El departamento de Casanare fue creado como provincia en 1660, según los historiadores su nombre tiene sus orígenes en la cultura sáliva que se referían al territorio como Casanari, lo que traduce río de aguas negras. En esos tiempos esta comunidad indígena habitaba la margen izquierda del río Meta, más exactamente en Orocué.
Estos aborígenes fueron agricultores por excelencia y por ello extraían de la madre tierra yuca, maíz y otros productos silvestres como frutas, pero en el siglo XVIII crecieron las hectáreas sembradas con cultivos introducidos como el plátano, la caña de azúcar, arroz, un sinnúmero de frutales, pero igualmente prosperó la ganadería y la cría de especies menores.
Casanare es un paraje de gran belleza en paisaje el cual puede decirse es mixto, empieza en las productivas estribaciones de la cordillera oriental y avanza hacia el oriente en una sabana cálida, retadora y muy rica en fauna y flora silvestre. Podría decirse que los montes andinos saludan a la otra Colombia, la de la planicie encantadora, de donde bajaron conquistadores para quedar atónitos con las maravillas del duro llano.
Estas tierras en donde crecen de manera generosa los arrozales, los cultivos de palma de aceite y claro está, la ganadería tiene en promedio temperaturas que pueden superar hoy con el cambio climático los 26 o 30 grados centígrados, claro está, hablamos de un departamento que reporta alturas promedio de 350 metros sobre el nivel del mar.
Esta región de los Llanos Orientales tiene la diversidad ambiental como el común denominador, quizás por ello logró afianzarse el ecoturismo con lugares tan particulares y pletóricos de hechizo como el Parque Ecológico Caño Arietes, el río Upía y el caño Aguaclara entre otros destinos para recrear la mente y la vista, todo un paraíso que pone en el mejor nivel ese enigmático imperio de los sentidos.
Tierra enorme y rica en recursos naturales, actualmente es el décimo departamento en extensión, superado por Amazonas, Vichada, Caquetá, Meta, Guainía, Antioquia, Vaupés, Guaviare y Chocó. En ese lugar especial e ícono de la creación caminaron y establecieron asentamientos indígenas de diferentes familias, Tunebos Guahíbos, Sálivas, Cusianas, Caquetíos, Piapocos, Amorúas, Tames, Yarures, Achaguas, Guayupes y otros grupos, todos pobladores precursores, con el tiempo todo cambió en detrimento de los clanes nativos ya que en el siglo XVI con la conquista española de los Llanos Orientales, las comunidades fueron casi exterminadas y esclavizadas, todo con la perversa figura de la encomienda.
Si bien, Gonzalo Jiménez de Quesada tomó la patria de los chibchas y puntualmente el imperio Muisca, no pudo llegar a los Llanos Orientales, unas misiones fallidas que intentaban dar con el misterioso tesoro de El Dorado, solo en octubre de 1534, Alonso de Herrera alcanzó el río Meta y fue el primero en explorar tierras casanareñas, después, en duras disputas con los Achaguas muere encontrando sepultura a un costado del río que conquistó.
Se sabe que Nicolás de Federmán al salir de Venezuela atraviesa Arauca y Casanare para escalar los montes que lo llevarían a Bogotá en donde cumplió la no programada cita con Gonzalo Jiménez de Quesada y Sebastián de Belalcázar.
El Casanare es llanura, poema y canto alegórico de independencia y solemnidad a los antepasados, esta tierra de ensueño guarda tremendos secretos e inclusive tiene poblaciones que siguen en la colonia y en tiempos ancestrales, es este departamento y su capital Yopal un sitio de obligada visita porque conserva sendas huellas de un pasado que sigue muy presente.
Yopal es una ciudad fundada por colonos que llegaron de Boyacá en 1915, su nombre viene del árbol de “yopo”, que en dialecto Sáliva traduce corazón. En los tiempos precolombinos, el sitio en donde se encuentra Yopal, era un extenso bosque de yopos. Dicho sea de paso, del yopo se sacaba la yopa, una sustancia que llevaba al desvarío, quizás eso explique el por qué Yopal es una ciudad alucinante.
