Domingo, 06 Octubre 2019 05:37

La Feria de los tes

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La primera deuda pendiente que se saldó pagándola con TES, fue la que se tenía contraída con el patrimonio autónomo de remanentes de la liquidada CAPRECOM, por valor de $514.000 millones.

El Congreso de la República, a través del Plan Nacional de Desarrollo, le dio carta blanca al truco de Carrasquilla de pagar deuda con deuda, emitiendo títulos de Tesorería (TES) para sortear el desfinanciamiento del Presupuesto para la vigencia de 2020, con el soterrado propósito de aparentar el cumplimiento de la Regla fiscal soslayándola.

La primera deuda pendiente que se saldó pagándola con TES, fue la que se tenía contraída con el patrimonio autónomo de remanentes de la liquidada CAPRECOM, por valor de $514.000 millones. Lo propio se hizo con la abultada deuda contraída por el Estado con la red hospitalaria, en aras de, supuestamente, “sincerar las deudas”.

Como lo manifestó el Presidente Iván Duque, con base en el Acuerdo de Punto final contemplado en los artículos 237 y 238 del PND, se autorizó por parte del Consejo Nacional de Política Fiscal (CONFIS) emitir TES por valor de $6.7 billones para sanear la deuda con el Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS), concretamente con 1.361 IPS y hospitales públicos de todo el país, la mayoría atribuida a la formulación de medicamentos o procedimientos que están por fuera del Plan de Beneficios en Salud (PBS).

También se tiene previsto pagar con TES lo adeudado al magisterio de Colombia por concepto de mora, debido al no pago oportuno de las cesantías de los maestros causadas a diciembre de 2019, por valor de $1.1 billones. Se procederá por parte del Ministerio de Hacienda a emitir los TES por ese valor, los cuales se le entregarán a la FIDUPREVISORA, entidad fiduciaria que administra el Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (FOMAG). Según el Decreto que para el efecto expidió el Ministerio de Hacienda, este procedimiento no conlleva “operación presupuestal alguna y sólo debe presupuestarse para efectos del pago de intereses y la redención de los títulos” a su vencimiento.

También se tiene previsto recurrir a este mismo expediente para pagar entre $2 billones y $2.5 billones para saldar la deuda de la Nación con las universidades públicas “con el fin de sanear los pasivos correspondientes a cesantías de las universidades estatales”. Según ha trascendido, algo similar se tiene previsto para cubrir los bonos pensionales, cuyo pasivo asciende a los $4 billones.

Hasta gastos recurrentes, del día a día, se prevé cubrir con deuda pública, destacándose entre ellos el pago de “subsidios para la prestación del servicio público domiciliario de energía eléctrica que se hayan causado antes de la vigencia de la presente Ley o que se causen durante la misma”. Hasta los “terceros de buena fe” de la desastrada Ruta del Sol II estuvieron a punto de participar en la feria de los TES, ya que el CONFIS alcanzó a autorizar y la Ministra del Transporte Ángela María Orozco anunció el pago con TES de una supuesta deuda de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) por valor de $1.2 billones. De no haber sido porque el Tribunal de arbitramento de la Cámara de Comercio de Bogotá declaró “la nulidad absoluta por objeto ilícito” del Contrato de dicha Concesión, se hubiera materializado este detrimento al patrimonio público.

Como lo sostuvo el ex ministro de Hacienda y miembro del Comité consultivo para la Regla fiscal, nada menos, Guillermo Perry, se están “utilizando formas de contabilización heterodoxas, que pueden poner en cuestión la tradicional seriedad de Colombia en el manejo de sus cifras fiscales…El recurso a la contabilidad creativa generan incertidumbre y desconfianza y pueden conducir a rebajas en la calificación de riesgo del país”.

Johns Hopkins, PhD en economía, profesor e investigador de la Universidad de los Andes, también teme y advierte sobre “la posibilidad de que las calificadoras de riesgo terminen bajando nuestra nota, poniendo en riesgo el grado de inversión es, paradójicamente, mucho más alta ahora que hace un año”. Es muy grave que empiece a verse con desconfianza y a dudarse del manejo de las cifras por parte del Gobierno. Es muy diciente que unas de las revistas de negocios más serias y consultadas, como lo es Bloomberg, titule uno de sus despachos de prensa en su portal diciendo que “Colombia es acusada de marrullerías (shenanigans) contables para lograr metas fiscales”. Este es un mal indicio y un pésimo precedente.

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