Sábado, 09 Agosto 2025 00:54

Aranceles en EEUU, cambio de modelo y fin de la OMC: Claudia Uribe

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Aranceles en EEUU, cambio de modelo y fin de la OMC: Claudia Uribe Imagen-de-Markus-Kammermann-en-Pixabay

La industria militar de los Estados Unidos tiene que reposicionarse y no depender de la fabricación exógena de armamento, es decir, la maquinaria de guerra igual fue incluida en la decisión ejecutiva.

Es evidente que la política arancelaria de Washington puso al mundo en un estado de shock, unos anuncios demasiado fuertes, casi de infarto, que dejan no solo enseñanzas sino tremendas conclusiones, de un lado se ratifica el entierro de la globalización y con ella la incursión de un nuevo modelo económico y social, pero también confirma el punto final de la Organización Mundial del Comercio, OMC. Queda igual demostrado que para paliar esta medida unilateral hay posiblemente dos salidas, negociar y hacer caso.

El momento es complejo, las medidas atomizaron los tratados de libre comercio, hundieron la multilateralidad y pusieron a las naciones en un nuevo partidor frente al intercambio de mercancías, de hecho, los sectores productivos del globo están haciendo cuentas y recomponiendo sus ventas porque desde ya será más costoso poner producto en los Estados Unidos.

No sobra recordar que los nuevos aranceles establecidos por Estados Unidos van desde el 10 por ciento que cubre en promedio 57 países y pasan por el 35, 39, 40, 41 y hasta el 50 por ciento como acontece con Brasil.

En total más de 60 países tendrán que pagar más por llevar sus productos a suelo estadounidense lo cual impacta fuertemente al bloque asiático, Europa y Latinoamérica. Llama la atención el arancel del 35 por ciento aplicado a Canadá y el 25 por ciento que rige para México e India.

 

 

Nuestra invitada de hoy es todo un lujo por sus conocimientos y poder de análisis. En la amena plática expuso que la orden ejecutiva de los Estados Unidos se basa en una fórmula que se da a partir del déficit en bienes de donde sale el cálculo para imponer los nuevos tributos aduaneros.

Hay que reiterar, reina la incertidumbre, aparecen más y más interrogantes, pero con las determinaciones arrogadas por la Casa Blanca se viene un reacomodamiento de la economía mundial lo cual obligará a las industrias a replantear destinos, negocios y a mover el portafolio con astucia en la nueva era del proteccionismo que igual dependerá de los bienes básicos o materias primas provenientes de lejanos países para mover las fábricas.

En diálogo con Diariolaeconomia.com, la ex viceministra de Comercio y ex embajadora de Colombia ante la OMC en Ginebra, Claudia María Uribe Pineda, aseguró que con las nuevas tarifas arancelarias llega efectivamente una nueva era y un inobjetable cambio no solo en el modelo económico sino en los patrones político, hegemónico y militar. Efectivamente es el presente, expresó, un instante de transformación entre dramático y drástico teniendo en cuenta que todo en algún momento se interconecta.

 

“Llama mucho la atención y es que la gente consideró que porque había esos tres meses de plazo entre abril y el nueve de julio, un tiempo en el que supuestamente había la posibilidad de sentarse a negociar con Estados Unidos, las personas imaginaron que frente a las otras realidades, discusiones de guerra, posicionamiento en la Organización del Atlántico Norte, OTAN, y todo ese tipo de cosas, como que el tema de los aranceles se había pasado, pero no se pasó y realmente todo lo que se había previsto se cumplió”, declaró la señora Claudia Uribe.

 

 

En opinión de la abogada de la Pontificia Universidad Javeriana y experta en derecho comercial, hay una distancia muy grande entre los discursos políticos y los anuncios técnicos. Agregó que por ejemplo las intervenciones del presidente Donald Trump que es bastante histriónico, a quien le gusta la palabra y hacer alarde de las decisiones que toma son bastante particulares, a tal punto que hace unos días se subió a un techo de la Casa Blanca a precisar que estaba mirando en qué iba a invertir su dinero y la gente, dijo la legista, entiende que él es así.

