En la versión de Cafés de Colombia Expo 2024, evento que resultó sumamente exitoso para los expositores y asistentes, fue visible el crecimiento, la innovación y el tremendo futuro que tienen los cafés de especialidad en el país, sin duda alguna el mundo está tomando café y a la hora de querer lo mejor no lo piensan dos veces, piden café colombiano tostado y molido en las distintas variedades, todo un placer y la mejor experiencia.
En esta ocasión nos ocuparemos del café de El Líbano, un municipio con una fundación que genera divergencias algunos investigadores dice que este pueblo fue erigido el 23 de abril de 1849 razón por la cual esta fecha sirve de referente para conmemoraciones y festividades, de todas maneras, en la otra orilla está el grupo de historiadores que asegura que la verdadera creación es el 27 de enero de 1886, tremendo dilema.
Esta municipalidad de 45.300 habitantes aproximadamente hace parte de la colonización antioqueña y vive de la agricultura, la ganadería, la minería y el turismo. Con sus 20 grados de temperatura promedio, El Líbano es un lugar propicio para muchos cultivos y para impulsar diferentes destinos y lugares de descanso y relajación.
Allí se izan la Catedral Nuestra Señora del Carmen, la Basílica Nuestra Señora de Mantara, pero naturalmente también hay lugares otrora sagrados y hoy de obligada visita como el Nevado del Ruíz, el Parque Nacional Natural los Nevados, Laguna Negra, las termales y aparate de café, otra gran oferta libanense, Cacao to Chocolate Tour In Libano, Tolima, una fabulosa experiencia en granja.
Ésta, en tiempos precolombinos fue tierra de indígenas Panches, Pantágoras, Marquetones y Bledos, unas familias aborígenes de fuerte temperamento y aguerridas, de hecho, hay datos en el que se dice los Muiscas les tenían temor y distancia.
Como es de todos, conocido, a mediados del siglo XIX empezó, al amparo de la Ley, la movilización de familias del sur de Antioquia, unos colonos y hombres de aventura que partieron para las tierras del sur en búsqueda de riqueza, baldíos y lugares propicios para la agricultura, también iban sedientos de minería, básicamente de oro, riquezas a las que tendrían derecho por el arranque y atrevimiento, además los gobiernos de la época eran conscientes que entre más territorios de sumaran a la Colombia productiva, mejores iban a ser los indicadores de crecimiento y generación de riqueza, fue por eso que en el momento se adjudicaron tantos títulos y derechos.
El señor Isidro Parra que comandaba una caravana arribó a un caserío construido en 1850, el lugar era conocido como El Libano, un sitio de gran belleza natural, pletórico de bosques con verdaderos ejércitos de gigantes y voluminosos robles y cedros, esas barracas se construyeron tras el aval que le dio a los fundadores el Decreto firmado el 23 de abril de 1849, el mismo que les dio la propiedad.
Como todo lugar habitado por el hombre vino un proceso de renovación y cambios y en 1886 El Libano era una aldea, pasaron los años y en 1900, la puerta del siglo XX, sus pocos habitantes de una nueva provincia siguieron adelante, creando infraestructura rústica como caminos de herradura y desafiando el encanto de la selva, después de mucho trabajo El Libano estaba bien comunica en vías que fueron con dureza abiertas a todos los destinos, oriente, occidente, norte y sur.
En ese momento la provincia llegó a tener jurisdicción sobre municipios de hoy como Villahermosa, Casabianca, Fresno, Santa Isabel y Herveo, una comarca de aproximadamente 2.000 habitantes.
El Libano siempre llevó en su ADN la agricultura, su cultivo estrella fue el café, pero con el correr del tiempo las actividades fueron variando y por ello creció la ganadería y resurgió la minería pues a la fecha hay empresas explotando oro y plata. Otra riqueza de este municipio del norte del Tolima enclavado en la cordillera Central es su cultura, en ese especial lugar nacieron grandes escritores y compositores, sin embargo, es tierra de danza, teatro y muchas otras expresiones del conocimiento.
