Hablar de búfalos siempre será apasionante, es un tema que tiene diversos componentes que van desde su origen hasta la versatilidad de un rumiante que tiene un espectacular triple propósito, carne, leche y trabajo, cada una de las alternativas con unas características muy exactas, eficiencia, rendimiento, atributo adaptabilidad y confianza.
El búfalo como instrumento de trabajo tiene sus orígenes en Asia y los investigadores han concluido que este mamífero habitó en India desde hace 60.000 años antes de Cristo. Los arqueólogos han calculado que su domesticación data de 3.000 años a.C, una actividad que empezó al parecer en el Valle del Indo, pero también se recurrió a los favores de este noble animal en Mesopotamia, hoy Irak y desde luego en China.
Al tener una adaptabilidad impresionante y resultar determinante en la agricultura en tiempos de cosecha, el búfalo salió de Asia para tomar otros rumbos, África, Europa, Oceanía y luego con los viajes de Colón, arribó a América en donde demostró que es un rumiante de gran importancia en tres frentes definitivos para la vida del hombre.
Genéticamente el búfalo ofrece otro sugestivo capítulo, actualmente hay 19 razas dentro de la que ingresa el búfalo de pantano que ha resultado sumamente eficiente en faenas de trabajo y en la producción de carne. Las otras 18 estirpes son conocidas como búfalos de río muy eficientes en la obtención de leche y carne. Hay 16 relacionadas con el subcontinente indo-pakistaní y son Murrah, Nili-Ravi, Kundi Surti, Meshana, Jafarabadi, Nagpuri, Pandharpuri, Manda, Jerangi, Kalahandi, Sambalpur, Bhadawari, Tharai, Toda como también South Kanara.
Los expertos dicen que también se suman el Desi, un búfalo indefinido muy utilizado en cruzamientos y la raza Mediterráneo una especie que encontró entorno ideal en el sur de Europa. Dentro de ese interesante análisis bufalino, hay voces que piden tener en cuenta la raza Buffalypso o Trinitaria, la misma que se desarrolló en las islas caribeñas de Trinidad y Tobago tras el cruce con cuatro razas indicas, inicialmente utilizadas para explotación cárnica, pero que rindió sorprendentemente en la producción de leche.
Del búfalo podemos ocuparnos por días, semanas y meses, pero en síntesis este animal resultó vital en la vida humana por sus magníficos aportes en proteína, lácteos y trabajo, una fuerza a toda prueba que ayudó y sigue dando un empujón en el crecimiento de la agricultura.
En Colombia el búfalo se utiliza desde 1967 y desde ese entonces ha mostrado un crecimiento exponencial que lo hace una cría de alta rentabilidad, confiable y sostenible. Según datos estatales en cabeza del instituto Colombiano Agropecuario, ICA, el hato bufalino nacional supera las 336.417 cabezas. Al ver el mapa de está cría se observa que los departamentos con mayor actividad bufalina son Córdoba, Antioquia, Santander, Magdalena y Bolívar, pero igual esta actividad se abre paso de manera arrolladora en el Magdalena Medio y los Llanos Orientales.
En el momento actual los búfalos siguen aportando en seguridad alimentaria porque ofrecen carne con alto poder nutritivo y una leche diferenciada apetecida por los fabricantes de quesos, en especial Mozzarella, sin embargo, hay fincas bufaleras especializadas en la domesticación de búfalos destinados al trabajo, un instrumento que ha contribuido tremendamente con el desarrollo agropecuario por su elevada capacidad de carga, aguante, fuerza y empatía con el medio ambiente.
En plática con Diariolaeconomia.com, el Gerente General de Búfalos Bélgica Eduardo Cely Díaz, afirmó que la hacienda que dirige está dedicada al adiestramiento del búfalo de trabajo, aprovechando su mansedumbre que los hace indefectibles y efectivos en las labores del campo. Aparte del amansamiento de bufalinos para explotaciones agrícolas, la hacienda Bélgica, ubicada en Maní, Casanare maneja otras líneas como la lechería.
El empresario tiene claro que el búfalo es un animal polivalente, sin embargo, la finca está centrada en llevar soluciones para el agro y allí este recio animal es esencial cuando de transportar las cosechas se trata.
En este momento el búfalo formado para el trabajo prospera en Maní Casanare, un municipio de 17.839 habitantes fundado en 1879 como consecuencia del apogeo que tuvo en su época el comercio por el río Meta. La historia aclara que en un comienzo llegaron los clérigos Jesuitas, mas puntualmente en 1685 en donde inicialmente se creó San Luis de Gonzaga de Casimena. Maní tiene demasiada historia, de hecho, fue casi que borrado del mapa por efecto de la violencia desatada entre 1948 y 1953.