Recordó que había para las fechas de 31 de marzo y como antecedente a la orden ejecutiva que al parecer es la 14257 del dos de abril, un documento que todos los que han trabajado en comercio exterior saben que existe, pero ese, anotó, fue particularmente importante porque era el escrito que anunciaba las barreras comerciales que tienen las exportaciones de Estados Unidos en el resto del mundo y ese documento producido por la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos, en inglés, United States Trade Representative, USTR que se anunció el 31 de diciembre fue el certificado que sirvió de base para la primera decisión u orden ejecutiva del presidente Trump en la que dijo que ante los diversos problemas registrados en comercio exterior de su país habría que tomar medidas y el primer punto abordado se llamó déficit comercial en la transacción de bienes y eso, explicó la experta, es importante porque el oficio hizo precisión sobre productos mas no con servicios.

Posteriormente, y decidido a saber qué estaba pasando, expuso la abogada, abordó país por país y ese documento del que se hace referencia súper impresionante que hizo el USTR abordó todas las naciones de la A hasta la Z, empezando por Albania y terminando con Zimbabue, de tal modo que fue pasando una por una analizando el comportamiento de la balanza comercial entre Estados Unidos y cada uno de los países.

Allí, manifestó la conocedora, se explican aranceles absolutamente absurdos porque no es posible que por ejemplo Afganistán o Lesoto, África, un país de ingresos medios bajos con tremendos retos socioeconómicos, terminen castigados siendo economías muy pequeñas que solo exportan dos o tres cosas mostrando balanza comercial positiva a favor de ellos y negativa a Estados Unidos razón por la cual les aplican la fórmula de déficit comercial.

 

 

En su análisis, Claudia Uribe anotó que, en esa orden ejecutiva, la primera, la del dos de abril, hay un análisis en donde el gobierno de Estados Unidos analizó cómo fue que la gran potencia llegó a ese déficit y pasando por esa situación la primera condena que se hace es a la desindustrialización de los Estados Unidos y por eso se habla solamente de bienes.

Lo segundo que dice el presidente Trump es que desindustrializado Estados Unidos se marchitó el empleo fomentado por las fábricas, motivo por el cual cayó la ocupación en ese país, por tanto la base tributaria o la gente que contribuye con el pago de impuestos y que debería beneficiarse de la seguridad social de los estadounidenses, es menor y por eso se planteó hacer la recomposición para recuperar en primer orden la manufactura y la industria y segundo recobrar el empleo, igualmente atraer las empresas con lo que castiga severamente la relocalización de las factorías con lo que resulta más afectado el continente asiático y no exclusivamente China, igual las determinaciones afectan a Europa y a Latinoamérica.

 

“Lo siguiente que dice el documento, que la gente tampoco leyó y no se enteró, es que la industria militar de los Estados Unidos, a raíz de las citadas exposiciones, tiene que reposicionarse y depender menos de la fabricación de armamento de otros países, de modo que aunque se pensara que nada está interconectado, que todo es distinto y separado, la maquinaria de guerra también está incluida en la controvertida decisión ejecutiva”, comentó la ex funcionaria del Centro de Comercio de la Organización de las Naciones Unidas, ONU.

 

Apuntó que el documento de obligada lectura es fascinante desde el punto de vista de la estructura económica en donde a cualquiera en Colombia, si fuera presidente, le resultaría genial aplicar ese tipo de políticas porque obviamente a la nación, expresó Uribe Pineda, le convendría muchísimo incrementar el empleo, volver a la manufactura, seguramente no potenciar la industria armamentista, pero realmente, enfatizó, ese es como todo el paradigma que se plantea y donde se habla en la orden ejecutiva de destruir varios mitos como mostrar que no es verdad que Estados Unidos haya liderado el tema de la globalización, asimismo algo que no es cierto, en el sentido de que el país norteamericano ha sido muy maltratado y deja claro que no está de acuerdo con el principio de reciprocidad que solamente es correlativa en términos de Estados Unidos si no hay déficit frente a los bienes que ingresan por los puertos americanos.

 

 

Dicho de otra manera, afirmó la versada, esa es la única regla que vale para Donald Trump, pues definitivamente el comercio no sirvió para llegar a la convergencia de desarrollo de los países que venían más atrasados por tanto le da su buena palmada a la OMC, le dice por ahí no es la fiesta, esto no sirvió porque no es un organismo útil para los intereses de los Estados Unidos, de tal manera que trazó sus reglas y se fue con ellas. Por eso, detalló Uribe Pineda, el mandatario se inventó la fórmula, por cierto muy inédita y rara de cómo establecer los famosos aranceles recíprocos, figura que obviamente no existía, pero que la retomó de una legislación que venía del presidente Richard Nixon para utilizarla y que le permite declarar una emergencia nacional con lo que empezó a hacer una serie de piruetas para sumar y restar los déficits fiscales y determinar si hay un déficit, de cuánto es y además mirar que arancel le cobran a Estados Unidos en otros países.

