Domingo, 19 Noviembre 2023 00:36

Mal con los TLC, Colombia sigue siendo muy mala exportadora: Exministro

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Los tratados de libre comercio demandaron un esfuerzo colectivo e interesante que redundaron en un portafolio de comercio e inversión que el país debería capitalizar de mejor manera.

Colombia debutó con los tratados de libre comercio de gama alta el 15 de mayo de 2012 cuando despachó el primer barco con mercancías a Estados Unidos. Si bien se consolidó una relación comercial vetusta con el país norteamericano, lamentablemente Colombia no ha logrado la expansión de productos esperada en el mercado estadounidense, todo un desperdicio y al parecer un atrevimiento en vano.

Con la Unión Europea el acuerdo de libre comercio entró en vigor el primero de agosto de 2013, pero igual este logro fue un saludo a la bandera porque el país empresarial no hace mucho por venderle al mundo y Colombia se quedó en las exportaciones tradicionales, no son significativos los despachos de productos con valor agregado y los TLC, escritos con mayúscula se leen en minúscula, algo similar a su beneficio porque en definitiva Colombia no es una nación de vena exportadora, algo que logró desarrollar Chile con gran astucia, pero igual Perú, Ecuador, Argentina y Uruguay, los empresarios colombianos se rezagaron y se conformaron en lo profundo con el farolito, sin ímpetu, sin arrojo y tan solo concentrando la atención en el mercado local.

Quizás un lío grande fue el poco estímulo para el sector agropecuario al que se le dio una bofetada con las importaciones masivas de alimentos pagadas con los dineros del boom petrolero, pues a criterio de muchos, ese dinero debió invertirse en la reactivación de sectores agrícolas y en una sólida infraestructura para recuperar el terreno dilapidado en el frente exportador con la oferta campesina, cosa que no se hizo en un país de poco fomento y con un ADN rural guardado con mil candados en el cuarto de los reblujos o en la asustadora buhardilla.

Colombia negoció y cerró convenios comerciales también con Panamá, Venezuela, Chile, México, Mercosur, Triángulo Norte de Centroamérica, Alianza del Pacífico, Canadá, Comunidad Andina de Naciones, CAN, Chile, Corea, el caribeño CARICOM y la Asociación Europea de Libre Comercio EFTA.

 

 

En exministro de Comercio, Industria y Turismo, Jorge Humberto Botero Angulo, le dijo a Diariolaeconomia.com, que el esfuerzo por insertar a Colombia en los mercados globales fue interesante, una tarea que llevó a buen término su sucesor y desde luego los gobiernos de los presidentes Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos, labor exitosa en el momento que hoy permite contar con un portafolio de tratados de libre comercio e inversión que el país debería utilizar mucho mejor ya que infortunadamente ese aprovechamiento es muy bajo.

En opinión de Botero, las exportaciones colombianas son muy lánguidas lo que incluye al sector agropecuario y dijo que la única adición que se tiene respecto de lo que venía siendo tradicional son las exportaciones de aguacate, todavía muy incipientes, pero calificó de muy triste la situación comercial de Colombia y agregó que en los supermercados de países desarrollados como Estados Unidos se ve la gran variedad de oferta frutícola de los países de la región, de vez en cuando, lo único que aporta Colombia son unas cuantas flores y bananos en lo que el país si es competitivo conjuntamente con Ecuador. De resto, apuntó, uno no ve naranjas, papaya, mangos, uvas ni otras ofertas igualmente exportables y todavía, aseveró, no es posible detectar aguacate.

 

“Seguimos siendo muy malos exportadores y fíjese lo notable, a pesar de que el tipo de cambio ha evolucionado de una manera que es ampliamente favorable a la exportación de toda clase de productos, por su puesto los del agro, las cifras muestran una caída generalizada de las exportaciones que no se compadece con el excelente comportamiento de la tasa de cambio”, declaró el señor Botero Angulo.

 

 

El retroceso exportador deprime porque países vecinos y cercanos como Perú y Ecuador le tomaron amplia a ventaja a Colombia con productos del sector primario en el subsector agropecuario y ni que decir de Chile y México, países referentes en el contexto internacional de comercio.

Botero recordó que México después del tratado comercial con Estados Unidos o Nafta, recompuso su canasta de producción pensando en la exportación, se olvidó de defender el maíz en el que el país azteca no es competitivo, pero se volcaron hacia el aguacate con un éxito gigantesco.

 

Comercio enfrenta la tormenta perfecta

El mundo ha tenido serios inconvenientes como consecuencia de los impactos geopolíticos y los problemas de índole global que impactan seriamente las economías, todo empezó con la guerra comercial Estados Unidos-China, luego vino el Covid-19 en momentos en los que los analistas hablaban, previo a la propagación de la infección, de una hecatombe económica muy similar a la de los años treinta. Vino la expansión del virus, el frenazo en el aparato productivo mundial, quiebras, la crisis global logística, guerra entre Rusia y Ucrania, el reactor de la tremenda inflación y como si fuera poco el conflicto bélico en Oriente Próximo, como dijo acertadamente el excelentísimo invitado, la tormenta perfecta.

 

 

Frente a esas situaciones, explicó el exministro, los pronósticos de crecimiento de la economía mundial, primero, de la economía regional latinoamericana, segundo, y de Colombia en particular, son todos malos. Añadió que se sabe o se vaticina que la economía colombiana crecerá a duras penas al 1.5 por ciento en 2024. A juicio de Jorge Humberto Botero, es muy preocupante la última información del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, una contracción del 0.3 por ciento de la economía en el tercer trimestre y una caída en la inversión del 11 por ciento, el fiel reflejo de la pérdida de la confianza de los inversionistas en las políticas del Gobierno nacional que no dudó en calificar de erráticas.