En esta ocasión optamos por la ruta Casanare que en primera instancia nos llevó a Yopal y sus alrededores, pero que nos hizo replantear la agenda porque vienen los viajes que terminarán en la espectacular Orocué. Este primer capítulo fue dedicado a la ganadería, pero hay espacio para las siembras de gran calado, el café, cacao y arroz.
En charla con Diariolaeconomia.com, el director del Comité Regional de Ganaderos de Yopal Daniel Augusto Salamanca, aseveró que indudablemente el Casanare no es solo petróleo sino agricultura y ganadería. Según el directivo el departamento ha tenido un ADN muy marcado en la ruralidad y empezó siendo ganadero antes que agricultor, tanto así que los ganados de la provincia a través de la historia fueron marcando un hito con María Rosa de la Vega dueña de una de las fincas que unida con los predios de la comunidad Jesuita engordó unos ganados que sirvieron para apoyar las tropas libertadoras en la región y facilitar así el difícil desplazamiento al interior del país, de hecho, apuntó, la dama en mención demandó a la nación porque se le prometió un pago por el rebaño entregado a la causa emancipadora.
A criterio del director del Comité Regional de Ganaderos de Yopal, con regalías o sin ellas, Casanare ha seguido trabajando y mejorando lo que con mucho esfuerzo consolidó a través de los siglos. Hoy la ganadería casanareña hace ingentes esfuerzos en innovación, mejoramiento del hato, selección, cruces apropiados con razas Bos Taurus, afianzamiento de las subastas, muy famosas por su dinámica, optimización en la comercialización y la mejor apuesta en valor agregado y competitividad.
Casanare tendrá el mejor frigorífico del país
Yopal y en Casanare destacan las nuevas inversiones en la nueva planta de beneficio que permitirá no vender ganado en pie con las pérdidas que esto implica sino llevar a los distintos mercados de Colombia y el mundo cortes de carne de la mejor calidad y con toda la rigurosidad en trazabilidad lo que garantiza un producto diferenciado, con las más exigentes especificaciones y la inocuidad que demanda el consumidor final.
Como gremio y como director del Comité Regional de Ganaderos de Yopal, Salamanca destacó el apoyo que para este propósito ha tenido por parte de la Junta Directiva y de su presidente Hernando Rodríguez en el sentido que se cumple con una premisa sectorial, el ganadero tiene que ir más allá del broche, pues no solo debe haber un comportamiento admirable en finca lo que implica montar a caballo, derribar bovinos, amarrar, vacunar, marcar y hacer otras tantas labores propias de la ganadería, sino que después de la finca o del broche hacia afuera en donde se genera el valor agregado con el sacrificio o la obtención de leche y su transformación, en lo que pronto se incursionará, es donde debe existir un verdadero crecimiento porque justo ahí es en donde está la rentabilidad en el ejercicio ganadero, en el que pronto se ahondará.
Con esta inversión hay una ganancia no solo económica sino productiva y con evidente sostenibilidad ya que le da oportunidad al descendiente del ganadero lo cual garantiza gente en el campo, un relevo generacional bien formado y con instrumentos a la mano para que siga aportando en lo que cultural y atávicamente se ha hecho, inclusive el radio se puede ampliar para profesionales de otras áreas como economistas e ingenieros de alimentos que pueden aprovechar todas esas potencialidades y así desarrollarse como empresario y como persona.
“Como tal, siempre llamamos la atención e insistimos que hay que ir más allá del broche, en esa tarea estamos y seguimos fortaleciendo el tema desde el Comité”, declaró el señor Salamanca.
El trabajo ha sido intenso y por eso Casanare está muy cerca de tener una empresa que será muy útil en seguridad alimentaria, pero con calidad por encima de todo. Es por ello que el Comité Regional de Ganaderos de Yopal ha hecho un aplicado acompañamiento, dando las garantías y la confianza contractual para que se cristalicen unas iniciativas en transformación que repercutirán ostensiblemente en el sector ganadero.
