La ministra de Agricultura y Desarrollo Rural Martha Carvajalino destacó en el 94 Congreso Nacional de Cafeteros que el tema aranceles quedó conjurado dándoles oxígeno a los productores que estaban inmersos en la incertidumbre, con el retorno a la tasa cero, explicó, las cosas para el café colombiano en Estados Unidos siguen sin variaciones y atado a los precios indexados por oferta y demanda.
En opinión de la funcionaria, los productores nacionales vuelven al escenario que tenían, sin ningún tipo de angustia por las posibles importaciones de grano que generalmente se usan para mezclas atentando contra la calidad y la especialidad del café local.
Aclaró que en aras de la normalización de los aranceles no habrá que contemplar las importaciones y eventuales triangulaciones con el bebestible a tiempo que recordó que en Colombia regularmente la industria ha importado café para el consumo doméstico.
Si bien destacó las cifras cafeteras en producción en el año civil y los buenos precios, Carvajalino expresó que en medio de crisis y retos el país alcanzó los 14 millones de sacos, empero precisó que la verdadera fortaleza de la caficultura en Colombia está en las familias cafeteras y campesinas las cuales rotan sus cultivos y diversifican.
“El café nuestro se cultiva con otros productos lo que permite que ante las crisis de precios, climáticas o fitosanitarias, el productor tenga no solo fortaleza sino resiliencia, un tema que por clima fue importante pues tan solo hay que mirar lo que pasó con el café robusta que a nivel internacional entro en un contexto internacional complejo por las afectaciones en Brasil y en Vietnam y el café colombiano que resistía muchas vicisitudes pudo aprovechar esos espacios de mercado con una diplomacia fitosanitaria que adelantó el actual gobierno de la mano con el Fondo nacional del Café y su administrador, la Federación Nacional de Cafeteros”, manifestó Carvajalino.
A juicio de la Ministra de Agricultura, hoy el café colombiano llega a más lugares del mundo y apuntó que eso se debe a dos factores, la primera que las exportaciones deben diversificarse porque es usual encontrar que los productos agrícolas en café crecen exponencialmente en volumen valor de tal manera que si un país adopta una medida unilateral, Colombia podrá mantener el nivel de sus exportaciones, algo que se logró China y con el mundo árabe, situación amable que ratifica que el café cultivado en Colombia puso ampliar los mercados apalancado en certificaciones de calidad así como denominaciones de origen.
Frente a la cuenta parafiscal que encarna el Fondo Nacional del Café, el aporte de todos los cafeteros, Martha Carvajalino señaló que el contrato vigente para su administración con la FNC vence el próximo año, proceso que lidera el ministerio de Hacienda y Crédito Público, ente que analizará y revisará los alcances y situaciones de la ley para retomar dicho manejo que no tiene objeción alguna.
“El país tiene que entender, y ya lo hemos dicho, que todas las contribuciones que pagan los productores son recursos públicos que en virtud de las disposiciones legales administra un particular y que como recursos fiscales tienen una destinación específica que debe cumplirse y es obligación del Ministerio de Agricultura garantizar que esos dineros tengan esa destinación, pero además es función de los particulares que administran esos recursos, cumplir con las obligaciones legales”, aseveró la Ministra de Agricultura quien advirtió que esos dineros deben blindarse en la campaña electoral porque al igual que los funcionarios que cumplen funciones públicas, los privados deben acogerse estrictamente a las conocidas restricciones.
Hay debilidad en el agro
La funcionaria dijo igualmente que lamentablemente la investigación, la innovación y en sí toda la estructura agraria del sector público se ha debilitado en los últimos 30 años, como también se debilitó el Ministerio de Agricultura como rector de la política pública ya que se ha visto en temas de tierra y desarrollo rural las constantes liquidaciones, reestructuraciones y otros factores que generan inestabilidad.
Manifestó que es perentorio dar una discusión importante de cómo reconstruir el sector agropecuario en términos de tierras, desarrollo rural y de fomento agropecuario porque no se puede olvidar que además Banco Agrario y Finagro como entidades de la banca pública fueron sustraídas del campo habida cuenta que hoy están conformadas en el Grupo Bicentenario y hoy el Ministerio de Agricultura no hace presencia en sus juntas directivas como cartera agropecuaria lo que ha impedido tener una dirección de la política pública más eficiente durante muchos años.
“Aquí hay que dar una discusión, si el sector agropecuario es el motor de la economía en Colombia, esta debe tener una institucionalidad robusta, con presencia en los territorios, con capacidad de coordinación, con meritocracia y una burocracia estable que le permita dar cuenta de todos los vaivenes de la producción campesina. La producción agropecuaria no es una actividad económica más, es la labor más riesgosa porque está sometida al clima, a los cambios económicos, a las fluctuaciones del mercado y frente a eso se necesita una institucionalidad capaz en los momentos críticos de salvaguardar la producción y precisamente lo que ha demostrado este gobierno es que con decisión e inversión pública, el sector rural productivo está al frente de la economía nacional y eso pide adoptar medidas acordes en el cierre del actual gobierno y en los mandatos que vengan porque los cultivos hacen parte trascendental de los procesos de transformación frente al hambre, la crisis climática y la misma paz”, concluyó la Ministra.