Sábado, 10 Agosto 2024 06:12

Educación superior, ¿facultad o dificultad?

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Educación superior, ¿facultad o dificultad? Imagen-de-DIY-Team-en-Pixabay

Hoy muchos universitarios no se están graduando en Colombia, una tendencia mundial. Uniempresarial analiza el apuro y ofrece soluciones prometedoras.

En Colombia hay preocupación en el gobierno y en las universidades, a la altísima deserción escolar que según cifras de 2023 entregadas por el Sistema de Matrículas Estudiantil, SIMAT, pasó de 330.000 entre los años 2021 y 2022 como consecuencia de la inseguridad, la violencia y la alteración del orden público. Este es un problema de colegios al que se deben sumar otros factores como la falencia económica, violencia intrafamiliar, bullying o intimidación de alta presencia en el entorno escolar, así como otros inconvenientes de tipo económico y social.

El asunto que se creía estaba solamente arraigado en los colegios empieza a verse en las universidades, muchos jóvenes salen de los colegios e ingresan a la universidad, pero algunos dejan prematuramente sus estudios por equivocación a la hora de escoger carrera, alta exigencia o poco futuro en un país que fabrica muchos profesionales a quienes se les dificulta el mercado laboral por exceso de oferta. Ahora llega otro fenómeno, un número considerable de universitarios culminan sus estudios, pero por algún motivo no se gradúan, cerrando opciones de ingreso y dejando varias preguntas en la atmósfera.

Hay un análisis muy aplomado y acertado sobre los retos que tiene la educación superior de hoy, totalmente protagonista y testigo de grandes transformaciones sociales, económicas y jurídicas en el contexto internacional. A la fecha hay según el invitado de hoy cuatro fenómenos globales que conforman los pilares del gran desafío que ya enfrenta la humanidad en tercera década del siglo XXI en marcha, el cambio climático, la guerra fría 2.0, modificación en los sistemas y balances del poder global y la misma transformación de los paradigmas políticos y económicos, todos ellos en un escenario pospandémico que se extiende y se aleja de su fase conclusiva.

Hay demasiado por hacer desde la academia, hoy las universidades están de frente a grandes retos, esos que exigen inventiva, ideas, innovación y un nuevo portafolio que llene las expectativas de los estudiantes de hoy los cuales tendrán que tener las herramientas necesarias para plantear salidas y coadyuvar con el diseño de mejores países, óptimos tejidos empresariales fortalecidos e integrados a la sociedad y en repensar unas estructuras productivas con mayor perspectiva colectiva y sentido humano, una manera de replantear un mundo sobre bases de equidad, diálogo y salidas concertadas, nada que no se puede hacer, lo citado en un marco de agotamiento de los modelos económicos y crisis en la multilateralidad que sigue con un discurso vetusto, frágil, pero de igual manera un disertación política internacional que no ve líderes ni la más mínima admiración, caso opuesto desprestigio, incredulidad y hartazgo.

Retomando el tema de las universidades, hay un apuro que debe corregirse y que obedece a una bifurcación de tipo socio-antropológico por un momento vertiginoso de tránsito en la organización de la vida social a escala global que tiene impactos directos en lo educativo porque la actitud de la juventud ha cambiado mucho en muy variados planos.

 

 

En charla con Diariolaeconomia.com, el Rector de la Fundación Universitaria Empresarial, Uniempresarial, Juan Alfredo Pinto Saavedra expuso que la educación ya no es el proceso formal de la sociedad para que un joven recorra la primaria, la secundaria y la educación superior en donde el acto de graduarse sea para el estudiante como el vestíbulo premio a una vida inmerso en su profesión. El también escritor, economista y exembajador en India, Turquía y diez naciones euro asiáticas, anotó que según los estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, las personas que hayan nacido después de 1995 o 1997 van a cambiar hasta seis veces de profesión en su existencia, además esos jóvenes en edad temprana, hijos o nietos no tienen certeza de la profesión que tendrán porque a la hora de la trascendental decisión se inclinarán probablemente por actividades profesionales que hoy muchos no conocen.

Expuso que aparte de esa indeseable bifurcación la cual es muy difícil de contener está el hecho de que la gente quiere estudiar para obtener unas competencias que se reflejen económicamente en el corto plazo, algo lamentable porque es una lucha permanente en eso que los griegos llamaron entre la Doxa y Episteme, la Doxa como el conocimiento común, la media del entendimiento, el sentido y la inteligencia y el Episteme, el conocimiento con idea de alcanzar la verdad, de dominar y saber cosas.

