Sábado, 27 Mayo 2023 23:55

Sin política, precio y almacenamiento, arroceros estarán en serios problemas

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Los productores del cereal insistieron que se hace urgente el mecanismo de incentivo al almacenamiento y afirman que es necesario sacar arroz de reserva para evitar sobreoferta y daño económico.

El sector arrocero colombiano está a la expectativa de lo que pueda pasar con su actividad por cuanto no hay incentivo al almacenamiento, la cosecha al parecer podría llegar a los 3.5 millones de toneladas año y hay unos inventarios que de no sacarse, generarían sobreoferta y el desplome del precio, un caos para un sector que ha hecho la tarea y que resultaría impactado e tiempos difíciles de la economía.

Generalmente, aclaró el gremio, las áreas sembradas de arroz, cuando hay buen precio, suben y así mismo la cosecha, un movimiento de alto riesgo porque si hay excedentes o las circunstancias de comercialización no ayudan, el precio tiende a bajar en línea con la ley de la oferta y la demanda ya que lo que menos vale es lo que muestra abundancia.
Los productores dijeron que, a pesar de las advertencias, las áreas crecieron porque los agricultores se fueron tras el buen precio, pero omitieron que al disparar las hectáreas cultivadas no superarían sus problemas, sino que caso opuesto los agudizarían.

 

 

En charla con Diariolaeconomia.com, el Gerente General de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, Rafael Hernández Lozano, afirmó que la culpa finalmente no es de los productores, el inconveniente, apuntó, es la estacionalidad marcada existente por la ausencia de distritos de riego que fueron trazados en las zonas de secano. Dijo que si hubiese ese tipo de soluciones para hidratar siembras, el área se repartiría en los dos semestres y no habría taco de cosechas, de tal manera que se rompería la estacionalidad.

El dirigente gremial le dijo al Gobierno que el problema se soluciona con el incentivo al almacenamiento, la única manera de contrarrestar la estacionalidad de la cosecha porque la temporalidad o variación estacional genera un excedente temporal que es el que debe sacarse del mercado por unos meses para poderlo utilizar en el primer semestre del año siguiente, si eso no se hace, aseveró Hernández Lozano, habrá una sobreoferta transitoria que redundará en la caída de precios a los agricultores.

Insistió que el problema no es cuantas hectáreas se siembren ni cuantas toneladas se van a producir, el lío es que se concentren en dos meses, agosto y septiembre porque más del 60 por ciento del área de arroz en Colombia se cultiva bajo el sistema de secano entre los meses de abril y mayo. La mayor oferta, apuntó, desploma los precios por lo que hay dos opciones, una que haya incentivo al almacenamiento, un gran interrogante porque el ejecutivo no ha dicho si sí o no, y segundo, que el gobierno les financie a los agricultores secamiento y almacenamiento en finca, pero en las condiciones actuales.

 

 

Dijo que en Brasil y Argentina se llevó a cabo ese proceso con los labriegos, pero con créditos blandos a veinte años, en tanto que en Colombia el máximo plazo es a siete años, algo insuficiente para una inversión como la de los arroceros en donde las planta más pequeña que sería para 200 hectáreas vale fácilmente más de 3.600 millones de pesos, algo que demanda crédito barato y tasas de interés subsidiadas por parte del Estado para romper con la estacionalidad que se supera construyendo distritos de riego o sacando cereal del mercado para evitar que el valor a los agricultores no se deprima.

El valor de los créditos, señaló, sigue caro para todos, para industriales y productores, hace un año, recordó, se contrataba a tasas no superiores al cinco o el seis por ciento, ahora el indicador saltó al 18 por ciento, algo que afecta a todos en los distintos escenarios de la producción o la transformación, asunto grave desde todo punto de vista por los costos de producción y la caída en los precios del cereal, algo que hace prever que si no hay correctivos los agricultores estarán en serios problemas.

La situación no pinta bien, es factible que la sobreoferta no sea tan grande y que por el contrario la oferta se vea impactada en rendimientos por los efectos del fenómeno de El Niño, es decir, cabe la posibilidad que no sobre lo que muchos están pensando.

El incentivo al almacenamiento debería llegar en julio cuando empieza a cosecharse el arroz y así poder sacar del mercado el excedente arrocero temporal que puede estar entre 300.000 o 400.000 toneladas. Sin bien la ministra anterior, Cecilia López Montaño dijo que no habría ayuda, los arroceros insisten que es perentorio porque no hay inversiones públicas que rompan la estacionalidad.