Hoy dedicaremos un espacio a una empresa cafetera que ya llega a su tercera generación y perfila la cuarta, se trata de Polkcafé, el producto de gama alta de una finca del mismo nombre en donde se cultiva grano con elevados estándares de tecnificación. El café que brota de esta propiedad goza asimismo de certificaciones como Rainforest Alliance, Cofco International como también del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, debido a los excelentes procesos y prácticas agropecuarias encauzadas a garantizar la calidad del café en todos sus procesos.
Este café lleva décadas haciendo muy bien la tarea, y por eso produce café teniendo el máximo de cuidado en cada una de sus etapas, es así como se dedica la máxima atención en etapas como semillero, siembra, recolección, despulpado, fermentación, lavado, secado, trillado, tostado, molido, empaque y distribución.
En charla con Diariolaeconomia.com, la empresaria del café y directiva de Polkcafé Mónica Sierra aseguró que la vena cafetera no es tema de hoy en su familia porque fueron cafeteros sus abuelos, su padre y ahora ella, a la fecha esta productora trabaja hombro a hombro con su progenitor ya con 76 años a cuestas, haciendo la transferencia generacional y disfrutando de los buenos momentos que en familia ofrece el café.
Reiteró que Polkcafé es una marca originada en El Libano, Tolima, y dijo que es más que un placer, un orgullo hacer parte de la tercera generación en una familia ya curtida en el procesamiento del café de alta calidad, dijo que por fortuna todas las labores al interior de la hacienda se han hecho bien y por ello aparecieron reconocimientos y certificaciones, uno de ellos, anotó, el sello Rainforest, por la obtención de grano de altísimos atributos.
Expuso que todos los procesos se hacen en la finca lo cual incluye al cliente final, y subrayó que ella y su familia afianzan una saga apasionada por la agricultura y puntualmente por la producción de café. Aseveró que para la marca es muy importante la parte humana y por ello los campesinos que colaboran con la recolección de café son personas fundamentales en los métodos y desde allí, aseguró, la empresa se encarga que cada paso sea impecable e integro para llegar al mercado y al cliente fidelizado con una taza de gran puntaje con notas, aromas y sabores que van más allá de la excelencia.
Polkcafé exporta café, le ha sacado buen reducto a la denominación de origen que maneja y disfruta cada logro como el sello positivo otorgado por la normatividad. La empresa cumple con todas las exigencias como el registro del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, INVIMA, entidad con la que ha trabajado arduamente, de hecho esas diligencias de certificación las lidera Mónica como mujer cafetera, empresaria y responsable de todo un legado, el que tendrá que llevar a otras generaciones que serán el futuro de la caficultura regional y nacional, la idea, dijo, es que no se pierda el amor y la entrega por esta siembra con las venideras generaciones.
La empresa maneja todos los procesos, pero Mónica Sierra destacó el lavado, Honey y el natural, en variedades Polkcafé ofrece variedad Castilla, Caturra y adelanta procesos con varietales de donde salen el Borbón Rosado y todo lo que pida el cliente ya que la empresa produce grano para maquila y café en pergamino, todo un portafolio al servicio de quienes quieren comprar lo mejor del café colombiano.
Sobre las ventajas que maneja la marca está el hecho de garantizar rentabilidad por cuanto la empresa maneja precios competitivos gracias a que no existe intermediación y por el contrario hay una negociación directa con los interesados en hacer empresa con un café de gran calidad, como lo ofrece Polkcafé.
“Somos una prenda de garantía por dónde nos miren, tenemos calidad, precio y facilidad de penetrar el mercado de alta exigencia, hacemos muy bien las cosas y eso lo vemos retribuido en nuestros compradores y en quienes le ponen un toque de distinción a la vida con una taza de Polkcafé”, declaró la muy amable señora Mónica Sierra.
