatales o del sector privado, firmas afamadas que recopilan información para publicarla de manera periódica.

 

 

Hoy, y ante las inquietudes de los actores económicos hay indicadores que generan confianza, otros expectativa y desde luego están los que llevan a la incertidumbre. Estos tiempos no han sido fáciles y todo muestra que debe haber suficiente información y acopio de datos para determinar inversiones, apuestas y de alguna manera tomar precauciones porque en economía nunca está dada la última palabra, en cualquier momento algo puede acontecer.

En diálogo con Diariolaeconomia.com, el Economista Principal de BBVA Research Colombia, Mauricio Hernández Monsalve, aseguró que el nerviosismo de los agentes económicos por la situación geopolítica no da para menos porque históricamente los asuntos geopolíticos han tenido efectos en la economía, un impacto inicial, explicó, es la logística global porque cuando se han acelerado los temas internacionales, igual se aceleraron los costos en transporte y provisión. Indicó que por citar un ejemplo los precios de transportar una tonelada entre China y Estados Unidos se multiplicaron por cinco en algún momento, pero expuso que el fenómeno igual castiga la inflación global porque esos mismos temas logísticos hacen que los precios internacionales aumenten, generando cambios en las decisiones de política monetaria, luego en síntesis los inconvenientes geopolíticos sí perturban la economía.

En los últimos datos del BBVA Research, expuso Hernández Monsalve, la entidad financiera observó que hubo un desescalamiento en los conflictos globales y recalcó que en el escenario hecho para 2026 y 2027 se vio una estabilidad en los temas geopolíticos hacia adelante, es decir que se mantengan como están hoy en día, pero advirtió que si las cosas cambian y se materializan algunos de los eventos internacionales a los que se les tiene temor, sin duda eso incidirá y cambiará las proyecciones porque habrá efectos desde los costos logísticos hacia inflación, política monetaria y en el crecimiento se está estimando desde este centro de análisis financiero y económico.

Es razonable, una cosa es hacer análisis en condiciones de normalidad y sin impactos bélicos y otra muy diferente sostener los indicadores con escalamientos en uno o más conflictos, automáticamente todo se altera, es indudable.

 

 

Hernández Monsalve agregó que, en términos globales y generales, cualquier episodio de volatilidad y de geopolítica adversa en el mundo tiene impactos negativos y de incertidumbre en el globo, una incertidumbre indeseable porque es de hecho una variable fundamental para la toma decisiones e inversión, así como de gasto en cualquier país de los cinco continentes porque nadie define un negocio si hay desconfianza y si hay perplejidad de cara al futuro.

 

“Es innegable, la gran palabra que genera el avance de los eventos geopolíticos es incertidumbre que nunca será buena para la economía ya que esta se mueve mejor en escenarios de mayor certidumbre que en contextos de duda, inseguridad y vacilación”, declaró el señor Hernández Monsalve.

 

Otrora los agentes vivían muy pendientes de las pantallas para saber de mercados, aperturas, cierres, divisa, pérdidas o ganancias, pero hoy están distraídos por las decisiones bélicas en cualquier parte del mundo. Para el analista los inversionistas están bastante obsesionados actualmente con los temas geopolíticos, pero no es una acción en vano puesto que demanda toda su atención porque la geopolítica es un indicador adicional o un tema de mayor atención en las pantallas y en general de cualquier analista económico.

La situación, apuntó, genera impacto sobre los mercados globales, sobre las decisiones de política monetaria, pero también en las determinaciones de inversión de los empresarios en el mundo y por lo tanto hay que analizarlas y seguirlas.

 

 

 

“Nosotros invitamos a seguir nuestra nueva página de datos llamada bigdata.bbvaresearch.com, en donde el usuario encontrará un indicador de geopolítica, es convertir las noticias en números. A través de Machine Learning y de análisis de Big Data, se convierten las palabras en un indicador numérico que dice si hay mayor o menor incertidumbre en el mundo, una tendencia marcada que busca por parte de los agentes tener de primera mano información mucho más reciente y poder anticiparse con mayor prontitud a los datos económicos oficiales que liberan los entes estatales meses después. Esta información que ponemos a disposición de todos los usuarios, tiene máximo una semana de retraso y por lo tanto ayudará a tomar decisiones, pero la propensión en el mundo es tener información del día a día”, afirmó Hernández.