El campo fue una de las banderas de campaña del presidente Gustavo Petro, hoy, en opinión de los arroceros, no hay acción ni una política expedita que invite a la productividad. A juicio del Gerente, el campo sigue a la espera de qué va a pasar y le pidió al Gobierno que se manifieste, y diga qué está pensando y qué espera de los diferentes sectores, en especial de los que hacen investigación y transferencia de tecnología.

 

 

Para todos estos temas, Fedearroz quiere reunirse con la Ministra, no lo ha logrado, pero sí quieren decirle qué hace el gremio y cómo alcanzó un visible liderazgo en innovación no solo en Colombia sino en Latinoamérica. Los arroceros tienen cuatro centros experimentales en Fedearroz y ya trabajan en el quinto ubicado en el departamento de Casanare en donde la federación generará nuevas variedades con resistencia a las plagas y enfermedades así como con alto potencial de rendimiento, sin temor a exagerar, comentó Hernández, hay aportes trascendentales y una tecnología no solamente para asuntos genéticos sino agronómicos.

Según el Gerente General de Fedearroz, el asunto no es halagüeño y aclaró que no siempre las bajas de precio experimentadas por el productor se traducen en menores valores al consumidor porque gran parte del beneficio que debería ir a los hogares se queda en la cadena de intermediación.

 

“No se puede pensar que el problema de la inflación y el incremento en los precios se va a arreglar quebrando a los agricultores que son finalmente quienes garantizan la oferta de alimentos, un case importante para la seguridad alimentaria. Gracias a los arroceros, no faltó comida en las familias, quienes siembran arroz y otros sectores agropecuarios fueron los únicos que permanecieron en el campo, aún con la casi amenaza de muerte generada por la pandemia, nadie dejó de trabajar y los campesinos y empresarios del campo laboraron los años difíciles de la enfermedad abnegadamente y por eso al país no le falto suministro y cierto es, que donde hay arroz jamás habrá hambre”, declaró el señor Hernández Lozano.

 

 

Desafortunadamente, aseveró el directivo, la nueva ministra de Agricultura Jhenifer Mojica Flórez, no ha tenido un espacio para poder hablar con ella y por esa vía exponerle la situación del sector en blanco y negro y contarle sobre qué es el sector arrocero y qué significa para Colombia en alimento y empleo, pero igual hay interés de decirle qué hace Fedearroz y qué genera, algo importante porque es una funcionaria joven a quien se le debe dar toda la información posible, todo dentro de escenarios de respeto, consenso y acercamiento.

Hernández recalcó que el país puede producir este año 3.5 millones de toneladas de arroz paddy verde con unas condiciones climáticas normales, una cosecha importante ya que en años anteriores la recolección estuvo por el orden de los tres millones de toneladas. Dejó claro que si hay afectación por el fenómeno de El Niño, el efecto que se experimentará será una baja alarmante en la producción del cereal ello explicado por sequía y elevadas temperaturas que es lo que más afecta el desarrollo de la planta y su productividad.

Si bien el fenómeno climático esperado es algo exógeno, lo importante es que los productores estén atentos a las recomendaciones del gremio, de los meteorólogos y de quienes con autoridad precisan cuando se debe sembrar y cuando no, ello para que no coincida la época seca con la floración y el llenado del grano en los cultivos.

Sobre la pérdida de la cosecha arrocera en Vietnam, el Gerente General de Fedearroz manifestó que no impacta a Colombia porque el país no importa grano de esa nación asiática. Hernández explicó que el Estado del sudeste asiático no está clasificado como terceros países. Comentó que el arroz que llega a Colombia tiene como origen Estados Unidos y eventualmente Ecuador y Perú, países en donde hoy no hay suficiente oferta y los precios siguen elevados.

Con la coyuntura climática, subrayó el conocedor, los países productores de arroz y de otras provisiones tendrán que guardar con celo sus existencias y cuidar al máximo los inventarios.

Al platicar sobre la realidad del campo colombiano, Hernández dijo que lamentablemente sigue presente una malsana incertidumbre en la productividad porque no se conoce en detalle cuál será la política para el sector, algo que es trascendental, ver la hoja de ruta agraria, pero también saber qué están pensando la ministra de Agricultura y el mismo presidente de la República respecto a los diversos sectores productivos, responsables de la seguridad alimentaria dem Colombia.