La finca en donde Polkcafé siembra sus cafetos tiene 43.3 hectáreas y sembradas en café al cercano a 33.5, la empresa destina 10 hectáreas a bosque. Ambientalmente el aporte es mayor porque todos los procesos son limpios, el resultante del despulpe de convierte en abono orgánico, es decir que hay respeto por el medio ambiente porque no hay ningún tipo de contaminación. En los procesos las aguas son tratadas y la asepsia es un común denominador.
Hoy por hoy la finca la Polka está haciendo la tarea y vendiendo café como lo pide Europa, sin tala de bosque y con toda la responsabilidad ambiental de por medio. El café es de origen y por eso quienes lo adquieren saben del tipo de variedad, ubicación de la finca, procesos, protocolos y todo lo que lleva a la excelencia. Añadió que otro plus de la finca es que está totalmente alineada con la normatividad ya que produce no solamente un café de calidad y diferenciado sino apto para el consumo humano.
En materia de costos de producción, Sierra explicó que hay muchas variables, verbigracia la bolsa de Nueva York, el dólar y el precio que al final del día determine la Federación Nacional de Cafeteros. FNC, un grano que lleva primas y otras compensaciones.
Un tema, dijo Mónica, que impacta la caficultura es el precio de los agroinsumos que se producen por temas geopolíticos o globales y por eso anotó que los caficultores deben batallar contra esas variables, pero también con la inestabilidad climática, mucho sol y demasiada lluvia, en fin, atmosferas intempestivas, empero destacó la resiliencia de los colombianos y dijo que hay en el café gente estupenda que en medio de las adversidades siempre sale adelante porque jamás cesa de buscar las oportunidades para superar escollos y progresar.
A juicio de la productora otro tema que afecta de manera importante la agricultura y la caficultura porque se ha sentido una merma importante en la producción de grano, pero el daño y los menores rendimientos los experimenta el campo como un todo.
Toda esta serie de inconvenientes ha llevado a que empresas de estimable valor agregado como Polkcafé acudan a diversas estrategias, una de ellas, la preparación de abonos de materiales orgánicos provenientes de la misma actividad cafetera, una buena mixtura es el humus que se logra tras poner los residuos de la cereza del café con lombrices californianas, con este bioabono la empresa refuerza sus abonadas asegurando mejores cosechas y total calidad en el producto.
La caficultora apuntó que todos los males de la caficultura y agricultura podrían conjurarse con la puesta en marcha de múltiples distritos de hierro con lo cual se paliaría el intenso verano, pero, además, avanzar en infraestructura, bienes públicos y condiciones dignas para los agricultores.
“En materia de riego debería haber soluciones a lo largo y ancho del país, porque lamentablemente muchos labriegos, como ocurre en el Tolima, están improvisando con el almacenamiento de agua y construyendo sin la mínima norma técnica acuíferos y reservorios destinados a las siembras, prácticamente estamos haciendo distritos de riego artesanales, pero indiscutiblemente hay grandes desafíos y necesitamos profesionalizar la agricultura, en nuestro caso para ser sostenible la siembra de café, pero llenando los campos con cultivos orgánicos para poder llenar de seguridad alimentaria”, detalló la vocera de Polkcafé.
Sobre asuntos de café, la empresaria dijo que lo deseable es que la gente en Colombia aprenda a tomar café de calidad para que aumenten los despachos, mejoren las ventas y el cultivo que lleva más de trescientos años perdure en el tiempo.
Es el caso de Polkcafé, pero también de otros emprendedores que han fundado marcas con trabajo, esfuerzo, dedicación, pasión y compromiso para alcanzar una taza de excelencia.
A criterio de Mónica sierra, si bien un alto porcentaje de café colombiano tiene como destino la exportación, se hace necesario crear una cultura en torno al café y su consumo para llevar a los hogares y a los sitios de experiencia un bebestible de sensacionales características.