Como Rector de la Uniempresarial asevero que es sin duda una lucha compleja porque no puede criticar que un muchacho quiera ser influencer, youtuber o tener competencias veloces en Internet, inteligencia Artificial, IA, o asuntos digitales que le permitan rápidamente encontrar un espacio.

 

“En la última Feria Internacional del Libro yo tenía una gran suerte como escritor y es que felizmente estaba con mi editorial, soy actualmente del sello Planeta de Libros Seix Barral, pase por otros lugares de la muestra y firmé entre 30 y 35 libros, algo que me dejó muy contento, pero cual sería mi sorpresa que vi una fila de algo más de 300 personas en donde la protagonista era una muchacha que por supuesto trabajaba en las redes sociales y estaba impulsando una expresión de economía circular con un poco de dificultades estéticas y gustativas, pero en todo caso el tema era tomar estiércol de distintos animales, reprocesarlo para hacer alimento para diferentes especies, algo así como una carga proteica revulsiva, pero lo que me impresionaba es que después de escribir 31 libros, encontré 35 personas en una jornada de varias horas y esa joven tenía 300 personas en fila como youtuber, luego empiezan las discusiones sobre que quiere estudiar la gente, seguramente anhelan acceder a competencias que puedan transformarse en una adición a su renta familiar rápidamente”, comentó Pinto Saavedra.

 

 

Indicó que la idea de hacer como un paréntesis vital de cuatro o cinco años en una universidad o de perseguir uno o dos posgrados es una idea que ha sufrido cierto castigo por la realidad económica de la inmediatez en una sociedad que pide resultados y rendimientos. Además, afirmó Pinto Saavedra, la virtualización de todos los programas y esa circunstancia de ubicación de que hoy hay una cierta omnipresencia de los saberes, pero también una omnipresencia de la ignorancia es muy dramática, pero real.

Expuso que, en Colombia, por ejemplo, en el último semestre, podría haber una oferta superior a los 1.000 o 1.200 programas de posgrados de todas las universidades del mundo, con doble titulación y con una cantidad de opciones, todas sobre plataformas, un asunto que hace crecer las oportunidades, pero reconoció que esa oferta descompone el mercado habitual de la población universitaria.

En el caso de Colombia, reveló Pinto, hay un buen número de instituciones complicadas financieramente, algunas, precisó, cometieron el error de sobre- invertir en activos fijos, de inyectar capital en edificios más modernos, más grandes, con arquitectura audaz y en edificaciones inteligentes, obras que se hicieron con créditos contratados que no se han podido servir porque las matriculas descendieron en términos reales y en número absoluto de estudiantes vinculados, situación que ha generado un problema, y en lo otro, expuso, casi todas las instituciones están evolucionando, ajustando la oferta a métodos virtuales y ajustando asimismo las modalidades de formación en donde afortunadamente la Uniempresarial es pionera en el formato teoría-práctica u en la formación dual, pero reconoció que hay gente moviéndose hacia modelos más flexibles, cursos a la medida que habiliten a la gente para el mercado laboral, un tema que en el momento actual está incidiendo.

 

 

Agregó que en ese afán de convertir el saber y la tecnología o la región del ser en que alguien adquiere un conocimiento especial, el arte o el atributo o la combinación de esas cosas, especificó Pinto Saavedra, tratar de transformarlas en una posibilidad económica eficaz lleva a que surjan nuevas preocupaciones pues hay en oficios que están tomando espacio gente que se vuelve muy competente para reparar, verbigracia, aires acondicionados o equipos de calefacción, algo que toma fuerza, obviamente demandante de mercado y otras áreas como economía del cuidado, esas personas que acompañan el ciclo gerontológico y demás, labores con enormes opciones, mantenimiento de sistemas o estructuras de computación y de redes como también aplicaciones tecnológicas de variada índole, gastronomía que sigue creciendo como expresión que terminó revolucionando la práctica vital pues mucha gente toma cursos para aprender a cocinar y de hecho hay mucho emprendimiento en esa dirección.

A juicio de Juan Alfredo Pinto Saavedra, es muy bueno que la gente desarrolle esas técnicas y generen ingresos, lo triste, expuso, es que los jóvenes se quedan solo en la técnica dejando de lado el desarrollo de competencias socioemocionales y de hecho las universidades están ayudando por cuanto siguen incorporando tecnología y tratan de hacer formación a la medida de los requerimientos del sector productivo o de la demanda de ciertos sectores sociales, de todas maneras en ocasiones podemos dejar sin el suficiente blindaje esas competencias socioemocionales que finalmente son decisivas en la integralidad del proceso formativo.