 

“Entonces, todo aquello, qué los acuerdos de libre comercio y en general el universo de convenios que había entre países desarrollados que cada vez tenían tarifas arancelarias más bajitas, que los consolidados son iguales que los aplicados o a la inversa, todo eso el mandatario estadounidense lo mandó al chorizo y pensó que si Suiza por, decir algo, le cobra a Estados Unidos 37 por ciento de arancel para lo que exporta, qué pena queridos, eso voy a embolsar con ustedes y por eso puso una tarifa del 39 por ciento a la industria suiza. En ese ir y venir de todo lo que ha hecho ha tenido que maniobrar con varias cosas, le demandaron la orden ejecutiva, el Tribunal de Comercio de los Estados Unidos declaró ilegal la medida por uso excesivo de facultades del presidente, pero apeló y la norma se está aplicando”, detalló Claudia Uribe.

 

Algo que no se puede omitir, puntualizó la jurista, es que algunos pensaron que con el pronunciamiento del Tribunal la política no aplicaba, pero aseveró que Trump que estaba seguro que no habían perdido la dejó viva, eso sí convencido de que siempre encontraría la fórmula para mantener el mecanismo puesto que para el gobernante hay que reivindicar la industria de los Estados Unidos.

Lo que hoy está mostrando o dando la realidad, dijo la docta en comercio exterior, es que si bien Trump ha tenido que sacar varias normas que pareciera que hubiese demandado un montón de tiempo y que no lo es, ya que todo se dio entre el cinco de abril cuando iban a empezar a aplicar los primeros aranceles, después les dio un Wahlberg y concedió tres meses para poder negociar y fue en ese momento cuando le subió a China los gravámenes de ingreso a 150 o algo más de 180 por ciento, también le ajustó tarifas a India y a todos los países con los que había déficit y con quienes se suponía se sentarían a negociar, eso, apuntó, es lo que ha pasado. Recordó que la orden ejecutiva del dos abril decía desde el comienzo que quien quisiera negociar lo podía hacer y la idea, consideró Uribe Pineda, era permitir que fueran a la mesa para que Donald Trump pudiera expresar lo que estaba pensando y aún piensa.

 

 


Suiza escandalizada con el nuevo arancel

La exviceministra de Comercio, Claudia Uribe que vive desde hace más de 20 años en Suiza anotó que hubo escándalo y bullicio en el país europeo porque a los empresarios exportadores les pusieron un impuesto o arancel para ingresar a Estados Unidos del 39 por ciento y en este minuto, sostuvo, hay alarma, pero indicó que todo se dio porque en Suiza las empresas farmacéuticas no pagan impuestos, entonces vía aranceles Estados Unidos está corrigiendo subsidios o incentivos escondidos y al tener ventajas porque producen más barato las niveló con el 39 por ciento, obviamente las igualó con los cuatro o cinco sectores más importantes de las exportaciones de Estados Unidos porque al final de cuentas para Suiza que es un país netamente exportador el mercado más importante es esencialmente el estadounidense, pero claro, explicó la jurisconsulta, en sectores en donde tienen también una competencia algo artificial, sector farmacéutico, relojería, producción de equipos de precisión para barcos, aviones así como la industria aeroespacial y en otros fragmentos como artículos de lujo, metales y minerales preciosos que no se producen en territorio suizo sino en países como Colombia, pero que son procesados en el país más montañoso de Europa el del lema “Uno para todos y todos para uno”.


OMC, crónica de una muerte anunciada

En su lectura sobre la nueva realidad económica global, la brillante analista afirmó que Estados Unidos unilateralmente está corrigiendo lo que le parece injusto en esa compra y venta internacional de bienes y como es visible, no le sirvió la Organización Mundial de Comercio, OMC, organismo multilateral al que le dio la estocada final. Hoy, señaló Uribe Pineda, el globo está asistiendo a las exequias del ente rector del comercio internacional.

