Lunes, 07 Junio 2021 17:57

Cáncer made in USA: Maíz importado amenaza salud humana y animal

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Los cerealistas colombianos agrupados en Fenalce encendieron las alertas por la llegada de volúmenes importantes de cereal de inferior calidad que puede causar problemas cancerígenos.

Los agricultores nacionales y cultivadores de cereales denunciaron que a Colombia está ingresando maíz de muy baja calidad, una situación delicada porque ese alimento llega a los puertos con impurezas, semillas nocivas, micotoxinas, olores molestos, totalmente inexplicables, y otros agentes de extrema exposición que lo hacen inclusive de alto riesgo para el consumo de animales de granja. Los análisis concluyen que perfectamente puede ser el origen de cáncer y otras enfermedades de tipo viral.

En un estudio, la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya, Fenalce, expuso que pudo determinarse un grave incumplimiento en los parámetros de referencia para el consumo humano y animal. Agregó que el maíz SG, de evidentemente baja calidad, está fuera de la norma para el consumo humano.

Para los encargados de la investigación, ese cereal importado tampoco puede considerase como un ingrediente idóneo en la elaboración de alimentos para animales, de acuerdo a los lineamientos y estándares del Codex alimentarius.

En el primer caso, explica el análisis, puede contener semillas nocivas cuyas sustancias afecta la salud y de las cuales debe estar “exento”, a su vez, puede presentar suciedad e impurezas de origen animal que superan el límite permitido del 0.1% m/m máximo, así como olores extraños.

 

 

La imposibilidad de usar la materia prima en referencia, para la elaboración de alimentos para animales, obedece básicamente al incumplimiento del numeral 1.2: Codex Stan 153-1985 y CAC/RCP 54-2004, de la organización. Igualmente, reza el documento, en el estándar norteamericano se encuentra fuera de la designación de grado de calidad lo cual en términos de salubridad muestra un 3.5 riesgo para la salud pública y el bienestar en la producción animal.

 

“El maíz SG no cumple con los requerimientos para el consumo humano directo ni puede considerarse como un ingrediente idóneo para la elaboración de alimentos para animales de acuerdo a normas de referencia del Códex alimentarius, así como las normas técnicas nacionales (Numeral 1.2). Los grados de calidad de maíz, están definidos por factores como el peso hectolítrico que expresa la dureza del endospermo y la madurez del grano; así como el porcentaje de granos dañados, presencia de impurezas y la humedad. Estos factores no solo determinan su destinación. A su vez, inciden en aspectos de conservación de la inocuidad durante las fases de manipulación posteriores a la cosecha como lo es el transporte”, añade el estudio.

 

Maíz importado sería el responsable del cáncer de hígado

 

Imagen de Ulrike Leone en PixabayEl gremio explicó que la importación de maíz SG, la cual no se debe considerar como inocua o con algún grado de calidad, puede ofrecer el escenario para la adopción de prácticas inadecuadas para lotes de grano, que comprometan la calidad y su inocuidad.

A criterio de Fenalce, en la literatura científica internacional y nacional es ampliamente conocido el alto riesgo para la salud humana frente agentes contaminantes como micotoxinas, al ser uno de los agentes causales de cáncer de hígado y de diferentes efectos nocivos en el bienestar de distintos animales de la cadena pecuaria.

El tratado certifica que la baja calidad de este maíz, que contempla la presencia de impurezas, insectos y granos rotos, en conjunto con condiciones inadecuadas de manipulación y almacenamiento relacionadas con la humedad relativa, podrían conducir a la presencia de estas sustancias nocivas en el maíz y con ello, afectar la salud en general.

 

“Es reconocida en el marco de la comisión MSF la problemática asociada a micotoxinas como AFB1, en arepas tras la evaluación cualitativa desarrollada por el Instituto Nacional de Salud (INS). El Grupo de Evaluación de Riesgos en Inocuidad de Alimentos (ERIA) identificó las regiones con mayores niveles de exposición de acuerdo a hábitos de consumo del producto, empero también a la estructura de la población. Así las cosas, las zonas más proclives a la patología son Antioquia, Valle del Cauca y Bogotá, entre otras. De igual manera existen grupos poblacionales como niños entre los cuatro y ocho años”, detalló la investigación.

