Domingo, 03 Agosto 2025 00:26

Baja en precios de café lleva a rigor contable y disciplina: Vélez Vallejo

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Baja en precios de café lleva a rigor contable y disciplina: Vélez Vallejo Tomada-de-Grandes-Logros

Con la destorcida de los precios es perentorio darle mejor manejo a la caficultura, ahorrar e invertir adecuadamente. Vienen cosechas considerables en Brasil y Vietnam.

Por estos días el café es noticia por la descolgada de los precios desde hace unos meses, el grano que estuvo por encima de los tres millones de pesos la carga de 125 kilos empezó a ceder y de la suma abultada y esperanzadora, se pasó a 2.8, 2.6, 2.4 y hoy 2´336.000 pesos la sudada carga, un precio liquidado a 2.84 dólares con una tasa de cambio de 4.127 pesos.

No ilusionan los precios, pero menos entusiasma el contexto global cafetero, además hay que aclarar que cuando los precios estuvieron arriba y con indicadores económicos no hubo el suficiente producto para aprovechar el buen momento de las cotizaciones, algo parecido a escuchar el mejor tema musical en la fiesta, pero sin las bellas mujeres para bailar, una reunión amena que llevó a bailar con las tías, igual se pasó bueno escuchando ponderaciones del “mijito”.

Hay unos estudios previos que acercan a la realidad de la caficultura mundial, por ejemplo, los conocedores dicen que la cosecha de Brasil se calcula en más de 55 millones de sacos de 60 kilogramos, 2,7 superior a la cifra de 2024. El repunte según algunos analistas no es muy generoso ya que se espera un desplome del 13,6 por ciento en la obtención de café arábica que reportaría una cosecha de 38,1 millones de sacos.

Los investigadores igual prevén que Vietnam, el segundo productor de café tipo robusta a nivel global, tendrá una cosecha en el ciclo 2025-2026 de 31 millones de sacos, Cabe anotar que la recolección de grano en ese país asiático generalmente determina el derrotero de los precios internacionales del café por las fluctuaciones que ordinariamente impactan el mercado cafetero.

En medio de lo traumática que pueda ser la noticia, vendrá posiblemente un crecimiento en la producción cafetera vietnamita del 8,3 por ciento aproximadamente en ese ciclo 2025-2026, es decir que crecerán las existencias e inventarios de café robusta, un tema que no debe afectar de manera importante a Colombia que pone grano suave excelso para las mezclas.

 

 

Hoy el análisis es complejo en materia de commodities porque hay escenarios geopolíticos y arancelarios que de manera súbita son ajustados al alza golpeando algunos mercados, muestra clara que sigue el estallido de la globalización de los mercados y de la misma multilateralidad.

Hoy el mundo no sabe para dónde va, hay demasiada incertidumbre y cada vez los bloques se van alejando porque no conciben que la internacionalización de los mercados haya sido vapuleada por quienes fomentaron el libre comercio, visiblemente se cambia el modelo económico, se abre abrupto paso el proteccionismo y el tema pasa por retaliaciones que pueden llegar y por unos desencuentros innecesarios porque en materia comercial está ocurriendo algo atípico, se están revolviendo peras con manzanas porque una cosa es el intercambio de bienes en condiciones normales y otra muy distinta imponer castigos por hechos totalmente ajenos como tener tamaño de mercado o aplicar justicia, una situación que golpea las soberanías e interviene abruptamente en la autonomía de cada nación porque hasta Estados Unidos, su gobierno, sus tribunales y su Congreso demandan respeto, nada que altere el buen andamiaje de una nación soberana y regida por las tres ramas del poder público.


Mejor hablemos de café y seamos amigos

Hablar de Roberto Vélez Vallejo es entrar en ese mundo de las correlaciones, o similitudes. Este respetabilísimo pereirano es sinónimo de conocimiento, experiencia, compromiso, innovación, lealtad y café, así de sencillo.

Si con alguien da gusto abordar el tema de la caficultura que hace parte de su ADN es con este productor y enamorado de los cafetos. Vélez Vallejo fue Gerente General de la Federación Nacional de Cafeteros, FNC, todo fruto del aprendizaje y carrera hecha en el mundo del café, igual impulso su acertado nombramiento las credenciales diplomáticas puesto que fue embajador de Colombia en Emiratos Árabes Unidos, Malasia y Japón en donde llevó el aroma y la reputación cafetera con todo el orgullo posible.