Mirando hacia atrás, dijo la investigadora, en su primer mandato el presidente Trump había sentado su posición frente a la OMC e inclusive limitó la conformación del órgano de apelación del organismo, al hacer eso, el mandatario mató uno de los pilares fundamentales de la OMC que tenía un trascendental instrumento de solución de diferencias y no le dio su visto bueno al nombramiento de nuevos árbitros por lo que hoy lamentablemente todos en el planeta están casi de frente al acta de defunción de la institución que se ocupa de las normas que rigen el comercio para que avancen debidamente, en este instante parte del ayer o de las cuitas.

No es una notificación grata en opinión de la experimentada en comercio exterior porque de alguna manera la OMC contribuyó con la creación de una forma de solucionar fricciones y de un foro para conversar que era lo que se podía hacer con el comercio global, pero lamentablemente, deploró Claudia Uribe, la OMC cayó también en la retórica de las Naciones Unidas, repitiendo recurrentemente el mensaje del desarrollo, extrayendo mucho el mensaje más importante que era justamente el comercio.

 

 


Colombia necesita más ambición y creerse el cuento

Resulta lamentable que Colombia no haya podido afianzar una canasta exportadora de mayor ambición, desperdiciando oportunidades, dejando suelos cultivables al garete y conformándose con muy poco, el país se mostró temeroso con el valor agregado y salvo algunos casos exitosos, parece que competir le quedó grande a muchos sectores productivos nacionales. A la fecha en este costado de la Comunidad Andina a los colombianos les tocó ver el milagro peruano expresado en abultadas exportaciones, igual observar cómo crece Ecuador y la consolidación chilena por decir algunas cosas que causan tremenda vergüenza. El país sigue salvando la papeleta con café, banano, flores, palma de aceite, ganado, cacao, petróleo, algo de carbón y en muy baja proporción con metales valiosos o piedras preciosas que salen del país sin mayores controles o registros, sectores que generan riqueza, pero que no se ve reflejada en la calidad de vida de quienes habitan en medio del drama las zonas de extracción, un cuento largo para otra oportunidad.

Hoy Colombia, retomó la respetable crítica, quedó con un arancel del 10 por ciento porque no es relevante para Estados Unidos, de hecho, precisó, no tiene déficit pues distinto a la realidad colombiana, Perú, Ecuador, Chile, Uruguay y hasta Bolivia reportan superávit.

El asunto, enfatizó Uribe Pineda, no pasa porque Colombia no se haya hecho competitiva o no haya cambiado la matriz exportadora ya que quizás el país no tiene como, pero reconoció que el nuevo contexto ofrece una gran oportunidad para un país que necesita cambiar su estrategia de competitividad, por tanto, habría que diseñar algo de lo que se adoleció y es una estrategia de atracción de inversión extranjera para hacer joint venture en el ámbito local, una manera de moverse para que no condenen a la nación como a Vietnam o Bangladesh por ejemplo, a ese tipo de países en donde China trasladó sus fábricas para poder seguir exportando cuando se armó el problema pasado con Estados Unidos.

 

“El asunto es producir en Colombia, obviamente con inversión extranjera y sigo convencida que no podemos volver a hablar de contrapuntear comercialmente, de la falta de carreteras o de los corredores de la competitividad porque en los años 90 se creó un fondo especial en la Ley Séptima para eso que también no la tumbaron y eran recursos que se destinarían a construir las rutas de la apertura y esas cosas. De verdad me parece un gran momento para realmente movilizarse para atraer la inversión extranjera incluida la americana, pero además pensando en que las empresas colombianas también hagan inversión en los Estados Unidos, yo se que muchas la han hecho, lo están haciendo y seguirán en esa tónica seguramente, pero si efectivamente, parte de todo lo que se demanda en estos acuerdos que ha firmado verbigracia, Estados Unidos con la Unión Europea, exigieron que los americanos compren aproximadamente 750 billones de dólares anuales en gas y que las empresas europeas hagan inversiones por 600.000 millones de dólares en Estados Unidos”, expuso la analista económica.