 

Ante la gravedad del tema, la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya estima perentorio ejercer algunos controles en puntos críticos del encadenamiento productivo e implementar procesos de trazabilidad de estas materias primas, el alimento elaborado y los animales y/o el consumidor final.

El gremio analizó que conflictos fiscales, errores de información suministrada a las autoridades y la declaración sobre el uso del maíz importado, tiene efectos directos en la tasa y aplicabilidad de impuestos, entre ellos el del Valor Agregado, IVA.

En este caso, se identificaron declaraciones de importación de maíz SG con manifestación de uso industrial, con pago de IVA entre otros, sin embargo, con errores de información respecto al grado del cereal, y sin un adecuado seguimiento del origen de la moneda usada para efectuar la transacción.

 

Metodología de seguimiento a la calidad del maíz importado

 

Imagen de Albrecht Fietz en PixabaySegún determinó Fenalce, el seguimiento de la calidad de maíz importado por Colombia se realizó a partir de tres pasos fundamentales: el rastreo de embarcaciones enviadas a Colombia con maíz de Grado SG, la identificación de embarcaciones que llegaron a puertos colombianos y finalmente, la verificación de cantidades totales de estas embarcaciones, las cuales fueron debidamente detalladas.

Otro asunto mayor tiene que ver con las mercancías arribadas a puertos colombianos a través del sistema Sicex- Sismar. Desde la base del ya precisado sistema de información marítimo de Colombia Sismar, cuya fuente de información principal son las fichas de transporte e información diligenciada en puerto de los buques que arriban al país, se hace posible acceder a información concerniente con la empresa declarante de la importación, nombre de la motonave que arriba al puerto, fecha de arribo a puerto y la cantidad de producto en barco.

Al hacer la correspondiente verificación con las fuentes de información fue posible saber con exactitud la cantidad de maíz importado, así como los importadores del producto.

A partir del número de declaración de importación, revela el estudio, se corroboró la información con la revisada por la DIAN en sus bases oficiales, junto con los precios a los que se registró la importación, entre otros.

 

Resultados del seguimiento a las importaciones de maíz de baja calidad

Fenalce manifestó que fueron identificadas importaciones de distintos grados de calidad, diferentes al grado número dos, puntualmente de: grado tres con 73.277 toneladas, grado tres, o mejor, 15.951 toneladas, grado cuatro con 7.700 toneladas y SG, la cual es objeto base de este documento.

Al revisar los archivos la agremiación sostiene que fundamentalmente, la importación de maíz “SG” a Colombia ha venido en aumento desde 2014, cuando se registró el envío de 1.354 toneladas y de 22.000 toneladas en 2018 de acuerdo a datos de FGIS. El informe expone que no se puede pasar por alto que Colombia es el principal destino del maíz tipo SG en el mundo. Para el año 2020, apuntó la federación, FGIS registró la salida de maíz amarillo SG en 14 buques de los cuales cinco llegaron a transportar 130.968 toneladas hacia Colombia. Los demás buques, aclaró, tuvieron como destino Panamá, Guatemala, México, Taiwán, Arabia Saudita y Venezuela.

Luego de analizar cifras, Fenalce dijo que la firma Solla S.A, importó durante 2020 más de 520 mil toneladas de maíz amarillo, convirtiéndose en el tercer mayor importador de este producto. Con esto, se calcula que cerca del cinco por ciento de sus importaciones correspondieron a grado SG, transportadas en las importaciones ALORA y REGO.

Las importaciones identificadas como “SG”, señaló Fenalce, fueron adquiridas a un precio significativamente menor a las de mayor calidad. Por su parte, existen seis declaraciones de importación registradas el 23 de agosto, que demuestran una diferencia de USD$10 por tonelada, donde la identificada como SG cuenta con el precio más bajo. Así mismo, arrancando el mes de octubre se realizaron cuatro importaciones a un precio considerablemente menor, respecto al registrado algunos días antes y después, inmerso además en una coyuntura de precio internacional alto y creciente.

 

“Con esto se puede evidenciar una intención de compra a menor precio por parte del importador, sacrificando la calidad”, denunció Fenalce.