Polkcafé está de moda, tiene unas sugestivas notas que pasan por cítricos, frutales, panela y chocolate, ello gracias a la excelente ubicación de la finca que cuenta con alturas que alcanza 1.700 metros sobre el nivel del mar.
“Hemos identificado que a mayor altura los azucares se concentran y se consolidan más en el fruto, motivo por el cual nuestro café tiende a ser muy dulce y muy rico”, dijo Mónica Sierra.
La firma Polkcafé tiene una muy buena comercialización de café ya que atiende clientes nacionales y extranjeros dedicados a la exportación con café pergamino y verde pero también con producto diferenciado, escogido, tostado y molido. La empresa se apalanca en redes sociales y canales digitales como lo hace con Instagram. Polkcafé reveló que muy pronto llegará con café de calidad a una reconocida cadena de supermercados en el Tolima y el sur del país, Surtiplaza.
La marca ha hecho importantes negociaciones, dinámica que ha llevado el producto a distintas ciudades del mundo, hoy por ejemplo, este sello está presto a entrar a Ohio, Estados Unidos a Porto en Portugal y a Grecia, de todas maneras, la idea es seguir expandiendo la marca para que el mundo sepa lo que es un buen café, el café del Tolima.
En opinión de Mónica Sierra es urgente trabajar por mayor equidad en la caficultura, porque el campesino o productor primario es quien mayor rentabilidad debe tener en su negocio o actividad.
Esta joven caficultora tiene una historia muy particular pues estudió Sicología, pero terminó entre cafetos por amor a la caficultura cafetera y queriendo honrar el encomiable trabajo que su familia hizo con esta siembra en las ya cumplidas tres generaciones. El hecho de que su padre, Álvaro Sierra, enfermara en época de la pandemia del covid-19 hasta terminar en una UCI, aceleró la llegada de Mónica al magnífico mundo del café.
Hoy con su padre y su madre Susana López, Mónica continúa luchando y afianzando el negocio familiar, llegando lejos con una marca, consecuencia de una juiciosa saga cafetera en la que participó su abuelo Alfonso Sierra.
“Espero que este legado no termine con mis oficios, es mi anhelo que las siembras y la marca de buen café, nuestro Polkcafé pase a manos de mis hijos y mis nietos sobre quienes recae avanzar con este legado. Quiero destacar el trascendental papel que tiene la mujer en la caficultura porque ha sorteado todo tipo de expresiones machistas poniendo muy en alto el nombre del café colombiano, en donde hay liderazgo y como pasa en Polkcafé, un equipo de trabajo maravilloso”, afirmó la directiva.
Hizo un llamado a las nuevas generaciones para que regresen al trabajo agrícola, puesto que el campo es pasado, presente y futuro y los colombianos llevan según su concepto la agricultura en el ADN, un trabajo que puede seguir con innovación, emprendimiento y nuevos apalancamientos como marketing digital y estrategias que sin duda elevan el nivel de comercialización.
Polkcafé ha encontrado buenos resultados con los procesos de innovación con levaduras y otros mecanismos que brinda la globalización.
Una libra de café Polkcafé con proceso de lavado cuesta 30.000 pesos, mientras que el proceso del café Honey en 35.000 y el natural en 40.000 mil pesos.
Técnicas en el café hay muchas y puntualmente en secado el método de sombre quedó en el pasado, hoy esta labor se hace en marquesinas y en silos, dos procesos muy eficientes siempre y cuando se hagan de manera correcta. Polkcafé cuenta con una marquesina de 17 metros por 7 metros de ancho, en donde la marca controla humedad y temperatura y mueve el café de manera permanente para que el secado sea de manera uniforme.
En los silos las temperaturas no superan los 40 grados centígrados para proteger el núcleo del café sin perder propiedades.
Esta empresa ha hecho una apuesta importante por el secado natural en donde se deshumedece la cereza, un método natural que garantiza fragancias y sabores en el café, un sello muy del norte del Tolima, El Líbano.