Nuevamente soplan vientos de crisis en Europa, puntualmente en la llamada Zona Euro en donde ya hubo tremendos líos, esos que se presentaron en 2007 como consecuencia de la crisis financiera de Estados Unidos que llevó importantes entidades bancarias a la quiebra por todo lo que representó el reporte de activos de precaria calidad “subprime” en el sector inmobiliario. En ese tiempo la dificultad era grande por los apuros con deuda soberana, con los bancos y la misma economía que entró en un descenso vertiginoso.
Entre 2009 y 2016 en Europa se alinearon todos los planetas y la economía experimentó un verdadero caos, la suma de problemas conllevó a que algunos países de la Eurozona entraran en agudas crisis, a tal punto que no pudieron refinanciar su deuda pública.
El asunto sin duda se veía venir, en el ocaso de 2007 el elevado nivel de deuda pública y privada en Europa, pero igual en todo el mundo hizo que los inversionistas y los agentes económicos empezarán a vislumbrar malos ratos, un escenario que generó temor y mucha prevención más si se tiene en cuenta que las calificaciones de crédito en las acreencias gubernamentales fueron bajando y rajando a muchos debido a que el inconveniente no fue uniforme sino que se ajustaba a los problemas de cada nación, fue entonces usual ver la famosa “burbuja inmobiliaria” que terminó yendo a la deuda soberana, un asunto serio que obligó al famoso de rescates de algunas economías con inyecciones de capital porque los bancos estaban en bancarrota, la economía era endeble y muy sensible.
En los inicios de 2010 los problemas aumentaron en Europa y por eso en común acuerdo el nueve de mayo los ministros de finanzas le dieron el sí a unos apoyos, se trataba de un rescate por 750.000 millones de euros, todo para llevar tranquilidad y sellar el sosiego financiero de Europa. En ese momento nace el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, FEEF.
Fueron épocas muy duras, Grecia se desplomaba en todos sus indicadores y la sociedad helena se desesperaba, el rescate llevó tranquilidad, pero los trabajadores y la nación no querían terminar empeñados bajo un régimen distinto al que siempre llevaron. Las autoridades económicas y monetarias actuaron, fue muy visible, la situación condujo a la creación del Pacto Fiscal Europeo que a su vez comprometió a los países del bloque económico a poner en funcionamiento una regla de oro presupuestaria en cada una de sus cartas políticas.
El ayer de la Eurozona dejó muchas enseñanzas y demasiados condicionamientos, no fue fácil para el Banco Central Europeo apagar el incendio y destinar en promedio 1.000 millones de euros para darle provisión monetaria a los bancos con mayor debilidad, el asunto fue muy grave y demostró que no todo en la globalización ayuda porque los trastornos internacionales fueron apareciendo como la peste negra en otras latitudes, para la muestra un botón con los menoscabos en los términos de intercambio, pues el quebranto redujo la capacidad de pago en las economías que sobrepasaron el nivel de deuda, abriendo muy fácil el paso a un trance bancario, una mala noticia para productores y empresarios de países con oferta exportable sin mayores opciones por la baja diversificación.
Los momentos están mostrando nuevas amenazas en Europa, los crecimientos están volviendo a terreno negativo y el optimismo en los analistas hace prever que las dificultades podrían retoñar, un asunto que no está lejano por la guerra entre Rusia y Ucrania, los precios de los commodities, los aprietos con los energéticos y en general la incertidumbre que vuelve a mostrar una Europa expuesta porque el mundo no está bien ya que siguen repitiéndose historias y capítulos que invitan a tomar una buena infusión de agua de yerbas para morigerar el sistema nervioso.
El presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior, Analdex, Javier Díaz Molina, le dijo a Diariolaeconomia.com, que en efecto hay alertas encendidas en el Viejo Mundo, una preocupación que no es nueva ya que viene desde el crecimiento desbordado de la inflación que llevó a los bancos centrales a subir tasas de interés, luego precios elevados y tipos de interés arriba, golpea a los consumidores y en consecuencia la demanda se viene abajo.
“Eso lo estamos viendo en Estados Unidos, Europa, en Colombia y en casi todos los países porque el fenómeno de la inflación fue generalizado. La buena noticia es que la inflación empieza a ceder como se aprecia en algunas naciones y eso lo lleva a uno a tener la esperanza de que en la medida que esta tendencia continúe, se puede pensar que los bancos centrales van a comenzar con la política de bajar las tasas de interés, sin embargo, eso no está todavía muy claro, las alertas por ejemplo, de la reserva Federal, FED, en el sentido de que Estados Unidos puede tener un recesión a finales de este año y arranque del próximo, deja muchas preguntas en el aire, una de ellas qué tan grave puede ser y cómo será su impacto”, declaró el señor Díaz Molina.
Según el dirigente gremial, algo que se ve en Europa es que algunos países, técnicamente, ya están en recesión, lo que hace pensar que la situación no está tan fácil como se proyectaba puesto que puede llegar a ser mucho más prolongado de lo que se creía y esa, dijo, es la preocupación porque no se resuelve rápidamente.