 

Llama especialmente la atención las importaciones realizadas por la empresa Trilladora la Montaña S A S, ya que esta sociedad tiene como razón social la elaboración de productos alimenticios de consumo humano. En total, importó el 25 de septiembre de 2020, 1.200 toneladas de maíz amarillo con clasificación “SG”, a través de las declaraciones de importación número “91019010397417” y “91048015609050”.

 

La solicitud delos cerealistas

 

Imagen de Couleur en PixabayFenalce subrayó que Colombia se encuentra suscrita a la Organización Mundial del Comercio, OMC, desde la Ley 170 de 1994, e incorporó a su ordenamiento jurídico los acuerdos multilaterales establecidos, entre estos el Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (AMSF). A su vez, afirmó, el país cuenta con diferentes orientaciones en política sanitaria y de inocuidad, así como la estructuración del Sistema de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias y la Comisión intersectorial MSF (Decreto 2833 de 2006), instancia para la coordinación y orientación en la ejecución de la política de sanidad agropecuaria e inocuidad del país.

De acuerdo a los resultados expuestos y que hacen muy compleja la situación, la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya, hace manifiesta la necesidad de establecer medidas y acciones pertinentes de manera articulada con los diversos actores y autoridades competentes, conforme a lo establecido en el marco señalado.

 

“Los datos presentados hacen evidente el riesgo en el que se encuentra la población, las especies pecuarias y el productor nacional con el ingreso al país de maíz SG, hecho que se suma a la reiterada necesidad de evaluar el nivel de protección establecido para el maíz desde los distintos mecanismos de inspección, vigilancia y control por parte de las diferentes instituciones, en cumplimiento de sus deberes misionales como ICA, Invima, Polfa y DIAN, entre otras que se consideren pertinentes. Se espera que las autoridades puedan adoptar las medidas necesarias tanto sanitarias, como fitosanitarias u otras a las que haya lugar, de manera eficiente a fin de propiciar un control efectivo en función de la prevención de los riesgos que pudiesen derivarse de este tipo de importaciones”, indica el documento de Fenalce.

 

Buscando mayor confiabilidad, el gremio estima que la vigilancia de los ingredientes de mezclas de materias primas para alimento animal, mejor conocidos como piensos, debe incluir su inspección, muestreo y análisis para determinar la presencia de contaminantes, aplicando protocolos basados en el riesgo.

Dichos ingredientes, expuso Fenalce, deberán ajustarse a normas aceptables y, cuando sea el caso, reglamentarias en lo referente a los niveles de agentes patógenos, micotoxinas, plaguicidas y contaminantes que puedan suponer peligros para la salud de los consumidores. Esta norma, repisó la agremiación, establece la necesidad de que los piensos, ingredientes y aditivos, cuenten con esquemas de rastreabilidad a partir de registros para facilitar la retirada en caso de riesgo probable o conocido para los consumidores.

La federación recomienda en su estudio que los ingredientes adopten prácticas de auto-regulación para asegurar el cumplimiento de normas para la producción, almacenamiento y transporte; así como la aplicación de procedimientos de Inspección y control, todo para facilitar la verificación de piensos e ingredientes, de modo que se cumplan los requisitos establecidos para la protección a los consumidores contra peligros transmitidos por los alimentos, desde una evaluación de riesgos basada en métodos aceptados a nivel internacional.

Esta vigilancia, destacó la agrupación gremial, puede ser ejercida por la industria y por órganos oficiales de inspección a partir de actividades de muestreo y análisis, para detectar la presencia de niveles inaceptables de contaminantes y otras sustancias indeseables. De manera fundamental, señala el estudio, los piensos e ingredientes para esta preparación, sólo podrán producirse, comercializarse, almacenarse y emplearse si son inocuos y apropiados, y, si se utilizan de la manera prevista, acentúa Fenalce, no deben representar riesgo alguno que no sea aceptable para la salud de los consumidores.

En Colombia corrobora la investigación, no existe un proceso de trazabilidad desde puerto para el maíz de importación, ni el aseguramiento del uso que se da a este producto, conforme a sus características. La federación expresa que éste vacío técnico y comercial, permite la posibilidad de que el maíz de pésima calidad o nula graduación, en contravía a las directrices establecidas por el Codex alimentarius y las respectivas normas técnicas nacionales, situación que permite el uso de manera indiscriminada, sin reconocimiento de sus características.