Maní es un nombre que se dio como homenaje al cacique Maní, expresión que en legua indígena Tutul Xiu significa “está hecho”. Vale la pena mencionar que esta familia indígena tiene orígenes Mayas.
Los maniceños ven crecer la cría bufalina en esos 187 metros sobre el nivel del mar en plena llanura colombiana, en las prometedoras tierras de oriente en donde brama el ganado y rugen las fieras manchadas, los jaguares furtivos, ícono milenario de las selvas locales.
La leche de las búfalas, anotó Cely Díaz, es utilizada en la hacienda para el queso mozzarella, pero además para la obtención de queso tipo costeño, yogurt griego y todos los productos lácteos que provienen del altamente demandado alimento líquido.
Búfalos por maquinaria, una tendencia cíclica
La tendencia de reemplazar maquinaria con búfalos, explicó Cely Díaz, es un fenómeno que se da por tiempos, actualmente hay una tendencia de volver a las máquinas, pero igual llegan los momentos en que el agricultor reemplaza el tractor por el búfalo muy eficaz en las labores de cosecha ya que no solo es el aliado de la palma de aceite sino para múltiples tareas agrícolas con los mejores resultados en una finca pequeña, mediana o grande.
Los búfalos son utilizados igualmente en la recolección de cacao, plátano y otras plantaciones, en donde no genera compactación de suelos ofreciendo una ayuda muy favorable porque se trabaja con un costo considerablemente bajo ya que mientras un tractor necesita mantenimiento, combustible, operario y otros rubros, el bufalino tan solo pide pasto y agua.
Otra bondad del búfalo en las labores agrícolas es su aporte a la mejora del medio ambiente porque no genera contaminación o huella de carbono.
Por estar ubicado en el departamento de Casanare, los búfalos de la hacienda Bélgica tienen buena clientela en los Llanos Orientales, básicamente en Meta y Casanare en donde los compradores potenciales son los palmicultores, todo porque no se le ha dado un buen manejo al tema, es decir concientizar al productor que se puede ser altamente competitivo con el uso de búfalos.
“Es sencillo, el búfalo reemplaza fácilmente una máquina pequeña y muchas funciones que se harían con un tractor”, declaró el señor Cely Díaz.
Un búfalo adiestrado puede costar 5.9 millones de pesos, pero con equipo y todo el animal aperado sale entre 12 y 13 millones de pesos, es decir un búfalo preparado para extraer cosechas con su remolque que de acuerdo a su diseño y capacidad puede costar un poco más o un poco menos. La ventaja competitiva frente al tractor es estimable puesto que un tractor no se baja en Colombia de 120 millones de pesos sin las demás herramientas de arado e implementos, un ejercicio que está convenciendo a muchos que la opción agrícola es el búfalo.
La experiencia ha sido interesante más no fácil porque la gente, explicó el empresario, tiene muchos mitos sobre el búfalo, algunos lo tildan de bravo, que no atiende y no para, algo que no es cierto porque estos rumiantes son de muy fácil manejo en la línea que se quiera observar, aparte que son una solución logística en zonas de difícil acceso.
“En estos días conversé con gente de la Costa Norte y me dijeron que varios productores están cosechando con mulas y la verdad, no se puede comparar una mula con un búfalo de ninguna forma. Hay búfalos de dos y medio a tres años, no alcanzan los tres años y medio que arrastran 450 o 460 kilos o algo menos, es decir que en una semana el ejemplar mueve el equivalente a su peso, promedios de 400 kilos en las distintas plantaciones, pero el animal va subiendo y aumentando la potencia ya que los búfalos pueden tirar hasta seis veces su peso corporal como quien dice que un búfalo bien sintonizado con su doble tracción puede halar 700 0 1.200 kilos, pero de acuerdo a su peso el animal sin ningún problema mueve toneladas, algo que comparativamente una mula no puede arrastrar”, especificó el Gerente General de Búfalos Bélgica.
En peso los búfalos pueden sobrepasar límites por cuanto hay machos que llegan a 700 kilos, otros a 1.000 y algunos han alcanzado los 1.500 kilos, por su parte las hembras tienen promedios de 470 y hasta 700 kilos, empero hay reportes de búfalas que logran pesos de 1.100 kilos.
Actualmente se han morigerado los pesos por asuntos de maltrato animal y otros factores, pero a juicio del conocedor los búfalos son altamente potentes y operan como los atletas ya que al tirar carga van mejorando su físico y conformación, condición que le permite arrastrar 1.000 o 1.300 kilos.
