Por Julián Andrés Cárdenas Fonseca
Analista de Portafolios Especiales de Protección
Luego de la reunión de dos días (16 y 17 de junio) del Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos sigue la incertidumbre de cuándo será el incremento en la tasa de intervención.
El resultado de la reunión fue un poco menos optimista pero al parecer es muy probable que el incremento de la tasa de los fondos federales (0.25%) sea en septiembre. No es una decisión fácil debido a la reciente fortaleza del dólar, al temor de importar bajos precios del mundo y por la grave situación en Grecia.
Pasó otra semana sin acuerdos, el balón está en el lado de Grecia y los minutos se agotan para el fin de mes, para cuando tendrán que acordar un nuevo plan de ayuda o Grecia entrará en cesación de pagos y abrirá la puerta para salir de la Euro Zona.
El mensaje de la semana pasada de la Reserva Federal (FED) fue menos optimista para la economía. Aunque la expectativa de los integrantes de la FED no tiene un consenso para un incremento de tasas en septiembre, ésta está hoy más alineada que hace unos meses con las proyecciones de los agentes del mercado.
La FED modificó a la baja sus estimaciones de crecimiento y no fue tan optimista en la generación de empleo frente a lo esperado en las proyecciones del pasado marzo. En 2015, espera un crecimiento entre 1.8% y 2% (antes entre 2.3% y 2.7%) y una tasa de desempleo entre 5.2% y 5.3% (antes entre 5% y 5.2%). Sin embargo, las proyecciones de largo plazo siguieron inalteradas; Producto Interno Bruto - PIB (entre 2% y 2.3%), desempleo (entre 5% y 5.2%) e inflación (2%).
Debido a que el PIB potencial en los Estados Unidos bajó y la economía podría crecer ligeramente por encima de 2% en los próximos años, es muy probable que la generación de empleo se mantenga firme y que la tasa de desempleo siga su tendencia bajista. Esto estaría dentro de un proceso de normalización natural de la política monetaria en el que eventualmente, no solo en los Estados Unidos sino en otras economías desarrolladas, podría observarse un incremento en los salarios.
Así, como lo mencionó la presidenta de la FED, Janet Yellen, hace unas semanas, no se requiere llegar a las metas de crecimiento, inflación y desempleo de largo plazo para tomar una decisión de tasas de interés.
Por otra parte, uno de los factores que analiza con cuidado la FED es la situación en Europa. Hasta el momento, los líderes europeos han fallado en lograr un acuerdo con Grecia y algunos han contemplado recientemente un escenario de cesación de pagos y/o la salida de Grecia de la Zona Euro.
Los griegos siguen retirando euros de sus bancos a pesar de los comentarios optimistas su primer ministro Alexis Tsipras. El problema es que si los retiros continúan los bancos no podrán cumplir con los límites que les exige el Banco Central Europeo (BCE), lo que los obligaría a imponer controles de capital.
Esto puede recrudecer la crisis especialmente en Grecia, a nivel macroeconómico y fiscal. Esto también afectará a Europa pero puede que el impacto sea menor que lo que hubiera sucedido hace unos años. El costo del endeudamiento en otros países de la periferia europea pueden incrementarse más ante un evento de control de capitales, a lo que el BCE puede reaccionar con respaldo a través de compra de títulos.
La Canciller Ángela Merkel y la Directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) Christine Lagarde comentaron que la única salida es restaurar el diálogo. Sin embargo, esta última mencionó que los diálogos deben darse entre adultos, lo que devela el malestar de los negociadores con los delegados griegos. En este momento existen pocas opciones. Por un lado, podría darse una extensión al programa que está establecido, lo cual está sujeto a las reformas que se habían adelantado en febrero pasado, y cuyo límite es el próximo 30 de junio. La otra es la cesación de pagos, a lo cual algunos líderes han contemplado con mayor probabilidad en las últimas semanas.
En este momento el balón está en la cancha griega y son ellos quienes deben dar un mensaje de compromiso para poder acordar una extensión y evitar una cesación de pagos esta semana. Un escenario catastrófico como este afectará mucho a Grecia pero no tanto a Europa. Lo anterior debido a que muchos de los países que podrían estar bajo el efecto dominó están hoy más protegidos. Muchos inversionistas que estaban invertidos en Grecia ya no lo están. Y existe un plan de respaldo de liquidez como nunca antes se había presentado en Europa y los países y sus autoridades hoy están más preparados para atender una cesación de pagos de Grecia. Hasta que esto no se defina, la FED actuará con cautela.