Esta situación posibilita la importación de maíz de baja calidad o destinado al agropecuario o industrial, que puede ser desviado al consumo humano, a través de su comercialización en centros de abasto (céntrales mayoristas y/o trilladoras o areperías) con repercusiones en la salud humana y animal y sobre el precio local, afectando al productor nacional de maíz.

 

Un estudio que inquieta y deja pensando a muchos

 

La pesquisa adelantada por Fenalce muestra que las importaciones de maíz han tomado una mayor relevancia en los últimos años, este producto agrícola es fundamental para la seguridad alimentaria nacional desde su consumo directo y como principal insumo para la producción pecuaria. Sin embargo, la comercialización internacional de este producto debe reconocer como mínimo los parámetros establecidos por el Codex alimentarius o normas y requisitos definidos entre los países, que estén soportados científicamente. Este documento constituye un reporte de las importaciones de maíz fuera de graduación de calidad denominado Sample Grade (SG) y los posibles riesgos asociados.

Imagen de Rudy and Peter Skitterians en PixabayDe acuerdo al estándar oficial norteamericano para el maíz, el SG exhibe características de calidad e impureza que no le permiten cumplir los requerimientos de graduación existentes para los numerales de uno a cinco, en donde se identifica al grado uno como de mejor calidad, en comparación con los grados subsiguientes que representa un riesgo potencial para la salud humana, animal, y su comercialización, puede afectar negativamente la producción nacional de maíz al no cumplir con aspectos definidos por los lineamientos del Codex alimentarius, entre otras normas nacionales.

La metodología de seguimiento a las cantidades importadas de maíz amarillo SG se basó en la identificación de fuentes información sobre la inspección del grano a la salida del país exportador por parte de Federal Grain Inspection Service (FGIS), la verificación de los datos a la llegada a puertos nacionales y su registro en bases nacionales como Sismar – Sicex/DIAN.

A partir de este seguimiento se lograron identificar los volúmenes, agentes comercializadores, importadores, embarques, precios de venta durante el año 2020 y el primer trimestre del 2021. En este sentido, se revisan los efectos negativos globales que este tipo de importaciones puede tener y la necesidad de establecer acciones coordinadas con las autoridades competentes.

 

Importaciones Colombianas de maíz

El mercado mundial de maíz tiene como principal productor y exportador a los Estados Unidos con 373 millones de toneladas producidas para 2020, de las cuales 45,1 millones de toneladas hicieron parte del comercio internacional.

Por otra parte, los volúmenes de importación de Colombia han tenido un incremento considerable en los últimos años por efecto de la apertura económica y los acuerdos comerciales. Actualmente el maíz es el principal producto agrícola de importación, por lo que Colombia se encuentra en el grupo de los diez principales importadores mundiales de modo que para satisfacer su demanda acude a distintos mercados.

Ahora bien, gracias al Acuerdo de Cooperación Comercial con Estados Unidos y su entrada en vigor, es desde este origen que se suple la creciente demanda, siendo hasta el tercer importador más importante del maíz producido por Estados Unidos. Para el año 2020, se importaron 5’721.358 toneladas de maíz amarillo, el 84% fueron norte americanas; en el caso de blanco, se produjo la importación de 412.247 toneladas exclusivamente de este origen.

El principal puerto de ingreso del maíz amarillo proveniente del país norteamericano fue Buenaventura (36%), seguido de Santa Marta (28%), Barranquilla (23%) y Cartagena (13%), que posteriormente se dirige a los principales centros de consumo en Antioquia, Valle del Cauca, Bogotá, Santander, Cundinamarca y Atlántico. En el caso de maíz blanco, las importaciones ingresaron por Barranquilla (31%), Santa Marta (28%), Cartagena (26%) y Buenaventura (15%), y se envían hacia Bogotá, Antioquia, Atlántico, Santander, Cundinamarca y Bolívar.

El maíz, concluyó Fenalce, es un alimento básico de la canasta familiar. Su consumo se realiza de manera directa o por subproductos a base de harinas, aceites y demás subproductos. Adicionalmente, es el principal ingrediente en la formulación de alimentos balanceados para distintas especies.

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