 

“Tenemos estudiantes avanzados, a veces en tecnología, en lo numérico o en las redes con unas grandes dificultades de lectoescritura. Hay alumnos con muchas limitaciones en el manejo de situaciones de relacionamiento social, de ubicación comunal en un país de tantas brechas de participación y oportunidad que acusamos, entonces si estamos en un momento complejo, las matriculas en general descienden, la deserción sigue aumentando y por último todas las universidades colombianas tienen personas que terminan sus estudios, que satisfacen los requisitos académicos, que obtienen incluso buenas calificaciones y promedios y que por una u otra razón, algunos porque cambian de ciudad, inician una vida conyugal, mudan de aires, buscan aspiraciones en el exterior y por muchas razones los universitarios no culminan el trabajo de tesis, la monografía o no cumplen con el trabajo de experiencia práctica que deben acreditar, en nuestro caso, el plan de mejora que debe hacerse en la empresa en donde a lo largo de su carrera estuvieron laborando y aprendiendo”, señaló el economista.

 

En opinión del conocedor existen distintas formas de llegar a la opción de grado, empero enfatizó que hay estudiantes que teniendo todas las materias aprobadas y el ciclo cumplido no rematan la monografía, no hacen su tesis, no concurren a los exámenes de sustentación y pasa un año, luego dos años y el individuo tiende a quedarse así.

En los cálculos del Rector de la Uniempresarial como mínimo 100.000 profesionales en Colombia que habiendo cumplido todos los requisitos no se han graduado y consideró perentorio y oportuno darles una salida que para el caso de la Uniempresarial se tomaron algunas medidas el año anterior y por eso en la vigencia de 2024 se lanzó un programa especial para todas las personas que puedan habilitar su opción de grado para que culminen su ciclo educativo y logren ese momento tan importante en la vida personal y familiar.

 

Una solución con toga y birrete

 

 

La universidad diseñó un programa que consiste en una actualización multivariada y que será de gran utilidad para aquellos profesionales que dejaron pasar unos años y no efectuaron el proceso hacia la graduación, lo podrán hacer con Uniempresarial en un ciclo intenso, formativo y con múltiples variables que toca las diferentes disciplinas en gran escala, es decir las tendencias sociales, económicas, modelos de desarrollo, nuevos sectores en relieve, potencias en ascenso, declinantes y medias, nuevos actores emergentes en la vida social y económica, cambio climático, migraciones, grandes desplazamientos en el mundo, los énfasis en formas de producción y servicios, manera como se articulan actualmente las cadenas globales de valor en el ciclo pospandémico y muchas otras inquietudes que serán abordadas con una población universitaria que ya tiene un nivel, que ha sumado experiencia profesional y que seguramente decidirá culminar su ciclo formativo, beneficiándose de un proceso de actualización ayudando a la universidad en ese sentido y pueda observar su función socio-laboral y ponga al día sus programas y contenidos de acuerdo con lo que está pasando en Colombia y en el mundo.

En las Instituciones de Educación Superior-IES del país existe una constante de estudiantes que culminan su proceso formativo de manera exitosa, pero dejan pendiente la opción de grado por varios motivos.

En este contexto, la Fundación Universitaria Empresarial de la Cámara de Comercio de Bogotá - Uniempresarial valora profundamente este esfuerzo que tanto las familias como los estudiantes han llevado a cabo para que se pueda cristalizar su anhelo de ver culminada de forma exitosa su carrera, consecución de su título. Por eso, crea esta amnistía, por esta única ocasión, para que los estudiantes que se acoja a esta opción obtengan su título.

Lo que se busca es facilitarles a estos estudiantes recibir su diploma como profesional o especialista en un tiempo razonable a través de un Diplomado de clase mundial que una vez es finalizado exitosamente, los habilitará para llevar a cabo los trámites administrativos, relacionados con los derechos de grado. Es una inversión mínima de tiempo y recursos, frente a las grandes oportunidades que les brinda tanto académica, por su actualización, como profesionalmente porque el título abre mayores posibilidades de acceso y crecimiento en el mercado laboral.

Este diplomado cuenta con ponentes expertos de talla internacional, académicos consagrados, referentes en su campo, precisamente por las connotaciones que este diplomado tiene para estos estudiantes. Sin embargo, por esta misma razón, por los docentes y su nivel académico es un curso ideal para actualizar conocimiento de profesionales y empresarios en donde no solo obtendrán conocimientos, sino que tendrán las herramientas para aprovechar las oportunidades y responder a las contingencias de este nuevo orden económico, político y social.