 


Por precaución y temor hay proyectos en veremos

El complejo cierre de 2025 y lo que viene de 2026 conllevó a que se aplazaran o congelaran algunos proyectos de inversión precisamente por la falta certidumbre. A juicio de economista, siempre los escenarios políticos no solo en Colombia sino en cualquier parte del mundo generan incertidumbre porque llega la inquietud sobre qué tipo de gobierno llegará, incertidumbre sobre qué pasará entretanto en términos de polarización y de la misma posición de la sociedad, luego enfatizó que no se trata de un fenómeno específico del momento actual de Colombia, se trata, afirmó, de un escenario de siempre en los ámbitos políticos y además, sostuvo, siempre en cualquier país hay incertidumbre.

Ahora bien, analizó Hernández Monsalve, hay un escenario económico lejos de la política que se cree llevará a mayor inversión en cualquier caso, primero hay una alta demanda en Colombia que está llevando a que los empresarios del país operen con altos usos de capacidad instalada, lo que quiere decir que están utilizando la mayor parte de las maquinas, de los empleos y la mayor parte de sus edificios en producir, lo que lleva a que tengan que hacer más inversiones, usar más máquinas contratar más gente por el solo hecho de que la economía lo está exigiendo.

Un segundo punto, añadió, es que ya ha habido ventas de vivienda al alza en Colombia puesto que el fenómeno de preventas que tiene el país desde finales del año pasado deja ver que el indicador sigue subiendo sobre todo en el segmento no VIS, aquel que no depende de subsidios ni de “Mi Casa Ya”, eso llevará a que irremediablemente en 2026 y 2027 tendrán que construirse esas viviendas que ya compraron los hogares en el ocaso del 2024 y que en el rezago existente entre la preventa y la construcción da para que en los meses de 2026 empiece la edificación de las viviendas que ya se vendieron, luego hay un panorama lejos de la política que es optimista para la inversión.

 

 

Un asunto palpable es que con el menor costo del dólar la gente con actividad en agricultura esta comprando no solo más vehículos sino bienes de capital y todo lo relacionado con herramienta para modernizar equipo y formas de producir. En ese orden de ideas dijo Mauricio Hernández, el 85 por ciento por ciento de la inversión en maquinaria que hace el productor colombiano en el país es importada luego es irremediable que el tipo de cambio determinará las decisiones de inversión en equipo, algo afable porque con la experiencia en pandemia y luego con el juego geopolítico, la gente está sembrando más.

En opinión del experto, todos los datos económicos por tipo de cambio tienen su lado positivo y su lado negativo, en el negativo se ubican los productores de flores que de seguir la tendencia venderán San Valentín a un menor dólar y los exportadores en general que tendrán menos rentabilidad en sus despachos al exterior por el nivel actual de la divisa norteamericana, pero de manera paralela se tendrá la capacidad de tecnificar, innovar y modernizar la industria y el campo nacional a través de unas compras de equipo que son más baratas.

 

“Todo, insisto, tiene su lado bueno y su lado malo, pero lo que hay sí que decir del tipo de cambio hacia adelante es que tendrá mucha volatilidad y por eso es mejor estar cubiertos y pendientes de ese comportamiento. Nosotros el año próximo tendremos un máximo de 4.100 pesos hacia mediados del año, pero más allá de ese dato puntual que será el techo, igual estaremos en medio de una gran incertidumbre sobre el comportamiento del dólar porque hay varios factores que lo determinan y es que tenemos un déficit fiscal que exigirá capacidad de financiamiento del gobierno en el exterior, habrá déficit externo por las mayores importaciones que estamos demandando, pero también tenemos el ciclo electoral, todo un coctel que imprime volatilidad en el tipo de cambio, asunto que nos invita a estar preparados para ese comportamiento”, acentuó Hernández Monsalve.

 

El gobierno actual entra en su recta final y el país está creciendo bien, un repunte de 2,7 por ciento, pero la discusión, comentó el economista, es de dónde vendrá ese incremento en el indicador. La controversia, dijo, es que el país está creciendo por consumo antes que, por producción, industrialización o por capacidad productiva interna porque según el experto, la demanda está por detrás de la producción, es decir que el país consume más de lo que produce y por eso es necesario importar tanto con el debido impacto en inflación porque cuando hay mucha demanda, pero poca producción hay un cuello de botella que lleva a exceso en el costo de vida.