 

 

Los análisis y charlas de Roberto Vélez Vallejo terminan siendo necesarias por su tino y mirada exacta de la economía cafetera, que no solo se queda en Colombia sino en todo el mundo caficultor al que reunió para iniciar una nueva alianza de productores en los congresos mundiales de café, un paso que más temprano que tarde dejará reductos favorables y orden en el mercado hoy en manos de corredores, fondos de inversión y algunos especuladores. La enseñanza es expedita y contundente, “nunca es tarde”.

En charla con Diariolaeconomia.com, el exgerente general de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, FNC, Roberto Vélez Vallejo, aseguró que sin duda se viene un poco la destorcida de los precios del grano que no se iba a quedar en cuatro dólares la libra lo que deja claro que se trataba de un tema coyuntural como suele pasar en commodities y bienes básicos que históricamente han tenido sus ciclos, los de precios altos y bajos.

Expuso que el país asiste indudablemente a la terminación de ese ciclo de precios altos más con una cosecha de Brasil que pinta en teoría más o menos bien para este año. Agregó que habrá que esperar en términos de floraciones para la cosecha del año siguiente, pero reconoció que muy seguramente los precios del café sigan a la baja sin saber hasta qué nivel.

 

“Lo que es muy triste es que debido a los incumplimientos con los contratos de futuros del 2020 y 2021 los productores no pudieron aprovechar el mecanismo para fijar el precio a niveles de cuatro dólares o 3.5 dólares por libra”, declaró el señor Vélez Vallejo.

 

 

A criterio del economista, el nuevo escenario conlleva a activar la contabilidad de las fincas y a apretar cinturones. Esta situación hace que nuevamente se le tenga que sacar punta al lápiz y reestructurar costos. Expresó que los últimos dos o tres años de buenos precios dejaron una plata interesante al productor por lo que se espera haya habido inversión para mantener las fincas en muy buena condición. Aseveró que por lo que se ve y se puede palpar, el caficultor hizo sus renovaciones de manera juiciosa, igual adelantó el mantenimiento de su parque cafetero y su infraestructura, algo que había que aprovechar en tiempos de precios óptimos.

Insistió en que habrá que esperar desde la Colombia cafetera cómo viene el devenir porque hay de por medio en cada actividad tiempos de precios buenos, pero también de montos malos.

Otro aspecto a considerar, que se volvió no solo recurrente sino trascendental y definitivo en la agricultura y puntualmente en la caficultura es el cambio climático que tiene a muchos a la expectativa y adoptando nuevas prácticas para evitar grandes pérdidas. Como si fuera poco, especificó Vélez Vallejo, el mundo del café tiene todos los huevos puestos en la canasta de Brasil y Vietnam, unos fenómenos que se verán muy frecuentemente, advirtiendo que cualquier helada o cambio atmosférico generará riesgos, contingencias y giros en las cotizaciones del bebestible.

 

“Ojalá alguien algún día revisara las palabras mías cuando llamamos al Primer Foro de Productores en julio de 2017 cuando llegaron a Medellín más de 1.500 participantes de 40 países entre productores, gremios, gobiernos y conocedores internacionales. En ese evento en donde analizamos los desafíos económicos, sociales y medioambientales, también en donde llamamos a apostar por un mercado justo, rentable y sostenible en el tiempo, dije con toda seguridad que ojalá la variedad climática no fuera a sorprender a los caficultores porque más tarde que temprano vendría un shock climático y de hecho llegó, pum, precios disparados a cuatro dólares”, expuso el economista y exgerente general de la FNC.

 

 

Este, sostuvo, será la ida y regreso del mundo cafetero con temas que habrá que mirarlos de cerca porque los brasileros son unos empresarios del café más no productores de grano como se les conoce en Colombia, simplemente hacen parte de un grupo de inversionistas que se meten cuando ven la oportunidad de buenas ganancias y se salen en el momento en que la cosa no está tan bien.