 

 

La educación de hoy invita a reflexionar e inclusive a rescatar valores formadores del ayer porque otrora los estudiantes tenían como gran meta el conocimiento, eran tiempos de lectura máxima, una formación apoyada en la hermenéutica y el pragmatismo, muy responsable y dada a forjar profesionales de la mayor confiabilidad. Hoy la gente literalmente sale a las carreras, con poco análisis y sin el aprendizaje requerido, se perdió la disciplina y la exigencia, sin embargo muchos egresados, de esos que piensan más en la fiesta del grado y en el traje, llegan al mercado laboral en donde consecuentemente se van a estrellar porque van aperados de todo a las entrevistas más no provistos de conocimiento, un caos para el entorno laboral que pide a gritos grandes profesionales en los actuales tiempos de cambio e innovación.

Los estudiantes del ayer fueron conscientes de su estricta formación, llegaron a convertirse en el mejor producto, pero hoy tristemente las nuevas generaciones salen casi que improvisando sus afinidades de grado a monetizar un conocimiento en algunos casos inexistente.

Como en todos los temas evolutivos, razonó Pinto Saavedra, en ocasiones y con el paso de los años, el ser humano tiende a ser un poco más pesimista hacia el futuro y optimistas hacia el pasado. Expresó que sin duda hay una nostalgia que conduce a un a pesadumbre y a un escepticismo extendido en la posmodernidad de los sentimientos son de una apuesta más compleja hacia el futuro, hay tendencias por ejemplo muy fuertes por la no procreación y una cantidad de manifestaciones que pueden dejar atónitos a muchos.

 

“La guerras hacen un gran daño, la crisis de la paz global, los conflictos en los religioso y otros factores actúan como desestimulantes de un compromiso de largo aliento con el devenir, pero al mismo tiempo hoy la tecnología nos permite abarcar muchos más planos, una persona de 22 o 23 años que hace 40 años tenía un muy buen conocimiento, buena formación en su campo de actividad profesional y un entendimiento con su realidad cercana, local, regional y aún Latinoamericana, pero a la fecha no es extraño que un estudiante de 23 años tenga tres o cuatro idiomas encima, conectividad universal, relacionamiento internacional y con un acceso a planos de conocimiento que para nosotros eran vedados”, apuntó el Rector de la Uniempresarial.

 

Insistió el versado que el objeto de conocimiento ha crecido, pero también los medios para manejar un espectro mayor. Consideró que el gran problema es que la sociedad posmoderna tiende a reemplazar el conocimiento por la información y ahora el país y el mundo están en el debate del desarrollo de las tecnologías versus la libertad humana porque la tecnología per se permite una gran posibilidad y al mismo tiempo generan cuotas muy altas de alienación, a veces, francamente, de depresión pues es claro que en el tema del cociente intelectual hay niños que entran en la fiebre de las redes y la tecnología haciendo que su capacidad cognitiva sea inferior a la de niños educados décadas atrás.

 

 

En el otro plano y dependiendo del uso que se hace de la tecnología, dijo Juan Alfredo Pinto, también se encuentran grandes bondades pues el gran tema es encontrar que el hombre no pierda la rectoría de la tecnología o de la información, que no termine subordinado a ellas, sino que mantenga la supremacía en el buen uso de lo que son.

Para el contertulio, si bien la inteligencia artificial puede ser una amenaza en algunos campos por todo el tema de robótica y automatismo que empezó de hecho a desplazar mano de obra, para el caso de la intelectualidad y de quienes escriben el asunto no afana porque a la computadora no se le pone la carne de gallina, una alusión a la sensibilidad humana que no es fácilmente incorporable en las nuevas propuestas tecnológicas, aclaró que todo lo relacionado con la nube no es otro manejo que Big Data, es decir datos que permiten muchísimo conocimiento que los seres humanos no son capaces de procesar, de todas maneras, indicó, no es generación de un conocimiento nuevo o sin fuente sino el resultado de un cruce continuo de muchos datos.

A juicio de Pinto Saavedra el gran tema es si el hombre puede preservar esa rectoría y no termina subordinado a ella, lo que depende, aclaró, de que la educación sea un instrumento donde juegue y se aplique, como es el caso de la Uniempresarial, la declaración de principio porque existe todo el propósito en el alma mater de practicar el humanismo digital.

