Domingo, 11 Diciembre 2016 00:07

Urgente: Colombia avanza hacia una parálisis hospitalaria

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A estos centros de asistencia y de medicina especializada les adeudan 7.1 billones de pesos y lo grave es que el próximo año las EPS arrancan con un déficit negativo de 5.5 Billones de pesos. La red hospitalaria está reventada y no aguanta más.

Esta semana que terminó, el tema destacado fue sin duda el estado calamitoso del sector salud y de la triste realidad de las clínicas y hospitales que hoy están en quiebra con cargo a una deuda que no pagan las EPS y que el estado no procura remediar con medidas de choque. La situación es tan delicada y apremiante que este gremio pidió a gritos un revolcón en el sistema de salud, porque de lo contrario las puertas de los sanatorios, por no tener viabilidad técnica y financiera, podrán cerrarse.

En diálogo con Diariolaeconomia.com, el presidente de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas, ACHC, Juan Carlos Giraldo, indicó que desde hace un par de años el gremio ha venido advirtiendo que tal y como van las cosas, con el lamentable comportamiento de muchos de los pagadores dentro del sistema de salud y con todas las dificultades existentes, el país avanza hacia una parálisis hospitalaria.

Dijo que en un estudio adelantado por la Asociación hace un año, preocupantemente se encontró que ya hay destrucción de empleo dentro del sistema de salud o cual es visible con el retiro de personal de la planta hospitalaria e inclusive un siete por ciento de los gerentes dieron el parte de que ya se estaban cerrando servicios, básicamente en consulta externa, laboratorios y ciertos tipos de consultas.

“Si esto no se resuelve hoy, esa cifra va a crecer en el inmediato futuro y es por ese motivo que hoy estamos en alerta naranja pasando a roja y en algunas regiones la alerta ya es roja, luego hay que intervenir de manera inmediata y es un tema tan grave que es de campaña presidencial porque en el corto plazo hay que hacer las transiciones, ayudar al ejecutivo en el plan de choque y seguir buscando mecanismos temporales, pero el remedio verdadero y efectivo es una reforma estructural al sistema, la misma que no se ha hecho y dicha reforma debe hacerse desde el primer día del siguiente gobierno, razón más que poderosa para que los nacionales les pidan a sus candidatos planes concretos, no eslóganes sino componentes tangibles de lo que será el sistema de salud en un eventual mandato de los candidatos”, declaró el presidente de la ACHC.

El asunto es muy delicado, sostuvo, y aseguró que hay sitios en donde la parálisis es inminente como es el caso de regiones de la costa Caribe, en Valle del Cauca con la situación del Hospital Evaristo García, Antioquia que tiene afectada toda la red hospitalaria pública y privada con la problemática del mal funcionamiento de la EPS Café Sabia Salud.

Les dijo a los colombianos que si algo pasa en ese sentido, la culpa no es de las clínicas ni de los hospitales, razón que no entienden los funcionarios del ministerio de Salud porque no pueden pedir eficiencia micro al hospital colombiano que convive con un sistema totalmente ineficiente. Enfatizó, eso sí, que los hospitales y las clínicas siguen comprometidos con los colombianos al máximo porque continúan manteniendo la operación, actualizándose y dando el servicio con la mejor oportunidad y calidad. Para tristeza de muchos, los sanatorios hacen parte de un sistema que no ayuda a que las cosas funcionen mejor.

Dijo que el tema es tan de campaña presidencial y de compromisos reales que con la llegada de un posconflicto y con una paz duradera y sostenible podrían venir serios problemas en la asistencia de salud. La reforma, estimó Giraldo, es urgente y no da espera porque una persona enferma busca soluciones a como de lugar. Acotó que lo mismo pasa con el sistema de salud pues cuando se deteriora llega un momento en que no hay forma de contenerlo.

El profesional reconoció que es indudable que los candidatos presidenciales recibirán o heredarán una realidad en salud bastante difícil porque la reforma estructural no se hizo y quien llegue a la Casa de Nariño la tiene que sacar adelante gústele o no porque sencilla y llanamente la salud no da espera.

Crisis demanda revolcón en el sistema de salud

A criterio del presidente de la ACHC, la situación del sistema de salud es tan delicada que urge de un verdadero revolcón el cual demanda celeridad, unos cambios radicales y básicamente voluntades que infortunadamente es de lo que se adolece en este momento, sin desconocer que el gremio ha hecho un trabajo conjunto con el actual gobierno en lo que tiene que ver con planes de choque y presentación de reformas financieras en favor del sector y de los pacientes a instancias del Congreso de la República.