 

 

Uribe Pineda subrayó que el momento deja ver una gran oportunidad para mirar todo ese tema de la atracción de la inversión, empero también para pensar y repensar todo lo atinente a la atracción de talentos internacionales porque hay muchos científicos, profesores, empresas y personas que seguramente empezarán a sobrar en todos los países que tienen el problema arancelario de hoy puesto que las medidas golpearán a todo el mundo porque con seguridad el comercio global va a disminuir. Mejor dicho, conceptuó Claudia Uribe, Estados Unidos no es el socio más importante de todos los países, pero sí el socio más trascendental de la mayoría de las naciones, y para los que nos es el principal socio, seguro es el segundo y finalmente los aranceles impactarán a la totalidad de empresas en el planeta y Trump logrará su objetivo, volver a producir en Estados Unidos.

Algunos manifiestan que la política punitiva estadounidense podría llevar a retaliaciones, igual aseguran que la medida reconfigurará el comercio y reorientará la cadena de suministro ocasionando, posiblemente, que los consumidores se aparten de los productos hechos en Estados Unidos.

Al referirse a lo planteado, Uribe dijo que todo el escenario actual empezó por China, que si bien tiene la mayor responsabilidad no es el único responsable del hoy. A criterio de la experta, mucho del fenómeno de Asia y de lo que les pasó a los países como Vietnam, Malasia, Bangladesh, India y otros, recibieron mucha inversión de empresas chinas para poder evadir las tarifas que en su momento había puesto Trump y que Joe Biden nunca las quitó, es decir el entorno no obedece a una pataleta del presidente Trump, por lo que la guerra comercial como tal no es una iniciativa exclusiva del actual mandatario estadounidense.

Contrario a algunas posiciones, la abogada Claudia Uribe no cree que vayan a venir muchas retaliaciones, tan es así que de haber un plan de choque por las medidas arancelarias las cosas ya hubiesen pasado. Añadió que la Unión Europea, representada por la Comisión Europea hoy súper criticada tiene a varios estados miembros muy furiosos, especialmente España y Francia, sin embargo y más allá de las discrepancias no ha habido represalia alguna, con seguridad, dijo, los europeos no se van a meter con semejante toro.

 

 

Complementó que cuando China se fue a meter porque estuvo decidida a hacerlo, la sentaron otra vez para conversar y manejar arreglos de tipo comercial porque en Estados Unidos igualmente hay empresas, empresarios, exportadores y otros agentes que también les interesa el mercado chino en los dos sentidos, bien porque se exporte o bien porque se importe.

Viendo el tema más a fondo, dijo la afable invitada, si se mira lo que fue supuestamente la negociación con Ucrania que era en materia de guerra, en lo que se metió Estados Unidos fue en pedir la explotación de los minerales raros esenciales para las baterías que requieren litio, cobalto y otros materiales vitales en la transición energética.

Dentro de los argumentos que se escuchan en corrillos se habla de efectos muy agudos porque los países afectados con mayores aranceles verán disminuidas las exportaciones, quizás interrumpidas y con ello menores caída en los ingresos y desempleo. Hay alertas por el reacomodamiento de las economías que no verán expansión sino contracción en los mercados. Hoy todo se reduce a los anuncios, pero como en todo hay que ver el mañana y el pasado mañana.

En ese punto Claudia María Uribe Pinilla expuso que sí habrá retroceso o diminución de los mercados, aunque pormenorizó que perceptiblemente el mundo seguirá avistando comercio de petróleo, de minerales y tierras raras, también de muchísimo armamento como un comercio que pareciera urgente, necesario y vital que, aunque no lo sea, será un hecho verlo pasar.

 

 

Recalcó que, ante la nueva atmosfera comercial, países como Colombia no sufrirán tanto en ese sentido porque los colombianos exportan los postres y la decoración de las fiestas. Aclaró que, sin ser peyorativa, el mundo consume café, cacao y las cosas en las que el país se fue especializando, pero acentuó que Colombia no sufrirá por la situación actual y caso contrario va a ganar porque por ejemplo cafés como los de Brasil y Vietnam tendrán tarifa más alta igual que los otros vecinos que producen lo mismo que Colombia y que también están estrenando aranceles tendrán bienes más caros.

A juicio de Claudia Uribe hay que hacer algo y por ello es prudente leer las estrategias de Colombia. Anotó que la Cámara Colombo-americana está pensando y destacó que hay varios analistas que han estado cavilando, proponiendo y sugiriendo cosas, pero al ver los productos, estimó la instruida, al país le está haciendo falta una pata, y es cómo se produce algo diferente, sobre el asunto anotó que ya con fuerza interna nacional en el caso de Colombia, eso va a ser muy difícil porque por una razón o por otra, el país ya se quedó atrás en eso.