 

 

Por lo tanto, señaló, habrá que tener unas políticas encaminadas en alimentar la inversión y la producción interna, incluyendo las demandas de la industria.


Colombia se quedó en el pasado

Nadie niega de la importancia que llegó a tener Colombia hace unas décadas al interior de la Comunidad Andina, pero todo corrobora que se habló mucho y se hizo poco porque los que se miraban por encima del hombro, hoy arrasan en exportaciones de commodities y productos con valor agregado, no es sino observar las exportaciones de Perú y Ecuador y sin duda hay un espacio estimable para la vergüenza, de nada sirvió el discursito aquel de que éramos la mejor esquina del mundo, el país más prospectivo y el más cautivador, cuando literalmente en agricultura e industria los países citados pasaron por encima de Colombia hace mucho rato, ello fruto del trabajo, las políticas agrarias, el ingenio y sus bondades en la tierra, faltaba más no reconocerlo.

En su plática, el Economista Principal de BBVA Research Colombia, expuso que existen al menos dos canales de mejora, primero, afirmó, en logística porque la infraestructura del país tiene que permitir que entre los centros de producción que para el capítulo Colombia generalmente son interiores, se llegue fácilmente a las costas y a los puertos porque no todas las ciudades que fabrican o obtienen están en los grandes muelles marítimos y que por lo tanto bajar de las montañas y del interior cuesta mucho más que inclusive exportaciones internacionales entre países ya que es más costoso llegar a un puerto desde Medellín o desde Bogotá.

Una segunda mejora tiene que ver que como los colombianos están consumiendo más de lo que producen, pues no queda mucho espacio para exportar y eso dice que la producción está apenas compensando el consumo interno sin que genere excedentes sobre producto que lleve a vender en el mercado internacional, eso porque la capacidad productiva está por detrás del consumo y eso lleva a aumentar la productividad para que atienda el requerimiento local, pero generando oferta exportable.

 

 

Para alimentar la inversión y la capacidad productiva colombiana, puntualizó el profesional, hay que hacer un crecimiento diferente, que no esté basado solo en consumo, sino que tenga inversión y producción de manera simultánea para tener sobreproducción y excedentes que permitan llegar a los mercados internacionales.

Los términos esenciales en economía, productividad y competitividad se han visto opacados en desmedro del rol trascendental que debe tener Colombia en los mercados por saturación impositiva, hoy según los empresarios producir cuesta mucho, las tarifas son demasiado elevadas para tan poco en vías, puertos, ferrocarriles y desarrollo. Colombia es un país sumamente costoso y seguramente está en el ranking de los más onerosos y poco rentables porque como algunos argumentan, ahora el sector privado trabaja para el gobierno, pero contradictoriamente el estado omite sus obligaciones desde hace muchas décadas atrás, generando muna deuda con el campo, las empresas y las pymes, todos sectores que aportan mucho y reciben poco, sin decir del trabajo y el progreso que brindan.

Los inversionistas no ven con buena cara un país que estrena tributaria cada seis meses o cada año, no quieren llegar a naciones que cambian las reglas del juego poniendo en riesgo las inyecciones de capital, y ni que decir de los temas contractuales como licencias ambientales, contratación, Consulta Previa y otras arandelas que se deben cumplir para ingresar a Colombia. Una tarea precariamente hecha en donde no pueden los locales y menos los foráneos, hay un Estado poco eficiente que todo lo encarece por la vía fácil, cobrar más y más tarifas así el país esté reventado, inclusive pagando uno de los servicios públicos más caros del planeta y posiblemente de la Vía Láctea.

A criterio de Mauricio Hernández, existe en Colombia una diferencia fundamental respecto a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, ese grupo de países desarrollados y acreditados por sus buenas prácticas. Aclaró que en Colombia las empresas tienen mayor tasa corporativa de la que existe en promedio en ese organismo, una de las críticas que más se escuchan desde afuera, una tasa corporativa más elevada que en el promedio de los países de la OCDE.