“Realmente se necesita más que eso porque cada una de esas soluciones, si bien las apreciamos, encontramos que son soluciones parciales y temporales, es decir que llegue una adición presupuestal o que llegue el recurso del IVA u otros dineros adicionales, mitigarán en algo la crisis sectorial, pero en el mediano plazo vamos a volver a lo mismo. Nosotros sí creemos que aquí debe haber una revolución o un revolcón en el tema de salud que traería varios componentes pues no sale adelante con una sola propuesta que siendo integral no aborde temas puntuales”, anotó el señor Giraldo.

Aclaró que la revolución exitosa no se logra, por ejemplo, haciendo solamente atención primaria o edificando más hospitales pues debe haber algo muy coordinado. Sostuvo que dadas las condiciones tiene que haber una revolución en la salud pública del país, razón por la cual hay que salir a buscar a la gente sana y evitar que la gente se enferme y controlar la enfermedad en sus primeros instantes, es decir apelar a tratamientos inmediatos y oportunos lo cual se conoce como atención primaria en salud en sus diferentes niveles.

Agregó que hay que hacer que la base del sistema resuelva los problemas y que los médicos generales tengan más capacidad de hacer cosas de nuevo, que los hospitales de provincia sean capaces de controlar y manejar adecuadamente la salud de sus poblaciones, esa es la base del sistema, la atención primaria en salud.

Giraldo aseveró que de igual manera el estado debe reformular lo asistencial y hacer que los hospitales y las clínicas se articulen para ofrecer sus servicios y puedan medir así en qué es mejor el uno del otro para organizar una adecuada prestación de servicios para la población, que rodee a los ciudadanos porque en opinión del dirigente, Colombia no puede seguir en un mundo en donde la población corre detrás de los contratos que tienen las EPS para que los puedan atender toda vez que en el las sociedades desarrolladas el asunto no funciona así. Recalcó que sin duda alguna tiene que haber un sistema centrado en el paciente y con unas redes integrales que integren o amparen a la población.

Inaplazable meter en cintura las EPS

Para el galeno, Juan Carlos Giraldo, el tema de las EPS y cómo manejar el tema invita a razonar que debe subsistir un papel de agencia en donde haya un coordinador logístico del sistema de salud, pero reformulando el papel de las EPS porque estas entidades no pueden seguir manejando los dineros de la salud pues hay que remunerárseles por la administración que hagan del sistema y después que logren propiciar unas atenciones deben ser remuneradas, solo que no como hoy en donde se les da toda la masa monetaria de la salud por anticipado lo cual incentiva el NO hacer.

El problema de los anticipos, dijo Giraldo, ha generado estímulos no solo a no hacer, sino a evitar, a tratar de disminuir, a negar cosas, prestaciones, barreras y una serie de comportamientos irregulares que en el día a día lo usuarios los están viviendo y observando, tema que invita a cambiar de manera radical.

Sobre el cuarto nivel, el vocero dijo que debe haber un asegurador central que sea quien recaude todo el dinero de salud y haga los giros directos para evitar que haya tanta intermediación, tantos costos de transacción y tanta corrupción. Por lo anterior, expuso, deben automatizarse los procesos de flujos de recursos dentro del sistema de salud.

Un quinto elemento que no puede omitirse tiene que ver con el tema de la integración vertical que no es más que la propiedad que ejerce una EPS sobre sus activos hospitalarios o IPS, es decir en donde la gente es atendida dentro de un circuito en dónde todas son entidades propias de la EPS.

“Nosotros creemos que no hay nada que defienda más la seguridad en la atención de la población que un hospital independiente que esté en capacidad de determinar que requiere el paciente, a qué procedimientos hay que someterlo y que tecnología debe adquirirse. Cuando las decisiones están dentro del mismo circuito de propiedad de otra entidad como una EPS, es muy posible que los incentivos y las decisiones estén girando más en torno al tema netamente financiero que al tema asistencial y de calidad en la prestación. Por eso decimos, bienvenidos todos los actores, pero que cada uno se especialice en el rol que le corresponde porque las mezclas llevan a conflictos de intereses que usualmente se resuelven en contra de la población”, afirmó.