 

Es necesario apostar por productividad

 

 

Si bien es necesario hacer equitativa la tenencia de la tierra productiva y dársela a la gente que hoy mendiga un subsidio que puede cambiar por un ingreso digno y fruto del trabajo, es urgente hablar de productividad porque tal y como están las cosas en el mundo y a nivel climático, e palo no está para cucharas, el asunto es apostar por cultivos de ciclo corto o medio y llenar los silos para las venideras temporadas de vacas flacas.

Invitó al Gobierno a conocer al detalle el sector arrocero puesto que no se puede asegurar que el problema del arroz en Colombia es la productividad, craso error porque el país mejoró el rendimiento por hectárea, hizo los suelos más eficientes y optimizó el gasto de insumos con el programa de Adopción Masiva de Tecnología, AMTEC con el que fue posible aumentar las toneladas por hectárea.

Hoy hay eficiencia en el sector arrocero porque se disminuyeron los costos por tonelada a menos de 300 dólares, un logro que se dio dándoles 151 dólares a quienes hacen AMTEC y quienes no lo hacen ya están en promedios de 350 dólares, un costo similar al de la tonelada de arroz en Estados Unidos.

Un punto para destacar es que hay acercamiento con la industria con la que se está abordando el tema de absorción de la cosecha, en El Espinal, en donde se cumplió con la entrega de la nueva sede administrativa y tecnológica, estuvo presente el presidente de la Junta Directiva de Induarroz y para las semanas consiguientes habrá reuniones con algunos industriales con quienes se analizará la situación porque la solución no es bajar el precio a los productores hasta llevarlos a la ruina porque con eso pierden todos.

Sobre el tema de la reforma agraria, el Gerente General de Fedearroz inició que a los arroceros poco hay que quitarles porque si hablan de comprar, quitar o expropiar tierra improductiva, hay tranquilidad porque no hay suelos más productivos que los arroceros en donde se logran dos cosechas anuales.

 

 

A propósito de las reformas, Hernández explicó que la laboral no solo le pega duro al sector industrial sino a todo el campo y por eso insistió en que la ruralidad debe tener unas condiciones laborales diferentes, es decir una legislación especial para el campo porque la dinámica no es la misma y los tiempos de trabajo varían ya que si un persona termina a las once de la mañana, debe haber una forma diferente de a la planteada para contratar personal para las labores de sembradío y cría de animales.

Al referirse a los relevos en la política pensional, el vocero de los arroceros dijo que no debe darse en los términos planteados porque mejora a uno y perjudica a otros, algo que invita a hacer las cosas de manera mucho más equilibrada.

En salud, detalló, la reforma debe contemplar unan asistencia de calidad para las zonas rurales, aclaró que en línea con algunos congresistas, la salud en Colombia es buena, como todo sistema tiene dificultades, las que se deben corregir antes que acabar un servicio esencial para las comunidades.

 

Insumos han bajado

 

 

Una de las buenas noticias que dio el Gerente General de Fedearroz en Espinal Tolima, es que los precios de los insumos han bajado porque la urea que estuvo casi a 300.000 pesos el bulto, hoy vale entre 130.000 y 140.000 pesos, lo que muestra que aparte de este abono nitrogenado, las demás materias primas igual van en descenso.

 

“El efecto de la pandemia fue muy severo, la China cerró fábricas, India también, se encarecieron las materias primas para la elaboración de agroquímicos y todo eso afectó la producción agropecuaria en el país, en la región y en el mundo. Yo creería que en 2024 vendrá la normalización de los precios porque pese a la guerra entre Rusia y Ucrania, ya quedó de lado la crisis global logística, las cosas han mejorado y el mundo retoma su agenda para bien de la humanidad”, acentuó Hernández Lozano.

 

Fedearroz inauguró las nuevas instalaciones del gremio en El Espinal, todo un complejo en donde se encuentran las plantas de agroquímicos, semillas y el centro de investigación hídrica, pero también unos laboratorios para la investigación, en síntesis un sitio en donde se quieren concentrar muchos servicios de la federación a nivel nacional.

