Miércoles, 06 Marzo 2024 01:41

Buenaventura es caney, bulevar, turismo, desarrollo y encanto pacífico

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Esta ciudad porteña es una joya del Pacífico colombiano en donde el turismo crece por un sinnúmero de opciones de recreación, descanso y confort.

En el Valle del Cauca, en esa región fértil, dulce, maravillosa y especial de Colombia sobre el Pacífico está Buenaventura, un distrito lleno de sorpresas en donde se destaca entre tantos atractivos el puerto marítimo, según los expertos en logística, uno de los diez terminales más importantes de Latinoamérica, de tan increíble importancia que por sus instalaciones se moviliza más del 60 por ciento del comercio internacional del país.

Buenaventura en el Valle del Cauca es la tercera ciudad con mayor población en el departamento pues la superan Cali y Palmira. El turismo allí prospera ya que la ciudad se mueve en torno a la Bahía de Buenaventura en el mar Pacífico y está relativamente cerca de la “Sultana del Valle”, espaciada de la gran capital vallecaucana por la cordillera occidental, pero con un mar y unas costas que son vigiladas por los altozanos imponentes de las serranías andinas.

El lugar en donde fue erigido Buenaventura a través de la Ley 1617 de 2013 fue declarado Distrito Especial, Industrial, Portuario, Biodiverso y Ecoturístico.

La muy llamativa Buenaventura fue fundada en 1540 por Juan Ladrillero, población que se instituyó en sus albores como puerto fluvial o fondeadero de barcos en las vertientes del río Anchicayá. La historia dice que a finales del siglo XVI la ciudad ardió en llamas tras los embates de los indígenas de la entonces incipiente comarca. Los bonaverenses dicen que ese primer atentado con fuego marcó la metrópoli portuaria laica que empezó a sumar inconvenientes, perplejidades y apuros de todo tipo que le pusieron palos en la rueda al afianzamiento, cuando no eran ataques e incendios, llegaron embates naturales.

 

 

El puerto marítimo de Buenaventura fue posible 300 años luego de los primeros establecimientos ribereños. La historia empieza a escribirse en 1819 en la isla de Cascajal, pero tuvo vida jurídica desde el 26 de julio de 1827, cuando el General Francisco de Paula Santander, presidente de la República, sancionara el decreto 389 que fue ratificado con una ordenanza en 192, momento en que Buenaventura subió su categoría pues fue elevada a ciudad.

En 1833 empezó a construirse el ferrocarril que comunicaría al puerto con Cali, sin embargo, en 1836 se planteó la apertura de un camino entre la ciudad y Cali, lo cual llevó a considerar una concesión pues se consideró de gran privilegio encomendar tal misión a una persona jurídica o natural.

La construcción del puerto empezó en 1916, por esos días también empezó la obra del Hotel Estación, tremendo referente de la industria de hospedaje entregado al público en 1925. Hay que decir que en 1926 arrancó la construcción de la carretera Simón Bolívar, la que uniría a la ciudad portuaria con Cali.

Dentro de los aspectos curiosos de Buenaventura está la llega en 1930 del Banco de Londres, la primera entidad crediticia en operar en la ciudad, después llegaron el Banco de Colombia en 1932 y el Banco de la República en 1934. En 1938 el presidente Alfonso López Pumarejo inauguró la Estación delo Ferrocarril.

 

 

La hermosa Buenaventura cuenta con paisajes, playas, retrospectiva y es un fortín antropológico, de hecho, limita con las selvas del Chocó, también con los terrenos pantanosos de López de Micay, en síntesis, esta ciudad hace parte de un entorno llamativo en donde se destaca la selva húmeda, muy particular en el Pacífico de Colombia.

Por ser parte del trópico Buenaventura en línea con los municipios del Pacífico es enormemente lluvioso, a tal nivel que se le considera una de las ciudades con mayor pluviosidad en el globo. Este lugar, balcón de observación de ballenas jorobadas, no tiene verano y su clima supera fácilmente los 25 grados centígrados.

Los recursos acuíferos de Buenaventura son muchos, la ciudad está cercada por múltiples ríos, siendo los más importante el Dagua y Anchicayá, igual están afluentes trascendentales como el Calima, Raposo, Mayorquín, Cajambre y el Yurumanguí, con aguas en el río Naya, pero igual en el profundo San Juan.

La región es rica en quebradas y ríos no tan grandes que resultan útiles porque llevan aguas al moderno acueducto del municipio.

Esta dinámica ciudad no solo vive de la actividad portuaria, el lugar es conocido por la pesca, así como por la extracción y transformación de maderas. Un puesto importante ocupa la minería, especialmente la aurífera que se hace todavía de manera artesanal.

