Después de un largo proceso, la solicitud de integración entre las aerolíneas Viva y Avianca no logró concretarse, todo porque la empresa fundada en Barranquilla el cinco de diciembre de 1919 consideró inviable la fusión ante la falta de garantías contractuales, un asunto tan serio que de haberse legitimado, habría generado riesgo para la sostenibilidad de la compañía.
Pese a que la empresa sostuvo en su momento y con toda certeza que la unificación era sin duda la clave para conjurar la crisis financiera de Viva, protegiendo con ello consumidores, empleados y desde luego la conectividad aérea, las directivas de Avianca optaron por desistir tras instruirse menudamente de la resolución 873 de 2023 de la Aeronáutica Civil y verificar que los condicionamientos de la autoridad aérea dificultaban la salvación de Viva y seguramente afectarían la estabilidad de Avianca. Infortunadamente, la sociedad no tuvo más remedio que renunciar a la citada integración.
Según Avianca las inexactitudes técnicas de la resolución 873 son excesivas y destacó algunas que a juicio de la aerolínea conllevan a ser prudentes.
En primer lugar Avianca argumenta poca flexibilidad regulatoria para dar certeza sobre las condiciones de reactivación de operaciones de Viva.
Por otro lado se hizo notoria la falta de ajuste de los condicionamientos a la realidad actual de Viva y al tiempo transcurrido entre el inicio del proceso el ocho de agosto de 2022 y la fecha de una decisión en firme. Los condicionamientos, aclaró la compañía, exigen a Avianca asumir obligaciones, rutas, y compromisos de niveles de servicios y precios que no coinciden con las capacidades restantes de Viva luego de dos meses de suspensión de operaciones.
Un punto nada menor es que a pesar de la voluntad de Avianca de devolver más del 75% de los slots de Viva en El Dorado, y más de 72% de los slots de Viva en franjas “Premium”, la autoridad exigió la devolución de un número de slots tal que no permitiría que Viva base un solo avión en el principal aeropuerto del país de manera eficiente.
Esto haría que Viva sea inviable económicamente, y se contradice de manera explícita con otros condicionamientos que requieren que Viva continúe dando conectividad en las rutas históricas donde era el único operador, y que se proteja a los pasajeros afectados por el cese de operaciones de Viva, que según cifras oficiales superan los 500.000.
A criterio de Avianca, a pesar de este lamentable desenlace, en el que otras aerolíneas del mercado jugaron un rol perjudicial, mejorando su posición competitiva en el mercado al dilatar las decisiones de la autoridad, la intención de la aerolínea es seguir siendo un aliado de los colombianos, por lo que buscará aumentar su número de aviones para dar mejor conectividad a las regiones, a la vez que implementará mecanismos para ofrecer opciones laborales a empleados de Viva.
Para cumplir con su palabra a cabalidad y poner orden en un mercado que luce complejo, Avianca hizo un llamado respetuoso para que se apliquen los Reglamentos Aeronáuticos de Colombia (RAC) de forma clara y justa a todos los operadores por igual.
“Lamentablemente los condicionamientos de esta resolución, que ya es la decisión en firme, imposibilitan el rescate de Viva al hacer no solo que sea inviable como aerolínea, sino que, de darse la integración bajo las condiciones que impone la Aerocivil, pondría en riesgo la estabilidad de Avianca y la conectividad de Colombia”. Aseguró el presidente y CEO de Avianca Adrian Neuhauser.
Dejó claro que desde el inicio de la solicitud de integración Avianca fue respetuosa del proceso. No obstante, manifestó el directivo, es responsabilidad de la compañía proteger la aerolínea y ponerla al servicio del país como una pieza clave del desarrollo, a la vez que le permite cuidar a sus empleados y clientes. Las movidas responsables y sensatas, comentó, hará que los directivos les respondan a los accionistas que han creído en la compañía, invirtiendo miles de millones de dólares durante los últimos años.
Neuhauser enfatizó que durante la crisis actual del sector, en la que no solo Viva sino también Ultra dejaron de volar, Avianca ha sido constantemente quien ha planteado soluciones. Precisó que no solo es la única empresa que realizó una propuesta concreta para salvar a Viva, sino que ha movilizado a más de 160 mil personas gratuitamente, en comparación con los menos de 10.000 que han rescatado todas las otras líneas aéreas del sector en su conjunto, y ha atendido con vuelos adicionales destinos críticos como San Andrés, Medellín, Riohacha o Buenos Aires, entre muchos otros.
En este sentido, Avianca mantiene su convicción de ser un actor clave para la conectividad y evitar una crisis más profunda, y ratificó que seguirá protegiendo usuarios afectados de Viva y Ultra hasta el 31 de mayo.
“Desafortunadamente, este largo proceso pone en riesgo inminente de desaparición a Viva, aerolínea que trajo el modelo de bajo costo al país, puso a volar a millones de colombianos a precios competitivos y dio empleo directo e indirecto a miles de familias. Ahora el reto para el país será adelantar planes para proteger al sector y evitar que Colombia siga perdiendo competitividad, desviando el flujo de pasajeros a países como Panamá, Chile y Perú” concluyó Neuhauser.