Si bien los temas no son sencillos y ciertas personas hablan de caos mundial, la analista apuntó que quiere ser optimista porque cree que será bueno que la economía de los Estados Unidos se normalice y arregle sus déficits porque el apuro no es solo comercial ya que hay otros bastante grandes y allí el comercio es tan solo un vehículo más que le puede contribuir con las afugias fiscales a los americanos.

 

“Soy de la onda optimista y pienso por qué en este rio revuelto no hacemos algo distinto porque más de lo mismo creo que no podemos, no debemos y no nos va a servir mucho. En algún minuto recuerdo que cuando vino la guerra Rusia-Ucrania le planteé a una persona que estaba en el alto gobierno en un cargo muy importante la posibilidad de traer cerebros ucranianos y rusos, personas que hayan desarrollado tecnologías, energía, científicos, universidades y académicos, pero la propuesta sonó bastante mal, sin embargo, insisto en que este instante es apropiado, puesto que deberíamos estar focalizándonos en traer talento e inversión y la verdad no sé en qué esté el gobierno porque me ocupé de temas internacionales, pero es un momento importante que requiere de más mensajes positivos que negativos, es decir que si viene una recesión será para otros no para nosotros, pues seguiremos exportando lo que tenemos, pero vuelvo y repito, estamos frente a una enorme oportunidad para focalizarnos en otras cosas”, aseveró Claudia Uribe Pinilla.

 

 

Colombia, repitió tiene que añadir valor a sus productos y retomar sectores hoy casi que clausurados como se nota con calzado, manufacturas en cuero, textiles y confecciones, es necesario volver a la industria, a encender los motores de las factorías y producir calidad, bienes diferentes, innovadores y apetecibles.

Sobre este importante capítulo, la exministra de comercio manifestó que es súper respetuosa del tema de agregarle valor a los productos del campo, pero dijo que luego de leer la orden ejecutiva del presidente Trump del dos de abril hay que hacer muy bien las cosas e identificar opciones porque se está hablando de medidas adoptadas para distintos productos como se vio con el acero, el aluminio y en sí con los grandes generadores de gases de efecto invernadero.

Así las cosas, indicó, Colombia debe propender por hacer algo, aunque sea a la escala local y anotó que, si bien la economía campesina debe ser exportadora y estar en los mercados internacionales, con eso no se hará plenamente el aprovechamiento del hoy río revuelto creado por Estados Unidos.

La experta fue reiterativa en mencionar que la coyuntura, independiente del qué y el cómo es una gran oportunidad y evocó al expresidente Cesar Gaviria Trujillo cuando dijo que la apertura no se podía hacer con la misma gente que había hecho la cerradura en un gran discurso que dio cuando comenzó todo el tema de la desgravación arancelaria. En ese minuto, dijo, era difícil entender, pero con el paso del tiempo y viendo la dinámica del mundo, sin duda tenía razón.

Uribe Pinilla formuló que Colombia está en mora de hacer un relevo institucional, del país, de las personas y los pensantes porque no pueden ser los mismos esos que estuvieron hace 40 años y que hoy exponen lo que hay que hacer para enfrentar la situación actual. Manifestó que la renovación y relevo generacional en las mentes para estructurar los grandes desafíos comerciales e impulsar la reingeniería social y económica del presente y el futuro es perentoria, advirtiendo que Trump no es ningún baby, si reconoció que el mandatario es muy avezado, audaz y sin miedo a la hora de toma riesgos.

 

 

En el pasado gobierno de Trump, Claudia Uribe dijo que tuvo problemas con algunas personas porque expresaba en ese entonces que Trump no era el presidente del mundo sino de Estados Unidos, lo cual hacía una diferencia porque su rol era y es pensar qué hacer para garantizar el bienestar de sus conciudadanos.

