El Gerente General de la Federación Nacional de Cafeteros, FNC, Germán Alberto Bahamón Jaramillo, anotó que el país está llamado a una reactivación económica frente a los 20 billones de pesos que irriga la cosecha cafetera en 610 municipios en 23 departamentos y resaltó el buen comportamiento de las exportaciones de grano que vienen creciendo de manera trascendental.
El dirigente gremial apuntó que en los últimos 12 meses la caficultura lleva en promedio 14.99 millones de sacos producidos y cerca de 13 millones de sacos exportados con lo cual se ve con muy buenos ojos la posibilidad de seguir construyendo relaciones sólidas con el mercado más importante para el café que es Estados Unidos.
Subrayó que 20 billones de pesos a final del primer trimestre es el valor de la cosecha cafetera de los últimos 12 meses, algo que no tiene precedentes, lo trascendental es que la producción va en 14.99 millones de sacos y se avecina la primera cosecha del año normalmente registrada entre finales de abril, mayo y junio, una recolecta que se ve bastante importante que podría repuntar entre el cinco y el ocho por ciento con respecto a igual periodo del año anterior.
Los cálculos, explicó el Gerente, permite decir que para final del año cafetero que es en septiembre, se tendría una buena cosecha sin dejar de mencionar que el régimen de lluvias que se presenta hoy por hoy en el país, puntualmente en las regiones cafeteras, ha impedido que la florescencia se manifieste de la manera debida lo que podría conllevar a una afectación real de la producción del cafetal en los meses de octubre, noviembre y diciembre.
Estimó que en el año cafetero que se da, repitió, entre octubre y septiembre, el país debería sobrepasar los 15 millones de sacos.
Frente al arancel del 10 por ciento que pagará el café en puertos estadounidenses, Bahamón Jaramillo expresó que definitivamente a la FNC como gremio y a todos los privados que están participando en la industria del café, no les satisface los impuestos de ingreso que están imponiendo desde la Casa Blanca.
Agregó que definitivamente el gremio cafetero y la economía como un todo, esperan que la guerra arancelaria logre conjurarse y llegue a feliz puerto como consecuencia del diálogo, el entendimiento, la negociación y todos los filtros diplomáticos para que ello permita que todas las familias caficultoras no vayan a ser afectadas, lo único que manifestó es lo único que le interesa a la institucionalidad cafetera.
“Si después de esta negociación que adelantan varios países incluida Colombia con Estados Unidos, se mantiene una competitividad, eso es suficiente para seguir en el pilar fundamental del café que es la calidad con la que el grano colombiano se diferencia. Ahora, si perdemos competitividad con Brasil o con Honduras, por ejemplo, ahí tendríamos unos inconvenientes y Colombia, como se sabe, es el segundo proveedor de café en la potencia económica del norte, casi un 20 por ciento del grano que consumen los estadounidenses es colombiano”, aseveró el señor Bahamón Jaramillo.
En opinión del Gerente General de la FNC, los caficultores locales tienen una relación muy sólida con la National Coffee Association, NCA, en Estados Unidos y destacó que de manera juiciosa se ha venido trabajando de la mano con Bill Murray, presidente de la mentada entidad, llegando a Washington para hablar con los dos partidos, demócratas y republicanos con el fin de proteger la industria en Estados Unidos y desde luego la producción de café en Colombia.
Explicó que el impacto económico del café en Estados Unidos es para considerar ya que un dólar de café importado a ese país se convierte en 43 dólares de actividad económica, 2.2 millones de empleos en Estados Unidos, asimismo afecta el 1.3 por ciento del PIB de la nación americana que está en la industria del café. Por eso, añadió, las relaciones sólidas que se han construido en los últimos 98 años como Federación y obviamente con los clientes importantes que hay en Estados Unidos, se mantendrán y para ello, anticipó, se harán todos los esfuerzos necesarios desde la FNC para proteger el interés de los caficultores colombianos y de las empresas que han participado en la exportación del grano cultivado y cosechado en Colombia.
También, comentó Germán Bahamón, se seguirá buscando la transformación del grano colombiano para llegar con café tostado de origen a los Estados Unidos.
Ante la eventual medida de gravar productos provenientes de Estados Unidos a Colombia, Bahamón manifestó que lo importante hoy es la diplomacia y no entrar en ese contexto de pretender ser quien maneja las relaciones entre dos estados puesto que para ello está la Cancillería, el Ministerio de Comercio y un embajador de Colombia ante el gobierno de Washington a quien se debe acompañar para construir unas relaciones de confianza con el mercado americano.
Apuntó que lo único que ha generado incertidumbre, tanto en los compradores como en los vendedores, es en el producto terminado importado a los Estados Unidos, llámese café soluble, liofilizado o en otra presentación pues se está viendo la posibilidad de la negociación con las grandes cadenas, el resto, referenció, se ha mantenido de una manera estable. Recalcó que el café es un producto muy apetecido por los estadounidenses y seguirá siendo el 40 por ciento de las exportaciones colombianas. Dijo que el segundo país tiene el ocho por ciento y Estados Unidos el 40, luego la importancia de proteger el interés de las familias caficultoras para que puedan seguir exportando su grano a los Estados Unidos es una necesidad de Colombia y por eso, a juicio del directivo, se seguirá haciendo.
Sobre la recolección que ya empezó en algunas regiones, Bahamón dijo que en el departamento del Huila, Nariño y Cauca ya empezaron los primeros “pepeos” de café, algo que no permite evidenciar lo que será exactamente la cosecha, pero insistió en que el estudio del Centro Nacional de Investigación del Café, CENICAFE, generalmente juicioso, técnico y de derribo, muestra que entre el cinco y el ocho por ciento será el crecimiento de la producción en el primer semestre, un factor que junto a los precios que todavía se tienen por carga entre los 2.8 y los 3.1 millones de pesos, definitivamente es algo sumamente importante para el cafetero al que se ha dicho que 2025 es el año de la fertilización, de reinvertir en la nutrición de los cafetos.
“Nosotros no hablamos de bonanza porque esta se configura cuando en un periodo de ciclo largo vegetativo el precio acompaña ese ciclo productivo, hoy todavía es un periodo corto que impide hablar de bonanza. El momento es ideal para pagar deudas, optimizar la finca y mejorar obviamente la calidad de vida. Los que somos cafeteros sabemos muy bien que, si entre 2023 y 2024 la pasamos regular tirando a mal, en el 2025 tenemos que aprovechar los precios”, afirmó Germán Alberto Bahamón Jaramillo.