El reconocido abogado de la Universidad de Antioquia dijo que el ejecutivo tenía que enfrentar una coyuntura difícil porque se sabía que la economía no podía tener este año ni el próximo un crecimiento como el de 2022 que fue de rebote, después del gran impacto del Covid-19. El exministro de Comercio, Industria y Comercio sostuvo que infortunadamente en lugar de crear condiciones propicias para la apuesta privada, el gobierno destruyó el clima de inversión

Hoy el país se mueve en medio de la incertidumbre, algunos agentes o industriales no atraviesan por un buen momento y otros con mayor prevención decidieron salir del país, un asunto grave, pero más allá de que no coincida con las políticas del presidente Gustavo Petro, al mismo tiempo el exministro destacó que hay empresarios que llegan de manera sorprendente como acontece en el sector eléctrico, un sector cercano a Botero Angulo en donde sigue viéndose algún grado de inversión pese a que las circunstancias son muy difíciles.

 

2024, un año desafiante

 

 

El año que viene no pinta nada bien, por lo menos el primer semestre es de total reserva y en donde los analistas prevén un crecimiento raquítico, de un lado hay condiciones exógenas y domésticas que a criterio de Botero hay que diferenciar.

En el contexto exógeno, explicó el conocedor, tiene enorme importancia la confrontación intensa en la Franja de Gaza, así como el choque bélico entre Ucrania y Rusia que, ojalá, acentuó, no dé lugar a una nueva Guerra Mundial.

En temas internacionales, comentó Botero Angulo, también en el plano latinoamericano y acentuadamente en Colombia, hay una lucha ideológica gigantesca. Expuso que tal vez el más radical de los presidentes de la región sea el de los colombianos que hace parte de una izquierda extrema o rigurosa razón por la cual tiene en la cabeza un modelo fuertemente estatizante, el cual implica un gran inconveniente porque ese no es el modelo que está previsto en la Constitución Política de Colombia puesto que no tiene respaldo político suficiente y el Gobierno es mal ejecutor de sus políticas.

 

“Yo creo que las condiciones políticas internas serán peores el año próximo que las de cierre del actual periodo, un asunto delicado porque genera mayor indecisión, algo que dice porque hay inversiones aplazadas, para la muestra, repito, la contracción del 11 por ciento en la tasa de inversión”, dijo Botero.

 

 

En su plática manifestó que la inversión es la cimiente del crecimiento futuro, una semilla que debe preservarse y cuidarse para garantizar desarrollo. Subrayó que los pronósticos para el año 2024 son protervos, una atmósfera turbia que hace razonar que, o se configura una gran alianza de oposición que toma el control de la agenda legislativa, una propuesta hecha por el mismo Botero Angulo en una de sus columnas, o Petro de alguna manera logra sobrevivir así cueste pensar que podrá tener gobernabilidad hacia el futuro, el gran debate ideológico y político que a juicio del exministro se vivirá en los próximos meses.

 

Tasa de cambio, total incertidumbre

Un enorme dolor de cabeza de la economía colombiana tiene que ver con los tipos de interés y la volatilidad de la tasa de cambio que se volvió tan impredecible como el clima.

 

 

En tasa de cambio, puntualizó Botero, nunca habrá certidumbre pues mientras ese indicador esté fijado por el mercado y en ese ítem incidan variables domésticas como internacionales sobre todo en la evolución del dólar, siempre habrá algún grado de volatilidad que se hace más aguda en ciertas épocas por factores locales de incertidumbre que es lo que el país ha estado viendo.

Exteriorizó que se hace notoria una paradoja, la gran desconfianza de los inversionistas no se está traduciendo en una depreciación del tipo de cambio sino en una apreciación, algo para tener en cuenta porque cuando el gobierno sale a buscar recursos los obtiene a tasas altas, pero con relativa facilidad, una total rareza y parecería ser que los inversionistas institucionales que compran nuestros papeles no creen que el gobierno tenga la capacidad de hacer todas las cosas que dice ejecutará.

 

No se avanza hacia un mundo unipolar

Una de las discusiones en distintas partes del mundo es si China terminará siendo el gran protagonista de la novela global, si llegará el liderazgo asiático lo cual incluye una moneda nueva como referente y una superioridad comercial, según algunos, callada y juiciosamente trabajada.

 

 

El tema que concita el interés de todos mereció el comentario del exministro de Comercio, Industria y Turismo Jorge Humberto Botero quien señaló que no se está avanzando hacia un mundo unipolar como el que se tuvo durante algunas décadas después de que colapsara la Unión Soviética y se consolidara la hegemonía de los Estados Unidos.

 

“No estamos caminando hacia una supremacía china, pero sí hay actores de incertidumbre que derivan, en primer lugar, de la relación de esos dos países entre sí, el punto que más alarma al ex secretario de Estado de los Estados Unidos Henry Kissinger, preocupación manifiesta en el reportaje que hizo en The Economist con motivo de sus 100 años de vida, nada mínimo viniendo de un hombre que tuvo gran influencia en la política internacional. La otra cosa que incide y que es muy importante es la enorme crisis política en Estados Unidos pues la suerte de los norteamericanos está en jaque, no la de China que es una nación que seguirá creciendo económicamente y afianzando su presencia política en el mundo, pero con preocupación no sabemos qué va a pasar con Estados Unidos”, dijo Jorge Humberto Botero.

 

Hay quienes dicen que la economía de guerra podría salvar papeletas, pero a juicio del respetabilísimo exministro, los conflictos bélicos generan a veces crecimiento económico, sin embargo, los costos son gigantescos y en su observación consideró que ningún país le debería apuntar a la guerra como mecanismo de reactivación de su economía porque eso es puede verse como una transgresión.

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