En Colombia se presentan sin duda alguna todo tipo de circunstancias, unas buenas, otras regulares y otras tremendamente asombrosas. Pues bien, en desarrollo de la 21 Conferencia Internacional de Palma de Aceite, la firma Paz del Río reveló que halló en sus dominios un fertilizante con todas las propiedades y el potencial que mejorarán las perspectivas agropecuarias del país.
En charla con Diariolaeconomia.com, el director de fertilizantes de Paz del Río, Guillermo Rodríguez Lamprea, aseguró que sin temor a exagerar la compañía encontró una guaca, justo en momentos en que el agro demandará mejores soluciones para nutrir y mejorar los suelos para una plena producción de alimentos y materias primas.
Apuntó que por las características del nuevo condensado, otrora desechado por los dueños anteriores que tan solo buscaban extraer acero, se envió el abono, literalmente a la basura puesto que se dejó de lado como si se tratara de material de desecho, increíblemente el tesoro de hoy.
Según el directivo hay que sacar el máximo de provecho de esta nueva opción naturalmente cargada de valores agregados para sumar en la productividad de la agricultura colombiana que en buena medida va a depender del uso de esa ferti-enmienda porque lleva calcio, fósforo, magnesio, silicio y manganeso, una solución nacional, resultado de una economía circular de un coproducto que se puede tildar de tesoro local, una muy buena noticia porque el 85 por ciento de los suelos en Colombia son ácidos y Paz del Río se afianza como el elemento que aportará en el crecimiento exponencial de la productividad agropecuaria, algo en los que la empresa ya está empeñada.
“El segundo reto más importante que tiene la Altillanura en Colombia es atacar la acidez de los suelos, de hecho, cuando se muestran las presentaciones de lo que significa esta región es fácil demostrar que debe trabajarse muy duro en ellos para cambiar su condición ácida y lograr la enmienda de las tierras para labranza, una realidad que pide mejores alternativas de fertilización y afortunadamente Paz del Río tiene la respuesta. Esa capacidad de generar producción en la Altillanura para que repunte la obtención agraria ya existe y está en el territorio, los distintos sectores de la economía nos necesitan y nosotros estamos aquí prestos a entregar beneficios en el campo”, declaró el señor Guillermo Rodríguez Lamprea.
Recalcó que realmente la oportunidad es poderle mostrar al país que Paz del Río tiene producto colombiano que empuja la economía en un momento trascendental en donde el reto es la seguridad alimentaria.
Hoy hay en predios de Paz del Río cinco millones de toneladas, pero caracterizadas existen más de 2.5 millones de toneladas, una cantidad suficiente para suplir las necesidades de Colombia por 50 años. De igual manera hay una sugestiva oferta exportable, pero la prioridad inmediata de la compañía es atender el mercado nacional con la buena nueva de que ya se inició el proceso para abastecer la región, teniendo en cuenta que Ecuador es un demandante natural de los productos de la firma colombiana puesto que la franja de los suelos es similar.
Este fertilizante con varios componentes es un producto condensado y de multipropósito, el complemento para los demás fertilizantes que están en el mercado. Ni más ni menos, apuntó el directivo, Paz del Río y sus soluciones nutricionales para el suelo se consolida como ese plato que permite servir la mesa a los demás abonos.
Paz del Río tiene una bonita historia que se empezó a escribir en 1954 bajo el mandato del General Gustavo Rojas Pinilla, la empresa ha extraído acero, cemento y fertilizantes, un municipio visiblemente bendecido que produjo el primer saco de fertilizantes hace 66 años, un recuerdo que subsiste para lo que en el momento nació, Paz del Río, comentó Guillermo Rodríguez Lamprea, cada vez hace más presencia en el sector agroindustrial colombiano , de hecho, afirmó, la compañía tiene propuestas para participar en los programas gubernamentales como el FAIA y los planes futuros trazados para la agricultura porque efectivamente Paz del Río puede ser esa llave que permite que los otros fertilizantes tengan mejor aprovechamiento.
“Es decir que la inversión de dinero en los otros fertilizantes sea mejor aprovechada”, acentuó el director de fertilizantes de Paz del Río.
Esta noticia cae bien y es de lejos una buena noticia para expertos en suelos vivos como Orlando Castro Cabrera, tanto así que los brasileros, agricultores de tremenda experiencia, han volteado su mirada a la construcción del perfil del suelo, lo que llaman ahora la salud del suelo y es allí en donde Paz del Río está trabajando porque habilitan tierras de manera ideal y apropiada para sacar lo mejor de un potente fertilizante sin importar que sea de distintas fuentes.
Con el nuevo fertilizante se acabará la adicción de los suelos por la síntesis química y pondrá en los terrenos de cultivo alimentos reales con fosfatos reconocidos. Hoy el principal cliente de este abono es el sector palmero que absorbe más del 40 por ciento de la oferta, pero igual está papa y pastos en donde hay áreas demasiado grandes.
La solución es eficaz, se produce todos los días y la gran noticia para la Altillanura es que uno de sus retos está conjurado con Paz del Río, es decir que hay un tema menos en esa zona colombiana porque no demanda industria ya que existe en los suelos de Paz del Río.




