Jueves, 13 Junio 2024 20:14

Impacto global logístico no le conviene a nadie: Pérez Marulanda

Por

Las distintas industrias tienen las alertas encendidas por el repunte en los precios de los fletes que ya pasan de 7.000 dólares, un escenario que castigará costos y canasta familiar.

Terminó en Bucaramanga el 52 Congreso Nacional de Palmicultores y los productores de aceite dejaron claro que siguen apostando por una siembra compleja, pero incluyente y cargada de oportunidad, así como de tejido social. Dentro de las preocupaciones expuestas es visible que la nueva dificultad logística internacional es un fenómeno que pone palos en la rueda al desarrollo y al comercio exterior sin duda impactado por la incertidumbre geopolítica.

Una buena noticia es el comportamiento de los cultivos híbridos hacia donde debe hacerse una transición progresiva, una solución que han encontrado muchas zonas en el país como Tumaco y el mismo Urabá antioqueño para enfrentar la Pudrición de Cogollo, PC, en aquellas regiones en donde la incidencia es demasiado fuerte.

Sobre el tema sanitario, Pérez dijo que siguen los apuros en el departamento del Magdalena y en algunos municipios de Bolívar y el norte del Cesar en donde la enfermedad es de alto impacto lo cual implica pérdidas significativas en los palmicultores que optaron por hacer una transición hacia los materiales híbridos, la única solución que encontraron centros de producción como Tumaco y el mismo Urabá.

En Diariolaeconomia.com, el presidente Ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, Nicolás Pérez Marulanda aseguró que los temas geopolíticos comenzaron a afectar la economía de manera muy directa desde hace dos años cuando empezó la invasión de Rusia a Ucrania porque como se habló hace un año se trata de dos grandes jugadores en el mercado del aceite de girasol que es una competencia de las grasas provenientes de la palma, como si fuera poco, agregó el dirigente gremial, Rusia y Ucrania figuran como productores trascendentales de fertilizantes, Rusia por el lado de la urea y Ucrania, vital en la oferta de potasio.

 

 

Para el presidente de Fedepalma es claro que se hubo de manera directa un choque en la oferta tanto de aceites como de fertilizantes que encareció estos bienes, elevando los precios de estas materias primas a récords históricos, unos niveles supremamente altos.

 

“Ahora tenemos problemas más indirectos, que se menciona los nuevos conflictos en el Medio Oriente han tenido un efecto muy directo en las rutas del comercio y en los costos de los fletes, un fenómeno que ha encarecido nuevamente las importaciones de aceite desde el Sudeste Asiático hacia Europa y América, lo que en un principio le genera una ventaja a Colombia que se vuelve más competitiva para atender el mercado de Centroamérica y eventualmente el europeo, pero finalmente esas interrupciones del comercio internacional terminan perjudicándonos a todos”, declaró el señor Pérez Marulanda.

 

Afirmó que del Sudeste Asiático hay cosas que necesita Colombia así no sea el aceite mismo ya que hay muchos temas agroquímicos, de maquinaria y equipos que vienen de ese sector del planeta, una razón para no alegrarse de ninguna manera por ese contexto pues finalmente lo que le conviene a todo el mundo es un comercio fluido. Expuso que paralelo a los problemas está el caso del canal de Panamá tuvo una capacidad muy restringida durante varios meses a causa de la sequía, escenario que afectó fuertemente a los palmicultores colombianos porque buena parte del aceite que se exporta desde Tumaco en el Pacífico y que va hacia mercados del Caribe tenía que pasar por el canal de Panamá y sencillamente los costos y los tiempos lo estaban haciendo inviable, lo que obligó a compensar el lío con costos terrestres, es decir llevar el insumo desde la Costa Pacífica hasta el litoral Caribe lo que en tiempos, costos y demás ítems no ayudaba porque no era un entorno ideal para el comercio y los negocios rentables.

 

 

Si bien no hay un nerviosismo particular del sector palmero porque la afectación de corto plazo no ha sido marcada, el directivo recalcó que en términos generales lo que está sucediendo nuevamente en logística a nadie le conviene.

Expuso que el mercado mundial de aceites y grasas animales está sufriendo simultáneamente muchos efectos que hace difícil balancear específicamente que implicaciones vendrán. Sostuvo que los asuntos logísticos siguen generando problemas y expresó que nada puede ser optimista en materia de comercio porque la guerra entre Ucrania y Rusia continúa, eso sí pasando a segundo plano porque los nuevos conflictos tienden a capturar la atención, sin embargo, repisó, el conflicto en Europa del Este sigue vigente haciendo que las dificultades de estos países para exportar sus productos agropecuarios y los insumos que producen sigan permaneciendo en cada territorio.