Con los inconvenientes de carencia de bienes públicos en el campo y con la casi nula infraestructura rural en donde no hay vías secundarias o terciarias que garanticen la extracción de cosechas, el búfalo, puntualizó Cely Díaz, se consolida como la gran opción y por eso en cacao están contemplando la solución bufalina para recolectar frutos, algo que también se piensa en cultivos de coco y siembras de mango, pero el búfalo, subrayó, tiene un campo de acción tan grande que puede servir en cualquier explotación agrícola, llámese cítricos, aguacate y todo tipo de cosechas, el problema es que no se ha sabido publicitar o enfocar porque lo importante es poderle mostrar a las personas las bondades del búfalo, demasiado utilitario y eficaz a la hora de cumplir don las labores en la ruralidad.
La solución bufalina en fincas eventualmente necesita mano de obra no calificada en vista que los mismos cosechadores de palma de aceite recoge los frutos con su búfalo, algo que se hace de manera similar en las grandes plantaciones de cítricos y otro tipo de frutas en donde se utiliza la canastilla.
A criterio de Eduardo Cely Díaz, el inventario de Hacienda Bélgica es mediano porque agrupa entre 400 y 500 ejemplares teniendo en cuenta que hay diferentes edades y rasgos.
“El tema está un poco pesado, tenemos 15 búfalos listos para entregar y hay en la hacienda otros lotes que están en proceso de amansamiento, algo que se hace de manera permanente”, señaló el empresario.
El crecimiento del búfalo es impresionante, hay una dinámica que avanza vertiginosamente, algo que se ve con el aumento de hatos bufaleros, de otro lado hay gente que está buscando la manera de invertir y llegar al negocio de la cría de búfalos, tan evidente que hay gente que se está pasando de la ganadería común y tradicional al rentable sector de los mamíferos de la asombrosa especie Bubalus bubalis, ello por sus ventajas, leche, carne, trabajo, hoy mejorado con su adiestramiento, y hasta obtención de cuero para la industria marroquinera.
El búfalo garantiza rendimientos, calidad y unos números que difícilmente cambian, por ejemplo, la natalidad es del 80 o el 90 por ciento, el destete deja becerros de 300 kilos y si el criador ordeña ese destete pone animales de buenas condiciones con pesos que oscilan entre los 160 y 180 kilos. En carne la canal es muy buena porque a sacrificio van búfalos de 26 meses con 450 o 480 kilos sin mayor esfuerzo, una tesis en campo de que el búfalo tiene demasiadas bondades.
Los búfalos, reiteró el Gerente General de Hacienda Bélgica, son animales maravillosos y por eso es necesario convivir con él para poderlo entender y definir, no se trata de simple especulación, es una cría que exige compromiso y conocimiento.
Aunque en Búfalos Bélgica no se vende leche, en el llano el litro proveniente de las búfalas se paga a razón de 2.600 y 2.800 pesos, en la costa el precio llega hasta los 3.000 pesos. En opinión del entendido, por donde se le mire, el búfalo es sinónimo de rentabilidad y mucho más cuando los criadores agregan valor con quesos, productos especializados como el Mozzarella y otros derivados lácteos que muestran unos rendimientos extraordinarios habida cuenta que un yogurt griego de búfala da litro por litro y un litro de ese tipo de yogurt cuesta entre 25.000 o 28.000 pesos.
Un queso Halloumi de 400 gramos, añadió Cely Díaz, no deja de valer 15.000 pesos, luego son rendimientos, ganancias y atributos los que se obtienen del búfalo, una actividad que crecerá a unas tasas admirables.
El mensaje es muy positivo con el sector bufalino, el campo necesita soluciones y el búfalo las ofrece todas, si un campesino no tiene para comprar el tractor, sencillamente puede adquirir un animal de esta especie para producir en los campos con toda la competitividad y la sostenibilidad posible. Los cultivos de palma, frutales, coco, caucho y cacao tendrán un aliado de oro con los búfalos, mamífero dócil con el que se facilitan las labores campesinas y de cosecha, un tractor no es barato, por lo general es complicado tenerlo y sostenerlo.
La inversión en búfalo es garantizada, estos rumiantes tienen una vida útil de 20 años, aunque la vigencia real está trazada en 25 años, pero en Colombia es mejor bajarlo a dos décadas para que trabaje en buenas condiciones y con las atenciones debidas.
Con búfalo mejoran entornos, se potencian paisajes y aumenta el agroturismo ese que utiliza carruajes tirados por búfalos para mover las personas que disfrutan de este tipo de entretención y descanso, otra opción que se abre para los bufalinos, la industria sin chimeneas.