A criterio de Javier Díaz Molina, es indudable que la guerra en Europa oriental y sus impactos en el abastecimiento de materias primas, entre ellas el gas, eso, más los altos precios de los víveres y un golpe fuerte a la economía como un todo agudiza el problema y expone aún más a los europeos a una alarmante crisis. Según el representante de las empresas colombianas dedicadas al comercio exterior, el tema energético está dentro de las preocupaciones y los riesgos globales que ya se ven y que por la magnitud es un asunto que no se resuelve rápidamente, afectando a países como Colombia pues en la medida que la demanda internacional baje, las ventas al exterior se contraen como se empezó a observar desde diciembre del año pasado, no sobra recordar que las exportaciones tuvieron muy buen comportamiento y en el último mes de 2022 cayeron. En el primer trimestre de 2023, expuso, bajaron 7.4 por ciento y a abril descendieron a una tasa del 11,8, lo que lleva a concluir que hay una complicación en el entorno internacional que está golpeando al país y a la región.
“Si a eso le agregamos el tema energético, entonces la preocupación es mayor porque ese frente sin dinámica ni oportunidad de despacho igualmente golpeará a todos los países”, enfatizó el presidente de Analdex.
Zona Euro podría volver a UCI
Es notorio que el mundo no la pasa bien, antes de 2020 se hablaba de la posible llegada de una gran crisis, algunos economistas dijeron que dadas las condiciones de Estados Unidos y su endeudamiento más otras variables, el regreso de la Gran Depresión de 1929 podría repetirse. Si Estados Unidos, explicó Díaz Molina, entrara en serias dificultades, la economía europea volvería a la Unidad de cuidados intensivos, UCI, más con una Zona Euro no muy fuerte ya que en la medida que el fenómeno golpee a algunos países, particularmente pequeños, que no tienen la capacidad de salir solos de un aprieto, ahondará el asunto por los recursos que demanda un rescate.
La situación, subrayó Díaz Molina, ya la vivió el mundo en el pasado con Grecia, Portugal y otros países que forzó a otros estados a ayudar, una situación difícil que queda en la cabeza de los agentes económicos los cuales no descartan que eso puede volver a ocurrir, máxime con unas condiciones que no son para nada alentadoras.
Apuntó el directivo que los males de 14 o 15 años atrás están pasando factura en este momento porque se pensaba que los inconvenientes habían quedado en el pasado, y no es así porque siguen ahí presentes y amenazantes.
Un punto que llama poderosamente la atención es que países de América Latina están mostrando mejor crecimiento que muchas economías europeas. Para el caso de Colombia, ilustró el respetable dirigente, las previsiones de la economía local han ido evolucionando de manera positiva y basta con devolver la película a inicios de 2023 cuando se afirmó por parte de algunos analistas que el país no crecería más allá de 0.5 por ciento y en este momento, paradójicamente se contempla la posibilidad de llegar a dos por ciento, 1.5, quizás 1.8 por ciento, es decir que en medio de todo avanza por buenos linderos el peculio o caudal colombiano que sigue viendo un sector real comprometido e inagotable.
Régimen sancionatorio aduanero muestra progresos
El presidente de Analdex indicó que la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, DIAN, sacó una norma sancionatoria con bases en facultades que dio el Congreso de la República, pero consideró que al parecer se perdió una oportunidad de tener una regla discutida en las corporaciones legislativas, con audiencias públicas, en síntesis, un proceso mucho más democrático y ágil para construir leyes o estatutos.
“Eso se perdió, no hubo tiempo de discusión, de mirar buenas prácticas en otros países, hay que mencionar como Uruguay tiene un régimen sancionatorio de 29 artículos y aquí tenemos un estatuto tributario de 800 páginas, todo un problema que dificulta hacer comercio, insisto, se perdió esa oportunidad, ya salió la norma y tenemos que ver cómo operamos con ella, pero creo que de todas maneras siempre queda la puerta abierta para presentar un proyecto de ley en el Congreso para tener un régimen mucho más moderno. Habría que esperar que socialicen la nueva normativa que al parecer ya está lista y debe conocerse en los próximos meses para mirar si se intenta un nuevo ejercicio ante la rama legislativa”, puntualizó Díaz Molina.
Analdex lamenta que mucha gente quiere exportar, hacer la tarea de tocar las puertas del mercado internacional, pero se encuentra con demasiados cuellos de botella y unas sanciones estrambóticas por errores formales que terminan con multas de 40.000 y hasta 50.000 millones de pesos, muy superiores al patrimonio de los empresarios, un palo en la rueda a la hora de internacionalizar las factorías que ante ese panorama prefieren vender en el mercado local pues con los términos sancionatorios se puede perder el patrimonio y la Dian se puede quedar con todo.
En temas sancionatorios las metas pueden pasar del billón de pesos, pero debe dejarse claro que ahí están la parte tributaria y la aduanera, de todas maneras un tremendo problema para un país con serios apuros de competitividad. Lo delicado, especificó Díaz Molina, es que son errores formales en donde no se le pierde un solo centavo al Estado, luego surge otra pregunta, ¿de dónde salen esas multas?
En zonas francas, puertos y parques industriales la queja es recurrente porque varios hacen el ejercicio de querer exportar, pero se encuentran con demasiados obstáculos, un escenario que los hace abandonar la iniciativa para vender localmente, muchas veces en el andén en donde la rentabilidad es grande.
El presidente de Analdex señaló que es perentorio ver la forma como se privilegia la formalización pues desde su punto de vista, esas multas extravagantes alejan al empresario de la legalidad.
Finalmente destacó que el ejecutivo diseño una política de comercio exterior que invita a sentarse con Ministros y Presidente para ver de qué manera puede aprovecharse, y mirar en ese necesario encuentro, todo el tema de integración global con el sur y temas como agro y acuerdos. Agregó que la encuesta de Invamer que salió recientemente trae un dato y es que la gente ve con buenos ojos los acuerdos de libre comercio, 71 por ciento los ven como favorables al igual que la inversión extranjera, temas bastante positivos.