A lo anterior, dijo Pérez Marulanda, se sumaron temas climáticos que sobre todo en otros aceites vegetales resultan súper importantes en vista que esos grasos se producen en cultivos de ciclo corto como es el caso del girasol, la soya y la colza. Es bien sabido, anotó el presidente de Fedepalma que el año pasado hubo sequías muy fuertes en los principales países productores de soya.

Este año el clima sigue siendo determinante en la oferta de oleaginosas puesto que se han presentado inundaciones en países como Brasil que es un gran productor de soya, luego a diario suceden eventos en una u otra dirección que en ocasiones favorecen y por momentos perjudican.

 

“Actualmente los precios internacionales de la palma están en niveles relativamente más altos que los del cierre del año pasado y el inicio de 2024, estamos hablando de más o menos 1.000 dólares la tonelada, una cotización en términos históricos buena, pero la capacidad de respuesta de los cultivos transitorios es mucho más alta que la palma porque no se puede producir más palma de aceite de un semestre a otro, no se puede esperar mayores producciones por sembrar palma en mayores cantidades, en cambio, especificó Pérez Marulanda, en Soya, girasol o colza la expansión de área, los impactos de productividad se ven de manera más inmediata.

 

 

El dirigente gremial expuso que en términos generales es clarísimo que la demanda por aceites y grasas tanto para temas alimenticios como para biocombustibles es creciente en el largo plazo y no hay ninguna razón para que haya una caída significativa de los precios porque finalmente si el proyecto de los biocombustibles de aviación se llega a concretar con las metas que han establecido las aerolíneas más grandes del mundo, hay que duplicar la producción de aceites y grasas vegetales que hay hoy en día hasta el 2050, algo que de entrada pareciera imposible de alcanzar luego el panorama de mediano plazo para Fedepalma es bastante positivo.

El gremio no descartó en medio de los buenos vaticinios que en el corto plazo haya afectaciones por los temas climáticos y logísticos.

Hay retos y cosas por replicar de otros países palmeros del mundo en donde hay empresas que incorporan de manera recurrente nuevas tecnologías, investigación, robotización, uso de inteligencia artificial y todo lo atinente en innovación, lo bueno de todo es que todos esos desarrollos en materia de software, robótica, máquinas y aplicaciones, serán comercializados para beneficio de todos los palmicultores del mundo.

 

“Hay todo un campo de acción que tiene múltiples implicaciones, no solo porque mejoraría la eficiencia sino porque sería el gancho ideal para atraer gente joven al sector palmero pues le interesa y le es más fácil manejar la tecnología, son personas con mentes frescas e innovadoras y por eso la incorporación de tecnología en la industria puede ayudar a matricular personas llenas de mocedad que resultarán esenciales en el relevo o empalme generacional”, concluyó el presidente Ejecutivo de Fedepalma.

 

Vienen cambios en la agricultura

El ser humano se enfrenta hoy grandes desafíos, el cambio climático, la resistencia bacteriana y una agricultura diferente que aproveche los suelos vivos para preservar vida y productividad.

 

 

Sobre ese tema se pronunció el director general del Centro de Investigación de la Palma, Cenipalma, Alexander Patrick Cooman quien dijo que los palmicultores colombianos siguen siendo más eficientes en el uso de los recursos y allí los fertilizantes resultan muy trascendentales porque inciden significativamente en los costos de producción. Anotó que hace año y medio Cenipalma inició un programa de investigación en microbiología del suelo en donde en una primera etapa fueron evaluados diferentes productos que ya están en el mercado, alimentos con base en microorganismos para aumentar esa disponibilidad de fósforo, fijación de nitrógeno y otros componentes.

Por otro lado se está haciendo un recorrido por el país para recoger muestras de suelo y plantas, desde luego en cultivos de palama, todo buscando con extractos los microorganismos presentes que interesan al centro de investigación para poderlos probar para luego cultivar y fomentar más como un agente que ayuda a tener cultivos mucho más eficientes.

 

“Hay avances, pero no resultados por tratarse de un trabajo de largo aliento que inició el año anterior. También seguimos enfatizando en el reciclaje de biomasa porque mejora suelos y aporta directamente nutrientes al suelo. Son varias las prácticas que venimos adelantando en donde vemos los efectos pues hay un aumento por uso de biomasa de dos millones de pesos por hectárea al año frente a los registros de 2022 y el cierre de 2023, algo bien importante si se combina con otros manejos agrícolas”, concluyó Cooman.

Visto 495 veces