Diferente a la explotación de oro es común la minería de platino, carbón y según los conocedores vendría un auge petrolero por las reservas que aseguran hay en la región.

Son visibles a nivel agricultura, sembrados de palma de aceite, cacao, chontaduro y borojó. Al natural son considerables los plantíos de caucho, tagua y balata, productos selváticos de estimable demanda.

 

Turismo, otro potencial

 

 

El sector turismo sigue creciendo en este acogedor punto del Pacífico colombiano en donde existen playas y ríos con entornos de enorme formato natural, haciendo de Buenaventura un destino exótico en donde se disfruta de escenarios cargados de belleza natural y valores agregados como la llegada de las ballenas jorobadas. El lugar cuenta dentro de su inventario de visitas la Reserva Natural de San Cipriano, San Marcos, Sabaletas, Llanobajo y Aguaclara, parajes hermosísimos de aguas claras y cristalinas.

Invitan al descanso playas de gran atractivo como La Bocana, Ladrilleros, Juanchaco, La Barra, Playa Chucheros y Piangüita. Al interior de Bahía Málaga el turista puede disfrutar de las cataratas de la Sierpe, tres caídas de agua natural cristalina, consideradas uno de los espectáculos naturales más hermosos del planeta.

La comarca cuenta con excelente gastronomía, diversidad en restaurantes y sitios paradisiacos, diseñados por la madre naturaleza para pasar un momento distinto en la vida. La ciudad tiene un excelente malecón con miradores con vista al mar, muelle turístico flotante, atractivos como el Palacio Nacional, la Catedral de Buenaventura, El Faro, Parque Néstor Urbano Tenorio, Centro Cultural y Escuela Taller.

Según las autoridades turísticas, las playas ubicadas entre Buenaventura y Bahía Málaga, todas tildadas de espectaculares y dotadas de infraestructura son las más apetecidas por los turistas nacionales e internacionales.
Este destino habitado por más de 318.000 personas es aparte de todo un espacio ideal para la inversión en hotelería, supermercados, tiendas especializadas y todo tipo de ofertas y soluciones.

 

 

En diálogo con Diariolaeconomia.com, el Secretario de Turismo de Buenaventura, Jhon Anderson Riascos, afirmó que el bello puerto de mar es aparte de muy atractivo, totalmente matizado por las riquezas que vienen del océano, pero acompañado por un componente importante de naturaleza con mar playas y ríos.

Destacó que, dentro de las más exóticas opciones del Distrito, está el avistamiento de ballenas jorobadas, todo guiado por profesionales, empero expresó que la ciudad cuenta con todo tipo de oferta hotelera y de restaurantes, operados por restaurantes en un puerto caracterizado por la amabilidad de sus habitantes.

Al ser tendencia, precisó, Buenaventura es un destino emergente que ya es abordado por empresarios, agencias y otras autoridades, razón por la cual se avanza en alianzas estratégicas para seguir potencializando la ciudad que día a día se afianza a través de certificaciones nacionales e internacionales.

 

“No hay duda, Buenaventura es un paraíso y administración tras administración se han hecho mejor las cosas, se ha reavivado esa vocación turística del puerto y en el territorio, pero con el compromiso de crecer económicamente, propender por tejido social y sacar adelante a todas nuestras comunidades, socializando con todo el modelo de gobernanza que se ha enfocado, es decir que Buenaventura ha repuntado y por eso invita a Colombia y al mundo para que visiten este edén natural, totalmente imperdible”, declaró el señor Riascos.

 

 

Hoy el Distrito, gracias a ese fenómeno especial de gobernabilidad, porque hay un buen relacionamiento con todas las instituciones, incluyendo al sector privado, se están desarrollando unas iniciativas para fortalecer el destino, respetando el componente de la naturaleza, el enfoque territorial con las diversas autoridades, pero desde luego entendiendo la necesidad de irrigar recursos del sector público como también del empresariado para seguir mejorando en accesibilidad, visibilidad, calidad, planificación y la gestión integral de destino.

El plato fuerte de Buenaventura es todo, se observa de manera integral habida cuenta que son calificados aspectos como gastronomía, naturaleza, cultura y cuidado de fuentes hídricas y preservación de ríos. La ciudad cuenta hoy, manifestó el Secretario de Turismo, con bandera azul, un proceso de certificación internacional en donde se tiene en cuenta más de 30 criterios solicitados agrupados en cuatro elementos esenciales, seguridad, servicios, gestión ambiental y educación.

“Buenaventura está enviando el mensaje de que no solo es un destino atractivo para los viajeros, sino que incluye todo el componente de sostenibilidad”, concluyó Riascos.

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