Cabe anotar que el inversionista para este propósito es una persona amable, de puertas abiertas y dispuesta a crecer con la región, razón por la cual tendrá el acompañamiento de los ganaderos quienes harán su aporte en temas que demanden asesoría o un consejo oportuno. Cierto es que si la planta se construye y entra pronto en operación habrá mejores beneficios para los criadores que para el mismo inversionista que entró en un negocio que no es nada fácil, pero que cuenta con una garantía, ganado a disposición porque ese no será jamás un problema.
Expuso que el ganado de Arauca, del Vichada, Casanare, de una parte del Meta así como de Boyacá, por su cercanía y la lógica en el negocio que es pagar menos en el transporte por la venta de sus animales, lo puedan hacer muy cerca, en una planta que está en construcción en Yopal en la vereda La Niata y que obviamente incidirá en el desarrollo social y económico del departamento por la generación de empleo en la planta como también de las empresas que se sirven de los subproductos del sacrifico y desde luego en la comercialización de las canales, pero igualmente en el desposte y cortes finos que pueden ir fácilmente a los mercados internacionales.
Con el frigorífico Frontino en Casanare, inversión de la reconocida familia Parra se hace notorio el progreso puesto que la planta se encuentra en pleno desarrollo, un sitio con las extensiones requeridas, a tal punto que allí se llevó a cabo Expollano, una feria ganadera nacional cebú, todo un orgullo para los casanareños que escucharon los mejores comentarios de los ganaderos representativos del orden nacional y de otros empresarios que no ahorraron en elogios y en aseverar que por su estructura y por todo el equipamiento que tendrá, será de lejos la mejor planta del país que comanda un excelente director, una persona que sabe y conoce al detalle del tema.
A criterio de Daniel Augusto Salamanca, las condiciones del ganado en la citada planta serán óptimas lo que repercutirá en la calidad de las canales. Desde el punto de vista negocio los productores ganan de manera importante porque en un traslado de bovinos Yopal-Bogotá con parada en Sogamoso y con una duración promedio de 20 horas, las pérdidas son estimables habida cuenta que en un camión con 14 toros de 500 kilos se pierde peso en más del 10 por ciento por animal, es decir que se pierde canal y el costo de intermediación, en síntesis, un toro termina pagando el flete, realmente un castigo para las finanzas de la hacienda.
Uno de los mensajes del Comité Regional de Ganaderos de Yopal es que hay oportunidad para que los capitalistas locales e internacionales decidan poner a rentar su dinero en la planta de sacrificio Frontino, llamada a ser de las más sofisticadas de la región y el mundo.
La región va muy bien, según la Cámara de Comercio de Casanare hay en el departamento más de 16.000 empresas lo cual demuestra que la economía se ha estado desligando del tema petrolero que sigue cayendo en tanto repunta por fortuna la actividad agropecuaria, dejando claro que en ganadería aún hay mucho por hacer motivo por el cual es bienvenida toda la inversión extranjera para apostar por valor agregado o después del broche, pero el director no cerró la puerta e invitó a los inversores a poner recursos en la ganadería de base o de cría, logrando con ello la comercialización de carnes en el mercado internacional.
Dinámica ganadera sigue vigente
Actualmente el hato ganadero de Casanare suma 2.2 millones de cabezas, el comportamiento de los últimos años, pero en opinión del director del Comité Regional de Ganaderos de Yopal, hay en la región una sabana que perfectamente puede multiplicar el rebaño por dos con todo tipo de ganado. Para ello en necesario mejorar predios, hacer viable la cría de bovinos con el uso de la tecnología y los recursos técnicos que bien utilizada ayuda a optimizar la sabana inundable, todo acompañado con un adecuado manejo de la llanada nativa, factor que permitirá crecer en el hato ganadero, algo que no pasa en otras zonas del país. Con esas condiciones, calculó el vocero, el hato casanareño podrá estar en el primer lugar o quizás en el segundo puesto como productor nacional de vacunos.
Dentro de los faros que debe seguir desarrollando la ganadería regional es el mejoramiento genético y los cruces de razas con comprobados rendimientos en carne y leche, el trabajo apunta igualmente a doble propósito, pero actualmente se ha impuesto la mezcla de ganados europeos de muy buena producción cárnica con los cebuinos, también apropiados a la hora de mirar canales.