 

“Sigo creyendo en la institución universitaria que es una de las grandes compañeras de ruta del conocimiento en todas las épocas y en el último milenio fue, como lo concebimos en occidente, la encargada de hacer unas aportaciones extraordinarias desde el medioevo con la escolástica, un cambio muy importante, luego la ilustración, las revoluciones industriales así como sociales, la construcción de lo atómico, la automatización y toda esa tendencia de las tecnologías informacionales, espaciales, de vanguardia, de la bioeconomía y la economía digital, realidades que le han significado desde la universidad un potencial enorme para el hombre, pero la universidad, antes cada 150 años, ahora creo que cada 30 está interpelada pues se le exige que haya más pertinencia de los saberes, se le pide que las respuestas científicas atiendan necesidades sociales y se constriñe a que la sociedad tenga más predicción, que pueda ser más anticipada puesto que el Covid-19 fue un campanazo de cómo puede pasar algo tan grave y la institución encargada del conocimiento no tenga más anticipación, igual es inexplicable cómo puede pasarnos que no gravitemos lo suficiente en un tema como la consciencia del asunto climático del globo y el riesgo que este trae consigo. Estamos advertidos de los temas de la industria bélica, de los conflictos, de los desencuentros religiosos y avisados para contrarrestar la superstición y el desconocimiento, muchas veces cargado de emociones perversas y de manipulaciones, luego se le pide a la universidad en general que haga más, pero estoy seguro que la universidad se esfuerza, hace más, pero lo cierto es que en este momento recibimos el llamado, necesitamos más alumnos y no clientes porque nosotros no producimos mercancías homogenizadas sino que trabajamos por individuos porfiados, creativos y complejos que suman traumas y satisfacciones, en síntesis, el sentir de todos los que están en la pedagogía”, declaró el excelentísimo Rector.

 

Manifestó que por eso cuando se hace el programa en Uniempresarial para darle alternativas a la gente que un día no se graduó y que merece graduarse, se le recuerda a la población que ahí está la universidad, respondiendo y diciendo que aún se puede hacer una síntesis entre pasado y futuro y que de hecho se puede ayudar a reducir la incertidumbre abriendo el vademécum de posibilidades a la gente y a los jóvenes porque para todo hay remedio más en la búsqueda del porvenir.

Preguntas, surgen en cantidades, una ¿habrá robótica dictando clases?, ¿seguirá el desplazamiento de trabajo y oficios por las propuestas autónomas?, ¿la maquina se impondrá sobre la humanidad?

 

 

De otro lado, hoy hay una crisis manifiesta en la educación y prueba de ello es que se gradúan ingenieros a los que se les caen los puentes, abogados expertos en deshonestidad y trasgresión de la Ley, médicos poco confiables y hasta comunicadores carentes de intelecto y alejados de la probidad, ello por citar uno pocos ejemplos. Hay posiblemente una dificultad en la enseñanza paralelo a amenazas y virtudes, una mixtura extraña en donde hacen convergencia aspectos que impactan al estudiante generándole inclusive dilemas e inseguridad sobre todo a la hora de tomar decisiones.

En su análisis, Pinto anotó que por fortuna hay muchas formas de enseñanza que hoy derivan hacia esquemas de autoaprendizaje y automatización o sencillamente de que la propia transmisión de la información bajo ciertos preceptos de organización se vuelve un instrumento utilitario y puede ser hecho por máquinas, una tendencia creciente que va acompañada con el cambio de muchas profesiones.

Para no ir tan lejos las poblaciones de abogados que en otros tiempos se contrataban para responder inquietudes de las comunidades en casos puntuales de concesiones, no son necesarias por la eficiencia de la inteligencia artificial que manejan decenas de miles de respuestas para esas quejas más o menos estabilizadas y aún con cierta capacidad interpretativa, lo que sugiere desempleo en profesionales del derecho y algunos oficinistas. De todas maneras, aclaró el Rector de la Uniempresarial, aparecen igualmente todo tipo de oportunidades en el escenario que disparan marcas, producto y servicios, el trabajo de muchos mercaderistas y otros profesionales, pero también de gente haciendo manufactura, es decir el entorno tecnológico por un lado deprime actividades y por el otro hace que aparezcan nuevas actividades, algo parecido a eso que dicen en Colombia, “el que peca y reza empata”.