Desde su análisis, el economista de la Universidad del Rosario apuntó que con los precios de cuatro dólares no sorprende que Brasil haya reforzado su parque cafetero y que por consiguiente se tengan cosechas más grandes en el gigante suramericano lo que hace que Colombia se agarre de los santos y toda la corte celestial para que la actividad cafetera no se vaya a caer muy duro.

Una realidad es que el caficultor colombiano debe seguir metido en agregar valor porque cierto es cada día Colombia se tiene que plegar más, no solamente con valor añadido entendido solamente como sentarse a tostar café, puesto que valor agregado también es producir grano con características muy buenas, de tal manera que el día de mañana el productor colombiano diga que por debajo de tres dólares o dos dólares con cincuenta no vende su café, algo ideal porque más allá de lo que dicte el mercado, la calidad se debe imponer sobre todo en cafés suaves y de calidad garantizada para mejorar mezclas o por qué no, venderlo diferenciado, tostado y molino desde la perspectiva de las grandes casas compradoras de café.

Aclaró que uno de sus objetivos en la Federación Nacional de Cafeteros fue precisamente darle un vuelco a la manera como Colombia y el productor nacional debería reaccionar.


Geopolítica y aranceles no deben afectar el café de Colombia

 

 

Hoy hay mucho ruido en el mundo por todo lo que pasa con los impuestos de aduana que está cobrando Estados Unidos a quienes le llevan suministro, igual por unas agendas políticas trastocadas, en algún momento se habló de explorar nuevos mercados o acudir a China para superar los escollos, pero a criterio de Vélez Vallejo, el país debe seguir firme con su socio norteamericano por cuanto el anuncio de las últimas horas en donde se notificó a Brasil sobre un arancel del 50 por ciento y a los productos de Vietnam de una tarifa del 30 por ciento, a Colombia con el 10 por ciento como el resto de los cafés le llega una inmejorable oportunidad porque el industrial estadounidense por simple lógica no va a pagar aranceles más costosos con granos de Brasil o Vietnam pudiendo buscar otro tipo de origen.

Deploró que desafortunadamente en Colombia no hay más café para exportar porque todo el grano que se produce se lleva a los mercados internacionales. Apuntó que lo único que puede mejorar el panorama es que se haga una reorientación y que algunos cafés que van para Europa o Asia se desvíen para Estados Unidos.

Por el otro lado, comentó Vélez Vallejo, ese mundo de consumo de café en Estados Unidos sigue creciendo. El contertulio y gran conocedor que visitó Norteamérica y dedicó una semana a Nueva York se quedó asombrado del creciente consumo de café frío en Estados Unidos.

Gente muy experta le dijo a Roberto Vélez Vallejo que empresas como Starbucks tienen buena parte de su facturación por los cafés fríos, luego queda claro, expresó, que con café no queda sino solo echar para arriba porque ese tipo de bebida y otras de gran particularidad tienen un importante componente colombiano.

 

 

 

“Colombia no tiene que salir a buscar más mercados, entendiendo que hay gente que dice que sí y que el tema se mueve diversificando destinos para el grano nacional, pero es que, en el mundo, hoy en día, es el consumidor americano y la industria estadounidense los más comprometidos con cafés de alta calidad”, manifestó Vélez Vallejo.

 

Recalcó que con el actual nivel de aranceles el tostador o industrial americano va a preferir el café colombiano que no solamente llega con menos precio sino cargado de calidad y perfiles para disfrutar de una buena bebida como se quiera caliente en taza con unos cuerpos y fragancias inigualables o frío de igual manera lleno de sabor, mixtura y encanto.

Una ventaja del café colombiano es que tiene el reconocimiento de los consumidores en Estados Unidos que conocen el producto, su historia, su impacto en la economía y sociedad colombiana y prácticamente todo.

Vélez señaló que indudablemente el tema arancelario le pone un marco muy complicado al café y a los productos del mundo entero porque hay medidas impositivas para llegar con bienes a Estados Unidos sumamente confusas, pues hay aranceles de Canadá del 35 por ciento, de Brasil con 50 por ciento y otros países como Vietnam a los que les toca salir a buscar otros destinos para el café que cosechan.