Razas criollas no deben desaparecer
A la fecha no pierde su importancia en la comarca el criollo Casanareño, una de las eficientes razas nativas que logró una impresionante adaptabilidad al trópico, ganado europeo que comúnmente es especializado en carne.
“Lamentablemente a las razas criollas no les dimos el desarrollo o el acompañamiento científico o técnico para buscar una mejor selección, un aspecto que fue absorbido con las razas cebú, base de la vacada casanareña que, al cruzar con castas europeas o Taurus, mejora la calidad y el rendimiento de la canal, algo que se viene persiguiendo para ganar terreno en rentabilidad. Hay algo real y es que no hay razas malas, el tema es dónde es adecuado utilizarlas y en Casanare, muy seguramente hay o habrá estirpes que no van a pegar por las condiciones climáticas y de hecho por la misma condición de sabana inundable, un asunto en el que las universidades y los institutos de investigación deben seguir trabajando para explorar e identificar con acierto cuáles son las mejores razas o los más apropiados cruces para aumentar la rentabilidad en canal por una más afortunada comercialización y oferta de valor agregado”, manifestó Salamanca.
El departamento no abandona las razas criollas y por eso destinó una finca para preservar un núcleo de estos animales presentes en Colombia desde 1536 y en América desde 1493. Aparte de lo que se hace desde la academia y la institucionalidad, hay familias que se han dedicado a las razas autóctonas porque hay bondad en unos animales que se fueron abandonando sin hacer una estricta selección, acudiendo a la tecnología de punta y al trasplante de embriones.
Sobre este particular es apropiado decir que el Comité presentó un proyecto, hoy en la fase final, en donde el municipio de Yopal y la Gobernación invierten en un mejoramiento genético y así obtener los embriones en la región en donde se hará todo el proceso genético, algo que no es fácil, pero tampoco imposible, para ello se labora en la primera etapa que consiste en tenerla la base genética y con las universidades que operan en Casanare, poder adecuar el laboratorio para adelantar la tarea.
En su charla, Daniel Augusto Salamanca afirmó que para propender por mejoramiento es necesario aspirar los embriones en Casanare, llevarlos en avión a Bogotá y retornar con ellos a la región, algo que incide en los rendimientos y la calidad en vista que si eso se hace en el área de influencia de Yopal, se ahorran desplazamientos y adicionalmente el profesional de turno tendría el elemento vital para marcar el diferencial con otras universidades del país al poder hacer su trabajo en un laboratorio casanareño para dar los mejores resultados en la obtención de embriones y por consiguiente en mejoramiento genético.
De cara a mejorar la resistencia de los ganados, Salamanca sostuvo que es necesario trabajar en adaptabilidad y volver a las prácticas de los abuelos que cuidaron el bosque y solucionaron el problema de agua. Acentuó que si se logra un boscaje los bovinos tendrán un sitio donde refugiarse de las altas temperaturas lo cual dice que la ganadería sostenible no es una moda sino una necesidad, a la fecha hay predios con un solo árbol que genera disputas para ver que ejemplar se queda con la sombra.
Otrora, evocó, el Estado premió a muchos que recibieron títulos de propiedad por demostrar la tenencia de predios sin árboles, se avalaba la tenencia de potreros verdes, todo un equívoco procedimiento porque la ganadería consecuente demanda floresta y bosques para mejores desarrollos. A juicio de Salamanca, sembrar árboles en los potreros y en las cercas mejora los suelos, ofrece mejor sombra con lo que se reduce el estrés climático porque la fresca sombra regula la temperatura corporal lo que se traduce en mayor producción, algo bien sabido, en lo que se trabaja con la Federación Nacional de Ganaderos, Fedegán, y se debe seguir trabajando.
De momento el Comité Regional de Ganaderos de Yopal finca sus esfuerzos y esperanzas en la finca experimental la cual espera sea todo un modelo de desarrollo de ganadería sostenible, algo al alcance de todos para que visiten el lugar y comprueben que sí se pueden hacer las cosas.