 

“Que a uno le parezca bien o mal, que razonar sobre si acabar con el multilateralismo es una desgracia o que se mire el hecho como una maravilla porque hay gente que festeja que se acabe todo ese embrollo de la burocracia internacional y la dominancia de los organismos, pero sinceramente la orden ejecutiva sorprende, hay que leerla porque al terminar el decir es qué más quiere una persona o un país. Me acuerdo que cuando era niña e iba a Medellín tan solo había fábricas, igual las entradas a Bogotá, en especial la ruta del sur estaba atiborrada de empresas y factorías de admirable dinamismo, lo propio Barranquilla y Cali en donde no solo existían industrias, sino que era sede de las grandes multinacionales que con el tiempo se fueron. Porque no pensar ahora en hacer lo mismo, copiar la fórmula, no subiendo aranceles porque nos acaban puesto que los estadounidenses pueden, pero los otros no, pero cierto es que, si nosotros aplicáramos la regla del déficit con Estados Unidos, perfectamente le podríamos poner 100 por ciento de arancel”, expuso Uribe Pinilla.

 

Lo innegable es que Colombia debe aprovechar el sacudón para reavivar su economía y proponer nuevas opciones de comercio, inclusive pensando en la innovación que necesita el mercado interno. Hoy expresó Claudia todo está servido para dar el salto puesto que los grandes aliados de Estados Unidos como Chile, Costa Rica y México también fueron afectados con aranceles. Acentuó que el tema de las cadenas regionales de valor toma mayor vigencia y son necesarias, pero aclaró que no pueden ser más de lo mismo porque las décadas demostraron que no funcionaron por factores increíbles como la envidia, un ejemplo haber matado la Comunidad Andina.

Con todo ese entorno de prejuicios, dijo Uribe Pinilla, hay que reconocer que a Colombia le hizo mucho daño perder a Venezuela, mercado que hay que recuperar y en eso, apuntó, el exministro Germán Umaña Mendoza es muy versado y comprometido tanto que sigue pensando en la receta para retomar el intercambio comercial con Venezuela, pues también al país vecino le interesa retomar los negocios con Colombia.

 

 

En medio de las dificultades, de los atrasos y la falta de ambición Colombia sigue siendo una opción para Venezuela, algo histórico, pero la idea es retomar actividades comerciales con evolución, mejorando el portafolio y llevando bienes caracterizados por el atributo y muy bien transformados. La afamada abogada indicó que por encima de escuchar esas disquisiciones en donde se pondera la relación añeja con Estados Unidos, no se puede perder de vista que Colombia tan solo envía materias primas al gigante norteamericano sin desconocer que se han visto avances en algunos sectores como las ventanas y en otros frentes en donde se ha logrado ofrecer producto con valor agregado, pero la idea, recalcó, es seguir con ese mercado, no dilapidarlo, eso sí entendiendo que no es el único.


Saturación tributaria, la razón de los problemas

Gran parte del lío económico en el que está metido el país, explicó Uribe Pinilla, es por el exceso de impuestos y la pérdida de competitividad por ese componente, además hay un asunto no menor que castiga la demanda y es la falta de empleo en Estados Unidos.

En Colombia es urgente una salida consecuente al inconveniente de afianzar crecimiento e incentivar la creación de empresas y de fomentar inversión extranjera, impulsar industrias en lugares aledaños a los puertos como se ve en Barranquilla, Cartagena y Buenaventura, para no alargar el tema, afirmó la afable contertulia, se necesita más acción y menos carreta, hechos y actividades eléctricas, de ya, nada de aplazamientos.

 

“La situación es elemental, hay que hacerles la vida más fácil a las empresas, pero sin cargarle tanto la mano a los ciudadanos, hay que bajar tarifas tributarias, ajustar cobros, combatir evasión y canalizar recursos no tan onerosos en un país que puede crecer de manera sostenible y con demasiada inversión, pero sin esa saturación de gravámenes”, concluyó la exviceministra de comercio, consultora y jurista Claudia María Uribe Pinilla.

 

 

Así están las cosas, el cambio asombrosamente llegó desde afuera, puntualmente de la Oficina Oval en la Casa Blanca en donde fueron firmadas las nuevas disposiciones del comercio internacional lo que sugiere un revolcón en la economía y en la sociedad, en la forma de hacer las cosas.

Hoy el único país que tiene derecho a prosperar haciendo uso de su poder así sea de manera abusiva es Estados Unidos, en este momento la nación que tiene problemas es la norteamericana que entró en emergencia, pero salta a la palestra un interrogante, ¿únicamente Estados Unidos tiene dificultades fiscales y los demás están boyantes?, otras dos, ¿si por alguna razón algunos países se ven en apuros económicos y replican el ejemplo estadounidense sería refutable?, ¿qué puede pasar, es ilegitimo proceder igual con el rancho ardiendo para apagar el incendio?

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