 

 

Algunos dicen que los más golpeados deben ir a buscar soluciones en China, pero Roberto Vélez Vallejo afirmó que ese país tan solo se toma seis millones de sacos de café anuales mientras que Estados Unidos absorbe entre 25 y 27 millones de sacos al año, de lejos el mayor consumidor e importador de café a nivel global.

Las nuevas políticas hacen pensar que los tratados de libre comercio están en una nebulosa muy rara y con grandes interrogantes. En el caso de Canadá, aclaró Vélez Vallejo, los aranceles son únicamente para los productos que no están incluidos en el TLC.

A juicio de Vélez Vallejo, en alguna parte contractual o técnica habrá que respetarlos, pues para ponerlos en vigor debieron firmarse y acordarse cláusulas, sin embargo, precisó, este tipo de convenios así como se hacen se deshacen y llega el momento en el que cualesquiera país firmante de un TLC, unilateralmente expresa que quiere desmontar el pacto y con ello se acaba el multilateralismo así como la globalización para volver a un mundo por compartimentos en donde la política debe jugar un papel mucho más relevante ya que a Brasil le impusieron un arancel del 50 por ciento, todo porque el expresidente Bolsonaro está siendo juzgado, un tema espinoso porque el exmandatario es muy amigo de Trump y por ello aparece la medida que nada tiene que ver con el comercio bilateral.

Dejó claro que, si bien Colombia tiene un 10 por ciento de arancel que debería estar en cero por el acuerdo rubricado, hay de por medio una balanza comercial negativa con Estados Unidos, es decir que el país importa más de ese país de lo que exporta y por eso debería existir plena tranquilidad porque la mayoría de aranceles grandes fueron acomodados a los países que exportan más a Estados Unidos de lo que importan.

 

“La idea que tiene míster Trump en la cabeza es balancear los términos de comercio entre los países, pero eso cambia toda la visión económica del mundo en donde si un país era más eficiente en algunas cosas le iba mejor porque algunas naciones premiaban eso, la eficacia, porque resultaba más oneroso producir ineficientemente algunos bienes locales. Uno no sabe si se volverá a echar para atrás en toda esa política cepalina de sustitución de importaciones en las décadas de los 60 y 70 en donde todo lo que hacía el empresariado al final era crear un número importante de industriales que no son competitivos internacionalmente y que se sostienen gracias a la protección de los aranceles”, puntualizó Vélez Vallejo.

 

 

 

El asunto de la fragilidad en la multilateralidad deja ver que otras propuestas empiezan a ganar terreno como se nota con el grupo de los BRICS, pues sencillamente cuando un determinado organismo suelta el mundo y permite que cada quien vaya por su lado, pues sencillamente se empiezan a crear ese tipo de bloques, ya que hay países que creen tener cierto grado de afinidad y le dan rienda suelta a unos bloques comerciales y financieros.

Por eso, expuso Vélez Vallejo, produce tristeza que Colombia haya perdido ese bloque que tuvo con México, Perú y Chile, una Alianza del Pacífico que prometía por tener una visión mucho más aproximada a lo que se buscaba, puesto que eran países similares políticamente, con igual manejo institucional y viables para conformar bloques. Hoy, razonó el economista, la situación llamará a ese tipo de cosas, que los países busquen con quien asociarse porque si las puertas se cierran por un lado, por el otro habrá que buscar socios y montar parcerías para poder seguir adelante.

Igual se perdieron oportunidades importantes con la indescifrable Comunidad Andina y en general el país dejó de capitalizar opciones magníficas porque se perdió en todo el tema político, toda una pena. Empero, manifestó, llegará el momento de sentarse para reorientar las agendas y explorar salidas pensando en la necesidad de crear y potenciar las cadenas regionales de valor, una iniciativa sensata para ampliar los mercados porque no siempre se vive de la demanda interna o de algunos clientes en la región como Perú o México.

Recordó que cuando se selló la Alianza del Pacífico la coalición tuvo un espacio económico tan grande o más grande que Brasil, entonces, acentuó, hay que revisar presente y futuro, repensar la agenda y determinar si llegó el momento de reactivar esquemas de cooperación y comunicación como los que se tuvieron, eso sí, haciendo la tarea y pensando en grande porque Colombia es muy floja para exportar, pero todo eso tiene margen de corrección.

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