Contrabando de reses desde Venezuela ha cedido
Un problema que han soportado los ganaderos legales y totalmente verticales es el tráfico de bovinos con origen Venezuela en donde la vacunación y los programas para enfrentar las enfermedades no hace parte de la política estatal, convirtiéndose en todo un riesgo para los países vecinos.
Sobre el asunto, Salamanca expresó que la coyuntura ha sido toda una lucha porque hay de por medio bandas organizadas, beneplácito y corrupción.
“El Meta aumenta su potencial ganadero por encima de Casanare que históricamente no lo ha tenido, luego surge la pregunta, ¿de dónde salió ese ganado? Sin ser sabio se sabe que la mayor parte de bóvidos son la consecuencia del contrabando. Hubo otros departamentos que también aumentaron su pie de cría sin tener un pasado ganadero, para hacer presión al inconveniente se ha venido trabajando con el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, y con la fuerza pública”, subrayó Salamanca.
El apuro, ratificó, se ha controlado bastante, pero aclaró que con la disposición de que el ICA fuese la entidad que emitiera los bonos de venta, el mecanismo permitió que muchos inescrupulosos ingresaran ganados de contrabando simulando un bono de venta de un ganado que jamás existió, pero que sí tenía relacionado con vacunación, en buena hora, enunció, todo eso se ha venido solucionando.
En tiempo presente es mínimo el ganado que ingresa de contrabando, un hecho que se sigue dando porque históricamente, cuando los mejores precios estaban en Venezuela se contrabandeaba desde Arauca hacia el vecino país y del otro lado de la frontera hacia Colombia, de hecho, muchas familias al otro lado del río tenían hatos en Venezuela y en Casanare, facilitando el traslado de ganados que durante décadas ha sido así.
En un tiempo complicado para Venezuela, ingresaron al país algo más de siete millones de cabezas dándole mayor tamaño a unos hatos que sacaron provecho de los planchones que operan en el río Meta, hubo un tránsito vertiginoso de ganado que terminaron con los brotes de aftosa reportados en el país y que paró las exportaciones por unos brotes reportados casualmente en Tame y posiblemente en Sogamoso tal y como lo demostró el rastreo hecho que certificó que los rumiantes venían de Venezuela y que fueron a parar a la ciudad del sol y del acero con un tema de comercialización de ganado gordo.
Hoy, expuso, los buenos precios de la carne colombiana y que permiten exportar es el resultado de ser un país libre de aftosa con vacunación, una razón de peso para cuidar el estatus sanitario y denunciar el tráfico de ganado porque ello atenta contra todos criadores del país, afecta la economía nacional y quiebra a quienes hacen bien las cosas.
Finalmente el director del Comité Regional de Ganaderos de Yopal Daniel Augusto Salamanca, precisó que una vez el ganado está haciendo tránsito desde Venezuela pasando el río, ahí inicia una poderosa cadena de corrupción porque no hace falta el funcionario que se presta para decir que se vacunó un ganado jamás higienizado, un recibo costoso para Colombia, totalmente impregnado de sobornos y coimas, un cheque en blanco para traer vacunos venezolanos que con el solo comprobante de vacunación permitía la comercialización. En su momento el ICA y Fedegán hicieron ajustes, lograron articular tareas sobre la base del rigor y frenaron el ilícito que resultaba muy conveniente para algunos negociantes porque mientras un toro costaba en Venezuela un millón de pesos, en Colombia costaba tres o cuatro millones de pesos, es decir cuando los precios estaban por el piso al otro lado de la frontera vino el gran negocio para los avivatos que se sirven de esas oportunidades.
“Si entraron a Colombia siete millones de cabezas a un millón de pesos aproximadamente por unidad, seguramente hubo demasiada plata para repartir, nos toca seguir vigilando y no parar en lucha contra este flagelo porque entendemos que cualquier brote de aftosa que se reporte en el país, va a perjudicar no solamente al ganadero sino a la economía colombiana que recibe muy buenas divisas por exportaciones”, concluyó Salamanca.