El tema, añadió Pinto Saavedra, sin duda es convergencia y sensatez, términos que incluso llevan ya con el paso de los años a analizar el fenómeno chino, criticado con cierta razón porque ha tratado de convertirse en una presencia demónica en la manufactura del mundo, pero a veces sin motivo habida cuenta que es la nación que ha sacado de la pobreza a más de 700 millones de personas.

Pinto evocó la frase aquella de Mao Zedong expresidente de la República Popular China y fundador del Partido Comunista de ese país, él decía, “procuremos que lo antiguo sirva a lo nuevo y lo extranjero a China”, mensaje que según el experto vale para Colombia porque en el plano local debe pensarse que lo antiguo puede servir a lo nuevo y lo extranjero a Colombia.

Con el diplomado ofrecido por Uniempresarial concebido desde el conocimiento y la exploración sistémica brinda una visión vital que aproxima el espíritu universitario con los cambios en curso y al examen de señales contradictorias entre libertad y seguridad, asuntos regionales y demográficos, información, tecnología y humanismo, entre otras.

 

Procuremos que lo antiguo sirva a lo nuevo y lo extranjero a China

 

El connotado economista y hombre de letras asegura que hay explicita una mirada macroscópica que define el objeto del estudio y complementación. Es el diplomado será posible analizar y comprender el nuevo mapamundi, totalmente diferente, con una influencia de dos grandes potencias emulando por una supremacía que el resto del mundo no acaba de aceptar, un grupo de naciones construyendo un nuevo multialineamiento con potencias intermedias, un número significativo de países emergentes y naciones declinantes poseedoras de influencias no residuales, un ajuste progresivo de corredores económicos y cadenas globales de valor y un ciclo pospandémico que muestra reactivación pero, a la vez, una profunda desigualdad en la capacidad de hacer frente a las devastaciones de origen sanitario y climático.

No menos importante será la lectura de los bancos centrales que siguen perdiendo protagonismo y su papel como emisores en tanto que la rotación de los activos financieros en el mundo responde a otras lógicas, posiblemente alejadas o no determinadas por las bancas centrales, otro asunto, dijo Pinto, es la regulación o liberalización de las criptomonedas.

 

 

Hay un problema que pide solución ya que existe más de 5.000 millones de personas hoy gobernadas por 11 autócratas en el mundo, una crisis democrática y un esquema de democracia echado a perder, carente de contenido, otra tendencia que invita al análisis y la exploración, todo posible con el diplomado ofrecido por Uniempresarial que busca proveer un conjunto de competencias a los jóvenes profesionales y múltiples opciones de alcanzar una alta correlación con el sentido de la historia, serán los estudiantes, dijo el Rector del Alma Mater, llamados de manera privilegiada a vivir con pensamiento y respuestas propias, generosidad, aportación y fuerza creativa.

Esta opción de grado llega en un momento ideal frente a la incertidumbre geopolítica, la crisis de los mercados, amenazas de recesión y una asustadora crisis de liderazgo en Colombia y el globo. El debate y el conocimiento sobre los hechos sociales no puede seguir siendo un tema de minorías.

Hoy no hay crisis de conocimiento, dijo Pinto Saavedra, pero si crisis de apropiación del conocimiento de donde salen tremendas discusiones, hoy anotó avanza la genética, la terapia génica, el mundo biotecnológico, la biomedicina que avanza positivamente más no la democratización de esos saberes, hay líos con la protección de la biosfera, crece la economía circular, pero no así la protección del patrimonio natural, hay avances en oceanografía, en misiones y estudios, pero no se controla el deshielo, cada vez se aprende más del Amazonas, pero día a día se devasta la Amazonía, no hay consciencia planetaria y se desconoce que está en juego la vigencia de una quinta parte del agua dulce de la tierra, los problemas están identificados y soluciones hay, el meollo es si la humanidad es capaz de comprometerse con la vida en todas sus expresiones. Como diría el borracho, frente a tantos escenarios hay un “trilema”.

 

Formación, siglos de historia

 

 

La educación, esencial en la buena vida de los seres humanos y la escuela como centro de aprendizaje y conocimiento tiene sus orígenes en la antigua Grecia puede decirse que fueron los helenos los precursores de la formación y estructura de niños y jóvenes en el mundo occidental. Todo empezó con el famoso poema de Homero, La Ilíada y La Odisea, el asunto era exaltar héroes, aprender sobre ese legado literario, pero igualmente instituir la competencia a través del deporte, de hecho, el pueblo espartano basaba su educación en entrenamientos bélicos y disciplinas deportivas.

