Sábado, 22 Abril 2017 07:03

Fedecafé dice que multinacionales deben ponerse la mano en el corazón

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Los productores consideran que la cadena del café debe ser rentable en todos sus eslabones y no llenar los bolsillos de unos pocos en detrimento del productor primario que no ve reflejado su esfuerzo con el lánguido ingreso.

En un viaje a Europa, la cabeza mayor del gremio cafetero puso las tildes sobre las íes y dejó claro que la caficultura de base, esa que siembra a sol y agua, la misma que se rompe el lomo para recibir unos pocos pesos de utilidad cuando no se produce grano a pérdida, merece mejor suerte porque lamentablemente después de la ruptura del Pacto cafetero en 1989, el mercado quedó a merced de las transnacionales, dándole un duro golpe a quienes cultivan café que son los que por lo general pierden o llevan del bulto.

El Gerente General de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, Roberto Vélez Vallejo, le dijo a Diariolaeconomia.com que la Colombia rural cafetera necesita un trato más consecuente y acorde con la finalidad de cualquier negocio que demanda esfuerzo y que se resume en utilidad e incentivos para seguir adelante. Aseguró que en su reunión con el nuevo presidente de Nestlé en Suiza abordó temas trascendentales que tuvieron que ver con la invitación del Foro de Países Productores que se llevará a cabo en Medellín con ocasión de la celebración de los 90 años de la Federación y en donde se tocarán problemas que son comunes a todas las naciones que cultivan y ofertan el bebestible.

Como la idea es salir con una iniciativa en dicho evento, otro punto determinante tuvo que ver con la corresponsabilidad la cual debe ser un tema que debe abordar toda la cadena cafetera, es decir que desde quien siembra el café hasta quien sirve los tintos, son corresponsables de que el negocio y la industria cafetera pueda surgir y pueda mantenerse en el tiempo.

Indicó que sin duda llegó la hora de que las multinacionales se pongan la mano en el corazón porque las cifras son tan complejas como que el negocio de café en el mundo tranza entre 200.000 y 250.000 millones de dólares, de los cuales los productores no se llevan 20.000 millones de dólares, es decir, no ganan ni siquiera el diez por ciento lo cual obliga a todos los que participan de esta industria a mirar la situación y a explorar los urgentes correctivos.

“Tenemos un activo enorme entre todos y es que el consumo de café sigue creciendo en el mundo a un orden de 1.5 y 2 por ciento al año, es decir unos tres millones de sacos por año y ese consumo de café debe estar acompañado con una producción la cual será viable sí y solo sí, esa siembra es rentable para los productores de café”, expuso el señor Vélez Vallejo.

Si hay buen eco en la reunión de mediados de año y si la caficultura sigue apuntándole a la producción de cafés especiales, muy seguramente el sector cafetero tendrá en sus manos una economía rural y cafetera de avanzada por lo que al interior de la Federación hay mucha fe de que así será porque el trabajo fuerte de los caficultores de Colombia más ese mercado de cafés diferenciados que se sigue abriendo paso, especialmente en Norteamérica y en Europa, todo unido a ese compromiso de la institucionalidad cafetera de seguir acompañando a los cafeteros por noventa años más, hace parte de la combinación perfecta para asegurarle una larga vida a la caficultura y a los caficultores de Colombia.

Al término de la reunión, dijo Vélez Vallejo, quedó la mirada de unas multinacionales que empiezan a decir que deberían pensar en lo que los cafeteros están pensando lo cual hace parte del sentido común y que hace que las grandes firmas puedan perpetuar su negocio, pero si este es rentable para todos en la cadena.

El Foro de productores dio paso para lanzar unas primeras ideas que por fortuna tuvieron eco en los demás países productores como los de Centroamérica, en primer lugar, y luego en África cuando se hizo acompañamiento en el marco del Cuarto Encuentro Mundial Cafetero en donde los africanos dijeron “somos socios” de la iniciativa. Lo propio ocurrió en Brasil en dónde estuvo el líder cafetero llevando la carta de invitación al gobierno de Brasil el cual es esperado con las autoridades cafeteras brasileras en el esperado encuentro de productores de café.

Los caficultores volvieron

Los productores de café que se habían ido del mercado y que abandonaron la actividad por múltiples problemas, entre ellos los problemas fitosanitarios, la inseguridad, las deudas y los altos costos de producción, están retornando a sus fincas para hacerlas nuevamente productivas y altamente competitivas.

“Estamos viendo el renacer de muchas zonas cafeteras, pero no solamente eso, estamos muy dispuestos a acompañar nuevas áreas que van a entrar a producir café una vez termine el conflicto armado y es por ello que departamentos como el Caquetá, Meta, Arauca y Putumayo, en donde hay espacio para nueva caficultura pueden ser la solución para muchos pequeños productores que pueden ver en esta actividad, la opción económica del futuro”, sostuvo el dirigente gremial.

Para Vélez, las preocupaciones surgen de los temas transversales que serán abordados en el encuentro mundial y que hacen parte de la lista de dificultades a sortear como son cambio climático, disponibilidad de mano de obra y generación de empalme. De igual manera la volatilidad de los precios porque a la fecha se cuenta con una tasa de cambio competitiva y rentable, pero con la incertidumbre de qué puede pasar mañana o dentro de uno o dos años, inquietud más que valida porque los productores siembran café para 20 y para 50 años.

“También nos preocupa la productividad porque tenemos unos indicadores muy bajos y tenemos que hacer un esfuerzo para que el cafetero dentro de su misma parcela pueda tener una remuneración superior que mejore su rentabilidad”, aseveró Vélez.

Sobre la cosecha ideal, el Gerente General de la Federación Nacional de Cafeteros aseguró que hoy el país tiene un promedio de 18 sacos por hectárea, pero no descartó el poder subir esa cifra a 22 sacos por hectárea lo cual significaría una producción de café de 17 millones de sacos, desde luego contando con el parque cafetero actual.

Vélez indicó que el café sigue siendo un motor esencial de desarrollo porque parte del país piensa en el café como una cosa del pasado, pero recalcó que hay una verdad que no es precisamente un eslogan en el sentido que el café tiene más futuro que pasado porque esta actividad está generando más de 7.5 billones de pesos que es el costo de la cosecha, que son recursos que están irrigando más de 550 municipios en Colombia, que le están dando vida a la economía de esos lugares apartados del país y que le abren espacio al colombiano de la ruralidad para que pueda hacer del campo su vida.

Uno de los factores que golpeó la economía cafetera fue esa “Enfermedad Holandesa” y esas iniciativas de economía extractiva. La revaluación también ocasionó problemas y el trago amargo a los exportadores. Hoy con la devaluación, el café es una industria altamente competitiva que puede tranzarse sin problema a nivel internacional.

El invierno sigue siendo una amenaza

El Gerente General de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez Vallejo, dijo que los casos reportados en Putumayo y en Manizales son la prueba irrefutable de que el invierno puede seguir causando estragos en las familias colombianas y en la caficultura porque se trata de siembras de ladera y de montaña.

Advirtió que la amenaza es latente porque muchas de las zonas cafeteras han sido deforestadas y reconoció que el hecho de cultivar en ladera, hace a la caficultura totalmente proclive a los derrumbes y deslizamientos cuando llegan las lluvias con pluviometría que sobrepasan lo que es normal.

“Tenemos que estar muy vigilantes para acompañar el crecimiento de la caficultura, pero de una manera sostenible, es decir cuidando el medio ambiente porque entre otras cosas el consumidor del otro lado del mundo también exige la preservación y cuidado de fauna y flora para adquirir el apreciado grano”, concluyó.

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