La ley 100 nació incompleta

Sobre la ley 100 o de Seguridad Social, el dirigente gremial dijo que la propuesta fue una buena idea, pero aclaró que está necesitaba una rectoría fuerte por parte del gobierno así como una vigilancia y control intensa sin dejar de lado que requería una mejor administración de los recursos y una implementación que garantizara el cumplimiento de todos los supuestos y pronósticos para tener mejores resultados, infortunadamente, subrayó, muy poco de lo supuestos se cumplieron porque el crecimiento económico no se dio como se esperaba, lo propio pasó con las expectativas de disminución del desempleo y la incorporación de un papel fundamental que es lo que se conoce como la gestión del riesgo apenas se está dando, haciendo que los resultados no sean buenos.

La enseñanza para el país, comentó, es que no basta con un diseño teórico bueno porque la vida real está compuesta por acciones, por actitudes y por cumplimientos que hacen las instituciones que si no se hacen de manera voluntaria, se tienen que obligar con excelente vigilancia y control. “Eso no pasó aquí, de ese aprendizaje se tiene que pasar a un sistema que construya sobre los logros como por ejemplo la cobertura y la solidaridad entre pobres y ricos dentro del sistema, pero que elimine todos los componentes que sobran y que traiga unos nuevos dedicados a cumplir con lo que tienen que hacer.

Actualmente Colombia cuenta con 1.800 centros de asistencia médica entre hospitales y clínicas, precisando que la mitad de estos son 50 por ciento públicos y 50 por ciento privados. La mayoría de los públicos, explicó, son de baja complejidad, es decir el pequeño hospital de los municipios. Los privados, en lo que clasifican clínicas de las grandes ciudades, son de alta y mediana complejidad. Sumando la oferta de clínicas y hospitales da un total de 75.000 camas en Colombia es decir 1.7 camas por cada mil habitantes lo cual está por debajo de los estándares internacionales.

Reiteró que no todos los problemas de la salud se resuelven construyendo más hospitales y aumentando la oferta de camas porque todo eso se evita con un sistema que contenga la carga de la enfermedad en sus momentos de inicio porque de lograrse el número de clínicas y hospitales serían más que suficientes.

El presidente de la ACHC dejó claro que al ritmo al que va el país con el crecimiento de la enfermedad, no habrá recurso que alcance y por ello insistió en que hay que hacer una reforma a la estructura del sistema de salud.

Con desmovilización guerrillera hay que potenciar el sistema

La Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas, ACHC, dijo que con la desmovilización de los grupos armados se hace perentorio repotenciar la salud en las zonas rurales porque habrá de hecho una mayor población que atender.

Indicó que de lo poquito que hay en los acuerdos de paz sobre salud es el tema de las comunidades rurales y por eso consideró consecuente hacer un reforzamiento de algunas de las infraestructuras para la atención de la población campesina.

Aclaró que la nueva demanda no requiere de un sistema especial para los excombatientes pues por el contrario estos deben ingresar como ciudadanos de primera categoría que estén a la par con un sistema igualitario para todos los colombianos.

Superávit de médicos 

Juan Carlos Giraldo dijo que sin duda hay un número considerable de médicos en el país, escenario que se ha prestado para desmejorar los servicios y para remunerar muy por debajo del costo real el salario de las profesionales de la salud. Aseguró que en principio hay una explicación obvia y es que hace 30 años Colombia contaba con veinte facultades de medicina, actualmente ese número creció a sesenta redundando en un creciente número de egresados año tras año.

Hace treinta años, comentó, la medicina general tenía las competencias y los recursos para resolver gran parte de la casuística de la población, hoy este sistema ha virado y ha convertido el asunto en un tema mucho más especializado.

“Hay que repotenciar el papel del médico general. Hay algunos que consideran que deberían especializarse en medicina familiar. Lo que sea se tendrá que hacer para mejorar y de allí vendrá, con una mejor distribución de ese recurso humano, una mejor remuneración, pero si todos aspiran a estar en los grandes núcleos urbanos lo más obvio es que el ingreso de los médicos no será el más favorable”, afirmó.

Añadió que el abordaje necesita ser dado desde muchos puntos de vista, es decir desde la formación, desde las capacidades adquiridas y desde los sitios de práctica y de trabajo. Esos puntos hay que tocarlos y reformarlos para poder tener mejores resultados.

En síntesis, la salud en Colombia está como muchos dirían, ya como frase de cajón, en cuidados intensivos, pero la realidad es que el paciente se complica y el monitor cardiaco empieza a mostrar una línea recta, y acto seguido a activar una alarma prolongada que anuncia un nuevo deceso, en este caso el de las clínicas y hospitales porque entre otras cosas se les terminó el oxígeno financiero.

 

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