En Atenas el cuento era otro, se acudía a centros de enseñanza sobre la base de la Kalokagathia, locución griega que fue muy común en sus grandes escritores, ellos enmarcados en un periodo clásico y de mucha inquietud intelectual que conllevaba a articular aspectos morales, de comportamiento y nobleza todo sobre aspectos militares.

La expresión escuela viene del griego milenario, exactamente del latín schola que inicialmente se relacionaba con sosiego y tiempo libre y que con el tiempo mutó hacia esas actividades que bien vale la pena desarrollarlas, un tema interesante porque de allí derivó la palabra estudio como desacuerdo con los juegos, ello en tiempos de Platón y Aristóteles.

 

 

Es bien sabido que en el tiempo helenístico fueron creadas bajo estos preceptos las escuelas filosóficas algo que con el pasar del tiempo le abrió paso a y significancia al llamado centro de estudios, algo que más tarde se volvió educación primaria, secundaria y universidad.

La crianza y formación de niños se conoció como paideia, sus estudios iniciaban a los siete años de edad, momento en que los pequeños eran instruidos por un didaskalos equivalente al maestro. En los añejos tiempos de la antigua Grecia hubo dos tipos de escuelas, una, la palestra en donde fue usual el aprender a domar o someter animales y a potenciar a los niños en deporte, el segundo modo educativo fue llamado didaskaleion método con el que se aleccionaba a los menores para que conocieran las letras, igual aprendían de escritura, lectura y aritmética.

En la época fueron comunes las tablillas de cera en las que se escribía con un trozo modelado de madera, fue usado el papiro y los libros consultados fueron los de poesía, básicamente los que tenían versos, básicamente los poemas de la epopeya griega la Ilíada con 15.693 versos que implicaban rapsodias, 24 en total, cantos que plasmaron con finura la furia de Aquiles en esa narración majestuosa de la Guerra de Troya.

La educación en la Antigua Grecia estuvo destinada solamente a niños, en esos sitios de considerable cultura en donde las letras y la música era una opción excepcional y predilecta, exclusividad de las familias ricas y nobles, el saber fue un derecho destinado a la aristocracia y a las personas más sobresalientes. Las niñas ni tuvieron acceso a la escuela y fueron formadas para atender los hogares. Sin embargo, en el siglo IV antes de Cristo determinadas ciudades abrieron escuelas para niñas.

Eran tiempos retadores, la educación se consolidaba como la herramienta esencial de poder. Los disciplinados sofistas le dieron un vuelco a la educación ya que consideraban que los jóvenes tenían que ser educados para el Estado y las políticas urbanas, lo que demandaba fortalecerlos y formarlos sobre bases sólidas de discusión, debate y argumentación.

Los sofistas son recordados por ser un grupo de maestros y estudiantes dedicados de lleno a la retórica o a la destreza de la alocución, una experiencia muy dada en la cultura de Atenas en donde los grandes discursos retumbaron entre los siglos V y VI a.C. Los sofistas fueron instructores muy particulares que ponían al servicio del aprendiz métodos propios en donde las reglas no existían. Al aparecer Sócrates el asunto cambia al considerar que la virtud, el conocimiento y la verdad pondrían tajantemente el punto final a la educación y al hombre.

 

 

Los romanos se inspiraron en Grecia para instaurar su escuela pues la vieron como el gran modelo a seguir ya que contaba con una cultura clásica a la medida del conocimiento. Roma impuso políticas novedosas en materia de formación, la escuela se creó en el imperio de los césares con un perfil público. Siguiendo con la antigua Roma, la educación iniciaba a los siete años con un nivel llamado ludus por conducto de un profesor denominado ludi magister, en las edades que oscilaban entre los 12 y los 16 años los alumnos fueron a donde el maestro conocido como grammaticus y aquellos que estaban en rangos entre los 16 y los 18 años recibieron conocimiento con el llamado retor quien se acompañaba de un experto en estudios superiores.

Cabe anotar que con un dominio cristiano que se opuso a la formación clásica, tomó fuerza la educación religiosa por medio de escuelas conventuales que proliferarían en plena Edad Media, tan así es que esa doctrina, el igual de unir pensamiento filosófico con el teológico para entender y expresar las revelaciones sobrenaturales en el cristianismo le dio vida a la escolástica una disciplina que surge entre los siglos XI y XV en el occidente de Europa.