En sus 76 años, el gremio entregó las modernas, cómodas e innovadoras oficinas de la seccional, un centro en el que se invirtieron 4.000 mil millones de pesos, bautizado Rafael Hernández Lozano, que es donde se atiende a todo el gremio y desde donde se despachan semillas y todos los insumos, unas instalaciones de punta que además tiene a unos pasos, literalmente al frente un espectacular auditorio para más de 300 personas, un espacio ideal para eventos, conferencias y actividades gremiales y académicas.

 

Asistencialismo, un caos para el campo

 

 

Los productores de arroz del Huila dijeron que sus cultivos van bien, expresaron su beneplácito por la labor cumplida que incluye fertilización y el máximo cuidado para llevar a los hogares un producto de muy altas calidades. En Palermo Huila, una tierra bondadosa y de enormes propiedades los agricultores ya están pagando con recursos propios la mano de obra, pero la fertilización debe hacerse al debe o fiada como exactamente lo expresa el arrocero.

El agricultor Bercelio Pastrana Rojas, anotó que hay muchas cosas por corregir en el campo, regular los precios de los fertilizantes y garantizar ganancia para quien siembra y para quien consume porque hoy los productos siguen en manos de los intermediarios, los verdaderos ricos de la ruralidad.

Un problema es el relevo generacional y la consecución de mano de obra porque cada vez es más difícil conseguir gente que trabaje y por eso ya mira junto a otros productores la tecnología lo que incluye drones porque infortunadamente la gente no quiere hacer nada. El asunto de sustituir personas con tecnología va lento, pero decidido porque un empresario no se puede ir a la bancarrota por la pereza de los lugareños.

Para no ir tan lejos, muchos agricultores están pidiendo el desmonte de Familias en Acción, programa que les da plata a personas que inclusive no tienen hijos, unos recursos que se obtienen con mucho sacrificio en el empresariado y que se queda en estancos, tiendas, discotecas y lugares de mala muerte.

 

“Hace once años adquirí equipos de fumigación, el mismo tiempo que llevo sembrando y cosechando, tuve 20 empleados fumigadores, pero lo viví personalmente, cuando aparecía la plata de Familias en Acción me decía que en esa semana no iban, y si llegaban se devolvían porque para ellos era suficiente 150.000 pesos o algo más. Tuve que soportarlo, la gente me abandonó el puesto de trabajo y doy fe que el asistencialismo no sirve para nada, la idea es generar condiciones para que la gente gane plata trabajando, como se debe, y no estar detrás del Estado esperando unas migajas que no duran en el bolsillo porque como no se obtuvieron con esfuerzo así mismo se evaporan”, reveló Bercelio Rojas.

 

 

Invitó al Gobierno a revisar el programa o a cambiarlo por uno que implique productividad, porque tristemente la población campesina está mutando en verdaderos zánganos, gente belicosa que no trabaja, todo porque papá Gobierno regala plata. Lo mejor, sostuvo, es enseñarles a pescar, pero no darles el pescado.

Sobre la fertilización, el empresario reconoció que ha bajado presión sin que se pueda decir que todo está color de rosa, ello porque hay un menor precio, pero de todas formas unos montos exagerados que pesan en los costos de producción, de todas formas este arrocero logra hacerse con insumos gracias a la oferta de Coagrohuila y Fedearroz.

El bulto de urea lo compra Pastrana Rojas a 170.000 pesos en promedio, es bueno precisar que en 2019, antes de la llegada del Covid-19, el abono costaba 60.000 o 70.000 pesos y con los meses trepó a 220.000 pesos y algo más.

En sociedad don Bercelio siembra arroz en 44 hectáreas, pero exhorta por insumos al día y a menores precios porque ese rubro le pega muy duro a la rentabilidad, la que ya no se ve por los desmedidos valores que maneja el sector cuando compra materias primas para garantizar buenas cosechas.

Bercelio lleva felizmente casado hace 34 años con María Isabel Bonilla con quien tuvo tres hijos, quiere seguir en el campo, anhela que sus hijos sigan la carrera agropecuaria o veterinaria para que se queden coadyuvando con el futuro den la sociedad que dependerá hondamente de la producción de alimentos.

Hoy no hay vías terciarias en buen estado, el colmo llegó a tal punto que un puente se vino abajo en uno de los conectores de Palermo en perjuicio de más de 2.000 familias y nadie hizo nada, los tractores a riesgo debieron pasar por el río y la situación continua, un hecho que debe concitar el interés de la clase política, la alcaldía y la gobernación porque sencillamente el campo existe.

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