 

 

Así las cosas habrá que pensar en una reforma tributaria estructural para ver si algún se llega a hacerla con la voluntad política, la capacidad legislativa y la misma capacidad técnica desde el ministerio de Hacienda para proponer una reforma de tipo más estructural, que no solo sea recaudatoria, que deje de ser urgente en aras de generar más ingresos sino que piense cual es la estructura impositiva de Colombia que genera recaudo porque desde luego se necesita y es perentorio, pero que también genere ganancias en productividad y competitividad hacia el sector empresarial colombiano lo que lleva a pensarla desde adentro y desde el fondo, una verdadera reforma tributaria que ayude al país.

Cierto es que hay algunos subsidios muy útiles para la economía por ejemplo para personas en condición de discapacidad, aunque mucho en esta población trabajan o tienen emprendimientos, o para personas extremadamente pobres que no tienen comida en su mesa y menos dinero para pagar productos básicos o el transporte. Es complejo para muchos nacionales enviar una hoja de vida cuando no tienen Internet o simplemente lo del bus para cumplir con la diligencia o entrevista.

Eso habla, explicó el conocedor, que hay personas que necesitan salir de la pobreza y hacer esfuerzos para conseguir trabajo como nutrirse y tener facilidad de movilidad. De todas maneras, apuntó, hay otros subsidios que deben repensarse, que se pueden modificar y para que sean más eficientes en el país por cuanto muchos no trabajan porque sencillamente la plata llega.

Un subsidio eficiente, por ejemplo, acotó el analista, es el de vivienda en el sentido que la construcción mueve otros 30 sectores de la economía desde el cemento, pasando por hierro, pero también mampostería y terminando con vidrio, unos sectores que la construcción demanda, mueven y por lo tanto generan eficiencia, una prueba de que hay subsidios eficientes, otros generales, unos necesarios y algunos que sin exagerar deben reconsiderarse.


 

China renueva su crecimiento

Al entrar al capítulo China la casa de los insumos, materiales, commodities, los grandes productos y un universo en bienes y tecnología que hoy lo tiene comandando económicamente al mundo, el Economista Principal de BBVA Research Colombia Mauricio Hernández Monsalve, expuso que el gigante asiático hoy está recomponiendo su crecimiento de dos formas, primero está en un punto de menor ascenso con un importante impacto sobre el costo de las materias primas globales en el sentido de que da menos impulso a los precios como pasa con petróleo, carbón y hierro porque además China está creciendo menos en el sector de la construcción lo que hace que compre menos acero.

De otro lado, indicó Hernández Monsalve, China está creciendo más por oferta que por demanda, es decir que está produciendo más de lo que consume, el caso contrarios a Colombia, países que si se llevan a un espejo muestra dos casos inversos porque allá crece más la producción que el consumo y en el país del café suave y la cumbia crece más el consumo que la producción y por lo tantos los chinos tienen excedentes de exportación altos, voluminosos y a bajo precio en el mundo en tanto que a Colombia no le sobra nada.

El de China, manifestó el economista, es un crecimiento que al estar basado en menos demanda y mayor oferta no genera tanto impacto sobre la economía del mundo como lo generaba antes cuando era un demandante importante de hierro, cobre, petróleo y de otros productos en el globo, haciendo que los precios escalaran, hoy en día los valores no son tan altos en parte por la forma de crecimiento que está teniendo la sorprendente China.


Unos indicadores ganarán terreno

Por la preponderancia de la tecnología y los grandes avances en la actual cuarta revolución industrial algunas sorpresas se puede llevar la humanidad que anteriormente veía como cotizaban en bolsa los grandes productores y transformadores, un común denominador que en Nueva York se reflejaba en el Dow Jones, el famoso promedio industrial, uno de los tantos índices bursátiles establecidos por Charles Henry Dow, emblemático editor del acreditado periódico estadounidense The Wall Street Journal, que hoy empieza a perder espacio frente a los indicadores tecnológicos expresados en el Nasdaq.

 

 

En términos macro, orientó Hernández Monsalve, existe un crecimiento más basado en servicios que en bienes y por eso se hace cada vez más visible que en los países está creciendo mucho más el turismo, la demanda por vuelos y que caso opuesto los bienes no despuntan tanto y por ello los indicadores más relacionados con servicios y con tecnología, uno de ellos Nasdaq están creciendo más que los indicadores relacionados con industria específicamente luego es probable, concluyó que se dé el comportamiento o la tendencia que los indicadores tecnológicos y de servicios crezcan más en el tiempo que los industriales o fabricantes de bienes específicos.

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