Hablar de educación implica sacudir los empolvados manteles de la historia y viajar por múltiples culturas y pueblos antiguos ya que la educación marcó el derrotero del conocimiento aplicado a la política y la economía lo que incluye el inveterado comercio, pero igual al manejo comunitario, la equidad y las estrategias bélicas, desde luego fue el saber el gran insumo del desarrollo y de la formación de identidades étnicas condensadas en cultura, pensamiento e historia. La formación académica fue un proceso espectacular en India que arranca posiblemente en el año 2000 a.C con las migraciones que llegaron de Asia Central a los bordes de los ríos Indo y Ganges, igual en China en donde Confucio marca un hito en enseñanzas, ni que decir de Egipto, cuna cultural y de la enseñanza, pueblo milenario que no solo dispuso de todo un tratado sobre las pirámides, los escritos en tumbas y sarcófagos así como el Gran Libro de los Muertos que se supone es la primera reseña de educación egipcia.

La educación faraónica es un capítulo sumamente grande, el conocimiento fue un gran activo en esa cultura ya que quien no leía o estudiaba era tildado de bestia, término que al parecer heredó Colombia en muchas de sus regiones. A criterio de los egipcios el no tener las letras como parte de la vida ponía al sujeto iletrado al nivel de un animal de carga.

 

 

Es por eso que la Casa de la Instrucción, nombre de la escuela en Egipto, se mostraba como un puente entre los estudiantes con el honor. El éxito y la fortuna. Generoso e interesante fue el pensum o plan de estudios, allí se instruía sobre religión, escritura, cálculo, natación, gimnasia, urbanidad, religión, lectura contabilidad, dibujo, geometría y redacción literaria, en algunos episodios se enseñaba sobre música y buena higiene, el ir de la escuela elemental a la superior exigía un riguroso examen.

La educación Hebrea inició al interior de la familia pues la escuela como tal fue una institución que tardó en llegar y afianzarse. Elk aprendizaje se apalancó en dos métodos, repetir y revisar, en sus tres reconocidas escuelas, Migrar, Mishnath y Guemara la base de la enseñanza tuvo un componente estrictamente teocrático.

En su educación, que arranca en momentos en que los niños comienzan a hablar, los hebreos tuvieron como esencia a un único Dios, Yahvé, el espíritu limpio, intacto y natural creador de todo lo que existe. Dentro de las metas pedagógicas hebreas estaba el moldear personas llenas de virtud, honestas y compasivas, todo este sistema de formación sobre pilares de probidad y credo buscaban eran herencias dogmáticas que iban de generación en generación.

Un capítulo especial merecen los sumerios que en Mesopotamia fueron vanguardistas, creadores e innovadores. Los investigadores han hallado tablillas que datan de los años 1500 y 2000 a.C con tareas o labores propias de la escuela, en esos registros es posible ver escritos de los maestros haciendo precisión sobre el centro de educación, objetivos, programas, pero también claridad sobre la conducta de formadores y alumnos.

En Sumeria existió una escuela totalmente profesional que tenía como objetivo formas escribas, personas con reconocida intelectualidad que tenían funciones secretarias, en Egipto tenían toda la confianza cuando de inscribir, clasificar, copiar y contabilizar se trataba, para ello los ilustrados acudieron a diferentes tipos de escritura. En el pueblo sumerio los estudiantes eran hijos de la clase alta y pudiente, los educandos fueron llamados “hijos de la escuela” y el maestro o profesor, conocido como ummia era aclamado como “padre de la escuela”, solemnidad que operaba con su auxiliar o mano derecha, el “gran hermano” a quien se le encargaba revisar las tareas, pero hubo otras prefecturas que controlaban el ingreso y la asistencia a clases, eran también vigías de la conducta y en ocasiones los llamados a castigar con látigo a los amigos de la desobediencia.

La escuela sumeria dio mucho de qué hablar, superó todas las metas profesionales, logró acreditar verdaderos sabios, gente erudita de gran capacidad y egresados con tremendo apego a la ciencia. Los sumerios no ahorraron en sus maestros, llegaron a tener académicos permanentes que enseñaron matemáticas, lingüística, teología, mineralogía, construcción literaria, botánica, gramática y zoología. Fue una escuela totalmente avanzada, pero dura y de muchísima exigencia, algunos la ven como la universidad de la época, solo que sus alumnos no la pasaron del todo bien por unos métodos rigurosos y hasta inhumanos, el hecho de hablar en clase, ausentarse del salón, levantarse sin la debida autorización y el no aprender la lección, implicaba recibir una buena cuota de látigo, una razón de peso para que muchos en ese tiempo prefirieran ser bestias, pues no compartían el principio de que la letra con sangre entra.

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